SOBRE LOS DELITOS DEL CLERO

Ver también: Iglesia santa y pecadora

Benedicto XVI señala el camino para erradicar el abuso
Sobre las acusaciones contra los sacerdotes  por el Padre Jordi Rivero
Lo Que No se Publica (Sobre los sacerdotes)
Delitos graves reservados a la Congregación Para la Doctrina de la Fe
Declaración del Cardenal Darío Castrillón Hoyos respecto a los abusos sexuales del clero. PpPrefecto de la Congregación para el Clero
Ver también:
Carta del Papa a los sacerdotes
Oración por los sacerdotes


Benedicto XVI señala el camino para erradicar el abuso de menores entre los sacerdotes
Y pide atención para las víctimas
Durante la visita «ad limina Apostolorum» a los obispos católicos de Irlanda, el 28 de octubre, 2006
Fuente: (ZENIT.org, ZS06103010).

Benedicto XVI ha exigido la reacción firme de la Iglesia ante los casos de abusos sobre menores cometidos por sacerdotes, y ha pedido la atención que requieren las víctimas, como caminos para la recuperación de la confianza perdida.

El Santo Padre expresó que los abusos «Son aún más trágicos cuando quien los cumple es un eclesiástico»

Benedicto XVI reconoció que «las heridas causadas por estos actos son profundas, y es urgente la tarea de restablecer la esperanza y la confianza cuando éstas han quedado dañadas».

«En vuestros continuos esfuerzos por afrontar de manera eficaz este problema es importante establecer la verdad de lo que ha sucedido en el pasado, tomar todas las medidas adecuadas para evitar que se repita en futuro, asegurar que los principios de justicia sean plenamente respetados, y sobre todo, proporcionar una curación a las víctimas y a todos los que han quedado afectados por estos crímenes atroces»

De este modo, aseguró, «la Iglesia en Irlanda se reforzará y será cada vez más capaz de dar testimonio de la fuerza redentora de la Cruz de Cristo. Rezo para con la gracia del Espíritu Santo este tiempo de purificación permita a todo el pueblo de Dios en Irlanda mantener y perfeccionar con su vida la santidad que ha recibido».

Al mismo tiempo, el sucesor de Pedro explicó que «el óptimo trabajo y el compromiso generoso de la gran mayoría de los sacerdotes y religiosos en Irlanda no tienen que quedar oscurecidos por las transgresiones de algunos hermanos». «Estoy seguro de que la gente lo comprende y de que sigue viendo a su clero con afecto y estima».

Por eso, pidió a los obispos que alienten a sus sacerdotes
«a buscar siempre la renovación espiritual y a descubrir de nuevo la alegría de cuidar de su rebaño en el seno de la gran familia de la Iglesia».


 

RESPUESTA A LAS ACUSACIONES CONTRA LOS SACERDOTES    

Nos escriben:
Con el debido respeto:
Es innegable que la consagración a Jesús es un privilegio que conlleva, o al menos así se espera, gran responsabilidad ante Dios y ante los demás.

Sin embargo, los hechos demuestran, en porcentaje alarmante, que no solamente son rotos los votos profesados, sino que además son cometidos delitos abominables, como el abuso sexual en contra de menores de edad y otras faltas inconfesables, últimamente y desde los inicios de la Iglesia Católica.

Ahora bi
en, yo me pregunto: ¿Si las normas, oraciones y prédicas de la Iglesia Católica no son eficaces para impedir tales aberraciones en sus consagrados, qué me espero yo?

Sería inútil negar que algo está mal, o bien las prédicas, oraciones y principios de la Iglesia no sirven o todo es una farsa.

Atentamente,
Un católico en crisis de F
e

RESPUESTA

Querido amigo:

El enemigo no puede resistir la fuerza liberadora de la cruz de Cristo. El problema no está en Jesús sino en nosotros los hombres que le permitimos a Jesús actuar en nosotros. Las oraciones y demás medios que Jesús nos da no tienen poder si nuestro corazón no está abierto a la gracia. Tanto el sacerdote como el laico es vulnerable y debe cuidarse. San Pablo: "Así pues, yo corro, no como a la ventura; y ejerzo el pugilato, no como dando golpes en el vacío, sino que golpeo mi cuerpo y lo esclavizo; no sea que, habiendo proclamado a los demás, resulte yo mismo descalificado"  De manera que el mismo San Pablo sabía que podía caer y se ejercitaba con profunda disciplina. Un gran pecado actual es la presunción.

Para ver la verdad completa sobre este asunto es necesario incluir los siguientes puntos:

1- La Iglesia siempre ha condenado el abuso sexual como una grave inmoralidad. 
2-El abuso sexual de menores es un crimen, sea quien sea quien lo cometa.
3-Algunos sacerdotes
han cometido ese abuso. Nadie está exento de caer en el pecado.
4-El índice de sacerdotes involucrados en abusos es aprox. 2% o 3% y no mayor que en la población general. Claro que esto no lo justifica pero tampoco es justo insinuar que es un problema particular del sacerdocio. Es  un problema de todo hombre que no se vale de los medios que Dios nos da y se deja llevar por la carne. No es justo olvidar el otro 97% de los sacerdotes.
5- La prensa no es culpable de los abusos del clero. Pero la prensa ha manipulado el tema de sacerdotes abusadores para crear una falsa imagen del sacerdote en general. Lo han hecho valiéndose de varias tácticas:
a-Publicar acusaciones contra sacerdotes cuya culpabilidad no se ha demostrado, haciéndolos ver como culpables. Cualquiera puede acusar a un sacerdote inocente y ser publicado en primera plana de muchos diarios.
b-En muchos casos, han publicado las mismas acusaciones múltiples veces, creando así la idea de una mayor cantidad de casos de los que son en realidad.
c-Han publicado como noticia casos que ocurrieron hace décadas, aún de sacerdotes ya muertos.
d-Lo convierten en noticia cuando el acusado es sacerdote mientras ignoran otros casos de abuso. Así hacen ver que es un problema que ocurre más entre sacerdotes que entre otros.

La prensa busca desacreditar a la Iglesia para quitarle su autoridad moral.

¿Cómo puede ser que sacerdotes cometan crímenes?

Jesucristo es el médico divino, pero el mejor de los médicos no cura al enfermo que no se toma la medicina. ¿Sencillo verdad? Jesús nos da todas las gracias necesarias para vencer al pecado. Pero no es suficiente ser católico, ni siquiera sacerdote. ¡Hay que tomar la medicina!  Es decir, hay que abrir el corazón a Dios con humildad y buscar cada día la gracia para hacer su voluntad. 

El que tiene mis mandamientos y los guarda, ése es el que me ama. -Juan 14,21

Quien dice: «Yo le conozco» y no guarda sus mandamientos es un mentiroso y la verdad no está en él. -I Juan 2,4

No es justo resaltar los que han fallado. Si queremos ver el poder transformador de la vida en Cristo, hay que ver qué ocurre cuando se vive en la fe, recibiendo dignamente los sacramentos y medios de gracia que Jesús nos ofrece en la Iglesia. Los mejores ejemplos son los santos, no sólo los canonizados sino tantos que viven su fe. ¡Esos son los que no salen en las noticias!

En cuanto a la dignidad sacerdotal.
Ciertamente la consagración a Dios como sacerdote o religioso es un gran privilegio,
pero no en el sentido del mundo. Los Apóstoles Santiago y Juan pidieron a Jesús el privilegio de puestos importantes, pero El les dijo que no sabían lo que pedían. En su lugar les invitó a participar de Su pasión. Ese es el verdadero y gran privilegio: Participar, por amor, en la vida de Cristo, especialmente en sus sufrimientos. La dignidad del sacerdocio no se deriva del hombre sino de Dios que lo ha llamado a ser su testigo y a comunicar su gracia a través de la Palabra y de los sacramentos. Sacerdocio >

También es cierto que la vida consagrada a Dios requiere gran responsabilidad.  Dice San Alfonso Ligorio:

Grande es la dignidad de los sacerdotes, pero no menor la obligación que sobre ellos pesa. Los sacerdotes suben a gran altura, pero se impone que a ella vayan y estén sostenidos por extraordinaria virtud; de otro modo, en lugar de recompensa se les reservará gran castigo, como opina San Lorenzo Justiniano (...). San Pedro Crisólogo dice a su vez que el sacerdocio es un honor y es también una carga que lleva consigo gran cuenta y responsabilidad por las obras que conviene a su dignidad (...).  Mas sobre este texto >

Como ha dicho el Padre Groeschel, "Cualquier estilo de vida que compromete a la persona a un comportamiento inmoral -sea la homosexualidad, el mal comportamiento heterosexual, la simonía, la calumnia, la detracción, puede ser cualquier cosa- tal estilo de vida es totalmente inconsistente con la vida de una persona públicamente comprometida al servicio del Evangelio y al discipulado cristiano".

La posición de la Iglesia respecto al abuso sexual por parte de sacerdotes está claramente expuesta en la ley canónica que rige a la Iglesia, como también en las enseñanzas del Papa y del prefecto de la congregación para el clero >>>.  "La Iglesia ha defendido siempre la moral pública y el bien común y ha intervenido en defensa de la santidad de vida de los sacerdotes, estableciendo con sus penas canónicas sanciones para estos delitos" -Cardenal Castrillón.

La Iglesia siempre lo ha enseñado: El abuso de menores es un delito y un pecado gravísimo. Cuando lo comete un sacerdote el pecado es aún mayor porque contradice su vocación sagrada y viola la confianza que en él se ha puesto. Es alarmante el escándalo que ha ocurrido. El Papa ha dicho claramente que no se puede tolerar dicho abuso. Pero, ¿por que ha ocurrido? 

Algún enemigo ha hecho esto

Los siervos del amo se acercaron a decirle: "Señor, ¿no sembraste semilla buena en tu campo? ¿Cómo es que tiene cizaña?" El les contestó: "Algún enemigo ha hecho esto." - Mateo 13,27-28

El campo de Dios es la Iglesia. La cizaña no nace de Cristo, ni de Su doctrina, ni de Su Iglesia.  La cizaña viene del mundo que se infiltra. Si en la Iglesia hay pecado y corrupción no es por la naturaleza de la Iglesia, sino porque muchos han estado tomando recetas de otros médicos. Ha entrado la cizaña del mundo.

Vemos en la Historia de la Salvación (La Biblia) como ya el Pueblo de Israel constantemente se dejaba influenciar por la depravación de pueblos aledaños. Sólo cuando Dios recurría a severos castigos, volvían al camino recto. Hoy día es igual, con la Iglesia es igual.

El grave error de tantos católicos, sean laicos o sacerdotes es que se han dejado seducir por la invitación de Satanás a contemporizar con la mentalidad del mundo. Recordemos los tres enemigos que se confabulan contra el hombre: el mundo, la carne y Satanás.  

La cizaña del mundo no es la Iglesia. El mundo está inundado de perversiones, incluso del abuso de menores. Está en todas partes, en todas las profesiones y grupos de la sociedad. Terriblemente, se ha infiltrado también en la Iglesia. Consecuentemente, los sacerdotes que caen no caen por ser sacerdotes sino por ser de este mundo. No supieron ir al médico de las almas por la medicina, aun teniéndolo tan cerca. Un ejemplo: si hay corrupción en la policía no es porque la institución policial sea adversa a los intereses de la sociedad. Al contrario, la corrupción del policía demuestra que no actuó según su obligación que es hacer cumplir la ley.

La maquinación de la prensa
Quede claro que no eximo a nadie dentro o fuera de la Iglesia de su responsabilidad. Si el enemigo se mete en casa es nuestra culpa y debemos reconocerlo, arrepentirnos y buscar conversión. Pero cuando se acusa a la Iglesia injustamente o cuando se manipulan los hechos para hacer demagogia y llegar a conclusiones falsas y difamatorias, no puedo quedarme cayado. 

Los medios de comunicación tienen una poderosa influencia en nuestra sociedad. Estos pueden ser instrumentos para el bien o para el mal, depende de quien los conduzca. Desafortunadamente, los medios más influyentes están plagados de agentes que odian a la Iglesia y constituyen lo que San Pablo llama "el mundo".  Estos han contribuido grandemente a la profunda perversión y desmoralización en que se encuentra nuestra cultura. De todos es conocido cómo propician toda clase de inmoralidad, particularmente en el campo de la sexualidad. Es extraño cómo de repente pretenden estar tan preocupados por defender a los niños del abuso sexual. Es extraño también que los mismos que repetían como lema principal tolerancia, tolerancia, tolerancia, ahora de repente se les encuentre exigiendo "cero tolerancia" cuando se trata de sacerdotes. ¿Estamos ante una profunda conversión? ¿Es que sinceramente los medios se preocupan ahora de la moral y del bienestar de los niños?  Una mirada a los programas actuales demuestra que su apetito por lo inmoral sigue implacable.  

Busquemos la verdad y no el sensacionalismo de la prensa
Los medios de comunicación gravemente distorsionan los hechos.  Para comprender la manipulación de la prensa, pongamos un ejemplo.
 Si por varios meses, un periódico dedicase su atención a exponer abusos, y todos ellos fueron cometidos exclusivamente por madres, ¿llegaría usted a creer que las madres son más abusivas que el resto de la población? Y si el mismo periódico sólo publicase abusos perpetuados por madres hispanas, ¿pensaría usted que las hispanas son peores madres? ¿No cuestionaría usted más bien la motivación del periódico?. El comportamiento de los medios de comunicación ha demostrado una vez más lo dicho por el historiador Arthur Schlesinger Sr. (no católico): "el prejuicio contra la Iglesia Católica es el más profundo en la historia del pueblo americano y el único aceptable en los Estados Unidos hoy" 1. No creo que la prensa se atrevería a tratar a ningún otro grupo ni a sus líderes como ha tratado a los católicos y a sus sacerdotes. 

En cuanto a lo que usted llama "porcentaje alarmante de delitos abominables", creo que hace falta clarificar este tipo de terminología. Estimo que si es alarmante el hecho de que, según los estudios más serios, un 3% del clero en EE.UU. tendría tendencias al abuso de menores y un 0,3% sería pederasta (Philip Jenkins, no católico, profesor de historia y de estudios religiosos de la Pensilvania State University en su libro "Pedofilia y Sacerdotes: Anatomía de una crisis contemporánea", Oxford University Press, 1996). Dicho porcentaje, aunque pequeño, es sin duda un mal grave que debe enfrentarse con toda la seriedad. Pero no es justo por esos pocos juzgar a todos los sacerdotes que son fieles a su sagrada vocación. Tampoco es justo hacer declaraciones sensacionalistas irresponsables que crean una falsa imagen de la realidad del sacerdocio.

No existe ninguna evidencia de que la incidencia de abuso sexual sea mayor entre sacerdotes que entre hombres en general, incluyendo rabinos y ministros. Philip Jenkins declara al respecto: "mi investigación de casos en los pasados 20 años no indica que exista evidencia alguna que el clero católico u otros del clero célibe estén más involucrados en mala conducta o abuso que el resto del clero de cualquier otra denominación, o de los que no son del clero. Por muy decididos que estén los medios de comunicación en ver estos casos como crisis del celibato, la acusación no tiene fundamento."  

La prensa sabe muy bien la verdad sobre estos datos, sin embargo, ha optado maquiavélicamente por reportar tan sólo los casos en que hay un sacerdote envuelto. La noticia de abuso sexual, siendo tan común, no les interesa, a no ser que se pueda manchar a un sacerdote y a la Iglesia. No les interesa si las acusaciones tienen o no credibilidad. ¿Pensaba usted que se es inocente hasta que se pruebe culpable? ¡No cuando se trata de un sacerdote! Difaman no porque sea noticia. En muchos casos las acusaciones contra el sacerdote fueron hechas hace décadas, algunos de los sacerdotes están muertos hace tiempo. No importa. De repente se han convertido en noticia. Lo importante para ellos es mantener el tema candente por suficiente tiempo para desacreditar al sacerdocio y los obispos. He visto en nuestra ciudad de Miami un mismo sacerdote que nunca fue procesado salir al menos cinco veces en el periódico con referencia a la misma acusación. ¿Porqué lo hacen? porque la Iglesia es el baluarte de los valores que ellos quieren destruir. Quieren desmoralizar a los católicos para que caigan en sus redes.

El enemigo en casa
No sólo la Iglesia ha sido infiltrada por el pecado de abuso sexual. Hay corrientes dentro de la Iglesia que se aprovechan de los escándalos para avanzar su propia agenda como "solución". Rechazan la doctrina y la moral de la Iglesia que nos enseñó Jesús a favor de una Iglesia nueva según sus intereses. Una de las disciplinas que más se ataca es el celibato. Se quiere culpar al celibato por los escándalos pero en realidad no hay ninguna relación Celibato >>> .

La verdadera reforma, y los santos nos lo enseñan, está en vivir plenamente en evangelio, según lo enseña el magisterio. El problema no es la Iglesia, que está guiada por el Espíritu Santo. El problema somos nosotros sus hijos que no le somos fieles.

Todos necesitamos conversión
Si nos falta la fe, no culpemos a los escándalos. Si por ellos dudamos, nuestra fe es muy pobre y nuestra casa, edificada sobre arena, no resistirá las tempestades.  

No podemos echarle toda la culpa a la prensa. Esta se aprovecha y distorsiona, pero se sirve de un mal que existe. ¿Cómo podemos responder ante los graves pecados de algunos sacerdotes? ¿Nos avergonzaremos de ser católicos? ¡De ningún modo!  Debemos poner las cosas en su sitio. Que ninguna madre dude de su vocación porque haya malas madres. Que ningún católico dude de su fe porque haya malos sacerdotes. Estos conflictos nos deben retar a profundizar nuestra fe la cual se fundamenta en Jesucristo. El es el mismo ayer, hoy y siempre. El es la roca inmovible de nuestra fe. Busquemos en Jesús, en Su Palabra, la sabiduría para entender y ser guiados en la crisis actual, tal como lo hicieron los santos de todos los tiempos.

No creo que sea casualidad que estos escándalos estallaran durante la cuaresma, tiempo dedicado a reconocer nuestro pecado y necesidad de conversión. La Palabra de Dios nos presenta con toda honestidad la miseria de todo hombre, su incapacidad para regenerarse por sí mismo y su absoluta necesidad de ser redimido por Dios. Esto es verdad igualmente para los sacerdotes. Jesús escogió a 12 Apóstoles que por 3 años vivieron con El, recibieron sus enseñanzas, fueron testigos de sus milagros. Jesús les dio poder para hacer ellos mismos milagros y sacar demonios en Su nombre. Sin embargo, en la Última Cena, en la que Jesús instituyó el sacerdocio, uno de los 12 le traicionó. Los otros fueron incapaces de permanecer fieles en la prueba esa misma noche y todos le abandonaron.  

Dios nos ha dado su poder para vencer al mal
El pecado no ocurre porque nos falten medios para combatirlo sino porque no utilizamos esos medios.

Necesitamos el poder de la cruz
¿Qué ocurrió con los apóstoles? Cometieron el pecado de confiar en sus propias fuerzas, en la lógica y los recursos del mundo para seguir a Jesús. Pedro pensó que él jamás negaría a Jesús. No comprendía que la lucha era superior a fuerzas humanas. No comprendía la importancia de permanecer despierto en oración cuando Jesús le pidió. Se durmió  con los demás. 

Queda claro que nadie puede ser sacerdote por su propia fuerza ni por sus dones naturales. Tampoco será suficiente haber sido escogido por Jesús y haber recibido la gracia de la ordenación sacerdotal. Dios pide la humildad de obedecerle en todo para dejarse guiar por El.  Judas no lo hizo. Los otros fallaron pero después se arrepintieron y dieron la vida por Jesús. 

Creo que algo bueno puede salir de los escándalos: Un mayor compromiso de nosotros los sacerdotes de 1- adherirnos a Cristo y evitar la seducción del mundo, 2- utilizar las armas espirituales: la Liturgia, la oración personal, la adoración Eucarística, la confesión, la protección de Nuestra Madre, el rosario, la entrega diaria al servicio, el apoyo de santas amistades...  

En tiempos de corrupción y crisis en la Iglesia, el Señor ha levantado los mayores santos para renovarla. Donde abunda el pecado, sobreabunda la gracia (Cf Rm 5,20). Es tiempo de reparar viviendo la santidad.

También los laicos deben ser retados a poner más confianza en Dios quien actúa a través del sacerdote a pesar de su miseria humana. Es Cristo el que actúa en los sacramentos impartiendo la gracia santificante. Es Cristo en quien ponemos nuestra fe.

Cada cual mira a la Iglesia según lo que está en su corazón
En el mes de mayo de 2002 un buen amigo sacerdote cumplió su sueño de irse de misionero permanente a una diócesis muy pobre del Africa donde sabía que muchos pueblos están sin sacerdote. Para ello debió abandonar su ciudad natal de Washington y despedirse de una extensa comunidad que lo ama mucho por sus años de entrega, para seguir la voz del Espíritu que le llama a servir a los más pobres y necesitados. Pienso que es una lástima que él y tantos otros santos sacerdotes no salgan en las noticias.

A los que quieren ver la virtud y el poder santificador de la Iglesia operando en los sacerdotes, no le faltarán testigos. No será casualidad que, la misma semana en que los escándalos alcanzaban su cenit, Monseñor Duarte, arzobispo de Cali, Colombia, fue martirizado. Este santo obispo, sabiendo las amenazas contra su vida, no titubeó en su valiente testimonio del evangelio. Estimó que ha sido un martirio reparador en unión con Jesucristo. También en esos mismos días tuvimos el testimonio del arzobispo de Lagos, Nigeria, Dr. Antonio Olubunmi Okogie, que voluntariamente ofreció morir en lugar de una mujer musulmana condenada a muerte por lapidación por la corte islámica; del Padre O´Toole misionero irlandés asesinado en Uganda; del atentado contra la procesión del Domingo de Ramos en la ciudad de Goma en el Congo, en el cual murieron una niña, un sacerdote y el obispo resultó herido ( Monseñor Faustin Ngabu); del arresto en China de Monseñor Jia Zhiguo y  tantos otros cristianos anónimos, sacerdotes y laicos, que ofrecen su vida siguiendo a Cristo a diario. Ellos son testigos de que la Iglesia da vida abundante a los que tienen fe.

Jesús dijo que los escándalos eran inevitables pero también nos dio la promesa: "Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella". Mateo 16,18.  ¿Dónde pones tus ojos: en el escándalo o en la virtud?  Dios ha dado a la Iglesia la medicina espiritual para curar a todos, pero no es suficiente andar por los corredores de la iglesia, sólo se sana quien toma la medicina.   

Estos son los mejores tiempos para ser católico y para ser sacerdote 
Muchas veces, al meditar la pasión, he sentido el deseo: "Señor, si yo hubiese estado allí, hubiera dado la cara por ti". Pues bien Cristo es el mismo ayer, hoy y siempre. La pasión de Cristo continúa hoy, es la pasión de Su Cuerpo, la Iglesia. Hoy hay más mártires que nunca en la historia. Es por eso que estos son tiempos maravillosos para ser católico y para ser sacerdote, precisamente por ser tiempos difíciles.

Dijo San Luis María Griñón de Montfort: "Jesús tiene muchos amigos en el banquete pero muy pocos amigos de la cruz".  Cuado abunda la corrupción y el mundo con sus vicios y escándalos arrastra penetra en la vida consagrada, cuando arremete la persecución y la mayoría abandona a Jesús y se avergüenza de su Iglesia, cuando la cruz se hace más pesada, es entonces que estamos en viernes santo. Es entonces que Cristo suscita en su Iglesia los mayores santos. ¡Qué dicha vivir en estos tiempos!  Hoy tanto sacerdotes como laicos tenemos la mayor oportunidad de dar la cara por Jesús cueste lo que cueste, porque le amamos. Dios quiera seamos dignos de El.

Padre Jordi Rivero

NOTA
1-
"prejudice against the Catholic Church is the deepest bias in the history of the American people, and the only acceptable bias in the United States today."


Lo Que No Se Publica

Lo que los medios de comunicación callan...  

Asistimos - entre desconcertados e impávidos - a una de las campañas más fuertes contra la Iglesia de los últimos años. Los medios de comunicación - que normalmente promueven "valores" anticristianos - han centrado su atención en un puñado de sacerdotes que  (no a todos se les ha comprobado) han cometido faltas sumamente graves. De esa manera se pretende desacreditar a la Iglesia para restarle la enorme autoridad moral que ésta tiene. Pero ¿cuál es la verdad que los medios callan?   

En el año 2000    
Murieron:

18 sacerdotes (4 diocesanos, 10 religiosos, 1 Fidei donum, 3  desconocidos)   
 1 religioso   7 religiosas (de 6 congregaciones)   3 seminaristas   
 1 miembro de Instituto laical   
 1 enfermera voluntaria laica.   

En el año 2001, murieron por Cristo, de manera violenta al menos:
 25 sacerdotes   3 religiosas    1 seminarista    1 laica consagrada    1 voluntario laico   

En el a
ño 2002:  
Murieron asesinados al menos 25 sacerdotes, religiosos y misioneros laicos. 

·         Un Arzobispo (Monseñor Duarte) ha sido asesinado por oponerse a la violencia y  narcotráfico en su país (Colombia).

·         Otros sacerdotes han sido amenazados de muerte por la misma razón.

·         Más de 40 Franciscanos se han negado a dejar la Basílica de la Natividad, en Belén, pues ello implicaría la profanación de ese santuario del cristianismo y la muerte de mas de 200 palestinos atrincherados en esa iglesia - convento.

·         En Belén mismo, 13 sacerdotes salesianos distribuyen gratuitamente pan a la hambrienta población Palestina (la mayoría musulmanes).

En el año 2003:
Al menos 29 sacerdotes, religiosos y laicos misioneros asesinados. La mayoría murieron en Africa, en áreas de guerra civil. En segundo lugar el continente americano. En Colombia mataron en 2003 a 5 sacerdotes y una mujer laica.

Durante el Angelus del 26 de diciembre, fiesta de S. Esteban, primer mártir, Juan Pablo II pidió a los católicos por las comunidades y los creyentes que sufren por su fe.

  • Rev. Henry Humberto López Cruz, asesinado. Los obispos Colombianos dijeron: "Estas víctimas de la violencia e intolerancia que aflige al pueblo de Colombia..." Muchos sacerdotes han sido asesinados en Colombia en los últimos tres años
  • REV. DIEUDONNÉ MVUEZOLO-TOVO del Congo, co-ordinador de Escuelas Católicas, muerto por bala el 11 de Marzo de 2003.
  • REV. NELSON GÓMEZ BEJARANO de Colombia, 52años, asesinado por ladrones el 22 de Marzo de 2003 por ladrones.
  • ARZOBISPO MICHAEL COURTNEY de Irlanda, 58, Nuncio Apostólico en Burundi
  • REV. MARTIN MACHARIA NJOROGE de Kenya, 34, murió el 11 de abril, 2003, asesinado por ladrones. Los ladrones lo sacaron de su carro, lo balearon y escaparon en su carro el cual abandonaron después. Su hermano, también sacerdote, había sido asesinado en el año 2000.
  • REV. RAPHAEL NGONA, Congo, baleado el 6 de mayo, 2003.
  • Tres seminaristas menores, secuestrados en Uganda.
  • REV. AIMÉ NJABU y REV. FRANCOIS XAVIER MATESO, Congo. Sus cadáveres encontrados: 10 Mayo, 2003. Rev. Njabu asesinado con un machete y Rev. Mateso baleado. También fueron asesinados un número de feligreses.
  • REV. JAIRO GARAVITO, Colombia, 36, asesinado el 15 de Mayo, 2003 por delincuentes que entraron en su casa parroquial en Yerbabuena di Chia (Cundinamarca, Colombia).
  • Padre MANUS CAMPBELL OFM, irlandés, asesinado el 21 de Mayo, 2003 por ladrones que entraron en su parroquia. Durban (Sur Africa). Había sido misionero en Sur Africa por 45 años.
  • ANA ISABEL SÁNCHEZ TORRALBA, 22, española, en su primera misión extranjera como miembro de los misioneros de Calasanziano, asesinada en Mongomo, Guinea Equatorial el 1 de Julio del 2003.
  • REV. GEORGE IBRAHIM, Pakistan, 38, baleado en la madrugada del 5 de Julio del 2003 en su parroquia, Nuestra Señora de Fátima, en Renala Khurd, Okara Pakistan).
  • Padre TADDEO GABRIELI OFM Capuchino, 73, italiano. Apuñalado el 19 de Julio del 2003 en Imperatriz (Maranhao, Brazil) por una persona a quien el asistía, aparentemente borracha o drogada. Dedicó su vida entera a evangelizar.
  • Padre MARIO MANTOVANI, Misionero Comboniano, 84, italiano, había asistido a los leprosos en Uganda por 45 años, y Hermano Comboniano GODFREY KIRYOWA de Uganda, 29: Ambos baleados el 14 de  Agosto de 2003 en la carretera entre Capeto y Kotido (Uganda)
  • REV. ALPHONSE KAVENDIAMBUKU, Congo (Diócesis de Matadicese), Asesinado el 26 de Agosto en Kavuaya, Bas Congo. 5 ex-militares atacaron el auto en que el que viajaba el sacerdote y otros 2 pasageros
  • REV. LAWRENCE OYURU, sacerdote de Ocero, diócesis de Soroti en  Uganda. Asesinado el 1 de Sept, 2003, con 25 otras personas por rebeldes del LRA.
  • Annalena Tonelli,63, voluntaria italiana, trabajadora médica, asesinada en Somalia. Baleada el 5 de octubre al salir del hospital que ella misma había abierto y donde ella cuidaba a los enfermos por 33 años en Borama, (Somalia). El mismo día los grandes misioneros, Comboni, Janssen y Freinademetz fueron canonizados.
  • Ese mismo día, en El Salvador, el Padre William De Jesus Ortez, 32, y sacristán Jaime Noel Quintanilla,23, fueron brutalmente asesinados en la catedral de la Diócesis de Santiago de Maria, el 5 de Octubre de 2003.
  • Padre SANJEEVANANDA SWAMI, India, 52, muere de heridas tras ser agredido en Belur, distrito de Kolar, Diócesis de Bangalore(India, 7 Octubre 2003.
  • REV. SAULO CARREÑO, 38, Colombia. Sacerdote de la parroquia de Saravena, Arauca,(Colombia). Baleado en su carro, 3 de Noviembre.  
  • REV. HENRY HUMBERTO LÓPEZ CRUZ, de Tolima (Libano), 44, Sacerdote de la parroquia de Villavicencio, Colombia. Apuñalado en la casa parroquial. Noche del 3 de November. Su cuerpo atado a una silla fue encontrado al día siguiente.
  • REV. JOSÉ RUBÍN RODRÍGUEZ, Colombia, 51, sacerdote de la parroquia de La Salina, Casanare, (Colombia). Secuestrado el 14 de Noviembre y asesinado.
  • Padre ANTON PROBST, 68, Alemania, Claretiano, asesinado después de la misa de gallo, Navidad, 2003 en el noviciado de Akono, Cameroon.
  • El Arzobispo Michael Courtney, Nuncio in Burundi, murió baleado el 29 de diciembre.

De manera permanente somos testigos de que:  miles de sacerdotes, religiosos y religiosas en todo el mundo son perseguidos, encarcelados, vejados por su fe por amor al prójimo. Muchos más sirven a los más pobres, a los necesitados, a los huérfanos, a la juventud.  

PERO NADA DE ESO IMPORTA A ALGUNOS MEDIOS ... CUANDO MUCHO, SE PUBLICA UNA CORTA NOTA DE ALGUNO DE ESTOS EVENTOS EN LAS PAGINAS INTERIORES DE LOS PERIODICOS...    LO QUE IMPORTA A LOS MEDIOS ES EL ESCANDALO, EL MORBO Y LA DESACREDITACION. TRISTEMENTE ESO ES LO QUE ELEVA SUS VENTAS.   

Ni a los papas respetan

Juan Pablo II, a los 82 años recorría el mundo predicando el Evangelio con sus palabras y su ejemplo ... recorrió  miles de kilómetros, soportando dramáticos cambios de horario y climáticos, manifestando una prodigiosa lucidez mental. Pero todo eso fue irrelevante para los medios. Lo que importaba a los medios es que ese anciano (el Papa Juan Pablo II) no se podía arrodillar....y por ello lo descalificaban para gobernar a la Iglesia. Ver: ¿Por que viaja tanto el Papa?

Al papa S.S. Benedicto XVI ya la prensa lo tenía en la mirilla desde que era cardenal. Al ser nombrado papa la prensa dijo que era rígido, inquisitorial y hasta Nazi. Pronto, sin embargo, tuvieron que abandonar la diatriba porque el verdadero corazón del papa se hacía evidente.  UN papa gentil, bondadoso y mas bien tímido, que fundamenta toda su vida y enseñanza en el amor de Dios. 


El ejemplo del Cardenal Todea (Rumania)

En 1946 y 1948, el régimen comunista acusó al padre Todea de ir contra el ateísmo.

Fue arrestado y liberado en cinco ocasiones. El 14 de octubre de 1948, los agentes de la «Securitate», la Policía romana le arrestaron en su casa de Reghin. Al salir con las manos elevadas, apretaba con fuerza el Rosario.

«¡Basta con estas bobadas religiosas, ahora te hemos arrestado y no volverás a ser libre nunca más!», le gritó un policía.

Todea, con tranquilidad, le respondió: «No depende de vosotros. Si el Señor quiere, recuperaré la libertad dentro de 14 mil años».

Tras recuperar la libertad, fue condenado a cadena perpetua en 1951 después de haber sido consagrado obispo en secreto el año anterior.

Trece años después, tras años de durísima cárcel, se benefició de una amnistía. Al salir de la cárcel volvió a trabajar con todas sus fuerzas en la reorganización de la Iglesia católica.

Juan Pablo II le nombró cardenal en 1991, dos años después de la caída de los regímenes del Este europeo.

"Dichosos serán ustedes cuando los injurien, y los persigan y digan contra ustedes toda clase de calumnias por causa mía. Alégrense y regocíjense porque será grande su recompensa en los cielos; pues de la misma manera persiguieron a los profetas anteriores a ustedes." (Mt 5,11-12)   


Cardenal Darío Castrillón Hoyos,
 prefecto de la Congregación para el Clero

 Respecto a los abusos sexuales del clero

Respecto al problema de los abusos sexuales y casos de pederastia, me permito dar una sola y única respuesta.

En el clima de pansexualismo y libertinaje sexual que se ha creado en el mundo, algunos sacerdotes, también hombres de esta cultura, han cometido el delito gravísimo de abuso sexual.

Quisiera hacer dos observaciones:

1.- No hay todavía una estadística comparativa minuciosa respecto a otras profesiones, médicos, psiquiatras, psicólogos, educadores, deportistas, periodistas, políticos y otras categorías comunes, incluidos padres y parientes. Por lo que sabemos, de un estudio -entre otros- publicado en el libro del profesor Philip Jenkins, de la Pensilvania State University, resulta que alrededor del 3 por ciento del clero americano tendría tendencias al abuso de menores y que el 0,3 por ciento del clero mismo sería pederasta.

2.- En el momento en que la moral sexual cristiana y la ética sexual civil han sufrido una notable relajación en todo el mundo, paradójica pero también afortunadamente, se ha producido en no pocos países, un sentimiento de rechazo y una sensibilidad coyuntural con respecto a la pederastia, con repercusiones penales y económicas por resarcimiento de daños.

¿Cual es la actitud de la Iglesia Católica?

La Iglesia ha defendido siempre la moral pública y el bien común y ha intervenido en defensa de la santidad de vida de los sacerdotes, estableciendo con sus penas canónicas sanciones para estos delitos.

La Iglesia no ha dejado nunca de lado el problema de los abusos sexuales, sobre todo por parte de los ministros sagrados, no solo para con los fieles en general, sino especialmente para con los menores, con quienes es prioritaria la tarea de educar en la fe y en el proyecto moral cristiano (cf. la historia de las Congregaciones dedicadas a la educación y a la promoción humana).

Ya en el Código de Derecho Canónico de 1917, el canon 2359, párrafo 2 decía: "Si delictum admiserint contra sextum decalogi praeceptum cum minoribus infra aetatem sexdecim annorum... suspendatur, infames declarentur, quolibet officio, beneficio, dignitate, munere, si quod habeant, priventur, et in casibus gravioribus deponantur".

En el Código reformado de 1983 hay una referencia precisa a nuestro problema en el canon 1395, párrafo 2 ("El clérigo que haya cometido otros delitos contra el sexto precepto del Decálogo, si en realidad el delito se
ha cometido (...) con un menor de menos de 16 años, sea castigado con penas justas, sin excluir la dimisión del estado clerical, cuando el caso lo requiera") y en el C.C.E.O. de 1990 en el canon 1435, párrafo 1.

Más recientemente el Santo Padre Juan Pablo II ha deplorado la gravedad de estos comportamientos llamando firmemente a los obispos y a los sacerdotes a la vigilancia en el compromiso de ejemplo moral, tanto escribiendo y hablando a los obispos de Estados Unidos de América, como en la Exhortación Apostólica "Ecclesia in Oceania" donde declara: "En algunas partes de Oceanía, los abusos sexuales por parte de sacerdotes y religiosos han sido causa de grandes sufrimientos y de daño espiritual para las víctimas. También ha sido un grave daño para la vida de la Iglesia y se ha convertido en un obstáculo para el anuncio del Evangelio. Los Padres del Sínodo han condenado cualquier género de abusos sexuales como también cualquier forma de abuso de poder, tanto en el interior de la Iglesia como en la sociedad en general. El abuso sexual dentro de Iglesia representa una profunda contradicción a la enseñanza y al testimonio de Jesucristo. Los Padres sinodales han manifestado sus excusas incondicionales a las víctimas por el dolor y la desilusión provocados. La Iglesia en Oceanía está buscando los procedimientos adecuados para responder a las quejas en este ámbito y está comprometida de forma inequivocable en la cura compasiva y eficaz de las víctimas, sus familiares, la comunidad entera y los mismos culpables".

El Santo Padre ha publicado el 30 de abril del 2001 la carta apostólica "Sacramentorum sanctitatis tutela" con las "Normae de gravioribus delictis Congregationi pro Doctrina Fidei reservatis" donde se reserva a la Congregación para la Doctrina de la Fe la competencia sobre una serie de delitos graves contra la santidad de los sacramentos y contra la misión educativa específica de los ministros sagrados con respecto a los jóvenes, entre ellos la pederastia.

La Congregación para la Doctrina de la Fe, asumiendo esta competencia especial ha enviado una carta a los obispos de todo el mundo y les acompaña en la toma de responsabilidad ante hechos tan graves, tanto para evitar el riesgo de un descuido, como para una mayor coordinación entre las iglesias locales y el centro de gobierno de la Iglesia universal, con el fin de obtener una actitud homogénea por parte de las iglesias locales aun respetando la diversidad de las situaciones y de las personas.

Con las antiguas normas se podía hablar de pederastia si un clérigo tenía un comportamiento delictuoso de este tipo con un menor de menos de 16 años.

Ahora, este límite de edad se ha elevado a 18 años. Además, para este tipo de delito se ha prolongado la prescripción a diez años y se ha establecido que funcione a partir del cumplimiento de los 18 años de la victima, prescindiendo de cuando haya padecido el abuso.

En la normativa existe también un elemento, digámoslo así, de garantía. Sirve para alejar los peligros que venza la cultura de la sospecha. Se prevé un proceso verdadero, regular, para individuar los hechos, para
confirmar las pruebas de la culpabilidad ante un tribunal. Ciertamente, se insiste en la rapidez del proceso. Pero se insiste también en las investigaciones previas que permiten tomar medidas cautelares que impiden
al individuo del que se sospecha que produzca daños ulteriores.

Las medidas y los procesos deben garantizar la preservación de la santidad de la Iglesia, el bien común y los derechos de las víctimas y de los culpables.

Las leyes de la Iglesia son serias y severas y son concebidas dentro de la tradición, ya apostólica, de tratar las cosas internas desde dentro, lo cual no significa en el orden público externo substraerse a cualquier
ordenamiento civil vigente en los diversos países, exceptuando siempre el caso del sigilo sacramental o el secreto vinculado al ejercicio del ministerio episcopal y al bien común pastoral.

Comunicacdo oficial de la Oficina de Información del Vaticano (Vatican Information Service) 21 de Marzo 2002 OP/ABUSOS:PEDERASTIA/CASTRILLON,  VIS 20020321


Carta de la Congregación para la Doctrina de la Fe a los Obispos de toda la Iglesia
Católica y a los demás Ordinarios y Jerarcas interesados, acerca de los
delitos más graves,
que están reservados a dicha Congregación

Para cumplir con la ley eclesiástica enunciada en el artículo 52 de la Constitución Apostólica sobre la Curia Romana: "[la Congregación para la Doctrina de la Fe] examina los delitos cometidos contra la fe y también los delitos más graves cometidos contra la moral, o en la celebración de los sacramentos, que le sean denunciados y, en caso necesario, procede a declarar o imponer sanciones canónicas a tenor del derecho, tanto común como propio" , era necesario en primer lugar definir el modo de proceder en relación a los delitos contra la fe. Ello fue realizado por medio de las normas tituladas Reglamento para el examen de las doctrinas, ratificadas y confirmadas, junto con sus artículos 28-29, aprobados en forma específica, por el Sumo Pontífice Juan Pablo II .

Casi al mismo tiempo la Congregación para la Doctrina de la Fe iniciaba, por medio de una Comisión ad hoc, un estudio diligente de los cánones sobre los delitos, tanto en el Código de Derecho Canónico como en el Código de Cánones de las Iglesias Orientales, para determinar "los delitos más graves cometidos contra la moral, o en la celebración de los sacramentos", y para preparar unas normas procesales especiales para "declarar o imponer sanciones canónicas", pues la Instrucción Crimen sollicitationis, vigente hasta el momento, emitida por la Suprema Sagrada Congregación del Santo Oficio el 16 de marzo de 1962, requería ser adecuada a los nuevos Códigos de derecho canónico promulgados.

Luego de examinar cuidadosamente los votos y de hacer las oportunas consultas, el trabajo de la Comisión llegó finalmente a su término; los Padres de la Congregación para la Doctrina de la Fe lo examinaron con gran cuidado y sometieron al Sumo Pontífice sus conclusiones sobre la determinación de los delitos más graves y el modo de proceder para declarar o imponer las sanciones, sin perjuicio de la exclusiva competencia del Tribunal Apostólico de dicha Congregación en estos asuntos. Todo ello ha sido aprobado, confirmado y promulgado por el Sumo Pontífice en su Carta Apostólica Motu Proprio Sacramentorum sanctitatis tutela.

Los delitos más graves cometidos en la celebración de los sacramentos o contra la moral, reservados a la Congregación para la Doctrina de la Fe, son:

- Delitos contra la santidad del augustísimo Sacrificio y sacramento de la Eucaristía, a saber:

1° llevarse o retener las especies consagradas con una finalidad sacrílega, o arrojarlas por tierra ;

2° atentar o simular realizar la acción litúrgica del Sacrificio eucarístico ;

3° la prohibida concelebración del Sacrificio eucarístico con ministros de comunidades eclesiales que no tienen la sucesión apostólica y no reconocen la dignidad sacramental de la ordenación sacerdotal ;

4° consagrar con una finalidad sacrílega una materia sin la otra en la celebración eucarística, o ambas fuera de la celebración eucarística ;

- Delitos contra la santidad del sacramento de la Penitencia, a saber:

1° la absolución del cómplice en pecado contra el sexto mandamiento del Decálogo;

2° la solicitación, durante la confesión, o con ocasión o pretexto de la misma, a un pecado contra el sexto mandamiento del Decálogo, si se dirige a que se peque con el mismo confesor;

3° la violación directa del sigilo sacramental ;

- Delito contra la moral, a saber: el delito contra el sexto mandamiento del Decálogo cometido por un clérigo con un menor de dieciocho años de edad.

Sólo estos delitos que han sido arriba indicados con su definición están reservados al Tribunal Apostólico de la Congregación para la Doctrina de la Fe.

Cada vez que un Ordinario o Jerarca tenga noticia al menos verosímil de un delito reservado, luego de realizar una previa investigación la comunicará a la Congregación para la Doctrina de la Fe, la cual, salvo que reclame para sí la causa por circunstancias peculiares del asunto, ordenará proceder con ulteriores pasos al Ordinario o al Jerarca por medio de su propio Tribunal, a quienes dará oportunas normas; el derecho de apelación contra la sentencia de primer grado, sea por parte del reo o de su Patrono, sea por parte del Promotor de Justicia, sigue siendo única y solamente válida ante el Supremo Tribunal de la misma Congregación.

Se ha de notar que el acto criminal de los delitos reservados a la Congregación para la Doctrina de la Fe se extingue por prescripción luego de un decenio . El tiempo para la prescripción comienza a contarse según la norma del derecho universal y común ; sin embargo, en el caso del delito cometido por un clérigo con un menor de edad la prescripción empieza a contarse desde el día en que el menor cumple los dieciocho años de edad.

En los Tribunales constituidos para estas causas por los Ordinarios o Jerarcas, sólo sacerdotes pueden ejercer válidamente la función de Juez, Promotor de Justicia, Notario y Patrono. Independientemente del modo en que concluya la instancia en el Tribunal, cúmplase cuanto antes con el deber de transmitir a la Congregación para la Doctrina de la Fe todas las causas concluidas.

Todos los Tribunales de la Iglesia Latina y de las Iglesias Católicas Orientales están obligados a observar los cánones de sus respectivos Códigos acerca de los delitos y penas así como acerca del proceso penal, junto con las normas especiales que la Congregación para la Doctrina de la Fe habrá de dar para cada caso ordenando su absoluto cumplimiento.

Todas las causas de este tipo se encuentran sujetas a secreto pontificio.

Por medio de esta carta enviada por mandato del Sumo Pontífice a todos los Obispos de la Iglesia Católica, Superiores Generales de institutos religiosos clericales de derecho pontificio y sociedades de vida apostólica clericales de derecho pontificio y demás Ordinarios y Jerarcas interesados, se espera no sólo que se eviten por completo los delitos más graves, sino sobre todo que los Ordinarios y Jerarcas ejerzan un solícito cuidado pastoral por la santidad de los clérigos y fieles, incluso procurando para ello necesarias sanciones.

En Roma, Sede de la Congregación para la Doctrina de la Fe, 18 de mayo de 2001.

* JOSEPH CARD. RATZINGER
Prefecto

* TARCISIO BERTONE, S.D.B.
Arz. em. de Vercelli
Secretario

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