Vía
Crucis
Compuesto por la Madre Teresa de Calcuta para los
jóvenes
con motivo de la clausura del Congreso Eucarístico Internacional
de 1976
Un recorrido por la Pasión de Cristo,
de ayer y de hoy
Oración
Señor, ayúdanos para que aprendamos a aguantar
las penas y las fatigas, las torturas de la vida diaria; que tu
muerte y ascensión nos levante, para que lleguemos a una más
grande y creativa abundancia de vida. Tú que has tomado con
paciencia y humildad la profundidad de la vida humana, igual que
las penas y sufrimientos de tu cruz, ayúdanos para que aceptemos
el dolor y las dificultades que nos trae cada nuevo día y que
crezcamos como personas y lleguemos a ser más semejantes a ti.
Haznos capaces de permanecer con paciencia y ánimo, y fortalece
nuestra confianza en tu ayuda. Déjanos comprender que sólo
podemos alcanzar una vida plena si morimos poco a poco a nosotros
mismos y a nuestros deseos egoístas. Pues sólo si morimos
contigo, podemos resucitar contigo. Amén.
I. Jesús es condenado a muerte
Llegada la mañana todos los príncipes de los sacerdotes, los
ancianos del pueblo, tuvieron consejo contra Jesús para matarlo,
y atado lo llevaron al procurador Pilato (Mt 27, 1-2) El pequeño
niño que tiene hambre, que se come su pan pedacito a pedacito
porque teme que se termine demasiado pronto y tenga otra vez
hambre. Esta es la primera estación del calvario.
II. Jesús carga con la cruz
Entonces se lo entregó para que lo crucificasen. Tomaron, pues,
a Jesús, que llevando la cruz, salió al sitio llamado Calvario,
que en hebreo se dice Gólgota (Jn 19, 16-17). No tengo razón?
Muchas veces miramos pero no vemos nada! Todos nosotros tenemos
que llevar la cruz y tenemos que seguir a Cristo al Calvario, si
queremos reencontrarnos con Él. Yo creo que Jesucristo, antes de
su muerte, nos ha dado su Cuerpo y su Sangre para que nosotros
podamos vivir y tengamos bastante ánimo para llevar la cruz y
seguirle, paso a paso.
III. Jesús cae por primera vez
Dijo Jesús: El que quiera venir en pos de mí, que se niegue a
sí mismo, tome su cruz y sígame, pues el que quiera salvar su
vida la perderá: pero el que pierda su vida, ese la salvará (Mt
16,24) En nuestras estaciones del Via Crucis vemos que caen los
pobres y los que tienen hambre, como se ha caído Cristo. Estamos
presentes para ayudarle a Él? Lo estamos con nuestro sacrificio,
nuestro verdadero pan? Hay miles y miles de personas que
morirían por un bocadito de amor, por un pequeño bocadito de
aprecio. Esta es una estación del Via Crucis donde Jesús se cae
de hambre.
IV. Jesús encuentra a su Madre
Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu
en Dios mi salvador, porque ha mirado la humillación de su
esclava Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes en mí (Lc 1, 45-49).
Nosotros conocemos la cuarta estación del Vía Crucis en la que
Jesús encuentra a su Madre. Somos nosotros los que sufrimos las
penas de una madre? Una madre llena de amor y de comprensión?
Estamos aquí para comprender a nuestra juventud si se cae? Si
está sola? Si no se siente deseada? Estamos entonces presentes?
V. El Cireneo ayuda a Jesús a llevar la cruz
Cuando le llevaban a crucificar, echaron mano de un tal Simón de
Cirene, que venía del campo y le obligaron a ayudarle a llevar
la cruz (Lc 23, 26). Simón de Cirene tomaba la cruz y seguía a
Jesús, le ayudaba a llevar su cruz. Con lo que habéis dado
durante el año, como signo de amor a la juventud, los miles y
millones de cosas que habéis hecho a Cristo en los pobres,
habéis sido Simón de Cirene en cada uno de vuestros hechos.
VI. La Verónica limpia el rostro de Jesús
Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me distéis
de beber (Mt, 25,35). Con respecto a los pobres, los abandonados,
los no deseados, somos como la Verónica ? Estamos presentes para
quitar sus preocupaciones y compartir sus penas? O somos parte de
los orgullosos que pasan y no pueden ver?
VII. Jesús cae por segunda vez
Quiénes son mi madre y mis parientes? Y extendiendo su mano
sobre sus discípulos dijo Jesús: he aquí a mi madre y a mis
parientes quienquiera que haga la voluntad de mi Padre (Mt 12,
48-50). Jesús cae de nuevo. Hemos recogido a personas de la
calle que han vivido como animales y se murieron entonces como
ángeles? Estamos presentes para levantarlos También en vuestro
país podéis ver a gente en el parque que están solos, no
deseados, no cuidados, sentados, miserables. Nosotros los
rechazamos con la palabra alcoholizados. No nos importan. Pero es
Jesús quien necesita nuestras manos para limpiar sus caras.
Podéis hacerlo?, o pasaréis sin mirar?
VIII. Jesús consuela a las mujeres
Le seguía una gran multitud del pueblo y de mujeres, que se
lamentaban y lloraban por Él. Vuelto hacia ellas les dijo: Hijas
de Jerusalén, no lloréis por mí, llorad más bien por vosotras
mismas y por vuestros hijos (Lc 23, 27-28). Padre Santo, yo rezo
por ellas para que se consagren a tu santo nombre, santificadas
por Ti; para que se entreguen a tu servicio, se te entreguen en
el sacrificio. Para eso me consagro yo también y me entrego como
sacrificio con Cristo.
IX. Jesús cae por tercera vez
Os he dicho esto para que tengáis paz conmigo. En el mundo
tendréis tribulaciones, pero confiad: yo he vencido al mundo (Jn
16, 33). Jesús cae de nuevo para ti y para mí. Se le quitan sus
vestidos, hoy se le roba a los pequeños el amor antes del
nacimiento. Ellos tienen que morir porque nosotros no deseamos a
estos niños. Estos niños deben quedarse desnudos, porque
nosotros no los deseamos, y Jesús toma este grave sufrimiento.
El no nacido toma este sufrimiento porque no tiene más remedio
de desearle, de amarle, de quedarme con mi hermano, con mi
hermana.
X. Jesús es despojado de sus vestiduras
Cuando los soldados crucificaron a Jesús, tomaron sus vestidos,
haciendo cuatro partes, una para cada soldado y la túnica (Jn
19,23) Señor, ayúdanos para que aprendamos a aguantar las
penas, fatigas y torturas de la vida diaria, para que logremos
siempre una más grande y creativa abundancia de vida!
XI. Jesús es clavado en la cruz
Cuando llegaron al lugar llamado Calvario, le crucificaron allí
con dos malhechores Jesús decía: padre, perdónales porque no
saben lo que hacen (Lc 23, 33). Jesús es crucificado. Cuántos
disminuidos psíquicos, retrasados mentales llenan las clínicas!
Cuántos hay en nuestra propia patria. Les visitamos? Compartimos
con ellos este calvario? Sabemos algo de ellos? Jesús nos ha
dicho: Si vosotros queréis ser mis discípulos, tomad la cruz y
seguidme y Él opina que nosotros hemos de coger la cruz y que le
demos de comer a Él en los que tienen hambre, que visitemos a
los desnudos y los recibamos por Él en nuestra casa y que
hagamos de ella su hogar.
XII. Jesús muere en la cruz
Después de probar el vinagre, Jesús dijo: Todo está cumplido,
e inclinando la cabeza entregó el espíritu (Jn 19,30).
Empecemos las estaciones de nuestro vía crucis personal con
ánimo y con gran alegría, pues tenemos a Jesús en la sagrada
Comunión, que es el Pan de la Vida que nos da vida y fuerza! Su
sufrimiento es nuestra energía, nuestra alegría, nuestra
pureza. Sin Él no podemos hacer nada.
XIII. Jesús es bajado de la cruz
Al caer la tarde vino un hombre rico de Arimatea, llamado José,
que era discípulo de Jesús tomó su cuerpo y lo envolvió en
una sábana limpia (Mt 27, 57.59). Vosotros jóvenes, llenos de
amor y de energía, no desperdiciéis vuestras fuerzas en cosas
sin sentido!
XIV. Jesús es sepultado
Había un huerto cerca del sitio donde fue crucificado Jesús, y
en él un sepulcro nuevo, en el cual aún nadie había sido
enterrado y pusieron allí a Jesús (Jn 19, 41-42). Mirad a
vuestro alrededor y ved, mirad a vuestros hermanos y hermanas no
sólo en vuestro país, sino en todas las partes donde hay
personas con hambre que os esperan. Desnudos que no tienen
patria. Todos os miran! No les volváis las espaldas, pues ellos
son el mismo Cristo!
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