Santos y
teología del corazón - María Reina según San Maximiliano Kolbe y
San Luis de Montfort |
María Reina según San Maximiliano Kolbe y San Luis de
Montfort
Ver también:
San Maximiliano Kolbe
San Luis de Montfort
María Reina según
San Maximiliano
Kolbe
"La inmaculada debe
conquistar el mundo entero y cada individuo, así podrá llevar todo de
nuevo a Dios. Es por esto que es tan importante reconocerla por quien
Ella es y someternos por completo a Ella y a su reinado, el cual es todo
bondad. Tenemos que ganar el universo y cada individuo ahora y en el
futuro, hasta el fin de los tiempos, para la Inmaculada y a través de
Ella para el Sagrado Corazón de Jesús. Por eso nuestro ideal debe ser:
influenciar todo nuestro alrededor para ganar almas para la Inmaculada,
para que Ella reine en todos los corazones que viven y los que vivirán
en el futuro. Para esta misión debemos consagrarnos a la Inmaculada sin
limites ni reservas."
María Reina según
San Luis de Montfort en el Tratado de la Verdadera Devoción
35. María ha colaborado
con el Espíritu Santo a la obra de los siglos, es decir, la Encarnación
del Verbo. En consecuencia, Ella realizará también los mayores portentos
de los últimos tiempos: la formación y educación de los grandes santos,
que vivirán hacia el fin del mundo, están reservadas a Ella, porque sólo
esta Virgen singular y milagrosa puede realizar en unión del Espíritu
Santo, las cosas singulares y extraordinarias.
37. De lo que acabo de
decir se sigue evidentemente: En primer lugar, que María ha recibido de
Dios un gran dominio sobre las almas de los elegidos. Efectivamente, no
podía fijar en ellos su morada, como el Padre le ha ordenado, ni
formarlos, alimentarlos, darlos a luz para la eternidad como madre suya,
poseerlos como propiedad personal, formarlos en Jesucristo y a
Jesucristo en ello, echar en sus corazones las raíces de sus virtudes y
ser la compañera indisoluble del Espíritu Santo para todas las obras de
la gracia... No puede, repito, realizar todo esto, si no tiene derecho
ni dominio sobre sus almas por gracia singular del Altísimo, que,
habiéndole dado poder sobre su Hijo único y natural, se lo ha comunicado
también sobre sus hijos adoptivos, no sólo en cuanto al cuerpo lo que
sería poca cosa sino también en cuanto al alma.
38. María es la Reina del
cielo yde la tierra, por gracia, como Cristo es su Rey por naturaleza y
por conquista. Ahora bien, así como el reino de Jesucristo consiste
principalmente en el corazón o interior del hombre, según estas
palabras: "El reino de Dios está en medio de ustedes", del mismo modo,
el reino de la Virgen María está principalmente en el interior del
hombre, es decir, en su alma. Ella es glorificada sobre todo en las
almas juntamente con su Hijo más que en todas las criaturas visibles, de
modo que podemos llamarla con los Santos: Reina de los corazones.