a lOS PEQUEÑOS
CORAZONES
Queridos niños:
En el tiempo de cuaresma la Iglesia nos ayuda a crecer, conocer y
adentrarnos en Corazón Misericordioso de Jesús a través de la
meditación, de la muerte y resurrección de Jesucristo. Es un tiempo en
el cual el Señor nos llama a la conversión (cambio) y al arrepentimiento
y en cual debemos con mayor razón acercarnos a las fuentes de su
Misericordia que son los Sacramentos.
Para conocer más sobre el Corazón Misericordioso
de Jesús, que con amor recibe a todos aquellos que arrepentidos buscan
la conversión, les narraré una parábola que contó Jesús a sus amigos, se
llama: “El Hijo Pródigo”.
Había una vez un hombre que tenía dos hijos: el más joven le dijo un
día: “Dame mi herencia”. Tras recibirla, partió a un país lejano, donde
prontamente dispersó su fortuna.
Hambriento, el joven se colocó para cuidar cerdos.
Entonces se dijo: “Iré a casa de mi padre, y le diré: “He pecado contra
el cielo y contra ti y no soy digno de ser llamado tu hijo”
Al verlo llegar, su padre corrió a abrazarlo y
dijo a sus criados: “Ponedle una túnica hermosa, calzadlo, dadle un
anillo y preparad un banquete, porque creía haber perdido a mi hijo,
pensaba que había muerto, pero vive y le he vuelto a encontrar.”
Jesús entonces dijo: “Lo mismo hará vuestro
Padre Celestial”.
Una semana después del Domingo de Pascua,
celebramos en la Iglesia el día de la Divina Misericordia en el cual
meditamos sobre el amor y los deseos del Corazón Jesús, que nos dijo a
través de Santa Faustina: “Exijo de ti obras de misericordia, que deben
de surgir del amor hacia Mí. Debes mostrar misericordia al prójimo
siempre y en todas partes- Te doy tres formas de ejercer misericordia al
prójimo: la primera es-la acción; la segunda-la palabra; la tercera-la
oración”
ORACIÓN
¡Oh Corazón Misericordioso de Jesús, haz mi Corazón semejante al
tuyo!