SANTO
TOMAS, APÓSTOL
Fiesta:
Desde el
siglo VI se celebra el día
3 de julio
el traslado de su cuerpo a Edesa.
Patrono
de jueces, constructores, arquitectos y teólogos. También de las
ciudades: Prato, Parma, Urbino.
Sus huesos
están en la Catedral de Ortona, Italia>>>
Simbología:
espada, cinturón de la Virgen
Ver también:
12 Apóstoles
|
¡Señor mío y
Dios mío!
Santo Tomás era judío, y probablemente galileo
humilde
pescador de
oficio. Tuvo la felicidad de seguir a Cristo que lo hizo apóstol en el año 31.
Tomás es conocido entre los
demás apóstoles por su incredulidad, que se desvaneció en presencia de
Cristo resucitado; él proclamó la fe pascual de la Iglesia con estas
palabras: «¡Señor mío y Dios mío!» Nada sabemos con certeza acerca de su
vida, aparte de los indicios que nos suministra el Evangelio. Se dice
que evangelizó la India.
No
podemos olvidar que el respondió a favor de Jesús, dispuesto a ir a
Jerusalén a pesar de saber que los Fariseos planeaban su muerte.
Santo Tomás
dijo: "Vamos también nosotros para morir con él". Así de
ardiente era el amor de este discípulo por su maestro, aún antes del descenso
del Espíritu Santo.
Siendo uno de los doce Apóstoles escogidos por
Jesús (cf. Mt 3,10) es recordado por muchos porque no aceptó el
testimonio de sus compañeros sobre la visita que recibieron de
Jesús resucitado.
Tomás, uno de los Doce,
llamado el Mellizo, no estaba con
ellos cuando vino Jesús. Los otros discípulos le decían:
«Hemos visto al Señor.» (Juan 20,24)
Tomás, como muchos hoy, pensó que lo que decían era producto
de histeria. Ellos habían caído, pensaba, en creer a las
mujeres. Y cuanto mas ellos insistían, más el lo negaba,
haciéndose ver como el mas "equilibrado" y
"sensato" entre ellos.
Ocho días
después, estaban otra vez sus discípulos dentro y
Tomás con ellos. Se presentó Jesús en medio estando
las puertas cerradas, y dijo: «La paz con vosotros.» Luego dice a Tomás: «Acerca aquí
tu dedo y mira mis manos; trae tu mano y métela en mi
costado, y no seas incrédulo sino creyente.» (Juan
20,26-27)
La respuesta de Juan es una
poderosa profesión de fe en la divinidad, la cual repetimos
antes de comulgar:
Tomás le
contestó: «Señor mío y Dios mío.» (Juan 20,28)
- Dícele Jesús: «Porque me has
visto has creído. Dichosos los que no han visto y han
creído.» (Juan 20,29)
Debemos reconocer que, como
Sto. Tomás, todos hemos pecado. Nos cuesta aceptar que Jesús es
Dios que ha venido a la tierra. Pero Tomás se humilló y
reconoció al Señor. Mas tarde dio su vida muriendo
mártir por El. Por eso es tan buen ejemplo para nosotros.
Ya durante la vida terrena
de Jesús, Sto. Tomás había dado ejemplo a los otros,
haciéndose disponible y dándoles ánimos en momentos
difíciles:
Entonces Tomás,
llamado el Mellizo, dijo a los otros discípulos:
«Vayamos también nosotros a morir con él.» Juan 11:16
Recordamos también que fue una pregunta de Sto.
Tomás la que dio lugar a que Jesús se revelase como Camino,
Verdad y Vida:
Le dice Tomás: «Señor,
no sabemos a dónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?»
Le dice Jesús: «Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va
al Padre sino por mí. (Juan 14,5-6)
Después de la
venida del Espíritu Santo, San Tomás comisionó a Tadeo para que bautizara e
instruyese a Abgar, rey de Edessa. Según Eusebio este rey escribió a Jesús
invitándolo a visitar su reino y ser curado de una enfermedad que le afligía.
Cristo en respuesta le dijo que debía cumplir con la tarea para la que fue
enviado y después regresar a Aquel que lo había enviado , pero que después de su
ascensión el enviaría a uno de sus discípulos a sanarlo y dar vida a el y su
familia. Esta promesa de nuestro Señor fue cumplida por Santo Tomás, quien envió
a Tadeo, no solamente a sanar a este rey sino también para plantar la semilla de
la fe en esta nación.
Se sabe
que en su labor apostólica, Santo Tomás, predicó en Persia y sus alrededores,
se menciona también India y Etiopía.
Se cree
que Santo Tomás sufrió el martirio en la costa de Coromandel, India, donde su
cuerpo fue descubierto, con ciertas marcas de que fue muerto con lanzas y ese
tipo de muerte es tradición en los países del Este. Se sabe que su cuerpo fue
trasladado a Edessa, donde fue enterrado en los grandes sepulcros donde
también se hallaban San Pedro, San Pablo y San Juan.
Los
apóstoles eran malos y condenado a los ojos del mundo, ninguno recomendable
por su nacimiento, riqueza, amigos o habilidades. Y aunque estaban
completamente destituídos de cualquier virtud por la que los hombres pagan
altos precios, fueron escogidos por Cristo, hechos sus amigos, alcanzando la
plenitud con sus gracias y santa caridad, y exaltados en su dignidad
espiritual de príncipes de su reino y jueces de este mundo.
Esta página es obra
de Las Siervas de los Corazones Traspasados de Jesús y María.
Copyright
© 2001 SCTJM