Arbolito de Navidad
Padre Jordi Rivero
Ver también: Navidad
S.S. Benedicto XVI comentó sobre el gran árbol de Navidad en la Plaza de San Pedro (Vaticano) que, como cada año, se puso junto a un Nacimiento con figuras tamaño natural:
"Este vetusto abeto, cortado sin dañar la vida del bosque, adecuadamente adornado, permanecerá junto al Belén hasta el final de las festividades navideñas. (...) Significativo símbolo de la Navidad de Cristo, porque con sus hojas siempre verdes recuerda la vida que no muere, también es un símbolo de la religiosidad popular de vuestro valle, que se expresa de modo particular en las procesiones".
"El árbol y el Belén son elementos de aquel clima típico de la Navidad que forma parte del patrimonio espiritual de nuestras comunidades. Es un clima impregnado de religiosidad y de intimidad familiar, que debemos conservar también en la sociedades actuales, donde a veces parecen prevalecer la carrera al consumo y la búsqueda de bienes materiales".
Benedicto XVI concluyó poniendo de relieve que "la Navidad es una fiesta cristiana y sus símbolos -entre ellos especialmente el Belén y el árbol adornado de dones- constituyen referencias importantes al gran misterio de la Encarnación y del Nacimiento de Jesús, que la liturgia del tiempo de Adviento y de la Navidad evocan constantemente". -Fuente VIS VIS 071214 (240)
Tradición
San Bonifacio, evangelizador de Alemania e Inglaterra, derribó, según una tradición, el árbol que representaba al dios Odín, y en el mismo lugar plantó un pino, símbolo del amor perenne de Dios y lo adornó con manzanas y velas, dándole un simbolismo cristiano: las manzanas representaban las tentaciones, el pecado original y los pecados de los hombres; las velas representaban a Cristo, la luz del mundo y la gracia que reciben los hombres que aceptan a Jesús como Salvador.
El primer árbol de Navidad del que hay constancia se puso en la Catedral de Estrasburgo en 1539. En el siglo XVII comenzaron a ponerse arbolitos en las casas de familia. En aquel tiempo se decoraban con manzanas, nueces, bolas de papel, etc. La costumbre del arbolito de Navidad se difundió por toda Europa en la Edad Media y con las conquistas y migraciones, llegó a América.
Simbolismo referente a la Biblia: Comer del árbol prohibido del Paraíso (Gen 3:2-23) nos trajo la muerte. Pero el árbol de la cruz nos trajo la redención. San Pablo hace la conexión entre Adán y Cristo en Romanos 5:14. En Ezequiel y en el Apocalipsis el árbol aparece como símbolo de vida nueva y fecunda.
"A orillas del torrente, a una y otra margen, crecerán toda clase de árboles frutales cuyo follaje no se marchitará y cuyos frutos no se agotarán: producirán todos los meses frutos nuevos, porque esta agua viene del santuario. Sus frutos servirán de alimento, y sus hojas de medicina." - Ezequiel 47,12
"En medio de la plaza, a una y otra margen del río, hay árboles de Vida, que dan fruto doce veces, una vez cada mes; y sus hojas sirven de medicina para los gentiles."
-Apocalipsis 22,2
El árbol de Navidad nos recuerda que Jesús nació para redimirnos dando su vida en el madero de la Cruz, el árbol de la vida.
Recuerda esto cuando veas el arbolito y compártelo con otros. Es una buena oportunidad para evangelizar.
San Bonifacio derriba el árbol idolátrico
Luces de Navidad:
Nos recuerdan que Jesús es "La Luz del mundo". Cada uno de nosotros debe ser también luz que brilla con Su Luz (Cf. Jn 8:12, Ap 1,13, Mt 5,14)