Siervas de los Corazones Traspasados de Jesús y María

XIX Edición

mayo  2003


CORAZONES QUE ARDEN DE AMOR 

San Bernardo de Claraval (Clairvaux)
Fiesta: 20 de agosto

San Bernardo, es, cronológicamente, el último de los Padre de la Iglesia, pero uno de los que más influencia ha tenido. Se caracteriza por su gran amor a la Madre de Dios. Todo el que desee progresar e intensificar su amor a la Santísima Virgen María, necesariamente debe leer los escritos de San Bernardo. El alma devota vibra de emoción al oírle clamar con tanto amor, fervor y confianza a la Madre de Dios: "Si se levantan las tempestades de tus pasiones, mira a la Estrella, invoca a María. Si la sensualidad de tus sentidos quiere hundir la barca de tu espíritu, levanta los ojos de la fe, mira a la Estrella, invoca a María. Si el recuerdo de tus muchos pecados quiere lanzarte a l abismo de la desesperación, lánzale una mirada a l Estrella del cielo y rézale a la Madre de Dios. Siguiéndola no te perderás en el camino, invocándola no desesperarás, y guiado por Ella llegarás seguro al Puerto Celestial". San Bernanrdo fue quien compuso las últimas palabras de la Salve: "Oh clemente, Oh piadosa, Oh dulce Virgen María", y repetía con todo su corazón constantemente: Acordaos, ¡Oh piadosísima Virgen María!, que jamás se ha oído decir que hayas abandonado a ninguno de cuantos han acudido a tu amparo, implorando tu protección y reclamando tu auxilio. Animado con esta confianza, también yo acudo a ti Oh Madre, Virgen de las vírgenes, y gimiendo bajo el peso de mis pecados me atrevo a comparecer ante tu Soberana presencia, no deseches mis súplicas, antes bien óyelas y acógelas benignamente. Amén.

¡San Bernardo, ruega por nosotros a la Madre de Dios!
 

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