Uniones
entre Homosexuales

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Consideraciones acerca de los proyectos de reconocimiento legal de las uniones entre personas homosexuales -Congregación para la Doctrina de la Fe.
Uniones del mismo sexo: Hablan los estudios científicos
¿Quién ha inventado el matrimonio?
"Pollos y conejos"
12 argumentos para decir no al matrimonio homosexual
 


La unión entre homosexuales no puede ser matrimonio
Padre Jordi Rivero

El matrimonio requiere, por su propia naturaleza, la unión de un hombre y una mujer. Existen uniones de personas del mismo sexo pero NO SON MATRIMONIO. De igual manera que ninguna ley puede hacer que un círculo sea cuadrado (dejaría de ser círculo), tampoco puede hacer que la unión entre homosexuales sea matrimonio (dejaría de ser matrimonio).

El matrimonio tiene características esenciales establecidas por Dios desde el principio. Estas forman parte de la ley natural inscrita por Dios en el corazón del hombre. Los hombres pueden pretender otra cosa, pueden pasar leyes proclamando una mentira. Pero no cambiarán jamás la naturaleza del matrimonio ni su realidad ética y antropológica.

El matrimonio procrea hijos y los forma con la complementariedad de los dos sexos. Tiene así un papel insustituible en el crecimiento y bienestar de la sociedad. No se puede ignorar su importante dimensión social e institucional. Es por eso que necesariamente entra en el campo jurídico. El fin y los derechos del matrimonio no son concesión del estado. Este mas bien debe proteger la integridad del matrimonio.

La naturaleza del matrimonio no es una opinión de la Iglesia Católica, aunque es cierto que la Iglesia siempre lo ha defendido y ha profundizado en su valor trascendental. Pero no se trata solo de religión sino de la sabiduría humana basada en la razón. Ninguna sociedad en toda la historia ha dado a las relaciones homosexuales reconocimiento jurídico como institución matrimonial.

La justicia exige que las personas homosexuales sean tratadas con dignidad y que sus derechos humanos sean plenamente respetados. No deben ser discriminadas. Al mismo tiempo el bien común de la sociedad, especialmente de los menores, exige que el matrimonio, tal como es según su naturaleza, sea tutelado y promovido por el estado. Que no sea manipulado para satisfacer exigencias contrarias a su naturaleza.

Ni la Iglesia ni el estado puede negar arbitrariamente el matrimonio a una persona. La palabra "arbitrariamente" es clave ya que no pueden tampoco reconocer derechos que no existen. Es necesario al mismo tiempo reconocer y proteger la dignidad de la persona con tendencia homosexual y la naturaleza inalterable del matrimonio como institución social fundamental.


La naturaleza de las cosas
Las uniones del mismo sexo, aunque fuesen reconocidas por la ley civil, jamás serán un verdadero matrimonio. Razón: La naturaleza esencial de las cosas no cambia. Si se pretendiese cambiar ya no sería la misma cosa. Si un supuesto "pez" tuviese cuatro patas y ladrara no sería pez por mucho que lo quieran creer algunos.

La propia naturaleza del matrimonio requiere que este sea entre un hombre y una mujer. La mayoría de la población podría cegarse y pretender otra cosa, podría también la mayoría decir que el mundo es cuadrado, pero no por eso cambia la verdad. El mundo es redondo y el matrimonio es entre hombre y mujer.

Los antecedentes de la crisis de identidad del matrimonio
La sociedad moderna ya no sabe lo que es un matrimonio. Lo confunde con cualquier relación afectiva por aberrada que esta pueda ser. La crisis de identidad del matrimonio ha sido un fenómeno progresivo.
-Primero se propagaron las relaciones sexuales fuera del matrimonio (relaciones prematrimoniales y adulterio).
-Para facilitar ese estilo de vida, se separó la relación sexual de su dimensión procreativa por medio del uso generalizado de anticonceptivos.
-Los matrimonios evitaron cada vez mas tener hijos o los posponen indefinidamente considerándolos como un obstáculo al estilo de vida y las ambiciones personales.
-Gradualmente se perdió la conciencia de que la vocación de los casados es formar una familia.
-El concepto del matrimonio quedó reducido a una relación entre dos que sienten afecto mutuo, sin necesariamente por eso aceptar compromisos.

El próximo paso en el desmantelamiento del matrimonio es pretender que pueden casarse dos hombres o dos mujeres. Los hijos pueden si acaso adquirirse después, como opciones extras. ¿Que vendrá después? Bajo el imperio del egoísmo y de rebelión contra Dios, ¿podrán haber razones para prohibir los "matrimonios" polígamos o incestuosos?

Institución divina
Los obispos de Estados Unidos nos recuerdan algo que debería ser evidente:
"El matrimonio es una institución humana y social básica. Aunque es regulada por leyes civiles y leyes eclesiásticas, no tiene su origen ni en la iglesia ni en el estado sino en Dios. Por lo tanto, ni la iglesia ni el estado pueden alterar el significado básico y la estructura del matrimonio"

Al ser instituido por Dios, el matrimonio es inmutable. Desde el principio Dios los creó hombre y mujer para que se complementen en el amor mutuo y sean capaces de procrear una familia. La realidad esencial del matrimonio no puede cambiar para satisfacer los caprichos humanos.

Juan Pablo II (Enero 30, 03): "Es necesario volver a descubrir la dimensión trascendental que es intrínseca a la verdad plena sobre el matrimonio y sobre la familia...  Desgraciadamente, a consecuencia del pecado original, lo que es natural en la relación entre el hombre y la mujer corre el peligro de vivirse en una forma que no está de acuerdo con el plan y con la voluntad de Dios y, el distanciamiento de Dios implica de por sí, una deshumanización proporcional de todas las relaciones familiares"

Mas que una relación privada
Nuestra sociedad secularizada quiere separar el matrimonio de su trascendencia para hacerlo algo maleable según intereses personales. Se percibe el matrimonio meramente como una fuente de ventajas legales que favorecen cualquier relación afectiva.   

El matrimonio verdadero es mucho mas que una relación privada. Esta relación sería falsa si no estuviese abierta a la procreación y formación de una familia. La familia es el ceno irremplazable en el que  nacen y se forman los hijos que constituyen la próxima generación. Solo la unión entre el hombre y la mujer puede concebir naturalmente a un niño. Además, el niño necesita, para crecer sanamente, de una familia natural con papa y mama. Necesita no solo del amor del padre y de la madre sino también del testimonio del amor recíproco entre ellos. Este amor es por naturaleza diferente al amor entre dos hombres o dos mujeres. (Sobre este tema recomiendo la teología de Juan Pablo II sobre el matrimonio y sobre el cuerpo).

Si se reconoce la importancia de la crianza de los niños, se entiende que el matrimonio es una institución fundamental para el bien de la sociedad y que el gobierno tiene la obligación de proteger su identidad.

Pretender otorgar a las relaciones del mismo sexo la dignidad de matrimonio es contradecir la realidad y la misión del matrimonio. Sería un gravísimo daño para los niños que fuesen puestos bajo la custodia de esas uniones contrarias a la misma naturaleza y por lo tanto sería nefasto para la sociedad que ya sufre mucho por los ataques contra la familia.

La verdad sobre el matrimonio se puede conocer por la razón y está iluminada por la revelación. Dios ha determinado lo que es el matrimonio y esta verdad es inmutable.


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