CONOZCAMOS
SU CORAZÓN
En esta sección concluyéremos nuestra serie sobre la
devoción al Corazón Eucarístico de Jesús.
¿Cuál es el Carácter Propio de la Devoción al Corazón
Eucarístico?
El culto al Corazón Eucarístico de Jesús tiene un carácter propio
que lo distingue del culto al Sagrado Corazón y del culto a la
Eucaristía aunque las tres devociones tengan un mismo y único fin:
llevarnos a amar, contemplar, adorar y responder al amor de Dios
manifestado en le Corazón de Su Hijo Unigénito. La distinciones entre
ellas se complementan haciendo cada vez mas rica y mas completa nuestra
devoción y nuestra contemplación:
En la devoción al Sagrado Corazón de Jesús se adora el
corazón y se honra de manera especial el amor de Cristo.
En la devoción a la Sagrada Eucaristía se adora el Cuerpo
y Sangre de Cristo realmente presente aunque ocultos bajo las
apariencias de pan y vino.
En la devoción al Corazón Eucarístico se adora el amor
de Cristo manifestado al instituir la Eucaristía y al quedarse con
nosotros en este Sacramento del amor para darse como alimento de
nuestras almas.
La devoción al Corazón Eucarístico es una manera de responder a
las mismas palabras del Evangelio que nos retan a ver como Cristo nos
amó hasta la entrega total de sí mismo: “Antes de la fiesta de la
Pascua, sabiendo Jesús que había llegado su hora de pasar de este
mundo al Padre, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los
amó hasta el extremo.” (San Juan 13:1)La
Eucaristía es manifestación de la plenitud, de la grandeza, y de la
profundidad del amor de Jesús que siempre busca el mayor bien para
nosotros.
Efectos de esta Devoción en Nuestros Corazones
Esta devoción nos ayuda a darnos cuenta de la infinita misericordia
de Dios, que con gran benevolencia ha querido que su Hijo se quedase
verdaderamente presente en la Eucaristía para que nosotros pudiésemos
beneficiarnos de su amor. Además, el contemplar el Corazón
Eucarístico de Jesús nos lleva a experimentar en nuestro corazón una
profunda humildad, ya que vemos como Dios, a pesar de todas nuestras
miserias y faltas nos ha amado a tal extremo. Contemplar el Corazón
Eucarístico nos lleva a reconocer nuestros pecados–, nos mueve al
arrepentimiento y a la conversión, porque en la Eucaristía estamos
contemplando a “Aquel que fue traspasado.”
¿Cómo Debemos Practicar esta Devoción?
Honrando al Corazón de Jesús en la Eucaristía.
Asistiendo a la Santa Misa con un espíritu de mayor agradecimiento,
respeto y amor.
Ofreciendo la Misa al Padre Celestial en acción de gracias por
habernos dado al Sagrado Corazón, tan amoroso y bondadoso con nosotros
y para que el Sagrado Corazón de Jesús sea mejor conocido y amado
por los hombres. En desagravio y reparación por las injurias que
todos los hombres hacen contra el Corazón Eucarístico de Jesús.
La devoción al Corazón Eucarístico , es el vínculo de amor que
nos une a Dios. Busquemos con todo nuestro corazón honrar y amar su
Corazón para que así también otros lleguen, por nuestro ejemplo, a
amarle y conocerle.