Caín
-Padre
Jordi Rivero
Hijo de Adán y Eva. Mientras su
hermano Abel era pastor nómada, Caín era
labrador.
Ver también:
la
esposa de Caín
Abel y Caín ofrecieron oblaciones a
Dios del fruto de sus trabajos (Cf. Gen 4). La primera fue grata a
Dios mientras la segunda no. La
preferencia de Dios la oblación de Abel no es arbitraria, se puede
comprender por la diferencia en la actitud del corazón de los dos hermanos.
La oración no es grata a Dios cuando el corazón alberga odios contra
el prójimo.
Aun
así, Dios no abandona a Caín a su suerte. Ya antes de que cometiera el
homicidio, Dios, Padre bueno, le advierte de la tentación que ofusca su
corazón:
Yahveh dijo a Caín: «¿Por qué andas irritado, y por qué se
ha abatido tu rostro? ¿No es cierto que si obras bien podrás alzarlo? Mas, si no obras bien, a la puerta está el pecado acechando como fiera que te codicia, y a quien tienes que dominar.»
Gen 4, 6-7
Pero Caín no quiso escuchar y va tras
su hermano para matarlo (Cf. Gen 4, 8).
Como sus padres, Caín quiso evadir
responsabilidad por su pecado:
Yahveh dijo a Caín: «¿Dónde está tu hermano Abel? Contestó: «No sé. ¿Soy yo acaso el guarda de mi hermano?» Génesis 4:9
Dios hace a Caín responsable de la
sangre de su hermano y cae sobre el la maldición. (Cf. Gen 4, 11).
Pero Dios lo protege con una señal sobre el para prevenir la venganza
de otros. (Cf. Gen 4, 15)
En la encíclica Evangelium
Vitae (Evangelio de la Vida), Juan Pablo II hizo una reflexión
sobre la vida y el pecado basado en el homicidio de Abel por Caín.