¿LOS CATOLICOS ADORAN IMAGENES?
Ver también:
Veneración |
Un solo mediador:Cristo;
¿por que recurrir a los santos?
|
Iconoclastas
|
veneración
de la cruz |
Culto
a María desde los orígenes
|
amuletos |
idolatría |
genuflexión
Me preguntan por qué los católicos "adoramos imágenes".
Es absolutamente falso que los católicos adoremos
imágenes. Decirlo es ignorancia o malicia. Los católicos adoramos
solo a Dios.
Entonces, ¿porque tenemos imágenes?
Estas son
solo representaciones artísticas de Jesús, de María
o de los santos. Nunca se adora la imagen.
Como una esposa
guarda la foto de su esposo, el cristiano utiliza el arte para
representar a los que están en el cielo. La foto del esposo no es una necesidad para la esposa poder
recordarlo. Es tan solo un signo que facilita el recuerdo. El cristiano
tampoco necesita imágenes para orar. Tan solo son una ayuda para elevar
los sentidos. El hombre siempre ha usado pintura, figuras, dibujos, esculturas, etc., para darse a
entender o explicar algo. Estos medios sirven para ayudarnos a visualizar lo invisible;
para explicar lo que no se puede explicar con palabras.
Santo Tomás de Aquino
explica en su Summa Teológica:
- El culto de la religión no se dirige a las imágenes en sí mismas como realidades,
sino que las mira bajo su aspecto propio de imágenes que nos conducen a Dios encarnado.
Ahora bien, el movimiento que se dirige a la imágen en cuanto tal, no se detiene en ella,
sino que tiende a la realidad de la que es imágen. (Summa
theologiae, II-II, 81, 3, ad 3.)
¿La Biblia prohíbe las imágenes?
Cuando el hombre cayó por el pecado y perdió la intimidad con Dios, comenzó a
confundir a Dios con otras cosas y a darles culto como si fueran dioses. Este culto se
representaba frecuentemente con esculturas o imágenes idolátricas. La prohibición del
Decálogo contra las imágenes se explica por la función de tales representaciones
idolátricas.
El Primer Mandamiento:
Puesto
que no visteis figura alguna el día en que el Señor os habló en el Horeb de en medio
del fuego, no vayáis a prevaricar y os hagáis alguna escultura de cualquier
representación que sea... (Dt 4:15-16) (cf. Catecismo de la Iglesia Católica
#2129s.)
Los Israelitas eran una minoría rodeada por pueblos idólatras. Dios quiso
protegerlos de esas prácticas pero ellos frecuentemente caían. Los profetas,
especialmente Oseas, Jeremías y Ezequiel hablaron en nombre de Dios para prohibir la
idolatría y se llevaron a cabo muchas reformas para purificar las malas prácticas (cf. 2
R 23: 4-14).
Sin embargo, ya en el Antiguo Testamento, Dios ordenó o permitió la
institución de imágenes que conducirían simbólicamente a la salvación por el
Verbo encarnado.
Ejemplos de imágenes permitidas por
Dios en el AT:
La serpiente de bronce (cf. Nm 21,4-9; Sb
16,5-14; Jn 3,14-15)
Querubines, bueyes y otras imágenes en el
Templo:
Dios ordena poner
grandes estatuas de querubines junto al Arca de la Alianza. Estas
obviamente no eran para idolatría sino como símbolo de la adoración de
los ángeles invisibles allí presentes. Inspiraban temor de Dios.
"Harás, además, dos querubines de oro macizo; los harás en los
dos extremos del propiciatorio: haz el primer querubín en un extremo y el segundo en el
otro. Los querubines formarán un cuerpo con el propiciatorio, en sus dos extremos.
Estarán con las alas extendidas por encima, cubriendo con ellas el propiciatorio, uno
frente al otro, con las caras vueltas hacia el propiciatorio." Ex 25,
18-20
"En el interior de la sala del Santo de
los Santos hizo dos querubines, de obra esculpida, que revistió de oro".
-II Crónicas 3,10
También en las paredes del Templo:
"Revistió la Sala Grande de madera de ciprés y la recubrió de oro fino,
haciendo esculpir en ella palmas y cadenillas" II Crónicas 3:5
"esculpió querubines sobre las paredes".
II Crónicas 3,7
"Debajo del borde había en todo el
contorno unas como figuras de bueyes, diez por cada codo, colocadas en
dos órdenes, fundidas en una sola masa. Se apoyaba sobre doce bueyes;
tres mirando al norte, tres mirando al oeste, tres mirando al sur y tres
mirando al este. El Mar estaba sobre ellos, quedando sus partes traseras
hacia
el interior. -II Crónicas 4,3-4
"Las dos columnas; las molduras de los
capiteles que coronaban las columnas; los dos trenzados para cubrir las
dos molduras de los capiteles que estaban sobre las columnas; las
cuatrocientas granadas para cada trenzado" -II Crónicas 4,12.
Obviamente estas imágenes no eran
idolátricas sino símbolos que inspiraban al culto al verdadero Dios
creador de todas las cosas.
La Virgen con el Niño y un profeta. Fresco,
comienzo del siglo III
Catacumba Santa Priscila, Roma. ( Foto: Pont. Comm. Arch.) |
Las imágenes y los cristianos.
Las primeras comunidades cristianas representaban al Salvador del mundo con imágenes
del Buen Pastor; mas adelante aparecen las del Cordero Pascual y otros iconos
representando la vida de Cristo. Las imágenes han sido siempre un medio para dar a
conocer y transmitir la fe en Cristo y la veneración y amor a la Santísima Virgen y a
los Santos. Testigo de todo esto son
las catacumbas donde aun
se conservan imágenes
hechas por los primeros cristianos. Estas imágenes dan testimonio de su
fe y del uso de las imágenes. La que ves a la derecha es la Virgen con el
Niño y un profeta. Es de la catacumba de Santa
Priscila, principio del siglo III.
El Hijo de Dios, al encarnarse, inauguró una nueva
economía de
gracia
Algunos objetan que la Iglesia cambió la enseñanza del Antiguo Testamento. No es
cierto. Mas bien es Jesucristo mismo quien tomó lo antiguo y le dio una interpretación
mas perfecta en su propia Persona.
Mientras antes de Cristo nadie podía ver el rostro de Dios,
ahora en Cristo, Dios se hizo
visible. Antes de Jesús las imágenes con frecuencia representaban a ídolos, se usaban
para la idolatría. En la plenitud de los tiempos, el verdadero Dios quiso
encarnarse y así tener imagen
humana. Jesucristo es la IMAGEN visible del Padre.
Nos dice el Catecismo # 476:
"Como el Verbo se hizo carne asumiendo
una verdadera humanidad, el cuerpo de Cristo era limitado (cf. Cc. de
Letrán en el año 649: DS 504). Por eso se puede "pintar"
la faz
humana de Jesús (Ga 3,2). En el séptimo Concilio Ecuménico (Cc de Nicea
II, en el año 787:DS 600-603) la Iglesia reconoció que es legítima su
representación en imágenes sagradas.
Juan 14:9 "Le dice Jesús: "¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros y no
me conoces Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú:
"Muéstranos al Padre"?"
El uso cristiano de las imágenes no es contrario al Primer Mandamiento que proscribe
los ídolos. En efecto, el honor dado a una imagen se remonta al modelo original. El que
venera una imagen venera en ella la persona que en ella está representada. El honor
tributado a las imágenes sagradas es una veneración respetuosa, no una adoración, que
sólo le corresponde a Dios.
Fundándose en el misterio del Verbo Encarnado, el séptimo Concilio
Ecuménico, celebrado en Nicea en 787, permitió la institución de
imágenes (Este concilio no instauró el uso de las imágenes, que como vimos se remonta
al comienzo del cristianismo, mas bien afirmó la práctica)
Las imágenes de la Virgen Santísima y de los santos.
La Iglesia Católica venera a los santos pero no las adora. Adorar algo o alguien fuera
de Dios es idolatría. Hay que saber distinguir entre adorar y venerar. San Pablo
enseña la necesidad de recordar con especial estima a nuestros precursores en la fe.
Ellos no han desaparecido en la nada sino que nuestra fe nos da la certeza del
cielo donde los que murieron en la fe están ya victoriosos EN CRISTO.
La Iglesia respeta las imágenes de igual forma que se respeta y venera la fotografía
de un ser querido. Todos sabemos que no es lo mismo contemplar la fotografía que
contemplar la misma persona de carne y hueso. No está, pues, la tradición Católica
contra la Biblia. La Iglesia es fiel a la auténtica interpretación cristiana desde sus
orígenes.
No es sorprendente que algunos persistan en acusar a la Iglesia sin
querer entender razones. Ya ocurrió así con los fariseos hace 2000 años. Acusan a
Jesús y sus discípulos por sus prácticas sin querer ver la realidad. Acudían a El con
muchas preguntas torcidas, acusándolo de romper la ley, hasta de ser del demonio (Cf. Jn
8). Las explicaciones de arriba solo servirán para los hermanos que sinceramente
preguntan porque tienen dudas y quieren entender. Con gusto les podemos explicar lo que
los cristianos siempre hemos creído y practicado.