Siervas de los
Corazones Traspasados de Jesús y María
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XVIII Edición |
marzo-abril 2003 |
eN EL CORAZÓN DE LA
IGLESIA
Exponiendo la Doctrina Católica Según el
Catecismo Universal de la Iglesia
Cuaresma: Tiempo de conversión y
misericordia
Todos necesitamos conversión, y ésta es un don de Dios, entregado al
hombre por los méritos de la obra de Redención realizada por Nuestro
Señor Jesucristo. El murió en la Cruz con el fin
de reconciliarnos con el Padre. "Si reconocemos nuestros pecados, fiel y
justo es Él para perdonarnos los pecados y purificarnos de toda
injusticia." (1 Jn. 1:9)
Debemos reconocer que todos somos pecadores y que el pecado convierte
a los hombres en cómplices unos de otros, haciendo así presente entre
ellos la concupiscencia, la violencia y la injusticia. "Sabemos que
cuanto dice la ley, lo dice para los que están bajo la ley, para que
toda boca enmudezca y el mundo entero se reconozca reo ante Dios." (Rom.
3:19)
El Catecismo de la Iglesia Católica nos dice: "Es preciso apelar a
las capacidades espirituales y morales de la persona y a la exigencia
permanente de su conversión interior, para obtener cambios que estén
realmente al servicio de la sociedad." (Cf. CIC #1888)
El pecado de cada uno provoca
situaciones sociales e instituciones contrarias al designio y la bondad
de Dios. Todos y cada uno de nosotros estamos llamados a la conversión y
somos responsables los unos de los otros para hacer de esta sociedad,
una sociedad digna. "Si yo, el Señor y Maestro,
os he lavado los pies, vosotros también debéis lavaros los pies unos a
otros. Porque os he dado ejemplo, para que también vosotros hagáis como
yo he hecho con vosotros." (Jn. 13:14)
"Donde el pecado pervierte el clima social es preciso apelar a la
conversión de los corazones y a la gracia de Dios. La caridad empuja a
reformas justas. No hay solución a la cuestión social fuera del
Evangelio." (CIC#1896)
La Cuaresma es tiempo de conversi ón
y reconciliación con Dios y con nuestros hermanos.
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