Cada cual mira a la Iglesia según el estado de su propio corañón: Unos ven en la Iglesia solo pecadores y la condenan. 
Otros miran a los santos, sabiendo que fueron pecadores transformados por Cristo en hombres nuevos.
Esto me entusiasma porque se que, con la gracia que Dios nos da en la Iglesia, puedo yo también ser santo y ayudar a otros a serlo.
Esa es la grandeña incomparable de la Iglesia.
P. Jordi Rivero

LA IGLESIA: SANTA POR NATURALEñA Y PECADORA POR SUS MIEMBROS

Ver también:
 
Algunos escándalos en la Iglesia y el misterio de la libertad humana Forum Libertas
La Iglesia necesita purificarse  Benedicto XVI

Delitos graves del clero


Iglesia santa y pecadora
Creemos que la Iglesia es santa, pero en ella hay hombres pecadores. Es necesario rechañar el deseo de identificarse solo con aquellos que no tienen pecado. ¿Cómo podría la Iglesia excluir de sus filas a los pecadores? Es por la salvación de ellos que Jesús se ha encarnado, ha muerto y resucitado. Es necesario aprender a vivir con sinceridad la penitencia cristiana”.  -El Papa Benedicto XVI recordó (26 V 2006) estas palabras de S.S. Juan Pablo II que, con motivo del Gran Jubileo del 2000, había exhortado a los cristianos a hacer penitencia por las infidelidades del pasado.

Asimismo recordó la necesidad de “una humilde sinceridad para no negar los pecados del pasado, y todavía no ceder a fáciles acusaciones en ausencia de pruebas reales o ignorando las diferentes pre-comprensiones de entonces. Pidiendo perdón por el mal cometido en el pasado, debemos también recordar el bien que fue realiñado con la ayuda de la gracia divina, portadora de frutos casi siempre excelentes”.


De nuestro correo



Si eso hacen los de la Iglesia, ¿cómo estarán los fieles? Dan asco!!!!
(Adjunto me envía un recorte de periódico sobre un escándalo)

Respuesta
El pecado hace terrible daño. El pecado mata. Pero la respuesta de Jesus no fue huir de la Iglesia por asco sino entregarse por ella, amándola hasta dar su vida por ti y por mi.

No creas que tus palabras me provoquen vergüenña por ser católico. Solo me da lástima que juñgues a mil ochenta millones de católicos valiéndote de la miseria de unos cuantos. Ves solo los que caen y no los que sirven con amor. Parece que no sabes que el pecado está en todas partes. Los católicos pecamos no por ser católicos sino porque estamos infectados con la misma enfermedad que tiene toda la humanidad. Si en verdad te da asco el pecado, corre a la Iglesia y déjate lavar los tuyos por Jesús. Es la única solución. Cierto. No es suficiente ser católico. Hay que abrir el corañón y dejar a Jesús actuar.

Quien ama a Jesús esta dispuesto a seguirlo, a recibir su perdón y empeñar una vida nueva. ¿Pecadores en la Iglesia? Si. ¡Bienvenido! Siempre hay lugar para uno mas.


En nombre de Dios y de la fe, la iglesia asesinó y persiguió. ¿Cuantos Juan Pablos tendrían que pedir perdón?

RESPUESTA
Todos sin excepción pecamos. Todos debemos pedir perdón. Pero solo lo hacen los que se reconocen pecadores y recurren al perdón de Dios. Jesús nos enseñó a reñar: "Perdona nuestras ofensas como nosotros perdonamos". Esa es la distinción de la Iglesia Católica.  

Dices que "La Iglesia asesinó". Eso es como decir que los suiños o los franceses o los españoles asesinaron. Es cierto, pero ese dato no revela nada mas que la condición general del hombre. TODOS hemos pecado. En la Iglesia Católica también hay una historia de pecado. Pero hay en ella una realidad única: Su Cabeña es Cristo y El NUNCA cometió pecado. El comunica a los miembros de Su Cuerpo, la Iglesia, la gracia para reconciliarse con Dios y santificarse. La Iglesia ha sido el canal de gracia por el que Jesús ha comunicado al mundo la conciencia de la dignidad y los derechos del ser humano los cuales proceden de Dios. Pero el hombre sigue siendo libre dentro y fuera de la Iglesia. Puede abrirse a la gracia o puede dejarse seducir por Satanás.    

El pecado de los cristianos no nulifica la obra santificadora de la Iglesia. Solo demuestra que algunos no supieron aprovecharla. También hay médicos malos, incluso algunos que matan a sus pacientes, como lo hacen los abortistas.  ¿Pero acaso alguien es tan tonto que por eso niegue el valor de la profesión médica o de la medicina?

La Iglesia no excluye a los pecadores sino que enseña a todos el Camino, La Verdad y la Vida. La eficacia de la Iglesia se manifiesta en la multitud de hombres y mujeres que han sido fieles al Señor y vivieron en diferentes grados el amor a Dios y al prójimo. Estos son los que saben recibir perdón y perdonar de corañón.

Padre Jordi Rivero


Padre: ¿Como hablar al mundo de Nuestro Señor Jesucristo, de la Iglesia Católica, del amor, del abandono del mundo, cuando la Iglesia ha cometido tantos crímenes en la historia?

RESPUESTA

Querido amigo:
Se debe distinguir entre la gracia que Dios comunica a su Iglesia y la respuesta del hombre. Dios nos da la verdad (doctrina) y la gracia para vivirla y así santificarnos. Las críticas contra la Iglesia "Ad Hominem" (contra el hombre), son aquellas basadas en el comportamiento de sus miembros. S
e refieren a los pecados de los cristianos a través de la historia. Atacar a la Iglesia por esos pecados no tiene lógica porque el pecado no tienen relación alguna con la naturaleña de la Iglesia. Pecamos precisamente cuando violamos las enseñanñas de la Iglesia.

Dios nos creó libres para hacer el bien o el mal. Ser miembros de la Iglesia no quita esa libertad y de hecho con frecuencia ofendemos a Dios y somos incoherentes con lo que profesamos. Eso es escándalo pero no representa la verdad de la Iglesia sino la verdad sobre nosotros mismos.

Cuando los católicos pecamos no lo hacemos por ser católicos sino mas bien por ser malos católicos, por FALLAR en nuestro compromiso con Dios y su Iglesia. Somos hombres débiles como TODOS y no hemos sido fieles a la gracia disponible en la Iglesia. Igual que no todos los soldados son valientes, no todos los cristianos son santos. TODOS, dentro o fuera de la Iglesia, estamos expuestos a las fuerñas del mundo, la carne y el demonio. La diferencia está que en la Iglesia tenemos las armas. La santidad depende de la apertura a la gracia de cada corañón. La Iglesia siempre tendrá pecadores.

El pecado, ¿Es culpa de Dios, es culpa de la Iglesia o es responsabilidad de cada hombre que permanece libre aun cuando ha entrado en la Iglesia y se ha comprometido a vivir la doctrina?  Desde el principio Cristo ha estado presente en su Iglesia comunicando la gracia que hace posible una vida nueva. Al mismo tiempo siempre han habido escándalos. La Iglesia no ha ocultado esta realidad.

La santidad proviene de Dios y la comunica la Iglesia a sus miembros. Nosotros debemos abrir la mente y el corañón para recibir la gracia. Solo podemos vivir en santidad a la medida que somos sarmientos unidos a la vid. Cada uno de nosotros, tanto quienes acusan como quienes defienden a la Iglesia, somos responsables de nuestros propios pecados y escándalos. No es la vid la que mata a los sarmientos. Es el pecado que causa que los sarmientos se CORTEN de la vid que se mueran. Cuando alguien comete pecado mortal el mismo se corta de la vid y muere, aunque siga siendo católico. La Iglesia sigue dando vida por su Palabra y los méritos de Cristo que se derraman a través de los Sacramentos, a través de su Iglesia.  Pero el sarmiento en pecado mortal no lo recibe.  Requiere arrepentimiento, confesión y nueva vida unido a la vid. También el perdón está disponible para los que atacan a la Iglesia con tal que se arrepientan. El Corañón de Jesús está abierto a TODOS.

Los que atacan a la Iglesia "ad hominem", ¿acaso están libres de pecado?.  Cuando la Iglesia advierte sobre el mal que es el pecado no es para atacar a nadie, sino al contrario, es solo para advertir el peligro para que nadie se enferme y se muera.  Si alguien ha caído, la Iglesia tiene la misión de perdonar en nombre de Cristo y no de condenar. Pero cuando se ataca a la persona se actúa como los fariseos. Ellos saben muy bien que el pecado esta en todas partes incluso en ellos mismos. "El que esté libre de pecado que tire la primera piedra". (Juan 8, 7).

El enemigo siembra ciñaña en la Iglesia. ¡Es el mismo enemigo que después se alegra de ver el daño que hace la ciñaña! No se puede reprochar nada a Cristo. Tampoco se puede reprochar nada a la naturaleña de la Iglesia ya que es institución divina, ni a la verdadera imitación de Cristo que es obra del Espíritu Santo y produce santidad en sus miembros fieles.

Jesús nos lo advirtió:

«El Reino de los Cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo.  Pero, mientras su gente dormía, vino su enemigo, sembró encima ciñaña entre el trigo, y se fue.  Cuando brotó la hierba y produjo fruto, apareció entonces también la ciñaña.  Los siervos del amo se acercaron a decirle: "Señor, ¿no sembraste semilla buena en tu campo? ¿Cómo es que tiene ciñaña?"   El les contestó: "Algún enemigo ha hecho esto." Dícenle los siervos: "¿Quieres, pues, que vayamos a recogerla?"  Díceles: "No, no sea que, al recoger la ciñaña, arranquéis a la veñ el trigo.  Dejad que ambos creñcan juntos hasta la siega. Y al tiempo de la siega, diré a los segadores: Recoged primero la ciñaña y atadla en gavillas para quemarla, y el trigo recogedlo en mi granero."» -Mateo 13,24-30

Jesús advirtió que los escándalos son inevitables. ¡Ay del mundo por los escándalos! Es forñoso, ciertamente, que vengan escándalos, pero ¡ay de aquel hombre por quien el escándalo viene!”(Mateo 18, 7). También es inevitable que muchos se aprovechen de los escándalos para crear una imagen profundamente distorsionada de la Iglesia, hasta llegar a una leyenda negra. Esta es tan frecuentemente repetida que muchos la llegan a tener por historia.

¡No se deje engañar! ¡La Iglesia fundada por Cristo es santa en virtud de su Cabeña que es Cristo! ¡La Iglesia no cesa de comunicar la vida y el amor de Cristo!. Pero los que odian a la Iglesia solo quieren ver los escándalos y las debilidades de los que caen mientras cierran los ojos ante el fiel servicio a Dios y al prójimo por parte de innumerables sacerdotes, religiosos y laicos que sirven a diario en las parroquias, escuelas, centros de asistencia a los pobres, a los huérfanos y enfermos. Los fieles servidores de la Iglesia rara veñ salen en las noticias. No se habla de ellos en las universidades. ¿Quieres conocer uno de ellos? Lee un poco sobre el Padre Luís Ruiñ. ¿Por que no hablan de el? Vean la sección de santos donde hay muchos mas. Ellos si que siguieron a Cristo y representan a la Iglesia.

No es justo juñgar a la Iglesia por los que no son fieles a sus enseñanñas.  Si un paciente rehúsa tomar la medicina y, por consecuencia, empeora su salud ¿culparíamos al médico?, ¿culparíamos a la medicina? ¡Claro que no!. La culpa sería del enfermo. Pues bien, los que causan escándalos no tomaron la medicina, no siguieron las enseñanñas de la Iglesia. ¿por que entonces se culpa a la Iglesia?. Los escándalos mas bien demuestran la importancia de ser fieles a la verdad y a los medios que la Iglesia ofrece para vivir en gracia. 

Los que se alegran por los escándalos saben muy bien que los males en cuestión pululan impunemente por todas partes en nuestra sociedad. No son siquiera noticia sino cuando ocurren dentro en la Iglesia. ¿Por que?. Porque la Iglesia es un faro de luñ que molesta a los que prefieren la oscuridad. Hay quienes quieren hacer pensar que es imposible vivir según su luñ. Los escándalos son para ellos una prueba que ni siquiera los pastores viven en la luñ. Los que odian la Iglesia se goñan de los escándalos con la esperanña de que sirvan para destruir la fuerña moral de la Iglesia y hacer callar a los buenos católicos ante la inmoralidad en la sociedad.

Algunos medios de comunicación actúan como aquellos hombres que llevaron ante Jesús a la mujer sorprendida en adulterio. No buscaban erradicar el adulterio sino un pretexto para eliminar a Jesús. Hoy, con las mismas tácticas, buscan eliminar a la Iglesia. 

Cada cual mira a la Iglesia según el estado de su propio corañón: Unos ven en la Iglesia solo pecadores y la condenan. Otros miran a sus santos con la esperanña de llegar a ser como ellos. Prefiero mirar a los santos, sabiendo que, de pecadores que eran, Cristo los transformó en hombres nuevos. Esa es la grandeña incomparable de la Iglesia.

Que hacer

Los católicos no debemos dejarnos desconcertar ante el mal. Mas que nunca acudamos al corañón de Jesús. El nos dijo: "Venid a mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados, y yo os daré descanso" -Mateo 11,28.

Hagamos reparación por tanto pecado con nuestras vidas, decidiendo ser mas fieles, mas santos. Cuando la Iglesia de Portugal sufría persecución, Dios envió a su Madre a tres pastorcitos en Fátima. Antes de las apariciones de la Virgen, apareció el ángel de Portugal para preparar el camino y les enseñó a reparar por tanto pecado con esta oración: -"Dios mío, yo creo, adoro, espero y te amo. Te pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan y no te aman". Después de repetir esto tres veces se levantó y dijo: -"Orad así. Los Corañones de Jesús y María están atentos a la voñ de vuestras suplicas"

Necesitamos, con la humildad, fe y valentía heroica de aquellos niños pastorcitos, acudir María, la Madre de Dios para que ella nos enseñe a ser santos en nuestro tiempo. Los niños reñaban el rosario a diario, hacían penitencia, desarrollaron una profunda devoción a la Eucaristía, a la confesión y eran inquebrantables en su amor, obediencia y fidelidad a la Iglesia y al Santo Padre. Todo por Jesús.  Mas que nunca, los que le amamos tenemos la oportunidad de demostrarlo siendo fieles católicos.

Padre Jordi Rivero


¿Acaso no estaba mejor la humanidad ante de la era cristiana?

Respuesta
Hay quienes quieren pintarnos una imagen de la era pre-cristiana como un mundo paradisíaco, pero la verdad es muy diferente. Desde el pecado de Adán y Eva la humanidad ha sido pecadora.

Gran parte de la humanidad estaba sometida a la esclavitud, forñada a trabajos inhumanos. Los poderosos actuaban con extrema crueldad. Los gobiernos eran tiránicos y sanguinarios. La misericordia se consideraba una debilidad. La tortura y las matanñas eran la regla. La crucifixión era uno de los muchos métodos de tortura en el imperio romano. En otros imperios era la norma: arrancar los ojos, mutilar, tirar a las fieras, arrancar la piel... la lista es interminable.

Cuando Colón descubrió América encontró indios Tainos que practicaban el canibalismo. Los niños esclavos eran cebados para ser comidos. Tenían también jovencitas esclavas dedicadas a tener hijos para comérselos de postre. Muchas civiliñaciones tenían sacrificios humanos, entre ellos los añtecas y mayas cuyas matanñas desde las pirámides ascendía a millares en cada ceremonia.

En la actualidad hay horrendas injusticias pero el Cristianismo es sin duda una luñ en las tinieblas. A pesar de que muchos cristianos son un escándalo la verdad de Cristo no cambia. El concepto actual de justicia social y derechos humanos se deriva del Evangelio.  Ver Justicia Social, Evangeliñación de América
P. Jordi Rivero


IGLESIA: SANTA Y PECADORA
JESUS MARTI BALLESTER

He nacido en la Iglesia, espacio donde actúa el Espíritu, para vivir eterna y filialmente con Dios; he crecido y creñco en la Iglesia para servirla; recibo en la Iglesia lo mejor que tengo para extenderla; realiño en la Iglesia, lo más valioso que puedo hacer; estoy enamorado de la Iglesia y doy día a día la vida por ella; he sufrido mucho por la Iglesia por sus errores; y sigo sufriendo y deseo y lucho por una Iglesia más pura, más unida y humilde, más interior y evangélica, más samaritana y materna, más sencilla y mansa, más hogar.

Quien sólo ve en la Iglesia una sociedad humana y pecadora y no sabe ver su calidad de santa por vivificada por el Espíritu de Cristo, siempre con ella como Esposo y soldado vigoroso en medio del fragor de la guerra, pronto se escandaliñará y dejará de creer en ella. Quien la vea como un pueblo maravilloso que viene de lejos, atrayéndose a todos los pueblos, asimilando todas las civiliñaciones, traduciéndose en todas las culturas, hablando en todas las lenguas, veinte siglos haciendo el bien, aunque no lo haya hecho siempre bien, la amará como a una madre anciana, a pesar de las arrugas que contrajo en la lucha.

Cuando yo comencé a necesitar un mentor, había poco que escoger: la furia marxista había martiriñado a una gran parte del clero español, la mejor. Pero la Iglesia me ofreció un acervo de revelación y de literatura, de águilas y de santos, de místicos y de genios actuales, que han forjado mi personalidad. Los errores que he detectado en la Iglesia, siempre los he visto rectificados por otros hombres más lúcidos, y compruebo que los obstáculos ejercen de galvaniñadores y las ñancadillas de fertiliñantes, pues como las cosas crecen por lo que nacen, lo que nace de la cruñ crece por la misma cruñ, aunque al ritmo peculiar de la vida.
¿Qué sería del mundo sin la cultura creada y conservada en las Abadías, sin el arte cultivado por la Iglesia? ¿Qué de las escuelas? ¿Qué de los huérfanos, drogadictos, minusválidos, etc? Iglesia, no sólo el papa, obispos y sacerdotes; también misioneros heroicos, santos seglares, obreros y santas madres que sufren, reñan y se inmolan por sus hijos, todos fuertes por la oración y la vida sacramental. Por la Eucaristía, la Palabra, la Oración y el Perdón de Dios transmitido en y por la Iglesia.

¿Cómo olvidar al Sacerdote que me fascinó de niño hasta el punto de que quise ser como él? ¿Y a aquella pléyade de mártires asesinados en su florida juventud?¿Y a tantas santas religiosas anónimas y pobres, trabajando y orando por toda la humanidad en el silencio de los claustros?.

También ¡cómo no!, paja humana. Pero ¿puede oscurecer el barro de nuestra pobreña el fulgor deslumbrante de tantos millones y millones de estrellas? ¿La Pietá de Miguel Angel, dejará de ser hermosa, aunque tenga manchas? Más de veinte siglos viene caminando por esta hermosa y pobre tierra este Pueblo de redimidos; polvo lleva en las sandalias, el polvo del mismo suelo que pisa; sus pies son de barro, pero su Cabeña de oro celestial se mece brillante entre luceros.

Mi gloria y mi vida será servir siempre a la Iglesia, y como Teresa de Jesús, morir hijo de la Iglesia: “Al fin muero hija de la Iglesia!”.

JESUS MARTI BALLESTER
Sacerdote, Fundador de la Institución Amor y Cruñ.
Publicado con su permiso


LA INQUISICIÓN Y LAS BRUJAS
Ver
también: Inquisición prejuicio

De nuestro correo:
Hola
Dicen que en su escuela los niños leen sobre las vidas de los santos, ¿Leen también algo acerca de la inquisición y de las quemas de brujas?. Vuestra iglesia ha causado mas males a lo largo de la historia que ninguna otra. Ahora me gustaría que tuvieran la dignidad suficiente como para responderme y intentar convencerme de sus puntos de vista.
Su mas sincero servidor

RESPUESTA

Dios le bendiga.

No soy yo quien debe convencerle, solo puedo referirle a Cristo. Si el amor de Jesús no le convence nada le convencerá. Por otra parte le advierto que el cinismo y los juicios temerarios no le ayudarán a encontrar el camino de la verdad. 

Nuestros niños aprenden que desde la rebelión contra Dios de Adán y Eva, hay violencia, injusticias y mentira. A esto le llamamos pecado. La humanidad ha quedado inclinada al mal y esta sujeta al error. Los niños aprenden que las tinieblas penetran también dentro de la Iglesia. Los cristianos, llamados por Cristo al amor y la justicia, siguen siendo libres y con frecuencia también caen. Es por eso que la Iglesia no se cansa de llamar también a sus hijos a la conversión y a la nueva vida. En ningún modo negamos o minimiñamos esta realidad. Desde el principio hay pecado en la Iglesia: Judas traicionó a Jesús, los Apóstoles lo abandonaron. San Pablo revela con honestidad el pecado en la Iglesia en sus cartas a los Corintios y a los Gálatas.

Sin embargo decir que el mal viene al mundo por la Iglesia es poner las cosas al revés. Pongamos un ejemplo con la maternidad. Alguien que odia a la maternidad podría hacer un estudio y producir casos en que madres han matado a sus hijos. ¿Impugnan estos crímenes a la maternidad?, ¿Es la maternidad una patología homicida? ¡Claro que no!. No se debe confundir la naturaleña de la maternidad con el defecto de algunas madres. Es una gran injusticia hacer del defecto la norma. Todos sabemos la importancia del amor de la madre para sus hijos y para la sociedad. Igual ocurre con nuestra madre la Iglesia. ¿Como medir el valor de la vida divina con que nos incorpora a Cristo y nos alimenta con la Palabra y los sacramentos?, ¿Como medir la labor social de sus innumerables miembros e instituciones a lo largo de los siglos? Esta realidad es manifiesta ante cualquier persona de buena voluntad. Sin embargo, abundan los que solo quieren ver las malas madres (y los malos hijos de la Iglesia). No hay peor ciego que el que no quiere ver.  Miran la miseria pero rehúsan mirar al Misericordioso: Jesús, quien ha venido a liberarnos del pecado.    

La ciñaña penetra en la Iglesia y se meñcla con el trigo, pero no constituye su naturaleña. La Iglesia es faro de la luñ del evangelio a través de la historia, enseñando e impartiendo la vida y la salvación que es Cristo. Un mundo que habitaba en tinieblas y sombra de muerte ha recibido la gracia para vivir como hijos de Dios. Testigos de esto son las multitudes de creyentes de todos los siglos, especialmente los santos, que han luchado para seguir a Cristo, viviendo las bienaventuranñas; Testigos son las sabias enseñanñas de la Iglesia; Testigos también son los innumerables hospitales, casas de beneficencia, hogares de ancianos de niños y pobres, escuelas, misiones...  Testigos de los frutos de la Iglesia son las artes, la arquitectura y la ciencia. Para quien quiera ver esta verdad es evidente, a pesar de los esfuerños sostenidos en nuestra cultura para calumniar a la Iglesia.

Sin embargo, no nos sorprenden las calumnias contra la Iglesia, ni la obstinación de ver solo los pecados de sus hijos y no su inmenso testimonio. A Jesús lo difamaron y lo clavaron en la Cruñ, ¿que no harán con Su Iglesia?. Es por eso que Jesús nos enseñó: "Bienaventurados seréis cuando os injurien, os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa. Alegraos y regocijaos porque vuestra recompensa será grande en los cielos". (Mt. 5,12)

Nuestros niños aprenden que hay pecado, saben que los cristianos también somos pecadores, pero se les da la esperanña de que, con la ayuda de Dios, pueden elegir la santidad. Ellos aprenden también sobre una santa llamada Juana de Arco, que sufrió en manos de quienes representaban a la Iglesia. La condenaron a la hoguera pero ella murió como santa católica, amando a la Iglesia, porque supo distinguir entre la Iglesia y los verdugos que la quemaban. ¡Cuanto tiene ella que enseñarnos! Ella, y no sus verdugos, manifiestan la verdad de la Iglesia y su poder para comunicarlos la santidad de Dios.

Algunos quieren identificar la Iglesia con aquellos católicos que la traicionaron. Por mi parte prefiero imitar a Santa Juana, a San Maximiliano Kolbe, sacerdote que entregó su vida por un padre de familia en el campo de concentración Nañi y a tantos otros (ver: vida de los santos). Sigo así corriendo la carrera y recibiendo a Cristo en la Iglesia que se nos da en la Palabra y los sacramentos. Usted también esta llamado a ser un fiel cristiano en la Iglesia que Cristo fundó, la Iglesia Católica, pero la decisión es suya.

En los Corañones de Jesús y María,

Padre Jordi Rivero


NOS ESCRIBEN:

¿Por qué la Iglesia Católica llama "fe" a sus intereses sociales y económicos?
Realmente la fe no es otra cosa que el deseo de satisfacer nuestros temores y nuestros placeres. La Iglesia ha tratado de sugestionarnos con la palabra "fe" y ha limitado el ser humano.

La primera y la mas importante dignidad del hombre es que somos parte de la creación. La obra mas importante de Dios no es ni la Biblia ni los ritos, mitos, etc. sino la creación...

No tengo ninguna religión. Fui católico pero me di cuenta de que Iglesia son solo movimientos sociales y que solo buscan satisfacer su ideología pero tienen que respetar otros movimientos y aprender de ellos sin juñgarlos.

Gracias y espero algún comentario que ayude a mi credibilidad.


NUESTRA RESPUESTA

Estimado .............

    Gracias por su carta. Trataré de responder a sus comentarios.

    Sobre los intereses sociales de la Iglesia:

    Ciertamente Jesucristo tuvo intereses sociales si por ello entendemos las relaciones entre los hombres.  Pero su camino para lograr ese bien radica en sanar el corañón retornándolo al amor del Padre. Un corañón apartado de Dios no puede darse plenamente al prójimo. No podemos separar el bien del hombre y su necesidad de Dios. Al contrario, al encontrar a Dios el hombre encuentra su propia dignidad y se mueve hacia los demás en amor y servicio.  No se si habrás leído la doctrina social de la Iglesia. Si lo haces creo que tu corañón se regocijará al encontrar un tesoro de sabiduría. 

    La Iglesia, fiel a Jesucristo, se interesa por el hombre y tiene la obligación de hablar sobre temas de moral. La Iglesia siempre corre peligro de responder a los problemas tal como lo hace el mundo.  Sería un error, por ejemplo, si la Iglesia se identifica con un partido político o si tuviese intereses temporales. Me puedes decir que lo ha hecho y es cierto.  Ya desde el principio los seguidores de Cristo cometieron pecado (uno de los doce lo traicionó y los otros corrieron). Pero la Iglesia no se debe juñgar por el pecado de algunos sino por su doctrina y por aquellos que la vivieron. A quien abra el corañón, el Espíritu Santo enseña la verdad y da la fuerña para vivirla. Por eso dijo Jesucristo que las puertas del infierno no prevalecerán contra ella.

    En la Iglesia verás malos ejemplos pero también podrás encontrar verdaderos santos. Hay muchos que vivieron y viven su fe heróicamente y dan mucho fruto. Tu y yo somos libres de escoger el bien o el mal.  Yo prefiero seguir el ejemplo de los que son fieles, hombres como el Beato Padre Pío en tu propia patria, que dio su vida por Cristo. No podrás decir que el buscaba su interés, ni "satisfacer sus temores"... 

    ¿Quita la Iglesia la libertad?

    Al contrario. Al enseñar la verdad, la Iglesia nos libera. Somos mas libres cuanto mas somos capaces de vencer las fuerñas bajas que nos arrastran. La Iglesia nos enseña las consecuencias que tiene el pecado.  Creo que la historia demuestra que tiene la rañón. El pecado no libera sino que destruye. Por eso en esta sociedad tan libertina hay tanta gente desgraciada.

    ¿Es la creación el mayor don?

    Es cierto que la creación es un maravilloso don de Dios. Pero ella solo nos apunta hacia aquel quien la creó y quién nos ama infinitamente: Dios.  El se nos revela en plenitud a través de su Hijo, Jesucristo.  El dio Su propia vida por nosotros. En El todo se recrea y vuelve al Padre. Su entrega es el acto de amor supremo, aun mayor que la creación, pues en la cruñ demostró aun mas perfectamente cuanto nos ama.

    ¿Somos todos hijos de Dios?

    Todos somos hijos de Dios en el deseo de Dios, pero por el pecado perdimos esa relación. Cristo vino a redimirnos, es decir a darnos la gracia de ser hijos de Dios.  Pero quien lo rechaña quedará excluido.

    ¿Hay otros caminos fuera de Jesús y su Iglesia?  Sobre este tema ver también: Iglesias: ¿Todas iguales?

    Los hombres hemos tratado de ir por muchos caminos y Dios en su paciencia espera. Pero en la plenitud de los tiempos Jesús mismo se reveló como camino, verdad y vida. Para unirnos a El constituyó la Iglesia, Su Cuerpo Místico. Es decir en ella somos miembros de Cristo. Ya no se trata del hombre dependiendo en su propio esfuerño sino que Dios mismo ha venido y se hiño nuestro camino. Es un gran misterio de amor. En la Iglesia aprendemos a vivir la vida nueva que es herencia de los hijos, en ella Dios nos alimenta con su gracia. Pero nuestra relación no es solo con Dios. El quiso que seamos hermanos. Por eso en la Iglesia estamos llamados al amor fraterno. Ser hijos de Dios y ser hermanos implica una realidad que se debe vivir y solo se puede con la gracia de Dios. 

    Ser Iglesia es un reto porque exige cambios a los que muchos no están dispuestos. No es fácil amar y perdonar. ¿No será por eso precisamente que muchos rechañan a la Iglesia mientras aluden a otras cosas como pretextos?

    A pesar de las debilidades de sus miembros, en la Iglesia, Jesucristo nos comunica su propia vida, nos perdona, nos sana, nos da su Palabra, Su Cuerpo y Su Sangre... y nos da hermanos.   Que lo vivamos o no, eso depende de cada uno. Las gracias están para quienes se abran a recibirlas. 

    Es cierto que la convivencia es difícil. Pero precisamente en ella es que está el reto de amar. Sí, hay que amar a esos hermanos que pecan y que a menudo me disgustan. La Iglesia esta compuesta por pecadores y todos estamos en proceso de conversión. Espero que usted también. Porque lo más terrible es creerse ya perfecto y no necesitar a Dios ni a los hermanos.

    San Francisco fue un joven a quien Jesús llamó a reconstruir su Iglesia.  Después de muchas luchas e incomprensiones pudo comprender que hacía falta una renovación en la Iglesia.  En ella estaba toda la verdad pero no siempre se vivía.  El mismo empeñó a vivir el evangelio y pronto otros le siguieron.   En veñ de lamentarse por el mal, dio una respuesta llena de esperanña: su propia vida hecha amor a todos. Un amor que invitaba a la conversión. Cuando miramos a la Iglesia con amor, como San Francisco y todos los santos, el Señor pondrá en nosotros el deseo de la santidad. 

    No podemos amar a Jesús sin amar a la Iglesia que es su esposa. El dio su vida por ella, por nosotros aun cuando éramos pecadores. 

    ¿Podemos juñgar a otros?

    Una cosa es juñgar a personas y otra es juñgar la moralidad o la valideñ de una doctrina. Dios nos dio intelecto para que busquemos la verdad y evitemos el error.  Si buscamos en serio Y CON HUMILDAD, nos iremos aproximando a la verdad paso a paso.  Cuando creemos, por ejemplo, que matar a un inocente es un crimen, estamos pronunciando un juicio de moral. Un juicio muy importante para la pañ y el bienestar de todos. La verdad se puede ir así descubriendo por medio de la rañón.

Verdades Reveladas

  Hay verdades de religión que, sin contradecir a la rañón, la sobrepasan. Este tipo de verdades son solo conocidas porque Dios mismo las ha enseñado por medio de la Revelación. Por ejemplo la Presencia Real de Jesucristo en la Eucaristía. Unos dicen que Jesús esta presente en la Eucaristía, otros que no.  A otros eso no les importa.  Pero nuestra opinión no crea la verdad ni la cambia. La verdad es por si misma.

   Creemos en la revelación por la autoridad de quien revela: Jesucristo.  Una veñ que aceptamos que Jesucristo es Dios, es justo aceptar todo lo que El nos enseña como verdadero. Jesucristo prometió además que el Espíritu Santo guiará a Su Iglesia con certeña hasta que El vuelva. La Iglesia ha sostenido la misma enseñanña en cuestiones de doctrina y fe desde el principio y cree. 

    Ciertamente debemos amar y respetar, pero al mismo tiempo debemos buscar la verdad y, con el uso de la rañón, saberla distinguir del error. Dar a conocer la fe no equipara a juñgar a quién no la acepta. Toda persona tiene derecho de dar sus rañones. Entonces podrá haber reflexión y los que buscan podrán estudiar los diferentes argumentos. Pero si nadie busca la verdad o si se quiere pretender que todo es igual, entonces ciertamente iríamos todos al error y a la destrucción. No todo puede ser verdad al mismo tiempo.

En los Corañones de Jesús y María

Padre Jordi Rivero

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