TESOROS DE LA IGLESIA
La Basílica Menor
de la Presentación de la Santísima Virgen María
Hna.
Enma Rueda, SCTJM
“El santo Bautismo es el fundamento de toda la vida cristiana” (CIC
n.1213). Los bautizados vienen a ser “piedras vivas” para “edificación
de un edificio espiritual, para un sacerdocio santo” (1P 2, 5). Todos
somos testigo de que el Papa Juan Pablo II ha vivido en plenitud su vida
cristiana y que ha sido fiel a las gracias bautismales. Este gran don
del Bautismo, el Papa lo recibió en la Basílica Menor de la Presentación
de la Santísima Virgen María, lugar que viene a ser parte de los tesoros
de nuestra Iglesia, pues ella forma parte esencial de la vida del
Vicario de Cristo.
El Papa en su primer viaje a Polonia visitó esta Basílica y arrodillado
ante la pila de su bautismo dijo: “Cuando dirijo mi pensamiento atrás a
mirar el largo camino de mi vida, considero como el ambiente, la
parroquia, mi familia, me han llevado a la pila bautismal de esta
iglesia de Wadowice, donde el 20 de junio de 1920, me fue concedida la
gracia de convertirme en hijo de Dios, junto con la fe en mi Redentor.”
Esta basílica fue construida del año 1325 al 1327. El presbisterio fue
reconstruido después de un incendió en el año 1430. Más tarde, en el año
1791, el viejo edificio de la Basílica fue reemplazado por un edificio
de tres naves, con una cúpula en el centro y un campanario. En 1855 fue
añadida la sacristía y una capilla. La elevación de la fachada y la
cúpula que está en el frente de la Basílica, fue construida en el
transcurso de los años 1893 al 1899. En la actualidad, en el techo de la
nave central, se pueden ver dibujados los nombres de algunas de las
principales encíclicas que el Santo Padre ha escrito. Cada encíclica
está representada con un símbolo que la identifica.
También en este lugar se encuentra una imagen de nuestra Señora del
Perpetuo Socorro, venerada por los habitantes de Wadowice por los
últimos cien años. Esta imagen fue coronada por el Papa en su visita a
Polonia en 1999, ocasión en la que pronunció las siguientes palabras:
“Al igual que en el pasado, dirijo mis pasos a la capilla de la Santa
Cruz, para contemplar nuevamente el rostro de Nuestra Señora del
Perpetuo Socorro en su imagen de Wadowice. Lo hago con una alegría
particularmente grande hoy, porque tengo la posibilidad de coronar esta
imagen, como signo de nuestro amor a la Madre del Salvador”.
Junto al Papa, damos gracias a Dios por todas las gracias que derramó en
él, en esta Basílica Menor de la Presentación de la Santísima Virgen
María: “Con profunda veneración beso el umbral de la casa de Dios, de la
iglesia parroquial de Wadowice, y en ella el baptisterio, en el que fui
injertado a Cristo y acogido en la comunidad de su Iglesia. En este
templo me acerqué por primera vez al sacramento de la confesión y en él
hice mi primera comunión . Aquí fui monaguillo, aquí di gracias a Dios
por el don del sacerdocio y, ya como arzobispo de Cracovia, aquí viví el
jubileo de mis 25 años de sacerdocio. Solo Dios, dador de todo bien,
sabe cuántas gracias recibí en este templo. A Él, le doy gloria en el
umbral de esta iglesia”.