La
Virgen de Banneux,
Ocho apariciones a la niña Mariette Beco
15 de enero - 2 de marzo de 1933, Bélgica.
"Soy la Virgen de los Pobres...
...Crean en
Mi, Yo Creeré en Ustedes"
Aprobada por la Santa Sede el 22 de agosto de 1949
Doce días después que Nuestra Señora, habiendo
mostrado su corazón de oro, le dijo
"Adiós" a los niños de Beauraing,
Bélgica, hizo sentir
su presencia maternal otra vez en Banneux, Bélgica, unas cincuenta millas al
noroeste. Mariette Beco, una niña de 11 años de edad, recibió
ocho apariciones de la Virgen. La devoción a la Virgen de los Pobres fue
aprobada por la Iglesia y se ha propagado por todo el mundo. La
Devoción a la Virgen de los Pobres en
Latinoamérica
Situación geográfica
Bélgica
es un pequeño país en el norte de Europa, entre Francia y Alemania. Banneux
Notre-Dame es un pobre caserío agrupado en torno a su iglesia.
No aparece en los mapas. Depende del
pueblo de Louveigné y está a 25 Km. de Lieja, capital de la provincia. Se
encuentra en una pequeña meseta de las Ardenas Belgas, de una altitud de 325
metros. Se halla encuadrado en por los bonitos valles del Ambléve, de la Vesdre
y de la Hoëgne.
En la
carretera de Louveigné a Pepinster, a un kilómetro de la iglesia, se
encuentra, a la izquierda, la humilde casa de la familia Beco, frente a ella hay
un pequeño huerto. El lugar es húmedo y pantanoso, por eso le llaman "La Fagne",
que significa el fango.
Al otro lado de la carretera empiezan los grandes bosques del Eifel.
Mariette
niña vidente
en 1933
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DESCRIPCION
DE LA VIRGEN
Mariette describe a la Virgen:
"Era tan bella... tenía un rostro tan hermoso,
con un bonito tono rosado en las mejillas
(como también a veces tengo yo), un rostro
delicado, tan joven, con una pequeña nariz
muy fina; parecía una jovencita de 18 o 19
años."
La Señora
era de poca estatura, alrededor
de cinco pies. Mariette nunca había visto antes
a nadie tan
hermoso. No vestía como las
señoras de la aldea sino que usaba un vestido
largo
y blanco con
una banda azul. Uno de sus
pies se podía ver. Estaba descalza, con solo
una
rosa de oro sobre los dedos de los pies. Por
el frío ella debía
estar congelándose. Mariette se
dio cuenta de que ella estaba elevada sobre
la
tierra, parada, como en una nube. No parecía tener nada de frío.
Luz, juventud,
belleza, rostro risueño, vestido blanco, lazo azul, cara inclinada.
Marieta obligó
al artista que la pintó a recomenzar cinco veces.
-La primera vez
exclamó: “¡Oh, qué
fea!”
- La segunda
vez: “¡Se ve muy
vieja!,.., además no es este pie que yo veía”.
-La tercera
vez: “¡Es mejor!”
Pero con el
lápiz Marieta corrigió los detalles, las mangas y el cuello del
vestido demasiado abierto, el lazo demasiado largo, además ni el color
blanco ni el azul eran así.
-La cuarta vez,
restregándose los ojos, dijo: “Pero yo veía sus ojos -y
agregó con respecto a la sombra del vestido- no, todo era luz” (el
pintor no había comprendido que la Virgen no era iluminada desde
afuera, sino que la luz irradiaba desde adentro).
El artista,
impactado con todas estas indicaciones, trabajó de todo corazón, sin
dudar un segundo de la realidad de la aparición y puso todo su arte
para traducir la visión, por el dibujo y el color.
El 13 de Abril
de 1933, cuando Marieta entró en la casa parroquial y se encontró
frente a la pintura definitiva, quedó un momento estupefacta y después
murmuró: “¡Oh, qué hermosa!... Si, qué hermosa es”. Algunos
meses más tarde, confidenciaba: “Si
fuera artista no podría hacerlo mejor”
La Virgen én
Banneux viste muy parecido a su aparición en Lourdes.
"Soy la Virgen de los
Pobres"
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La Familia Beco
En 1933, la familia Beco se compone del matrimonio y
sus siete hijos. Mas tarde tendrán cuatro mas. Mariette Beco era la mayor,
nacida el viernes 25 de Marzo de 1921 (fiesta de la Anunciación que ese año
coincide con el Viernes Santo). Pero en la casa de los Beco la religión no se
practica, están influenciados por las malas corrientes de la época. Era el tiempo de la depresión y su
padre, Julián Beco, era un obrero desempleado que hace años no asistía a la
Iglesia. No se preocupaba de la educación religiosa de sus hijos. Tradicionalmente las
madres son quienes mas alientan la vida cristiana en el hogar, pero la madre de
la familia Beco, Louise, era también indiferente a la religión.
A Mariette se le
consideraba una niña normal en todos los sentidos. No era muy devota antes de
su experiencia con la Virgen. Influenciada por el ambiente de su casa hasta había abandonado las lecciones para su primera comunión.
Sin embargo, tenía en la cabecera de su cama una imagen de la Virgen, guardaba
un rosario que había encontrado y de vez en cuando rezaba con el antes de
dormir.
Primera Aparición
Domingo, 15 de enero de 1933:
La Santísima Virgen invita a la niña, con un gesto de su mano, a acercarse
a Ella.
El invierno de 1933 fue extremadamente difícil. La
nieve y el hielo han invadido la Fagne. Ráfagas frías soplaban
por todas las rendijas.
Una noche oscura, alrededor de las siete de la
tarde, Mariette se sentó en la ventana del frente de su casa y mientras cuidaba
de hermanito bebe, miraba a fuera, buscando en la oscuridad
de la noche por alguna señal de su hermano Julien de años, que tardaba en regresar a
casa.
De pronto, percibe a pocos metros de ella, en el
huertecito, una señora luminosa, de pie, inmóvil, ligeramente inclinada hacia
la izquierda.
Ella relata: "Vi una luz y una hermosa
Señora que tenía la cabeza muy iluminada, como si la luz irradiara de su
propio cuerpo. Tuve miedo."
Mariette, con 11 años, tenía una mente muy
lógica. No podía comprender la escena que tenía ante sus ojos:
"Me pregunté: ¿Que es eso? Miré con
atención, moviendo la cabeza de derecha a izquierda, arriba y abajo; pensé:
quizás es el reflejo de la lámpara. Entonces la puse al otro lado de la
mesa".
Ya no quedaba duda. En el jardín había una
hermosa dama.
"Entonces tuve miedo y llamé:
-¡Mamá!, ¡Dios mío! ¡Mamá!, veo una dama en el huertecito, va muy
bien vestida, muy elegante"
Su mamá, molesta, le dice:
-"Déjame tranquila. Son
estupideces".
Marieta se restriega los ojos y con mucha
atención observa a la hermosa dama de pie a cabeza. La Señora está un poco
inclinada, con las manos juntas y una gran aureola de luz la rodea. Lleva un
vestido blanco y cinto azul.
-"¡Dios mío!, ¡mamá!, parece que es la
Santísima Virgen".
Su mamá respondió cínicamente: "Claro,
tal vez es la Santísima Virgen".
La señora Beco, sin embargo, queda extrañada.
Sabe que su hija no habla de esas cosas. Hace tres meses que no ha puesto un pie
en la Iglesia. ¿Tendrá fiebre?.
La niña insistió que su
mamá fuera a la ventana para que viera por si misma. Después de mucha
insistencia, pero sintiéndose como una tonta, Louise fue hacia la ventana,
levanta la cortina y mira hacia afuera. Vio algo, como una silueta luminosa, pero no pudo distinguir ninguna
figura. Atemorizada, se aparta de la ventana y dice a su hija: "Es una
bruja".
-"¡Mamá, te digo que es la Virgen... me
sonríe!, ¡qué bonita es!"
La niña notó que la Señora tenía un rosario colgando de la banda azul. La
cruz era del mismo color oro que la rosa sobre sus dedos. Mariette fue a
una gaveta y buscó un rosario que se había encontrado en
la carretera de Tancremont y reza mientras contempla la aparición
maravillada.
Los labios de la Señora se movían, pero ella no decía nada que
Mariette pudiera oír. La niña queda cautivada de corazón por la dulce sonrisa
de la Virgen. Después de unas pocas decenas, la Señora levantó su
mano derecha y le hizo señas a Mariette con el dedo para que saliera afuera. La joven
le dijo a su mamá lo que la Señora quería, y le pidió permiso para ir
afuera.
La madre, creyendo que era una hechicería, se opone y
cierra la puerta con llave. Mariette entonces vuelve a la ventana pero la Virgen
ha desaparecido. La niña se queda allí rezando un rato mas.
Ella no podía sacarse la visión de su mente.
Seguía volviendo a la ventana para ver si la hermosa Señora había regresado,
pero no regresó. Pronto, su hermano Julien llegó a la casa. Ella le dijo lo
que había sucedido mientras lo estaba esperando. Su reacción fue igual a la de
su mamá, solo que aun mas brusca. Sus comentarios variaron desde
"Eres una tonta" a "Tú estás loca." Así, rechazada y sola ante
su encuentro con la Virgen, Mariette va a dormir.
Reflexión:
El Virgen llama a Mariette. Señor
nos llama a salir de nuestra comodidad al encuentro con El.
El Señor a Abraham: "Sal de tu casa" Gen. 12,1
-"Mira que estoy a la puerta y llamo; si alguien escucha mi voz y
me abre, entraré a su casa a comer, Yo con él y él conmigo" Ap
13,20. |
A
La mañana siguiente Mariette contó todo a su padre. Su respuesta inicial fue:
"Tonterías. Tú estás loca." Pero su curiosidad había sido
despertada pues notaba la sinceridad de su hija que no era dada a la
mentira ni había sido nunca fantasiosa. La niña no retrocedió ante la reacción de su familia.
Después que Mariette se había ido a la escuela
esa mañana, Julien le pidió a su esposa que le mostrara el lugar exacto donde
ella había visto la forma blanca. Entonces, esa tarde, trató de vanas
formas de volver a crear las condiciones de la noche anterior, para encontrarle
una explicación lógica a lo que su hija declaraba ver. Puso la lámpara de
aceite en diferentes posiciones, pero la luz nunca brilló en el jardín,
solamente en el camino.
Ese mismo día, el lunes, 16 de enero, Mariette va a la escuela. No lo
cuenta sino a su mejor amiga, Josefina Leonard: -"¿Sabes la
noticia?, he visto a la Virgen".
Su amiga, primera del curso , se burla diciendo:
-"¿Acaso estás enferma?".
Mariette se pone a llorar; esta reacción
sorprende a su amiga que se puso a pensar que podría ser verdad.
La amiga le pregunta: -"¿en serio?, ¿como
era?, ¿cómo estaba vestida?"
Mariette le cuenta: "Era una Señora muy
hermosa, con un vestido blanco, una faja azul en la cintura, un rosario colgado
del brazo, la cabeza inclinada hacia la izquierda y una rosa sobre el pie
derecho".
Ante el sacerdote,
Padre Louis
Jamin
-La amiga le aconseja: "Habría que
decírselo al sacerdote".
Al salir de la escuela a las cuatro de la tarde,
las dos niñas fueron donde el sacerdote. Marietta le dice a Josefina: "¡Díceselo!".
Pero Josefina no se atreve hasta que el sacerdote le pregunta: ¿Que dijo
Mariette?.
-"Mariette dice que ha visto a la
Virgen". Mariette, espantada, salió corriendo. Josefina continua
sola narrando la historia que su amiga le había contado.
El sacerdote respondió: -"¡Oh, seamos
prudentes, no es tan fácil ver a la Virgen. Seguramente Mariette habrá oído
hablar de los niños de Beauraing, a los cuales, según dicen, se les ha
aparecido en estos días la Virgen y debe creer que ella también ve". El
sacerdote le dijo que no hablara con nadie sobre eso y la despidió.
Josefina le cuenta a Mariette, que esperaba
afuera, la respuesta del padre. Ella se queda desilusionada y golpea el piso
diciendo: "sin embargo, es cierto, la he visto".
Esa noche, el padre de Mariette buscaba en su
casa una explicación. Tiró un cubo de agua en el lugar donde su
esposa y su hija habían visto algo. Después de que se había congelado, trató
de que la lámpara de aceite reflejara su luz en el hielo, pero no pudo duplicar
lo que Mariette y la mamá habían visto. Así quedó mas preocupado que antes.
El lunes y martes la Señora no volvió. Sin embargo
la única visita había tenido ya un profundo efecto en la espiritualidad de Mariette.
Regresó a sus clases de catecismo el miércoles, recibiendo el material con un
entusiasmo renovado. Se aprendió su lección perfectamente. Eso asombró al
Padre Jamin, porque Mariette siempre había sido la peor estudiante en la clase.
Después de clase, el Padre le preguntó por qué se había ido el lunes sin
haberle dicho lo que ella había visto. Para este tiempo, la niña había tenido
tiempo de reflexionar y ya no tenía
miedo. Le habló muy calmada, diciéndole exactamente lo que había visto. El
Padre Jamin,
por su parte, no despreció lo que ella declaraba. Solo le dijo que le rogara a
Nuestra Señora que la guiara.
Meriette regresa al catecismo
El miércoles Mariette regresa al catecismo después de mas de tres meses de
ausencia. El sacerdote se asombra pues, a pesar de la ausencia, responde bien a
las preguntas. Es la primera vez que esto ocurre. Es un cambio repentino. El
sacerdote llama a Mariette a su oficina y, sin querer darle importancia al
asunto, le pregunta sobre su experiencia mientras cuidadosamente lo anota todo.
La niña es perfectamente coherente. No hay contradicciones en su testimonio.
Esa misma semana el Padre transmite un informe completo a su obispo.
Segunda Aparición
Miércoles, 18 de enero de 1933:
"Posa tus manos en el agua. Esta fuente me está reservada a Mí. Buenas
noches. Adiós"
Tres días
después de la primera aparición hacía un gran frío, era el miércoles 18 de
enero. Por la noche, hacia las siete, Mariette, dominando su acostumbrado miedo a la
oscuridad, sale de casa. Se arrodilla en el sendero que de la casa va hasta la
barrera del huerto. Su padre la mira desde adentro.
Reza bajito, levantando del suelo un poquito la vista
mirando hacia el mismo lugar en donde, el domingo anterior, se presentó la dama
luminosa. De pronto extiende los brazos. La Virgen aparece por encima del
bosque, pequeñita, en lo lejos del cielo. Se acerca creciendo poco a poco,
pasando por entre los pinos. Una especie de pequeña nube gris la separa del
suelo. Un brillo
deslumbrador emanaba de ella. Mariette, a unos 5 pies de la Virgen, podía sentir el ardor desde donde estaba
arrodillada.
Mariette reza,
bajito, el rosario entre las manos, la mirada hacia lo alto. Contempla la Dama
sonriente que suavemente mueve las labios en una actitud de plegaria. Esta
plegaria silenciosa se prolonga unos 20 minutos.
El padre salió afuera, y trató de hablarle a la niña, pero ella no parecía
oírle. Cuando ella abrió sus brazos, Julian Beco se dio cuenta de que ella
estaba teniendo otra aparición. El se montó en su bicicleta, y fue al pueblo a
buscar al sacerdote. No pudo encontrarlo, por consiguiente le pidió a un
conocido católico practicante que lo acompañara a su casa. Según ellos se
acercaban, vieron a Mariette alejándose de la casa, como si estuviera siendo
guiada hacia un lugar en particular -¿A dónde vas?", le grito su padre.
"Ella me está llamando," contestó la niña, sin detenerse.
De pronto se para, se arrodilla, se queda
un momento así, recitando «aves» se levanta y continua su camino. Un poco
más lejos vuelve a arrodillarse. Vuelve a levantarse obedeciendo al gesto de
llamada de la Virgen que vuelve a deslizarse. Bruscamente tuerce en ángulo
recto hacia un manantial que va hacia abajo de un declive de la carretera. Se
arrodilla en la cuneta mientras que la Virgen le dice: "Posa tus manos en el
agua" Sin vacilar la niña obedece, el rosario se le escurre de las manos que
ha separado y concientemente bañado. La Virgen dice aún: "Esta fuente me está
reservada" Se despide diciéndole: "Hasta pronto, buenas noches".
Después se eleva por encima de los pinos cercanos del manantial, mirando la
niña. A medida que se aleja parece más pequeña.
Cuando el Padre Jamin regresó a la rectoría, se
le avisó de la excitada llamada del Señor Beco. El sabía de que se trataba, y
después de buscar la ayuda de otro sacerdote y de un amigo, fue a la casa de
Beco. Ya para cuando él llegó allí, Mariette ya estaba acostada durmiendo,
por lo tanto habló con el papá. Julian le explicó todo lo que había sucedido
en el transcurso de casi una hora que la Señora había estado con la niña. Al
final de la entrevista, el sacerdote le preguntó al papá de Mariette si él
creía la declaración de la niña sobre lo que ella había visto. Su respuesta
fue "Sí, yo lo creo, y para mostrarle a usted cuan profundamente yo lo
creo, mañana yo voy a ir a la Iglesia para confesarme. Me gustaría recibir la
Comunión de nuevo. Esta será la primera vez que recibiré desde mi Primera
Comunión cuando niño".
Tercera Aparición
Jueves, 19 de enero de 1933:
"Soy la Virgen de los Pobres".
"Esta fuente está reservada para todas las Naciones,
para aliviar a los enfermos. Rezaré por ti. Adiós"
A las siete de la tarde, del jueves 19 de enero,
cubierta la cabeza con un viejo abrigo para mejor resguardarse del frío,
Mariette sale de casa acompañada de su padre. Después de algunos pasos, se
arrodilla sobre la tierra nevada y reza. De pronto extiende los brazos y grita:
"Oh, he la aqui" Un momento de silencio, luego pregunta: "¿Quién
es Ud. mi bella Dama?» La Dama contesta: "Yo soy LA VIRGEN DE LOS
POBRES". Entonces la Virgen conduce la chiquilla al manantial. Mariette
anda despacio, se arrodilla en los lugares donde se paró la víspera. Junto al
manantial se arrodilla con la mirada fija hacia lo alto del declive en donde se
encuentra la Virgen. Mariette vuelve a preguntar: "Bella Dama, ayer Ud.
dijo: este manantial me está reservado, es para mi. ¿Por qué para mi?"
Señalándose, pone las manos en el pecho. La sonrisa de la Virgen se acentúa y
le contesta que el manantial es "para todas las naciones.., para los
enfermos". Mariette repite las palabras con voz clara y nítida y añade
"Gracias, gracias". La Virgen dice despacito < Pediré por ti,
hasta pronto ». La Virgen se aleja como la víspera, enpequeñeciéndose, por
encima de los pinos.
Cuarta Aparición.
Viernes, 20 de enero de 1933:
"Deseo una pequeña capilla."
Mariette se siente un poco
mal. Esto no le impide de salir ha a las siete de la tarde. Arrodillada en el
huerto, reza el rosario. A los dos minutos grita: "He la aquí".
Después ella pide con voz clara: "¿Qué desea Ud. bella Dama?" La
Virgen contesta: "Desearía una capillita", luego, abriendo las manos,
las extiende sin separarlas de su pecho. Con la mano derecha hace la señal de
la cruz para bendecirla y desaparece. En este instante Mariette se desmaya.
Ayudado por un vecino, el padre asustado la lleva a casa. Ella vuelve en si
enseguida y se duerme tranquilamente.
Intervalo
Del 21 de enero al 11 de febrero todas las tardes
a las siete Mariette va a rezar en su lugar acostumbrado. A menudo el frío es
intenso pero Mariette continúa rezando. En
estos días, solamente ella cree verdaderamente en la Virgen de los Pobres quien
quiere volver a ver cueste lo que cueste. La volverá a ver.
Quinta Aparición.
Sábado, 11 de febrero de
1933:
"Vengo a aliviar el dolor. Adiós"
Mariette está
arrodillada en el huerto. Algunas personas están presentes. Al final del
segundo rosario Mariette se levanta de repente, se dirige hacia al borde del
huerto y va hacia el manantial, se arrodilla en los
mismos lugares como anteriormente. Una vez llegada al manantial se arrodilla, se
inclina, pone la mano en el agua, se persigna con el rosario. La Virgen le confía:
"Vengo a aliviar
el dolor, hasta pronto".
Luego, se aleja como
de costumbre.
Sexta
Aparición.
Miércoles,
15 de febrero de 1933:
"Creed en Mí, yo creeré en vosotros. Rezad mucho. Adiós."
La Niña le dice: "Santa
Virgen, el capellán me ha encargado de pediros una señal".
La Virgen contesta:
"Creed en mi, yo creeré en vosotros".
Luego confía un
secreto a la niña. En el momento de desaparecer añade: "Rezad mucho,
hasta pronto".
Séptima
Aparición.
Lunes, 20 de febrero de 1933:
"Hijita, rezad mucho. Adiós"
Hay nieve, hace mucho frío. Al final del segundo rosario
Mariette extiende los brazos bruscamente y su plegaria se hace más rápida. La
bella Dama ha bajado como de costumbre y se lleva consigo la niña hacia el
manantial. Mariette se arrodilla en los sitios acostumbrados y reza cada vez que
se para. En el manantial la Virgen sonriente como siempre y le dice: «Querida
niña, reza mucho ».
Después, dejando de sonreír
añade antes de marchase y con voz grave: "Hasta
pronto".
Octava
Aparición.
Jueves, 2 de marzo de 1933:
"Soy la Madre del Salvador, Madre de Dios. Rezad mucho. Adiós."
Llueve torrencialmente. A principios del primer rosario, de
pronto para de llover, el cielo se aclara, las estrellas brillan. De pronto
Mariette se
calla, extendiendo los brazos. La Virgen aparece por la octava y última vez.
La Virgen lucía más hermosa y más sublime que
nunca antes en sus visitas. Pero no se sonrió. Su rostro estaba muy serio. Quizás
ella también estaba triste porque venía el final. Le dijo a la niña, YO
SOY LA MADRE DEL SALVADOR, MADRE DE DIOS. REZAD MUCHO, ADIOS. Con eso, Ella
puso las manos sobre Mariette, la bendijo con la señal de la cruz y se fue. Según
se iba, las nubes cubrieron el cielo otra vez, y la lluvia volvió a caer
implacablemente. Mariette no se daba cuenta de la lluvia que golpeaba su cara y
su cuerpo. Se desplomó en la tierra, llorando convulsivamente, repitiendo Santa
María mientras lloraba.
La reacción inmediata a la visita de Nuestra
Señora a Banneux
fue poderosa en cuanto a las grandes conversiones.
Después de
la primera visita, la niña se convirtió. Su papá, que había sido la fuerza
dominante de apatía y rebelión contra la Iglesia, experimentó cambio al
momento. Ni en Lourdes, Fátima o Beauraing, ocurrieron los cambios tan
rápidamente. Los, padres de Bernardita Soubirous y Lucía dos Santos no
aceptaron las apariciones hasta bastante después de que habían terminado. Sin
embargo, aquí en Banneux, el poder de Nuestra Señora se sintió y se obedeció
inmediatamente.
El sacerdote, Padre Jamin, se mantuvo reservado
por algún tiempo, antes de que públicamente admitiera su creencia en la
aparición. Su posición era difícil. La niña de su parroquia estaba
declarando una visita celestial justamente al pie de otra que había sido
declarada en el mismo país y en el mismo mes. El sabía que surgirían
comparaciones. El también sabía que los ojos de Bélgica, y posiblemente de
toda Europa estarían fijos en él y en su comportamiento. Un gran factor en su
aceptación de las apariciones debe haber sido los frutos inmediatos que
surgieron.
Casi inmediatamente, ocurrieron curas
milagrosas. El gran número de milagros que
ocurrieron fue tan abrumador, que tomó por sorpresa a la Iglesia local. Durante
algún tiempo, parecía que las apariciones en Beauraing y Banneux estaban
compitiendo entre sí por reconocimiento. La Virgen también se hizo cargo de
eso.
Capilla característica de la Virgen de
los Pobres en muchos países. |
En 1949, ambas apariciones fueron aprobadas por
la Iglesia, Beauraing el 2 de Julio, y Banneux el 22 de agosto. Son las últimas
apariciones en recibir aprobación formal de la Santa Sede, aunque otras si
tienen la aprobación de sus obispos.
La pequeña capilla que la Virgen había
pedido fue construida, congregando a peregrinos de
todas las naciones. En unos pocos años, la necesidad por este lugar de
esperanza se hizo mas aparente al pueblo de Bélgica y de toda Europa. Después
de los años de guerra, el santuario de Banneux fue agrandado pues se construyó
una basílica. La capilla original, construida en el lugar donde Nuestra Señora
apareció primero, en el patio de la familia Beco, es todavía la atracción
principal para los peregrinos que van allí. A unas 150 yardas, está la estatua
de Nuestra Señora de Banneux, LA VIRGEN DE LOS POBRES, parada sobre el
manantial que ella reservó para todas las naciones, para aliviar el sufrimiento
de los enfermos. En la actualidad de la fuente brotan 2000 galones de agua
diarios, recordándonos el amor de la Virgen y las aguas del bautismo, fuente de
vida y perdón.
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