CORAZONES QUE ARDEN DE AMOR
San
Juan Bosco y la respuesta a Dios para el Nuevo Milenio
Fiesta:
31 de enero
El
famoso sueño de las Dos Columnas que San Juan Bosco contó a sus
jóvenes, tiene una gran
importancia al comenzar el nuevo milenio, puesto que la
majestuosa nave del sueño, piloteada por el Papa, era la Iglesia, de la
que él es Cabeza.
Las otras naves que la rodeaban, representaban a los hombres;
el tempestuoso mar representaba al mundo. Los que defendían a la
embarcación del Pontífice eran los leales a la Santa Sede; los otros,
sus enemigos, que, con toda suerte de armas, intentan aniquilarla. Las
dos columnas salvadoras que se levantan en la inmensidad del mar,
sobre las olas, son la devoción al Santísimo Sacramento de la Eucaristía
y a María Santísima. El santo narraba que el Pontífice, venciendo y
luchando sobre todos los obstáculos, guiaba la nave hacia las dos
columnas, y, al llegar al espacio comprendido entre ambas, amarró con
una cadena
la barca de la columna que ostentaba la Hostia y con otra cadena
le asió de la columna que servía de pedestal a la Virgen Santísima.
Para
Su Santidad Juan Pablo II, tuvo un significado determinante el Congreso
Eucarístico Internacional realizado en el Año Santo, dedicado a la
Encarnación del Verbo, precisamente porque fue previsto como año
“intensamente eucarístico”. Al mismo tiempo, al lado del nacimiento
del Hijo estaba la Madre, y por medio del gran Acto de consagración a
su solicitud materna, fue encomendada la vida de la Iglesia y la de
todos los hombres y mujeres del nuevo milenio.
La
Iglesia, cimentada en las Dos Columnas, se adentra en el nuevo
milenio para llevar a cabo
la Nueva Evangelización del mundo. Evangelización que busca
reinflamar la fe cristiana en la conciencia de muchos, haciendo resonar
en los corazones el llamado a una respuesta de santidad
heroica y la proclamación gozosa de nuestra salvación. El mismo
San Juan Bosco dice: “La historia de la Iglesia nos enseña que los
grandes santos de todos los tiempos y generaciones son
aquellos que profesan la más grande devoción a María Santísima”.
Ésta debe llevarnos a la más perfecta unión con el Corazón de
Cristo y debe gritar al mundo, en este nuevo milenio, que la esperanza
de la humanidad está en el Corazón Eucarístico de Jesús y en el
Inmaculado Corazón de María.
¡San
Juan Bosco, amante de la Eucaristía y de María Auxiliadora, Ruega por
nosotros!