SANTA MARGARITA MARIA DE
ALACOQUE
EXTRACTO DE SUS
ESCRITOS
Estos párrafos son extractos
del libro de
Santa Margarita María de Alacoque
"He aquí el Corazón que ha amado a los hombres con tanto extremo que
no ha perdonado desvelos, hasta agotarse y consumirse por
testificarles amor, y por toda correspondencia solo recibe de la mayor
parte de ellos ingratitudes, significadas en los menosprecios,
desacatos, sacrilegios y frialdades con que me tratan en este
Sacramento de amor."
"El adorable Corazón de Jesús quiere asentar en todos los corazones
el reino de su puro amor, debelando y echando a pique el de Satanás, y
pienso que lo desea tanto, que promete grandes ganancias a los que de
buena voluntad tomen parte en esta empresa, según los medios y luces
que les comunique."
Otras veces le dijo también Nuestro Señor,
"El cielo y la tierra pasarán, pero mis
palabras no quedarán sin efecto. Reinaré a despecho de mis enemigos, y
por muchos esfuerzos que hagan los que repugnen a mis trazas,
alcanzaré glorioso remate y quedarán cumplido el encargo que te di".
"Un viernes, escribe más abajo, durante la sagrada Comunión, dijo
estas palabras a su indigna esclava, si ella no se engaña:
Yo te prometo, por el exceso de la misericordia de mi Corazón, que su
amor todopoderoso concederá a todos aquellos que comulguen los
primeros viernes nueve meses seguidos, la gracia de la penitencia
final; que no morirán en mi enemistad, ni sin recibir los Sacramentos
y que mi Corazón les será asilo seguro en su hora postrera".
"Si supieseis de cuánto mérito y gloria es honrar a este amable
Corazón de Jesús, y cuán grande será el galardón que dará a los que,
después de haberse consagrado a El, sólo pretendan honrarle!... Sí.
creo que esta sola intención acrecentará más el mérito de sus acciones
delante de Dios, que cuanto pudieran hacer sin esa aplicación y
pureza."
"Este Divino Corazón os pagará, no solamente en vuestra persona,
sino en la de vuestros parientes y de todos aquellos por quienes os
interesáis, a los cuales mirará con ojos propicios y misericordiosos,
para socorrerlos y protegerlos en todo, con tal que acudan a El con
confianza, porque tendrá eterna memoria de lo que hacen por su gloria."
"Regalóme con una visita, que me fue por extremo provechosa, a causa
de los buenos efectos que dejó en mi corazón. Entonces me aseguró, que
el gusto que toma en ser amado, conocido y honrado de las criaturas en
tan grande, que me prometió, si no me engaño,
que los que se hayan dedicado y consagrado a El no perecerán jamás;
que por ser Ella fuente de todas las bendiciones, las repartirá con
afluencia en todos los lugares donde se ponga y venere la imagen de su
Divino Corazón; que juntará las familias divididas y protegerá y
asistirá a las que se vean en alguna necesidad y que acudan a El con
confianza; que derramará la suave unción de su caridad sobre todas las
comunidades que le honren y se pongan bajo su especial protección; que
desviará los golpes de la divina justicia para restituirlas a la
gracia, cuando de ella hubieren caído".
"Si véis en vosotros un sinnúmero de impaciencias y enojos,
arrojadlos en la fragua de la mansedumbre del
amable Corazón de Jesús, para que os haga mansos y humildes".
"Si nadáis en un mar de distracciones, sumidlas en el fondo de
tranquilidad del Sagrado Corazón, que os alcanzará indefectible
victoria".
"¿No podéis hacer nada en la oración?
Contentaos con ofrecer la que este divino Salvador hace por nosotros
en el Sacramento del altar, ofreciendo sus afectos en reparación de
vuestra tibieza, y decid en cada acción: Dios mío, yo quiero hacer o
padecer esto en el Sagrado Corazón de vuestro Hijo,
y según sus santas intenciones, las cuales os ofrezco para resarcir
las miserias e imperfecciones de las mías. Y así, en todo lo demás. Y
cuando os sobrevenga alguna pena o mortificación, alentaos y decid:
Toma lo que el Sagrado Corazón te envía para unirte a El. Y procurad
ante todo conservar la paz del corazón, que vale más que todos los
tesoros del mundo. El modo de conservarla es negar vuestra voluntad y
poner en su lugar la de este adorable Corazón, para que El quiera por
nosotros lo que sea más para su gloria, contentándonos con someternos y
abandonarnos a El. En una palabra, este Divino Corazón suplirá todo lo
que falte; El amará a Dios por vos, y vos le amaréis en El y por El."
"La cruz es en este mundo el patrimonio de los escogidos".
"Aunque Dios quiera salvarnos, quiere que ayudemos de nuestra
parte, si no , nada hará sin nosotros. Por esto hemos de estar
resueltas a padecer. Este es el tiempo de siembra provechosa para la
eternidad, allí será abundante la cosecha. No os desaniméis, vuestros
trabajos arrastrados con paciencia valen mil veces más que cualquiera
otra penitencia."
"No os espanten los muchos contratiempos que se os ofrecerán en el
establecer el reinado de este amable Corazón; las contrariedades son
prendas seguras de ser de Dios la cosa, pues que sus obras se llevan a
ejecución, por lo común, entre contradicciones y trabajos".
"A pesar de toda oposición, este Divino Corazón eventualmente
triunfará. Dichosos los que han sido instrumentos para establecer su
Reinado. "
"Acepta lo que te manda el Sagrado Corazón de
Jesucristo para unirte a si."
"Este divino Corazón es puro dulzura, humildad y
paciencia, por lo tanto, debemos esperar... El sabe cuando actuar."
"Recuerda que la perfección consiste en conformar la
vida y las acciones totalmente a las virtudes sagradas del Corazón de
Jesús, especialmente su paciencia, su mansedumbre, su humildad y su
caridad. Como resultado, nuestra vida interior y exterior llega a ser
una imagen viva de El"
"Te daré Mi Corazón, pero primero debes constituirte en Su
holocausto".
REVELACIONES A SANTA MARGARITA
Primera revelación
(1673)
El la hace reposar en su divino pecho, donde le descubre las
maravillas de su amor y los secretos de su Corazón. "Mi divino
corazón, le dice, esta tan apasionado de amor a los hombres, que
pudiendo contener en el las llamas de su ardiente caridad, es menester
que las derrame valiéndose de ti, y se manifieste a ellos para
enriquecerlos con los preciosos dones".
Jesús le pide en seguida su corazón, el cual ella le rogó que
tomara. Y lo hizo poniéndolo en su corazón donde se lo ense
ñó
como un pequeño
átomo que se consumía en aquella ardiente hoguera. El corazón de Santa
Margarita se convierte al contacto con el Corazón de Jesús, en llama
encendida, llama que viene del corazón de Jesús. Jesús se lo saca y se
lo vuelve a poner en el pecho de la Santa, como una llama ardiente en
forma de corazón. Esta llama nunca se consumirá.
Segunda revelación
(1674)
El Divino corazón se le presento en un trono de llamas, mas
esplendoroso que el sol (luz), y transparente como el cristal
(pureza), con la llaga adorable, rodeado de espinas significando las
punzadas producidas por nuestros pecados, y una cruz en su parte
superior.
El deseo del Señ
or
se va precisando en el corazón de Santa Margarita: la devoción a Su
Corazón es como el ultimo esfuerzo de su amor para abrazar el frío
mundo, la frialdad del corazón del hombre.
Tercera revelación
(1674)
"Jesucristo mi amado dueñ
o
se presento delante de mi todo resplandeciente de gloria, con sus
cinco llagas brillantes como cinco soles, y despidiendo de su sagrada
Humanidad rayos de luz por todas partes, pero sobre todo de su
Adorable Corazón, que parecía un horno encendido y vivo manantial de
tales llamas.
Cuarta revelación
(1675)
Nuestro Señ
or
le descubre su Divino Corazón y le dice: "He aquí el Corazón que ha
amado tanto a los hombres, y que nada ha escatimado hasta agotarse y
consumirse para demostrarles su amor y en reconocimiento no recibo de
la mayor parte sino ingratitud, ya por sus irreverencias y sus
sacrilegios, ya por su frialdad y desprecio con que me tratan en este
Sacramento de Amor. Pero lo que me es aún mucho más sensible es que
son corazones que me están consagrados los que así me tratan...
Mi
corazón se dilata para derramar con abundancia las influencias de su
divino amor".
"Reconoce, pues que nada puedes sin Mi; Yo no dejaré
nunca de socorrerte, con tal que tengas siempre tu nada y tu debilidad
abismadas en mi fortaleza."
"Déjame hacer cada cosa a su tiempo, pues quiero que seas ahora el
entretenimiento de mi amor, el cual desea divertirse contigo a su
placer, como hacen los ni
ños
con sus muñecos. Es menester que te abandones
así sin otras miras ni resistencia alguna, dejándome hallar mi
contento a tus expensas; pero nada perderás en ello."
"Está siempre pronta y dispuesta a recibirme, porque
quiero en adelante hacer en ti mi morada, para conversar y
entretenerme contigo."
"Sabes que soy un Maestro santo, y enseñ
o
la santidad. Soy puro y no puedo sufrir la más pequeña
mancha. Por lo tanto, es preciso que andes en mi presencia con
simplicidad de corazón e intención pura. Pues no puedo sufrir el menor
desvío, y te daré a conocer que si el exceso de mi amor me ha movido a
ser tu Maestro para enseñarte
y formarte en mi manera y según mis designios, no puedo soportar las
almas tibias y cobardes, y que, si soy manso para sufrir tus
flaquezas, no seré menos severo y exacto en corregir tus
infidelidades."
"¿Por que te atormentas? Haz lo que está en tu
poder, y Yo supliré lo demás que te falte. Pues nada pido tanto en
este Sacramento, como un corazón contrito y humillado que con voluntad
sincera de no desagradarme más, se acuse sin doblez. Entonces perdono
sin tardanza, y se sigue de ahí una perfecta enmienda."
Oraci
ón a Nuestro Señor
en calidad de Rey en el Santísimo Sacramento.
«Yo os adoro, ¡oh Jesús, Rey poderoso!, en este trono de amor y de
misericordia. Recibidme por esclavo y siervo vuestro, y perdonad mis
repugnancias y rebeldías al soberano dominio que tenéis sobre mi alma.
¡Ah Rey benigno! Acordáos
que no podríais ser en efecto misericordioso si carecieseis de
vasallos miserables. Alargad, os ruego, vuestra liberal mano y
remediad mi extra indigencia con el precioso tesoro de vuestro santo
amor, que al fin no es otra cosa sino Vos mismo; despojándome de todo
este miserable amor propio y de todos estos pueriles humanos respetos
que me tienen como asido y encadenado. Venid, ¡Soberano Rey mío!, a
romper mis ataduras y a librarme de esta mala servidumbre y a
establecer vuestro imperio en mi corazón. Quiero reinar en el vuestro
por una ardiente caridad con mi prójimo, no hablando de él sino
caritativamente, sufriéndole, excusándole, haciendo y queriendo para
él lo que yo quisiera hiciesen conmigo, no permitiendo que mi lengua
suelte palabra alguna ofensiva o de resentimiento. Así no habrá cosa
que me turbe para que mi Rey halle en mí imperio de paz. Amén».
EL ALMA QUE SEA MÁS
HUMILDE Y DESPRECIADA TENDRÁ LUGAR DE PREFERENCIA EN ESTE CORAZÓN
ADORABLE.
"Solo el corazón humilde puede
entrar en el Sagrado Corazón de Jesús, conversar con Él, amarle y ser
amado de Él".
"El Sagrado Corazón de nuestro Soberano Dueñ
o
es una fuente inagotable que anhela derramarse en los corazones
humildes, vacíos y desprendidos de todo, y prontos a sacrificarse a su
servicio por mucho que cueste a la naturaleza".
"Al Corazón de Jesús le agradan mucho los servicios
de los pequeñ
os
y humildes de corazón, y paga con bendiciones sus trabajos".
"Halla purísimo placer en las almas
anonadadas que son totalmente suyas y todo lo poseen en Él, cuando
están desposeídas de si propias".
"En sobreviniendo la humillación, regocijáos,
porque entraréis muy adentro en el Corazón de Jesús".
"Abrazaos humildemente con las cosas
que más os humillen y anonaden, como medios muy al caso para hacer que
triunfe el dulce y amable Corazón de Jesús, y reine el vuestro en el
suyo."
"Juzgo que os hace especial merced en daros a
conocer y haciendo que améis vuestra abyección; porque no hay medio
más eficaz que ése para penetrar y permanecer en la amistad del
Sagrado Corazón de Jesús."
"Es un cordial a propósito para dar la vida de la
gracia a vuestra alma, y la del puro amor a vuestro corazón y a todas
las buenas acciones. En fin, la virtud del Sagrado Corazón de Jesús
abate hasta nosotros su grandeza, si nos halla anonadados en el amor
de nuestra pequeñ
ez,
y cuidará de levantaros a su unión al paso de todo aquello que
resplandece a los ojos de las criaturas. Con esto todo está dicho".
"¡Dios mío! ¡Que tesoro tan inmenso es el amor a la
peque
ñez
y a nuestra propia abyección! ¡Qué no debiéramos hacer y padecer por
alcanzarlo! El alma que tanto bien posee, esta segura y nada puede
faltarle, porque el Todopoderoso en ella se complace y recrea".
"Mirad, pues, este camino humilde
como el verdadero, trazado por Él, y el más indefectible para llegar a
Él. ¿Qué teméis en un sendero tan seguro como el de las humillaciones,
en donde la mejor de todas nos viene sin repararlo siquiera? Porque la
humildades de tal naturaleza, que desaparece en el punto mismo que la
echamos de ver en nosotros."
LA MÁS
DESECHADA Y DESNUDA DE TODO,
SERÁ LA QUE MÁS LE POSEA.
"Solo en el total desasimiento
de vos mismo y de todo lo que no es Dios hallaréis la verdadera paz y
dicha perfecta, porque no teniendo nada, lo hallaréis todo en el
sagrado Corazón de Jesús."
"Sed pobre de todo, y el Corazón de
Jesús os enriquecerá."
"Vaciaos de todo, y Él os henchirá."
"Olvidáos de vos mismo y entregáos
a Él, y Él tendrá cuenta y cuidado de vos."
"No puedo deciros más sino que el
anonadamiento de vos mismo os elevará a la unión del Soberano Bien.
Olvidándoos, lo poseeréis, y abandonándoos a Él, Él os poseerá."
"Y ¿que mayor bien que no ser nada
para el mundo ni para nosotros mismos, por ser poseídos de Dios y
poseerle a "El solo?"
LA MÁS
OBEDIENTE CANTARÁ POR ÉL VICTORIAS.
"Mi divino maestro, dice, me era asiduo compañ
ero
en los oficios que tenía que hacer a todas horas. En este tiempo
recibí gracias tan extraordinarias, sobre todo en el misterio de la
Pasión, que nunca las había sentido iguales; y esto causó en mí un tan
grande amor a la Cruz, que no puedo vivir un instante sin padecer,
pero en silencio, sin consuelo ni alivio, y morir con este Soberano de
mi alma, abrumada por la cruz de toda clase de padecimientos; esto ha
durado toda mi vida, la cual por su misericordia se ha pasado toda en
este linaje de ejercicios, que son los del puro amor".
LA M
ÁS
SILENCIOSA SERÁ DE ÉL LA MEJOR ENSEÑADA.
"Guardad siempre vuestro interior en silencio,
hablando poco con las criaturas y mucho con Dios, padeciendo y
trabajando por su amor".
"Tened los sentidos interiores y exteriores en el Sagrado Corazón
de nuestro Señ
or,
imponiéndoles un profundo silencio: silencio interior, cercenando
pensamientos inútiles y sutilezas del amor propio, para disponernos a
oír la voz del esposo; silencio en todo lo que pueda seros a voz
materia de alabanza y excusa, de censura y acusación a los otros;
silencio en los ímpetus con que la naturaleza inmortificada pretenda
mostrar alegría o descontento en cosas tristes..., y este silencio
será para honrar el de Jesús solitario en el Santísimo Sacramento. Por
este medio aprenderéis a conversar con su Sagrado Corazón y a amarle
en silencio".
"La afición a nuestro menosprecio en el Corazón de
Jesús, nos basta para honrar los misterios de su santa muerte y
pasión; y Cristo desea que le honremos guardando este sagrado
silencio, como Él, en todas las ocasiones de humillación y trabajo;
porque os confieso que no hay cosa que tanto me contente, como la
taciturnidad que guardó tan exactamente en el discurso de la pasión, A
imitación suya, no abramos la boca sino para orar por los que nos
afligen y maltratan".
LA MÁS
CARITATIVA SERÁ DE ÉL LA MÁS AMADA.
"Habéis de mostraros mansos en llevar con paciencia
los desabrimientos, genialidades y molestias del prójimo, sin
desazonarnos por las contrariedades que os ocasionen; al contrario,
hacedle de buen grado los servicios que podáis, porque éste es el modo
de granjear la amistad y gracia del Sagrado Corazón de Jesús".
"Buscar ocasión de contentarle con el ejercicio de
la santa caridad, sintiendo y hablando bien de vuestros prójimos,
asistiendo a los pobres cuando podáis, espiritual o corporalmente,
mirando a Jesucristo en persona de ellos, y no haciéndoles cosa que no
quisiéramos que con nosotros se hiciese".
"Tened con todos paciencia, para merecer que todos
en particular los pobres, acudan a vosotros en sus necesidades. Tened
a todo el mundo por amigo y a nadie por enemigo, en cuanto según Dios
sea posible".
"Yo te amo corazón
amabilísimo, como a mi soberano Bien, mi dicha, mi alegría y el
único digno del amor de todos los corazones. "
"Cuando te levantes, entra en el Sagrado Corazón de Jesús y
consagrale tu cuerpo, tu alma, tu corazón y tu ser por completo, para
solamente vivir por su amor y gloria. "
"Puedo ver, tan claro como el día, que una vida que no tiene el amor
de Jesucristo vive la mas grande miseria."
"Aplíquense a amar y sufrir amando. Cuando adquirimos la perfecta
sabiduría, entonces haremos todo lo que Dios desea de nosotros."
"Cuando uno ama, todo habla de amor, hasta nuestros trabajos que
requieren nuestra total atención pueden ser un testimonio de nuestro
amor."
"Debemos amar al Santo de los Santos, para hacernos santos: quien
nos puede impedir esto, si tenemos un corazón para amar y un corazón
para sufrir. "
"Muere o conquista... No puede haber ninguna reserva en el amor."
"Has todo por amor y para el amor, haciendo buen uso del tiempo
presente, y no estés ansioso sobre el futuro."
"Para hacer buen uso del tiempo ama ardientemente y constantemente;
debemos entregarnos totalmente al amor, dejando que actúe por
nosotros. "
"Nuestro corazón es tan peque
ño,
que no caben en él dos amores; y habiendo sido creado sólo para el
divino, no puede tener descanso cuando se halla con otro."
"Que tu lema sea: El Amor me ha conquistado, solo El puede poseer mi
corazón."
"Ámalo con todas tus fuerzas,
piensa siempre en Él, deja que Él haga contigo y para ti todo lo que
Él deseé, no ansíes nada mas."
"Que el Sagrado Corazón logre
en ti todos sus designios y que Él sea tu fortaleza, para que tu
puedas con valentía cargar el peso de tus responsabilidades."
"Amor, gloria y alabanzas
sean dadas por siempre al Corazón de nuestro adorable Salvador, que es
todo amor, todo amoroso y todo amable."
"Yo clamo al Sagrado Corazón
de mi amadísimo Jesús, que es mi único tesoro, que te regale de la
abundancia de su puro amor."
"Las mas amargas tristezas
son dulzuras en su adorable Corazón, donde todo se cambia al amor."
"Mi amor reina en el
padecimiento, triunfa en la humildad y goza en la unidad."
"Hemos de procurar en lo posible penetrar dentro de este Corazón
adorable, haciéndonos muy pequeñ
os,
por la humilde confesión de nuestra nada."
"Si obras, sea tan sólo por
los impulsos del Corazón de Jesús; muere en silencio delante de El a
todo lo que es natural o humano."
"¡Oh Corazón divino!
A ti me adhiero y en ti me pierdo. Sólo de ti quiero vivir, por
ti y para ti."
"Hallo en el Sagrado Corazón
de mi Jesús todo lo que falta a mi pobreza, porque está rebosando de
misericordia. No he hallado remedio más eficaz en mis afiliaciones que
el Sagrado Corazón de mi adorable Jesús."
"Basta que le conozcan;
después este Divino Corazón se encargará de llenar con la unción de su
gracia los corazones que Él escogió."
"Debemos consumirnos y transformarnos, sin otro remedio, en esta
ardiente hoguera del Sagrado Corazón de Nuestro adorable Dueñ
o,
sin salir de ella jamás."
"Si supieras cuán dulce es
amar a Dios, ningún trabajo os parecería intolerable en razón de
conseguir este amor."
"Escondedme, dulce Salvador
mío, en el sagrario de vuestro costado y en vuestro adorable Corazón,
fragua encendida del puro amor y así estaré seguro."
"El adorable Corazón de Jesús
debe ser el santificador y consumador de los nuestros con los santos
incendios de su puro amor."
"Basta amar al Santo de los
Santos, para llegar a ser santos"
"Nuestro Señ
or
quisiera veros adelantar a pasos largos en la senda de su amor... No
regateéis con Él más tiempo, entregádselo todo, y Él hará que lo
halléis todo en su Divino Corazón."
"Andad despacio, procurando
adaptar vuestra vida interior y exterior al modelo de la humilde
mansedumbre del Corazón de Jesús."
"Puesto que quien ama es
todopoderoso amemos y ninguna cosa se nos hará cuesta arriba."
"El sagrado Corazón de Jesús
sabe bien lo que pasa en el vuestro, y por esto permite vuestras
penas. Guardad paz y someteos a las disposiciones que tome sobre
vuestras almas. Al fin hallaréis la victoria y la paz en el Sagrado
Corazón."
"¿Qué tenéis vosotros que
temer, si este Sagrado Corazón os rodea con su poder, como con un muro
inexpugnable a los asaltos del enemigo?"
"¡Señ
or,
mi corazón es vuestro! No permitáis le ocupe cosa sino Vos que sois el
galardón de mis victorias y el apoyo de mi debilidad."
"Como el amor
hace uno a los amantes, si queréis ser amado de Jesús habéis de ser
manso como Él, y humilde como Él."
"¡Cuan obligados estáis al Sagrado Corazón de nuestro buen Maestro,
que tanto os ama! Amadle a Él en retorno con todo el amor de que sois
capaces y tributadle toda bendición y toda gloria."
"Este Divino Corazón os hará
que experimentéis los efectos de su generosa mano, si confiáis
plenamente en su amorosa bondad."
"Vuestro Corazón ha de ser el
trono de vuestro Amado, retornándole amor por amor, guardándole
aquella lealtad que más le guste, según Él os dé a conocer.
Entregamiento total por el amor, en el amor, al amor, sin tasa ni
restricción."
"Amad y haced lo que queréis,
porque quien posee el amor todo lo posee."
"El amor nada quiere de
corazones divididos; lo quiere todo o nada. El amor os lo hará todo
fácil."
"Vayamos, pues, con filial confianza, y arrojémonos en sus brazos,
extendidos por el amor en la cruz para recibirnos. Digámosle a menudo:
Dios mío, Vos sois mi Padre; tened compasión de mí, según vuestra
misericordia."
"¡Ah! Si pudierais entender la gran caridad de Nuestro Señ
or
para con vosotros, veríais claro que sus permisiones y disposiciones
son puro amor."
"El Corazón de Jesús os pide
confianza en su bondad para que experimentéis la dulzura y fuerza de
su asistencia en vuestras necesidades, la cual irá siempre al paso de
la confianza."
"El Sagrado Corazón de Nuestro Señ
or
Jesucristo hará en todo mis veces si le dejo obrar. Querrá, amará,
deseará por mí, y suplirá todas mis faltas."
"Entra en este Sagrado
Corazón como convidado al banquete de amor de tu único y perfecto
amigo, que quiere embriagarte con el deleitoso vino de su puro amor."
"Jesucristo es el solo y verdadero amigo de nuestros corazones, que
han sido creados para Él solo; por esto no pueden hallar contento,
descanso ni hartura sino en sólo Él."
"Haced las cosas todas en el
amor y para el amor, porque el amor da mérito y realce a todas las
cosas."
Esta página es obra
de Las Siervas de los Corazones Traspasados de Jesús y María.