LOS OBISPOS NO DEBEN
ORDENAR A JÓVENES CON «DESVÍOS AFECTIVOS»
«Tendrán que rendir cuentas directamente ante Dios»
Juan Pablo II, 5 septiembre 2002, durante visita de
obispos brasileños.
«Es mi deber encarecer una renovada atención a la selección de las
vocaciones al Seminario, poniendo todos los medios a disposición para
lograr un adecuado conocimiento de los candidatos, en particular desde
el punto de vista moral y afectivo. Que ningún
obispo se sienta excluido de este deber de conciencia.
Tendrá que rendir cuentas directamente ante Dios».
«Sería lamentable que por una malentendida
tolerancia, se admitiera a la ordenación a jóvenes inmaduros o con
evidentes signos de desviaciones afectivas, que --como es tristemente
conocido-- pueden causar grave escándalo en la conciencia de los
fieles y daño evidente para toda la Iglesia».
«es fundamental una sólida formación para la vida de oración y para la
liturgia»
«la fidelidad a la doctrina sobre el celibato sacerdotal por el Reino
de los Cielos debe ser considerada con gran estima por la Iglesia».
«cuando se trata de discernir en los candidatos al sacerdocio la
llamada a una entrega incondicional y plena».
«Es necesario recordarles que el celibato no es un elemento extrínseco
e inútil --una superestructura-- a su sacerdocio, sino una
conveniencia íntima para participar en la dignidad de Cristo y en el
servicio de la nueva humanidad»
«causa profunda tristeza y preocupación la existencia, en algunas
escuelas teológicas o seminarios de profesores poco preparados, o que
incluso viven en desacuerdo con la Iglesia».