PLEGARIAS DE LIBERACIÓN
Padre Gabriele Amorth- exorcista de la diócesis de Roma
De su libro, "Un Exorcista Cuenta Su Historia"
Ver también:
exorcismo
| maleficio |
Oraciones contra el poder de las
tinieblas
Oraciones contra el
maleficio (del ritual griego)
Kyrie eleison. Dios nuestro Señor, oh Soberano de los
siglos, omnipotente y todopoderoso, tú que lo has hecho todo y que lo
transformas todo con tu sola voluntad; tú que en Babilonia
transformaste en rocío la llama del horno siete veces más ardiente y
que protegiste y salvaste a tus tres santos jóvenes; tú que eres doctor
y médico de nuestras almas; tú que eres la salvación de aquellos que
se dirigen a ti, te pedimos y te invocamos, haz vana, expulsa y pon en
fuga toda potencia diabólica, toda presencia y maquinación satánica,
toda influencia maligna y todo maleficio o mal de ojo de personas
maléficas y malvadas realizados sobre tu siervo... haz que, en cambio,
de la envidia y el maleficio obtenga abundancia de bienes, fuerza,
éxito y caridad; tú, Señor, que amas a los hombres, extiende tus manos
poderosas y tus brazos altísimos y potentes y ven a socorrer y visita
esta imagen tuya, mandando sobre ella el ángel de la paz, fuerte y
protector del alma y el cuerpo, que mantendrá alejado y expulsará a
cualquier fuerza malvada, todo envenenamiento y hechicería de personas
corruptoras y envidiosas; de modo que debajo de ti tu suplicante
protegido te cante con gratitud: “el Señor es mi salvador y no tendré
temor de lo que pueda hacerme el hombre.” “No tendré temor del mal
porque tú estás conmigo, tú eres mi Dios, mi fuerza, mi poderoso
Señor, Señor de la paz, padre de los siglos futuros”. Sí Señor Dios
nuestro, ten compasión de tu imagen y salva a tu siervo... de todo
daño o amenaza procedente de maleficio, y protégelo poniéndolo por
encima de todo mal; por la intercesión de la más que bendita, gloriosa
Señora, la madre de Dios y siempre Virgen María, de los
resplandecientes arcángeles y de todos sus santos. ¡Amén!
Oración contra todo mal
Espíritu del Señor, Espíritu de Dios, Padre, Hijo y
Espíritu Santo, Santísima Trinidad, Virgen Inmaculada, ángeles,
arcángeles y santos del paraíso descended sobre mí.
Fúndeme, Señor, modélame, lléname de ti, utilízame.
Expulsa de mí todas las fuerzas del mal, aniquílalas, destrúyelas,
para que yo pueda estar bien y hacer el bien.
Expulsa de mí los maleficios, las brujerías, la magia negra, las misas
negras, los hechizos, las ataduras, las maldiciones y el mal de ojo;
la infestación diabólica, la posesión diabólica y la obsesión y
perfidia; todo lo que es mal, pecado, envidia, celos y perfidia; la
enfermedad física, psíquica, moral, espiritual y diabólica.
Quema todos estos males en el infierno, para que nunca más me toquen a
mí ni a ninguna otra criatura en el mundo.
Ordeno y mando con la fuerza de Dios omnipotente, en nombre de
Jesucristo Salvador, por intercesión de la Virgen Inmaculada, a todos
los espíritus inmundos, a todas las presencias que me molestan, que me
abandonen inmediatamente, que me abandonen definitivamente y que se
vayan al infierno eterno, encadenados por San
Miguel Arcángel, por San Gabriel, por San Rafael, por nuestros ángeles
custodios, aplastados bajo el talón de la Virgen Santísima Inmaculada.
Oración por la curación interior
Señor Jesús, tu has venido a curar los corazones heridos y
atribulados, te ruego que cures los traumas que provocan turbaciones
en mi corazón; te ruego, en especial que cures aquellos que son causa
de pecado. Te pido que entres en mi vida, que me cures de los traumas
psíquicos que me han afectado en tierna edad y de aquellas heridas que
me los han provocado a lo largo de toda la vida. Señor Jesús, tú
conoces mis problemas, los pongo todos en tu corazón de Buen Pastor.
Te ruego, en virtud de aquella gran llaga abierta en tu corazón, que
cures las pequeñas heridas que hay en el mío. Cura las heridas de mis
recuerdos, a fin de que nada de cuanto me ha acaecido me haga
permanecer en el dolor, en la angustia, en la preocupación. Cura,
Señor, todas esas heridas íntimas que son causa de enfermedades
físicas. Yo te ofrezco mi corazón, acéptalo, Señor, purifícalo y dame
los sentimientos de tu Corazón divino. Ayúdame a ser humilde y
benigno.
Concédeme, Señor, la curación del dolor que me oprime por la muerte de
las personas queridas. Haz que pueda recuperar la paz y la alegría por
la certeza de que tú eres la Resurrección y la Vida. Hazme testigo
auténtico de tu Resurrección, de tu victoria sobre el pecado y la
muerte, de tu presencia Viviente entre nosotros. ¡Amén!
Plegaria de Liberación
Oh, Señor, tú eres grande, tú eres Dios, tú eres Padre, nosotros te
rogamos, por la intercesión y con la ayuda de los arcángeles Miguel,
Rafael y Gabriel, que nuestros hermanos y hermanas sean liberados del
maligno que los ha esclavizado.
Oh, santos, venid todos en nuestra ayuda.
De la angustia, la tristeza y las obsesiones, nosotros te rogamos:
Líbranos, oh Señor.
Del odio, la fornicación y la envidia, nosotros te rogamos: Líbranos,
oh Señor.
De los pensamientos de celos, de rabia y de muerte, nosotros te
rogamos: Líbranos, oh Señor.
De todo pensamiento de suicidio y de aborto, nosotros te rogamos:
Líbranos, oh Señor.
De toda forma de desorden en la sexualidad , nosotros te rogamos:
Líbranos, oh Señor.
De la división de la familia, de toda amistad mala: Líbranos, oh
Señor.
De toda forma de maleficio, de hechizo, de brujería y de cualquier mal
oculto, nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor.
Oh, Señor, que dijiste “la paz os dejo, mi paz os doy”, por la
intercesión de la Virgen María concédenos ser librados de toda
maldición y gozar siempre de tu paz. Por Cristo Nuestro Señor. ¡Amén!
ORACION DE LIBERACION
Monseñor Morales
Señor nuestro Jesucristo te adoro, te
alabo, te bendigo, gracias por tu infinito amor por el que te has
hecho uno de nosotros naciendo de la Virgen María y por el que subiste
a la Cruz para dar tu vida por nosotros.
Gracias por tu sangre preciosísima con que nos has redimido.
Con tu sangre preciosísima brotada de tus sacratísimas sienes
traspasadas por espinas: cúbrenos, séllanos, lávanos, purifícanos,
libéranos, destruye en nosotros todo pecado, toda iniquidad, todo
poder maligno, todo poder satánico.
Con tu sangre preciosísima brotada de tu hombro y espalda llagados por
la Cruz a cuestas: cúbrenos, séllanos, lávanos, purifícanos,
libéranos, destruye en nosotros todo pecado, toda iniquidad, todo
poder maligno, todo poder satánico.
Con tu sangre preciosísima brotada de tu costado abierto por la lanza:
cúbrenos, séllanos, lávanos, purifícanos, libéranos, destruye en
nosotros todo pecado, toda iniquidad, todo poder maligno, todo poder
satánico.
Con tu sangre preciosísima brotada de tus pies y de tus manos
traspasados por los clavos: cúbrenos, séllanos, lávanos, purifícanos,
libéranos, destruye en nosotros todo pecado, toda iniquidad, todo
poder maligno, todo poder satánico.
Con tu sangre preciosísima brotada de todo tu cuerpo llagado por los
azotes: cúbrenos, séllanos, lávanos, purifícanos, libéranos, destruye
en nosotros todo pecado, toda iniquidad, todo poder maligno, todo
poder satánico.
Tres veces Gloria
Amén, Amén, Amén.