Siervas de los Corazones Traspasados de Jesús y María 

XIX Edición

           mayo 2003


CONOZCAMOS SU CORAZÓN 

La devoción al Corazón de Jesús da sus mejores frutos a través del Inmaculado Corazón de María

La devoción al Sagrado Corazón ha estado siempre irrevocable e indisolublemente unida a la devoción al Inmaculado Corazón de María.

El Papa Pío XII, en su Encíclica ¨Haurietis Acquas¨, atestigua esta gran verdad, dándonos a entender con su enseñanza, cómo la Santa Sede siempre ha dado testimonio sobre esta verdad de fe:

¨Y para que la devoción al Corazón augustísimo de Jesús produzca más copiosos frutos de bien en la familia cristiana y aún en toda la humanidad, procuren los fieles unir a ella estrechamente la devoción al Inmaculado Corazón de la Madre de Dios. Ha sido voluntad de Dios que en la obra de la Redención humana, la Santísima Virgen María estuviese inseparablemente unida con Jesucristo; tanto, que nuestra salvación es fruto de la caridad de Jesucristo y de sus padecimientos, a los cuales estaban íntimamente unidos el amor y los dolores de su Madre. Por eso, el pueblo cristiano que por medio de María ha recibido de Jesucristo la vida divina, después de haber dado al Sagrado Corazón de Jesús el debido culto, rinda también al amantísimo Corazón de su Madre celestial parecidos obsequios de piedad, de amor, de agradecimiento y de reparación.¨(Ha. Acquas, No. 36)

Su Santidad Pío XII nos dice, ¨Y para que la devoción al Corazón augustísimo de Jesús produzca más copiosos frutos de bien en la familia cristiana.... procuren los fieles unir a ella estrechamente la devoción al Inmaculado Corazón de la Madre de Dios.¨

Es decir, que la devoción al Sagrado Corazón de Jesús dará siempre sus mejores y mayores frutos en las almas, si está unida a la devoción al Inmaculado Corazón de su Madre. La unión que estableció Dios entre estos dos Corazones desde la anunciación, se ratifica en la vida de los fieles cuando estos reciben los copiosos beneficios del Corazón de Jesús a través del Corazón de María. En su Encíclica Redemptor Hominis, SS Juan Pablo II nos dice: ¨Este misterio (el de la redención) se ha formado, podemos decirlo, bajo el Corazón de la Virgen de Nazaret, cuando pronunció su ¨fíat¨. Desde aquél momento, este Corazón virginal y materno al mismo tiempo, bajo la acción particular del Espíritu Santo, sigue siempre la obra de su Hijo.¨ (Red. Hominis, No. 22)

Esta es precisamente la doctrina de San Luis de Montfort, cuyo lema: Totus Tuus, expresa la verdad de que a Jesús, a su Corazón, se llega de una forma más rápida, más fácil y más segura, a través del Corazón de Aquella que vivió y vive en total y plena unión con su Corazón.

Esta verdad también la vivió San Maximiliano María Kolbe, quien sabía por experiencia propia que todo viene a nosotros del Corazón de Cristo a través de las manos de la Inmaculada, a través de su Corazón Inmaculado.

Permitámosle al Corazón de Jesús dar sus mejores frutos en nosotros a través de la devoción al Inmaculado Corazón de María, Madre de Dios y Madre nuestra.


 

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