Fiesta: 20 de diciembre Ver también: abadia de Silos Otras páginas >>> Domingo: consagrado a Dios (de "Dominus": Dios). A los treinta años de edad, después de una experiencia eremítica, ingresó en el monasterio benedictino de San Millán de la Cogolla donde continuó su formación. Estudió a Esmaragdo y el códice de San Millán. A los dos años de profeso, el abad le nombró maestro de los jóvenes que se educaban en el monasterio. Esto parece que causó envidia entre algunos monjes mayores que pusieron en tela de juicio su virtud y sus ideales. Decían: "Fácil es obedecer cuando la obediencia trae consigo honores y cuando el trabajo se ve recompensado con el cariño y el agradecimiento. Confíesele una misión más dura y entonces veremos el verdadero valor de la obediencia". Fue nombrado prior de Santa María de Cañas, que se encontraba en estado deplorable. Allí demostró su gran habilidad en la administración, haciendo prosperar el priorato rápidamente. A finales de 1038 fue nombrado prior mayor del monasterio. En 1041, Domingo va a Castilla donde el rey don Fernando le ofreció protección. Podía haber vivido en el palacio pero el santo prefirió una ermita que pertenecía al monasterio de San Millán, sirviendo en ella a la Virgen María. Ese mismo año el rey Fernando, quizás a petición del padre del Cid Campeador, propuso a Domingo como abad del monasterio de San Sebastián de Silos que estaba en grave declive y casi abandonado. La restauración, que comenzó por la Iglesia, fue espectacular. Gracias a la vida cristiana fervorosa que allí se cultivaba, fue creciendo la comunidad y las actividades culturales y artesanas. El Monasterio de Silos llegó a ser uno de los más famosos de España. Anunció la fecha de su propia muerte, la cual ocurrió el 20 de diciembre del 1073. Noventa y seis años después de su muerte se apareció en sueños a la mamá de Santo Domingo de Guzmán para anunciarle que tendría un hijo que sería un gran apóstol. Por eso cuando el niño nació le pusieron el nombre de Domingo. Es por ello también que muchas madres españolas se encomiendan a santo Domingo de Silos pidiendo un buen parto.
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