La Fecundación In Vitro a Examen de la Ciencia
Con frecuencia, durante la
fertilización, se crean mas embriones de lo necesario. Los doctores de
fertilidad escogen los embriones mas sanos para implantarlos en el seno
de la madre. El resto son congelados y con frecuencia se consideran
"sobrantes". "Ninguno de nosotros en realidad quiere quedarse con estos
embriones en perpetuidad" dijo David Hoffman, doctor de fertilidad y ex
presidente de la Sociedad para Tecnología Reproductiva Asistida. -Traducido del inglés, P.
Jordi Rivero
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Vitro Fertilization" Bishop Sean O´Malley
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tener a mi hija nacida "in vitro"?
Algunos puntos de vista sombríos en un encuentro anual de expertos
BERLÍN, sábado, 17 julio 2004 (ZENIT.org).
El 20º encuentro anual de la Sociedad Europea de Reproducción Humana y
Embrionología proporcionó impresiones encontradas. Junto con las
acostumbradas noticias sobre los últimos avances de las técnicas de
fecundación in vitro (IVF), hubo más sombrías exposiciones sobre los
límites y abusos de los métodos de reproducción artificial.
El encuentro del 27 al 30 de junio tuvo un desfavorable comienzo, cuando
Rolf Winau, profesor de historia de la medicina en la Universidad Libre
de Berlín, defendió el levantamiento de las restricciones de su país a
los métodos reproductivos. Winau animaba a los doctores de Alemania a
pasar por encima de los tabúes originados por los abusos nazis,
informaba el Times de Londres el 28 de junio.
Winau defendía que se levantaran los límites contenidos en la ley de
protección de embrión que previene el uso de técnicas como la diagnosis
genética de preimplantación. Este método identifica los embriones con
problemas genéticos, para destruirlos.
Luego vino la noticia de que, por primera vez, una mujer había quedado
embarazada tras una trasplante de tejido ovárico, informó el 29 de junio
la BBC. La mujer, cuyo bebé concebido naturalmente nacerá en octubre,
fue tratada por médicos de la Universidad Católica de Lovaina en
Bruselas.
En 1997 se diagnosticó a la paciente un linfoma de Hodgkin avanzado.
Tras someterse a quimioterapia, se tomó una parte de su tejido ovárico y
se congeló. Tras ser declarada libre de cáncer en abril de 2003, el
tejido se volvió a trasplantar a su cuerpo. Todavía hay dudas de si el
óvulo que ha sido fertilizado venía del tejido transplantado o del
ovario que había quedado en su cuerpo, y que podría haber comenzado a
funcionar de nuevo.
A pesar de esas dudas, Josephine Quintavalle del Centro de Ética
Reproductiva del Reino Unido advertía: «Ésta técnica no debería
utilizarse a la ligera. Espero sinceramente que no se utilice como una
elección de forma de vida para decidir cuándo quieres tener hijos».
Límites al éxito
La conferencia también advirtió a las mujeres que no aguardasen
demasiado para tener hijos, si esperan poder solucionar cualquier
problema de fertilidad a través de las técnicas de reproducción
artificial. En una nota de prensa del 17 de junio, los organizadores de
la conferencia dieron detalles sobre un estudio de Henri Leridon,
demógrafo del Instituto Francés de Investigación Médica y Sanitaria y
del Instituto Nacional para los Estudios Demográficos.
Las investigaciones de Leridon concluían que, bajo condiciones
naturales, tres cuartas partes de las mujeres que intentan comenzar a
concebir a la edad de 30 años tendrán un embarazo dentro del primer año.
Esta cifra se reduce a dos tercios para las mujeres de 35 años y cae
hasta el 44% para las que comienzan a los 40.
Pero, señalaba Leridon, las técnicas artificiales compensarán únicamente
la mitad de los nacimientos perdidos al posponer el primer intento de
embarazo hasta los 30 a 35 años, y sólo compensarán un 30% de los
nacimientos al posponerlo hasta los 35-40 años. Refiriéndose a las
mujeres de 35 años o más, Leridon afirmaba que los métodos artificiales
«no te compensarán plenamente por los años, y las oportunidades de
concebir, que hayas perdido».
Consecuencias para los hijos
Algunos informes en la conferencia suscitaron preocupación por los hijos
concebidos a través de IVF. Un estudio de investigadores británicos
concluía que a dos tercios de los niños nacidos a través de donaciones
de embriones hechas por extraños no se les hablará de sus verdaderos
orígenes biológicos, informaba el 29 de junio el periódico británico
Independent.
Los psicólogos, de la Universidad de la City de Londres, entrevistaron a
un grupo de 21 padres que habían concebido a través de las donaciones de
embriones, otro grupo de 28 familias adoptivas, y 30 parejas que habían
concebido a través de los métodos normales de IVF. Resultó que sólo el
30% de las parejas que usaron embriones donados tenían planeado ser
sinceras sobre los orígenes de sus hijos. Dato que hay que comparar con
el 100% de los padres adoptivos y el 90% de los tratados con sus propios
embriones.
La conferencia de Berlín también destacó los peligros implicados en la
clonación. Los investigadores de la Universidad de Cornell, en el estado
de Nueva York, advirtieron de que la clonación crea potencialmente
anormalidades peligrosas en los embriones, informaba el 30 de junio la
BBC.
Los científicos llevaron a cabo un estudio con embriones clonados de
ratón. Descubrieron que muy pocos de los embriones clonados alcanzaron
el estadio de blastocisto, en el que los embriones tienen de 3 a 5 días.
Además, los investigadores observaron en los clones patrones de
desarrollo genético inusuales.
El Dr. Takumi Takeuchi, que dirigió la investigación, afirmó que el
estudio «nos ha convencido más de que la clonación reproductiva es
insegura y no debería aplicarse a los humanos».
Otro estudio demostró que implantar embriones múltiples pone en peligro
tanto a las madres como a los bebés, informó el 30 de junio el Telegraph
de Londres. La advertencia se basa en un estudio de la doctora Ann
Thurin, del Hospital Universitario de Sahlgrenska, en Goteborg, Suecia.
Su investigación implicó a un grupo de 661 mujeres con menos de 36 años.
En la mitad se implantaron dos embriones y, en las demás, sólo uno. Las
mujeres del grupo de un único embrión tuvieron un índice de éxito de
cerca del 40%, comparados con el 44% de las que tuvieron dos embriones a
la vez. Thurin explicó que los partos dobles y triples es más probable
que sean prematuros, tengan bajo peso al nacer y sufran de
complicaciones en el momento de nacer. También tienen un mayor riesgo de
nacer lisiados.
Proteger la dignidad humana
La extensión del uso del IVF siempre ha suscitado preocupaciones éticas.
A inicios de este año la Academia Pontificia para la Vida dedicó su
asamblea general a este tema. El comunicado final del 21 de febrero de
la academia se titulaba: «La Dignidad de la Procreación Humana y las
Tecnologías Reproductivas. Aspectos Antropológicos y Éticos».
La declaración observaba que, en los 25 años transcurridos desde el
nacimiento del primer bebé usando el IVF, cerca de un millón de niños
han nacido usando estos procedimientos. Pero el índice de éxito de las
técnicas artificiales todavía es muy bajo, observaba la declaración, y
una consecuencia de esto es una pérdida enorme de embriones humanos.
La academia pontificia advertía del surgimiento de una mentalidad que ve
el recurso a las técnicas artificiales como una forma preferencial de
concebir niños, puesto que los métodos dan la capacidad de un mayor
control sobre la calidad de los embriones concebidos. Esta mentalidad
lleva en sí el peligro de considerar a los niños como un mero producto
cuyo valor depende de que alcancen un nivel satisfactorio de calidad.
«La consecuencia dramática de esta nueva actitud es la eliminación
sistemática de aquellos embriones humanos que resultan carentes de la
calidad considerada suficiente de acuerdo con parámetros y criterios
inevitablemente cuestionables», advertía la declaración de la academia
pontificia.
El comunicado final declaraba que todo ser humano es una unidad de
cuerpo y alma desde el momento de la concepción. «Por ello, la dignidad
-que es dignidad de persona humana- de un hijo, de todo hijo,
independientemente de las circunstancias concretas en las que se inicia
su vida, sigue siendo un bien intangible e inmutable, que exige ser
reconocido y tutelado, tanto por los individuos cuanto por la sociedad
en su conjunto».
La declaración de la Pontificia Academia para la Vida reconocía que las
parejas que no pueden tener hijos por los medios normales sin duda
soportan un gran sufrimiento. Este deseo comprensible y lícito de un
hijo, no debe, sin embargo transformarse «en un pretendido ‘derecho al
hijo’, incluso ‘a toda costa’».
La declaración impulsaba a considerar a un hijo como «un regalo muy
valioso que, llegue cuando llegue, ha de acogerse con amor». La dignidad
de la persona, explicaba la academia requiere «el recíproco don de amor
esponsal de un varón y una mujer, expresado y realizado en el acto
conyugal, en el respeto de la unidad inseparable de sus significados
unitivo y procreador».
ZSI04071703
1 Most often, during in vitro fertilization, more embryos are
created than are needed. The fertility doctors will then choose the
healthiest embryos to implant the mother's womb. The remainder are then
frozen and often considered “leftover.” “None of us really want to hang
on to these embryos in perpetuity, " said David Hoffman, a fertility
doctor and past president of the Society for Assisted Reproductive
Technology.