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14 de Sept: Exaltación de la cruz:
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Los protestantes se preguntan por qué los católicos exhibimos la Cruz con el
cuerpo de Cristo,
si Jesús ya ha resucitado.
La cruz es parte inseparable
del misterio pascual que incluye pasión, muerte y resurrección.
Los
católicos
profesamos que Cristo ha muerto por nuestros pecados y ha resucitado
glorioso. El crucifijo en ninguna manera niega la resurrección sino que
manifiesta la seriedad de nuestros pecados y el amor infinito
con que Cristo murió salvarnos.
Jesús enseñó:
«Cuando hayáis levantado
al Hijo del hombre, entonces sabréis que Yo Soy. -Juan 8:28
La Cruz, es mencionada explícitamente 29 veces en el Nuevo Testamento.
Muchas mas veces se refiere a ella sin usar la palabra exacta. No es el madero en su
sentido material en lo que ponemos nuestro corazón sino en Jesús que por nosotros colgó de
el. El es quién nos atrae. Jesús nos dijo:
Y yo cuando sea levando de la tierra,
atraeré a todos hacia mí. -Juan 12,32
Esta enseñanza es válida
para todos los tiempos. Contemplar a Jesús "levantado" en la Cruz es clave
para conocerlo íntimamente.
San Pedro y San Pablo proclaman la cruz sin cesar.
¿Acaso no sabían ellos que Cristo ha resucitado? Claro
que sí, pero comprendían la importancia de tenerla siempre presente porque ella es el
poder de Dios contra todas las fuerzas infernales: las fuerzas de la
carne, es decir de nuestro ego. La carne tiende a su placer, su conveniencia, su
engrandecimiento; la cruz pone a muerte todo eso para que reine el Amor
Hechos 2,36
«Sepa, pues, con certeza toda la casa de Israel que Dios ha constituido
Señor y Cristo a este Jesús a quien vosotros habéis crucificado»
Gálatas 2,19
En efecto, yo por la ley he muerto a la ley, a fin de vivir para Dios: con
Cristo estoy crucificado.
Gálatas 5,24
Pues los que son de Cristo Jesús, han crucificado la carne con sus pasiones
y sus apetencias.
Gálatas 6,14
"Lo que es a mi, Dios me libre de gloriarme si no es en la cruz de
nuestro Señor Jesucristo, en la cual el mundo está crucificado para mi, y yo para el
mundo."
I Corintios 1,13
¿Esta dividido Cristo? ¿Acaso fue Pablo crucificado por vosotros?
Los cristianos siempre hemos tenido la Cruz como signo del
amor y poder de Cristo. Hay amplia evidencia que desde los primeros siglos se levantaban cruces como signo
de la fe en Cristo.
A los que nos atacan por llevar la cruz en el cuello o tenerla en un lugar
de honor en nuestras casas o por erguirla sobre un lugar visible, hemos de responder con
San Pablo:
Pues la predicación de la cruz es una necedad para los que se
pierden; mas para los que se salvan - para nosotros - es
fuerza de Dios. -I Corintios 1,18
Nosotros predicamos a un Cristo crucificado: escándalo para
los judíos, necedad para los gentiles; mas para los llamados, lo mismo judíos que
griegos, un Cristo,
fuerza de Dios y sabiduría de Dios. -I Corintios 1,23-24
La Cruz, sea que tenga representado el cuerpo de nuestro Salvador o no, es el
mismo signo. Pero los católicos solemos representarla con Su cuerpo por el valor
que tiene contemplar su pasión, el amor con que nos salvó.
Jesús nos ordenó a abrazar
también nosotros la cruz: "Entonces dijo Jesús a sus discípulos: «Si
alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y
sígame" -Mateo 16,24
Contemplarle en la cruz nos sana espiritualmente, como sanó al ladrón que
estaba junto a Jesús cuando él le dijo “Hoy estarás conmigo en el Paraíso”
-Lucas 23:43. También sanó al centurión que estaba a los pies de la cruz,
que se convirtió y dijo: “Este hombre era el Hijo de Dios” -Marcos 15:39.
Contemplar el
crucifijo
es un acto de fe. Nos inspira a
tener la misma actitud que Cristo, que se humilló y obedeció hasta la
muerte, incluso hasta la muerte por crucifixión” -Filip. 2:5,8.
El crucifijo hace visible el sacrificio de Jesús y de esa manera nos llama a
“ofrecer sacrificios espirituales agradables a Dios a través de Jesús” -Pe.
2:5, y a “ofrecer nuestros cuerpos como un sacrificio vivo” -Rom. 12:1
La revelación del amor
perfecto es la cruz mientras que la resurrección es su victoria. La cruz
le costó a Jesús inmensos sufrimientos que aceptó libremente por
nosotros. La resurrección manifiesta su poder sobre la muerte, su gloriosa
victoria.
Cristo transformó el sentido de la Cruz.
Antes era la vergüenza e ignominia mas grande posible, ahora es la gloria y la victoria máxima. Amor a la Cruz nos comunica la gracia para ser fieles en nuestras cruces unidas a la Suya.
Es una costumbre muy antigua representar a Jesús en diferentes momentos de
su vida. En las catacumbas vemos que los cristianos de los primeros siglos
expresaban su amor a Jesús por medio de imágenes. Los que se oponen al
crucifijo, ¿acaso no muestran imágenes de
Jesús cuando era niño
en Navidad?.
La imagen del Niñito Jesús representa un momento de Su vida al igual que su
crucifixión representa otro, y éste es el momento que cambió para siempre
nuestras vidas.
¡Te adoramos oh Cristo y te bendecimos, porque por tu santa Cruz
redimiste al mundo! -Amén.