Memoria del 7 de septiembre Durante las guerras de religión de comienzos del siglo XVII, fueron encarcelados en Kosice (Eslovania oriental, Europa) tres sacerdotes jesuitas: Esteban Pongráez y Melchor Grodziecki Jesús y Marcos Krizevcanin, canónigo de Esztergom. Los tres trabajaban en Kosice con gran celo pastoral. Las promesas y amenazas no lograron hacerles abjurar de la fe católica. Sometidos entonces a cruelísimos tormentos, murieron mártires de Cristo y de su Iglesia el 7 de septiembre de 1619. Fueron canonizados por S.S. Juan Pablo II el 2 de julio de 1995, en Kosice
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