San Chárbel
MAKHLOUF
1828-1898
Ermitaño del rito maronita y primer santo
oriental canonizado por la
Sede Apostólica desde el siglo XIII.
Fiesta: 24 diciembre
Gran amante de la Eucaristía y de la Virgen
Santísima. Ejemplo de vida consagrada y de
ermitaño.
Dios ha querido manifestar su gloria por
medio de este humilde ermitaño. Gran cantidad de milagros ocurren por su
intercesión. Numerosas de sus imágenes milagrosamente
exudan aceite el
cual se utiliza en la oración por los enfermos. Además de ser bien conocido en el
Medio Oriente y en toda la Iglesia, en América es, particularmente venerado en México a
partir de la inmigración maronita que comenzó en el siglo XIX. Su devoción se propaga
en la actualidad muy rápido por el aumento de milagros. Parece que Dios desea utilizar
este santo como signo de su deseo de unificar el Oriente con el Occidente.
"Yo tomaré de lo mas escogido del Cedro, de lo alto
de sus ramas y le plantaré sobre un monte alto...Y dará fruto y llegará a ser un Noble
Cedro" -Ezequiel 17:22-23
San
Chárbel en México
Breve historia y Oración a San Chárbel
Nació en el pueblo de Beqakafra, a 140km. del Líbano, capital libanesa, el 8 de
mayo, de 1828. Era el quinto hijo de Antun Makhlouf y Brigitte Chidiac, una piadosa
familia campesina. Fue bautizado a los ocho días en la Iglesia de Ntra. Señora en su
pueblo natal, recibiendo por nombre Yusef (José). A los tres años el padre de Yusef fue
inscrito en el ejército turco en la guerra contra los egipcios y muere cuando regresaba a
casa. Su madre cuida de la familia siendo gran ejemplo de virtud y fe. Pasado un tiempo,
ella se casa de nuevo con un hombre devoto quien eventualmente será ordenado sacerdote
(en el rito maronita, hombres casados son elegibles al sacerdocio).
Yusef ayudó a su padrastro en el ministerio sacerdotal. Ya
desde joven era ascético y de profunda oración. Yusef estudió en la pequeña escuela
parroquial del pueblo. A la edad de 14 años fue pastor de ovejas y aumenta su
oración. Se retiraba con frecuencia a una cueva que descubrió cerca de los pastizales
para adentrarse en horas de oración. Por ello recibió muchas burlas de otros
jóvenes pastores. Dos de sus tíos maternos eran ermitaños pertenecientes a la Orden
Libanesa Maronita. Yusef acudía a ellos con frecuencia para aprender sobre la vida
religiosa y el monacato en especial.
Vocación
A los 20 años de edad, Yusef es el sostén de su casa. Es el
tiempo de contraer matrimonio pero el se siente llamado a otra vida. Después de
tres años de espera, escuchó la voz del Señor: "Deja todo, ven y
sígueme". Así, una mañana del año 1851 se dirige al convento de Ntra.
Señora de Mayfouq, donde fue recibido como postulante. Al entrar en el noviciado renuncia
a su nombre bautismal y escoge como nombre de consagración : Chárbel.
Un tiempo mas tarde lo envían al Convento de Annaya, en donde
profesó los votos perpetuos como monje en 1853. Lo enviaron inmediatamente al
Monasterio de San Cypriano de Kfifen, donde realizó sus estudios de filosofía y
teología, llevando una vida ejemplar de obediencia y observancia. Fue ordenado
sacerdote el 23 de julio, de 1859 por Mons. José al Marid, bajo el patriarcado de Paulo
Massad. Al poco tiempo regresó al Monasterio de Annaya por orden de sus superiores. Ahí
pasó muchos años de vida ejemplar de oración y apostolado. Entre estos, el
cuidado de los enfermos, el pastoreo de almas y el trabajo manual en cosas muy humildes.
Ermitaño
Chárbel recibió autorización para la vida ermitaña el 13 de
febrero, de 1875 .
Desde ese momento hasta su muerte, ocurrida en la ermita de los Santos Pedro y Pablo, la
víspera de la Navidad del año 1898, se dedicó a la oración (rezaba 7 veces al día la
Liturgia de las Horas), la ascesis, la penitencia y el trabajo manual. Comía una
vez al día y llevaba silicio.
Muerte y milagros
El padre Chárbel alcanzó la celebridad después de su
muerte. Dios quiso señalar a
este santo por numerosos prodigios: Su cuerpo se ha mantenido incorrupto,
sin la rigidez habitual, con la temperatura de una persona viva. Suda
sangre, ocurren prodigios de luz constatados por muchas personas. El pueblo
lo veneraba como santo aunque la jerarquía y sus mismos superiores
prohibieron su culto formal mientras la Iglesia no pronunciara su
veredicto.
En 1950, al pasarle un amito por la cara, quedó impresa
en la prenda el rostro de Cristo como en el Sudario de Turín.
(Ver "Leyendas Negras de la Iglesia" por Vittorio Messori pg. 210).
Beatificación y Canonización
Dado al constante culto del pueblo, el Padre Superior General Ignacio Dagher solicitó
al Papa Pío XI en 1925, la apertura del proceso de beatificación del P.
Chárbel. Fue beatificado durante la clausura del Concilio Vaticano II, el 5 de
diciembre, de 1965
por el Papa Pablo VI. El Papa dijo: "Un ermitaño de la montaña libanesa está
inscrito en el número de los Bienaventurados... Un nuevo miembro de santidad monástica
enriquece con su ejemplo y con su intercesión a todo el pueblo cristiano. El puede
hacernos entender, en un mundo fascinado por las comodidades y la riqueza, el gran valor
de la pobreza, de la penitencia y del ascetismo, para liberar el alma en su ascensión a
Dios".
El 9 de octubre de 1977, durante el Sínodo Mundial de
Obispos, el Papa canonizó al P.
Chárbel con la siguiente proclama: "En honor de la Santa e Individua Trinidad, para
la exaltación de la fe católica y promoción de la vida cristiana, con la autoridad de
Nuestro Señor Jesucristo, de los bienaventurados apóstoles Pedro y Pablo y
nuestra,
después de madura deliberación y tras implorar intensamente la ayuda
divina...
decretamos y definimos que el beato Chárbel Majluf es SANTO, y lo inscribimos en el
catálogo de los santos, estableciendo que sea venerado como santo con piadosa devoción
en toda la Iglesia. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo."
Es el primer santo oriental desde el siglo XIII.
Oración
Dios, infinitamente santo y glorificado en medio de tus santos.
Tú que inspiraste al santo monje y ermitaño Chárbel para que viviese y muriese en
perfecta unión con Jesús Cristo, dándose la fuerza para renunciar al mundo y hacer
triunfar desde su ermita, el heroísmo de sus virtudes monásticas: pobreza, obediencia y
santidad. Te imploramos nos concedas la gracia de amarte y servirte siguiendo su ejemplo.
Dios Todopoderoso, Tú que has manifestado el poder de la
intercesión de San Chárbel a través de sus numerosos milagros y favores, concédenos
la gracia que te imploramos por su intercesión (....) Amén.
(Padrenuestro, Ave María y Gloria).
Coronilla del santo
Para mas información y para obtener estampas: Email:
olmmex@mpsnet.com.mx
Bibliografía: Bustani, José; Charbel, Taumaturgo del Líbano.
México: Orden Libanesa Maronita de México, 1998.
Información para peregrinaciones al
Líbano: Consejo Nacional del Turismo, Apartado 5344- Beirut.
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