Ampliando
Horizontes
Audiencia general, 17 de diciembre de 2003
Con frecuencia nos preguntamos: ¿Quiénes somos? ¿Adónde
vamos? ¿Qué sentido tiene lo que hacemos en la tierra? ¿Qué
nos espera tras la muerte? Estas preguntas afectan al
significado y al valor de la existencia.
Hay objetivos que son indudablemente buenos y honestos; la
búsqueda de una myor bienestar material, de metas sociales,
científicas y económicas cada vez más avanzadas, una mejor
realización de las expectativas personales y comunitarias.
Pero ¿son suficientes estas metas para satisfacer las
aspiracioness másíntimas de nuestro espíritu?
Puesto que el Hijo de Dios está con nosotros y nos acompaña,
no hemos de sentirnos solos en nuestro camino terreno. Él
nos amplia también el horizonte de nuestras aspiraciones
inmediatas, para considerarlas a la luz de la Sabiduría
divina. es importante recordar que ha sido Dios quien ha
tomado la iniciativa de encontrarse con nosotros.
Adoradores de Dios
Discurso a los jóvenes, 6 de junio de 2004
sed adoradores del único y verdadero Dios, reconociéndole el
primer puesto en vuestra existencia.
No creáis en falaces y modas efímeras que no pocas veces
dejan un trágico vacío espiritual. Rechazad las seducciones
del dinero, del consumismo y de la violencia solapada que a
veces ejercen los medios de comunicación.
La adoración delDios verdadero constituye un auténtico acto
de resistencia contra toda forma de idolatría. Adorad a
Cristo: Él es la Roca, sobre la que construir vuestro futuro
y un mundo más justo y solidario. Jesús es el Príncipe de la
paz, la fuente del perdón y de la reconciliaión, que puede
hacer hermanos a todos los miembros de la familia humana.
Verdadero sentido de la paz
Jornada mundial por la Paz, 1 de enero de 1993
Decir paz es decir mucho más que la simple ausencia de
guerras; es pedir una situación de auténtico respeto
ala dgnidad y los derechos de cada ser humno, que le
permita realizarse en plenitud. La esplotación de los
débiles, las preocupantes zonas de miseria y las
desigualdades sociales constituyen otros tantos obstáculos y
rémoras para que se produzcan las condiciones estables para
una auténtica paz.
Alma de niño
Carta a los niños, 13 de diciembre de 1994
¿Qué quiere decir: "Si no cambiáis y os hacéis como los
niños, no entraréis en el Reino de los cielos"? ¿Acaso no
pone Jesús al niño como modelo incluso para los adultos? En
el niño hay algo que nunca puede faltar a quien quiere
entrar en el Reino de los cielo.
Al cielo van los que son sencillos como los niños, los que
como ellos están llenos de entrega confiada y son ricos de
bondad y puros. Sólo éstos pueden encontrar en Dios u
n Padre y llegar a ser, a su vez, gracias a Jesús, hijos de
Dios.
Sentido de la vida
A los jóvenes, 19 de agosto de 2004
Debéis resistir a la tentación, hoy sutil y letal, de dejar
a Dios fuera de vuestra vida o de reducir la fe a gestos
episódicos y formales. La Iglesia necesita testigos
dispuestos a seguir a Cristo hasta la Cruz.
Escuchen las preguntas fundamentales que habitan en vuestro
corazón, preguntas sobre el sentido que se le debe dar a la
vida. El verdadero sentido de la existencia se
encuentra en la adhesión a Jesús "camino, Verdad y
Vida". Sólo él tiene palabras que dan vida, llaman a la
existencia, muestran el camino y consuelan los corazones
desilusionados, infundiendo nueva esperanza. "El misterio
del hombre sólo se esclarece en el misterio del Verbo
encarnado."
Cristo es nuestra verdadera libertad, pues nos ha liberado
definitivamente de la esclavitud del pecado. Sólo en Él
encuentra sentido y paz nuestro corazón.
Oración
"La escuela del Amor"
Madre del Divino Amor,
Tú que tan bien supiste apender de Él las lecciones de
misericordia,
de extraordinaria bondad y de suprema caridad,
obténme la gracia de entrar a esa misma escuela y aprender
de Ti,
que tan maravillosamente reflejas la grandeza del amor,
a acercarme día a día más y más a Aquel que,
siendo Él mismo todo amor es también para nosotros
la puerta de acceso a la Comunión amorosa
Que así sea.
!No os dejéis desanimar!
Joranda mundiald e la juventud, 25 de julio de 2001
Es propio de la condición humana, y especialmente de la
juventud, buscar lo absoluto, el sentido y la plenitud de la
existencia. !No os contentéis con nada que esté por debajo
de los ideales más altos! No os dejeis desanimar por los que,
decepcionados de la vida, se han hecho sordos a los deseos
más profundos y más auténticos de su corazón.
Tenéis razón en no resignaros a las diversiones
insulsads, alas modas pasajeras ay alos proyectos
insignificantes. Si mantenéis grandes deseos para el Señor,
sabréis evitar ña mediocridad y el conformismo, tan difusos
en nuestra sociedad.
Confianza en Dios
Dios no es un ser indiferente olejano, por lo que no estamos
abandonados a nosotros mismos.
En las inevitables pruebas y dificultades de la existencia,
como en los momentos de alegría y entusiasmo, confiarse al
Señor infunde paz en el ánimo, induce a reconocer el primado
de la iniciativa divina y abre el espíritu a la humildad
y a la verdad.
En el corazón de Cristo encuentra paz quien está angustiado
por las penas de la existencia; encuentra alivio quien se ve
afligido por el sufrimiento y la enfermedad; siente alegría
quien se ve oprimido por la incertidumbre y la angustia,
porque el Corazón de Cristo es abismo de consuelo y de amor
para quien recurre a ÉL con confianza.
Oración del Fiat
Santa María, ayúdame a esforzarme según el máximo de mi
capacidad
y el máximo de mis posibilidades,
para así responder al plan de Dios
en todas las circunstancias concretasd e mi vida.
Amén
El valor de las personas mayores
Carta a los ancianos, Vaticano, 1 de octubre de
1999
Los ancianos ayudan a ver los acontecimientos terrenos con
más sabiduría, porque las vicisitudes dela vida los han
hecho expertos y maduros. Son depositarios dela memoria
colectiva y, por eso, intérpretes `privilegiados del
conjunto de ideales y valores comunes que rigen y guían la
convivencia social. Excluirlos es como rechazar el pasado,
en el cial hunde sus raíces el presente. Los ancianos,
gracias a su madura experiencia, están en condiciones de
ofrecer a los jóvenes consejos y enseñanzas preciosas.
Los aspectos de la fragilidad humana, relaconados de un modo
más visible con la ancianidad, son una llamada a la mutua
dependencia que une a las generaciones entre sí, porque toda
persona está necesitada de la otra y se enriquece con los
dones y carismas de todos.
El pan de cada día
Encuentro dominical con los peregrinos, 11 de noviembre
de 2001
"danos hoy nuestro pan de cada día". al enseñae esta oración
a sus discípulos, Cristo los invita a confiar en la bondad
de Dios Padre, que disfrua dispensando a toda cristura y
especialmente a los hombres, lo necesario para vivir. Al
mismo tiempo, al hacernos decir"hoy" y "de cada día", nos
recuerda que este don nunca se da por edscontado, sino que
siempre ebe ser invocado y acogido en actitud de
reconocimiento.
Además, es de gran importancia el que Cristo nos enseñe
apedir siempre "nuestro" pan y no a cada uno el "suyo". Esto
significa que los hijos de un mismo Padre son
corresponsables del pan de todos, para que cada uno tenga
con qué vivir dignamente y al mismo tiempo pueda dar gracias
al Señor con los demás.
Vida Consagrada
Redemptionis Donum.
La profesi'on religiosa coloca en el coraz'on de cada
uno y cada una de vosotros, el amor del Padre;
aquel amor que hay en el corazón de Jesucristo, Redentor del
mundo. Éste es un amor que abarca al mundo y todo lo que
viene del Padre y que al mismo tiempo tiende a vencer
en el mundo todo lo que no "viene del Padre".
La entrega total y la fidelidad permanente al Amor
constituyen la base de vuestro testimonio ante el mundo. La
necesidad de este testimonio público constituye una llamada
constante a la conversión interior, a la rectitud y santidad
de vida de cada religiosa.
El consagrado es el que afirma y vive en sí mismo el señorío
absoluto de Dios, que quiere ser todo en todos. Esta entrega
nuestra, traspaso de propiedad, nos marcó con una señal
particular, que pasó a ser nuestra identidad.
El amor
construye
Audiencia del miércoles 24 de enero de2001
El amor por la humanidad, por su bienestar material y
espiritual, por el progreso auténtico , tiene que animar a
todos los creyentes. Todo acto realizado para crear un
futuro mejor, una tierra más habitable, y una sociedad más
fraterna participa, si bien de manera indirecta, en la
construcción del Reino de Dios. En la perspectiva de este
Reino, "el hombre, el hombre viviente, constituye el camino
primero y fundamental de la Iglesia". Es el mismo camino que
ha seguido Cristo, al hacerse al mismo tiempo "camino" del
hombre.
Siguiendo este camino, estamos llamados ante todo a cancelar
el miedo al futuro. Éste atenaza con frecuencia a las
generaciones jóvenes, llevándolas por reacción a caer en la
indiferencia, a claudicar ante los compromisos de la vida,
al embrutecimiento de la droga, de la violencia, de la
apatía.
El camino
de transformación
Audiencia general 6 de septiembre de 2000
El encuentro con Cristo cambia radicalmente la vida de una
persona, la lleva a la conversión profunda de la mente y del
corazón y establece una comunión de vida que se convierte en
seguimiento.
Las condiciones para recorrer el mismo camino de Jesús son
pocas pero fundamentales. Es necesario dejar detrás de sí el
pasado, borrón y cuenta nueva, una metánoia en el sentido
profundo del término: un cambio de mente y de vida. El
camino que propone Cristo es estrecho, exige sacrificio y
entrega total de uno mismo: "si alguno quiere venir en pos
de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame". Es un
camino que conoce las espinas de las pruebas y las
persecuciones: "Si a mí me han perseguido, también os
perseguirán a vosotros" (Juan 15,20) Es un camino que hace
misioneros y testigos de la palabra de Cristo, pero que
exige que los apóstoles no tomen "nada para el camino, fuera
de un bastón" (Marcos 6,8)
El Corazón
de Jesús
Centenario de la consagración de la raza humana al
Sagrado Corazón de Jesús
23 de julio de 1999
La contemplación del Corazón de Jesús en la Eucaristía es
una mirada contemplativa, que lucha para entrar hondamente
en los sentimientos de Cristo, Dios verdadero y Hombre
verdadero. En esta devoción el creyente confirma y ahonda en
la aceptación del misterio de la Encarnación, que ha hecho
uno a la Palabra y a los seres humanos, dando testimonio de
esta forma a la búsqueda del Padre por la humanidad. Esta
búsqueda nace de los más profundo de la intimidad de Dios,
quién "ama al hombre eternamente en la Palabra, y que desea
elevarlo a Cristo en la dignidad de hijo adoptado".
Remar mar
adentro
Jornada mundial de oración por las vocaciones
9 de enero de 2005
La llamada de Cristo resulta especialmente actual en nuestro
tiempo, en el que una difusa manera de pensar propicia la
falta de esfuerzo personal ante las dificultades. La primera
condición para "remar mar adentro" requiere cultivar un
profundo espíritu de oración, alimentado por la escucha
diaria de la Palabra de Dios. La auténtica vida cristiana se
mide por la hondura en la oración.
La orante unión con Cristo nos ayuda a descubrir su
presencia incluso en momentos de aparente desilusión, cuando
la fatiga parece inútil. En momentos así es cuando hay que
abrir el corazón a la onda de la gracia y dejar que la
palabra del Redentor actúe con toda su fuerza.
Quien abra el corazón a Cristo no sólo comprende el misterio
de la propia existencia, sino también el de la propia
vocación, y recoge esplendidos frutos de gracia. Ante todo,
crece en santidad por un camino espiritual que, comenzando
con el don el Bautismo, prosigue hasta alcanzar la perfecta
caridad. Al vivir el Evangelio, el cristiano se hace cada
vez más capaz de amar como Cristo.