BIOGRAFIA DE MADRE ADELA GALINDO, SCTJM
Madre Adela Galindo nació en León, Nicaragua. Su infancia estuvo marcada por una profunda espiritualidad mariana, que allanó el camino para que el Espíritu Santo diera a luz en ella y a través de ella a un nuevo carisma: una escuela mariana de santidad para muchas vocaciones, todo por el bien de la Iglesia. Madre Adela considera que el regalo de la maternidad de la Santísima Madre en su vida es el regalo más hermoso que el Señor le ha dado desde su infancia hasta el presente. Madre Adela expresa la profundidad de su relación filial con la Santísima Madre con estas palabras: “Mi camino es Mariano; todo en mi vida ha sido un regalo del Corazón de Nuestra Señora. Mi mayor deseo es ser siempre la hija más pequeña de Nuestra Señora y vivir y morir en la escuela del corazón de María”.
Durante su juventud, Madre Adela se involucró activamente en la Renovación Carismática, convirtiéndose en la líder de la Juventud de la Renovación en León, Nicaragua, a la temprana edad de 13 años. Durante este tiempo, Madre Adela pudo experimentar los poderosos efectos de la unión de las espiritualidades mariana y carismática, que la llevaron a un profundo amor por el Corazón Eucarístico de Jesús y a consolidar en su corazón lo que ella define como los cuatro pilares en los que se basa su vida: profundamente mariana, centrada en la Eucaristía, recibiendo y comunicando activamente los dones del Espíritu Santo y en amorosa comunión con el Corazón de la Iglesia y a su servicio. A los 13 años, como líder juvenil, Madre Adela comenzó a dar charlas en toda Nicaragua.
Madre Adela experimentó una profunda comunión espiritual con el corazón de San Juan Pablo II desde el momento en que fue elegido para ocupar la silla de Pedro. A partir de ese momento, fue llamada a enseñar el Magisterio de Juan Pablo II y más tarde, después de su fallecimiento, ella tuvo muy claro que continuaría manteniendo vivo su legado en el Corazón de la Iglesia.
En 1984, en respuesta a su relación constante con María, y en el contexto de un viaje misionero que dirigió con los jóvenes de su parroquia, Madre Adela renovó su consagración total al Inmaculado Corazón de la Santísima Madre; el fruto de esta consagración fue una comunión más profunda de corazones con Nuestra Señora y el comienzo de un llamado más profundo de donación total que se manifiesta a través de la imagen del pelícano. Un año después, como fruto de su consagración mariana, ella sintió el llamado a entregar toda su vida al Señor, lo cual hizo reconociendo que este “fíat” era necesario para prepararla para abrazar los designios de amor que los Corazones de Jesús y María tenían para ella. Sin saberlo entonces, algunas mujeres jóvenes comenzaron a seguirla y esta pequeña semilla sería el comienzo de lo que se convertiría en una nueva familia religiosa al servicio de la Iglesia del Tercer Milenio.
En 1990, en la Arquidiócesis de Miami, Madre Adela fundó las Siervas de los Corazones Traspasados de Jesús y María, recibiendo la primera aprobación canónica como Asociación Pública de Fieles. En el año 2000, la Comunidad se erigió como un Instituto Religioso Diocesano, con un cuarto voto único de “Disponibilidad Mariana Total”. Es el primer instituto religioso fundado por una fundadora hispana en los Estados Unidos. Este instituto religioso es totalmente bilingüe y multicultural, y ha estado sirviendo activamente a la Iglesia local y universal desde su inicio, respondiendo al llamado de San Juan Pablo II a la Nueva Evangelización, haciendo de este llamado un aspecto fundamental de su misión. El carisma espiritual del Instituto es ser una imagen viva y una presencia del Corazón, la Persona y la Misión de María en el Corazón de la Iglesia y en el corazón del mundo, y colocar su carisma mariano y todas las potencialidades de su genio femenino en plena comunión y al servicio del Principio Apostólico-Petrino.
Lo que comenzó en la pobreza y la pequeñez de un cuarto, ha crecido y se ha extendido por varias partes del mundo. Hoy, el Instituto de las Siervas de los Corazones Traspasados de Jesús y María cuenta con 13 conventos, 11 de los cuales se encuentran en diferentes partes de los Estados Unidos, uno en Uruguay y uno en Roma, este último al servicio de la Arquidiócesis de las Fuerzas Armadas Italianas. Las hermanas, siguiendo las enseñanzas transmitidas por Madre Adela, hacen de sus vidas un regalo total y sincero, una ofrenda de amor y consuelo a los Corazones Traspasados de Jesús y María, al elegir en todas las cosas el esplendor, la lógica y la fecundidad del amor, para dar paso a su triunfo.
Con gran ardor apostólico y deseo de encender el mundo con el amor de los Corazones Traspasados y construir una nueva civilización de amor, vida, verdad y solidaridad, Madre Adela ha dedicado su vida a la ardua tarea de formar los corazones (predicando y con numerosos escritos) de religiosos, sacerdotes, hermanos, hombres, mujeres, jóvenes adultos, jóvenes y niños para ser testigos coherentes del poder y la fecundidad del amor, y ser testigos fervientes del esplendor y la fecundidad del Magisterio y de los Tesoros de la Iglesia. Desde su juventud, Madre Adela ha viajado por todo el mundo, a más de 30 países, para hablar sobre una amplia variedad de temas y predicar en conferencias eucarísticas, marianas y carismáticas, así como también haciendo presentaciones en simposios teológicos. Madre Adela ha grabado más de 300 programas de radio que se transmiten semanalmente para la formación del pueblo de Dios, que llegan a muchos estados y países de habla hispana. Cada año, Madre Adela dirige varias peregrinaciones a los santuarios marianos y eucarísticos, incluidas las peregrinaciones a las Jornadas Mundiales de la Juventud y a eventos eclesiales en diferentes partes del mundo. También dirige una peregrinación anual a Tierra Santa, guiando y dando formación constante a los peregrinos. En 2016, Madre Adela fue investida como Dama del Santo Sepulcro, en reconocimiento a su gran amor y celo por enseñar e inspirar en otros el ardor y la responsabilidad de cuidar los Sitios Sagrados, y por brindar apoyo espiritual y material a nuestros hermanos cristianos de la Iglesia en Tierra Santa y Medio Oriente, que son perseguidos. Madre Adela siempre está creando formas de expresar de manera concreta la cultura de solidaridad en áreas de gran necesidad en cualquier parte del mundo. Ella tiene un alma misionera profunda y la lista de sus obras de amor y misericordia para los necesitados son innumerables. Ella siempre involucra a muchas personas y jóvenes en esta misión para desarrollar un sentido de auténtica fraternidad y responsabilidad para todos nuestros hermanos y hermanas en situaciones no privilegiadas.
Madre Adela tiene un don único del Espíritu Santo para transmitir, con una profunda visión mariana, las enseñanzas y el legado de San Juan Pablo II. La Iglesia le ha confiado la misión de llevar la reliquia de peregrino de primera clase de la sangre de San Juan Pablo II en todo el continente americano: Norte, Centro y Sudamérica.
Madre Adela también ha hablado en retiros para seminaristas y sacerdotes en muchas diócesis de Estados Unidos y en otros países, respondiendo a la misión que el Señor le ha confiado de formar corazones sacerdotales para ser imagen y presencia del Corazón Sacerdotal de Cristo. También ha dirigido muchos retiros para religiosos, parejas casadas, jóvenes adultos, jóvenes y grupos de discernimiento vocacional, así como para diversos movimientos eclesiales. Madre Adela comunica constantemente y sin descanso, a través de las numerosas charlas y enseñanzas que imparte, el esplendor y la luminosidad del Magisterio y los tesoros de la Iglesia, buscando formar al hombre moderno para construir una nueva civilización digna de ser el hogar del corazón humano.
En el año 2000, Madre Adela fundó la rama laica “Apóstoles de los Corazones Traspasados”, “Apóstoles jóvenes y pequeños” de la Familia de los Corazones Traspasados, que se ha extendido a muchas partes del mundo. Estos fieles laicos viven el carisma espiritual y la misión apostólica de las hermanas dentro de su propia vocación y estado de vida. Unos años más tarde nacieron los “apóstoles universitarios”. En el año 2018 comenzó la rama masculina consagrada. Hoy hay más de 800 miembros en la familia espiritual que asisten a la formación mensual impartida por Madre Adela, y millones que son formados por ella a través de los ministerios en redes sociales.
En el año 2018, el Holy Apostles College and Seminary honró a Madre Adela con un Doctorado Honoris Causa de Humanidades por su dedicación de por vida a la proclamación del Evangelio y la formación constante de la belleza, la bondad y el esplendor de las enseñanzas de la Iglesia y la dignidad de la persona humana, por su fiel testimonio de amor y servicio total e incondicional al Señor, nuestra Santísima Madre y la Iglesia; por su auto-oblación por el bien de la humanidad y la salvación de las almas a través del poder y la fecundidad del amor y la verdad, y al servicio de la nueva evangelización. Madre Adela también es miembro activo de la Asociación Mariana Internacional. En el otoño de 2018, una de las grandes alegrías de Madre Adela fue la realización de un sueño: un hogar permanente y una escuela de formación: el Instituto Veritatis Splendor en el Centro de Evangelización San Juan Pablo II, ubicado en las instalaciones de la Casa Madre, que proporciona formación, estudios y cursos para la certificación en una amplia gama de temas católicos. En el año 2019, recibió el Premio de San Vicente de Paul, otorgado por el Seminario de dicho nombre. Por su amor a nuestra fe católica, amor a los pobres y celo por las vocaciones santas.
Dos declaraciones han marcado la vida y el camino de Madre Adela: “Todo por el Corazón de Jesús, a través del Corazón de María” y la realidad existencial de toda su vida: “Nuestra misión es revelar la potencia, el esplendor y la fecundidad del amor… ¡El amor siempre triunfa!”.
Si tuviéramos que resumir el lema de vida de Madre Adela sería: “Elegir en todas las cosas, como Nuestra Señora, lo que es verdadero, bueno, bello y fructífero para abrir el camino al triunfo del amor, el triunfo de los Corazones Traspasados, ¡la nueva civilización del amor!”.
Les invitamos a seguir a Madre Adela, SCTJM
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