Inmaculada
-Juan de Juanes, 1568
Ver también:
Inmaculada
Es un cuadro de grandes dimensiones que
se encuentra en la Iglesia de la Compañía de Valencia. Lo pintó en
1568 Juan de Juanes siguiendo las indicaciones del venerable y
afamado jesuita padre Martín Albero quien escuchó de labios de la
Santísima Virgen durante un sueño milagroso cómo deseaba ser
representada.
La leyenda "toda eres hermosa, amiga
mía; no hay tacha en ti" remite al Cantar de los Cantares y se
interpreta como la voluntad de Dios en la predestinación de María.
Las alegorías se agrupan en torno a tres temas: la virginidad
(fuente sellada, ciudad amurallada, jardín cerrado, espejo, y todos
los árboles que conservan su verdor: ciprés, olivo, cedro y
palmera), la pureza inmaculada (lirio, sol, rosas, torre de David),
y la intercesión en favor de todo el género humano (puerta del
cielo, pozo de agua viva, estrella de mar guía de marineros). La
Virgen aparece sobre la luna recortada a sus pies según el capítulo
12 del Apocalipsis.
Se trata de una de las imágenes más
representadas en la imaginería de todos los tiempos. En todo el
reino de Valencia, en casi todas las casas, hay al menos una
representación del cuadro de Juan de Juanes.
A la imagen acuden a rezar peregrinos de
todo el mundo, particularmente de Filipinas (hay un
privilegio papal asociando la evangelización de las islas a esta
imagen). También acuden a ella los que imploran por la
promulgación del quinto dogma mariano sobre la Intercesión y
Mediación Universal de María, privilegio que sí refleja la imagen de
Juan de Juanes. (Hasta el momento, cuatro han sido los dogmas
definidos por la Iglesia sobre la Virgen María: el de su
Maternidad Divina, aprobado en el Concilio de Éfeso en el año
431; el de su Virginidad Perpetua, en el segundo Concilio de
Constantinopla del siglo VI; el de su Inmaculada Concepción,
definido por Pío Nono en 1854 en su encíclica «Inneffabilis Deus»; y
el de su Asunción a los cielos, por Pío XII al declarar el
dogma el primero de diciembre de 1950, en su documento «Munificentissimus
Deus»).
LAUS DEO VIRGINIQUE MATRI
Enviado por Jose Perez Adan