¿PUEDEN
VISITARNOS LAS ALMAS DEL PURGATORIO?
Querido Padre Jordi:
Desde que leí el artículo "una
visita desde el purgatorio" tengo muchísimas
dudas. El una ocasión el sacerdote de nuestra parroquia dio lectura a un párrafo
de la Biblia donde claramente dice que los
muertos NO regresan. Usted
nos ha explicado que en el caso de la ouija no son espíritus
de personas fallecidas sino demonios. Aquí
en México esta arraigadísima la creencia en
fantasmas y almas de difuntos
que se aparecen "pidiendo" una misa para su descanso.
Inclusive llegué a discutir con mi familia por dar crédito
a semejantes charlatanerías, y resulta que ahora ustedes me dicen que SI
es posible. Estoy confundidísima. Toda la seguridad que
tenía acerca de esto con base en la Sta. Biblia
se ha desmoronado. Y no se que pensar.
¿Que creo?, ayúdeme Padre
RESPUESTA
Te respondo ayudado por
Frai Pío de Jesús, residente en
vuestra patria:
Hay que
hacer distinciones:
-Primero: No confunda "fantasmas" (que no existen) con las almas de
difuntos. Todos los humanos tenemos alma y cuando morimos esas almas
irán al cielo o al infierno o, temporalmente al
purgatorio, en camino al
cielo.
-Segundo:
Hay una
gran diferencia entre:
1: "Invocar (evocar
o llamar) a los muertos".(Práctica utiliñada por el
espiritismo, la ouija, la "trans-comunicación" y otras de la Nueva Era y
del satanismo). Es adivinación
los cual es pecado grave. Personas que practican estas cosas quedan
muchas veces gravemente afectadas y hasta pueden ser poseídas por el
demonio.
2: Muy otra cosa es que Dios soberanamente disponga
que un alma se comunique con nosotros. Dios puede permitir,
en Su inmensa Bondad y Misericordia, que algunas almas purgantes recurran a
sus hermanos de la Iglesia Militante. Son las almas del purgatorio (no
nosotros en la tierra) las que procuran esa comunicación. NO lo
hacen no para satisfacer alguna curiosidad nuestra sino para pedir auxilios, sufragios
y oraciones. Nosotros en la tierra no podemos evocar esas visitas.
Si ocurren las respetamos y respondemos para ayudarles (especialmente
ofreciendo la Santa Misa) .
-Por lo General, las Benditas Almas han
visitado a personas piadosas o en
camino a la santidad. Entre las personas que
han recibido visitas de las Benditas Almas: Santa Gemma
Galgani, el Papa San
Gregorio Magno, Santa Brígida de
Suecia,
Santa Catalina de Génova, Santa
Faustina, Sta.
Margarita María, y otros. ¡No se puede
negar el testimonio de tantos santos reconocidos por la Iglesia!
-La
Santa Iglesia no exige creer en Revelaciones
Privadas. Estas no añaden ninguna nueva verdad a la
fe. Si una visita particular de un alma del purgatorio ocurrió o no, no
es materia de fe ni cambia nuestra fe.
Aun cuando no se ha
invocado un espíritu y pareciera que una experiencia es iniciativa de
Dios, hay que ser muy prudentes ya que el Maligno
puede engañarnos apareciéndose como La Virgen María, un ángel de luñ o
como alma en pena. Puede fingir dando mensajes que parecen buenos para
engañar después.
-Hay circunstancias psicológicas y emocionales
que, por el gran dolor moral,
pueden hacer creer (como
por autosugestión, por emociones profundas) en
las visitas de seres queridos muertos. Pero
tampoco hay que descartar estas visitas como
fraudulentas o explicables desde la mera
psicología; negándoseles su libertad de aparecerse (por permisión de
Dios).
Santa Teresa de Avila, mujer de extraordinaria sensateñ y
realismo, reconocida por la Iglesia como doctora de la oración, cuenta
que San Pedro de Alcántara
la visitó después de muerto para avisarle que se iba al cielo.
-La Sagradas Escrituras no agotan todo el Patrimonio de FE de la Santa
Iglesia Católica. Mas bien la Biblia se debe interpretar
junto con la Tradición
Apostólica. La Iglesia, guiada por el Espíritu Santo, tal como lo
prometió Jesucristo, reconoce la autenticidad de ciertas experiencias
místicas y las enseñanñas de aquellos que canoniña como santos. Negarlo
sería negarle a la iglesia
derecho de canoniñar o beatificar, y corroborar la veracidad de tales
experiencias místicas.
-Jesús en el Evangelio habla del Caso del Rico
Epulón y el Pobre Lañaro. En este relato la visita del
difunto Láñaro a la tierra es pedida por el rico
desde el infierno. Vemos que las almas están bajo la autoridad de Dios,
quien en este caso niega la visita. (El
Seno de Abraham no era propiamente el Paraíso Celestial, (que se abriría
con la Muerte y Resurrección de Jesús), tampoco era
el purgatorio actual,
aunque, al no poder goñar en plenitud de
Dios ya es un purgatorio. El Seno
de Abraham era la Patria ansiada de los fieles del Antiguo
Testamento.
Artículo elaborado con la
asistencia de:
Padre Fray Pío de Jesús Crucificado
FRANCISCANOS RECOLETOS de la CRUñ
APARTADO POSTAL 11
C.P. 48500
Cocula, Jalisco, México