"El
aborto y la Corte Suprema: El avance de la Cultura de la Muerte"
Documento de los
obispos Nov 2000
Los obispos
estadounidenses denunciaron a la Corte Suprema por haber mantenido en
los últimos 30 años la legalización del aborto reforzándola con
normas cada vez más abusivas contra los no nacidos. Se comprometieron
a hacer todo lo posible para lograr una enmienda constitucional que
restaure el derecho de los no nacidos.
Los obispos repasaron las decisiones
Roe vs. Wade, Doe vs. Bolton, Casey y la última Stenberg vs. Carhart,
con las que la Corte Suprema reiteró una y otra vez la legalidad del
aborto en nombre de la "libertad de opción" de la mujer.
Los obispos recordaron que hace
algunos años la Corte "no pudo reunir una mayoría para sostener
la postura de que las decisiones Roe y Doe (las primeras que
legalizaron el aborto a pedido, NDR) fueron correctamente adoptadas. A
pesar de esto, la opinión controladora insistió en que aún si las
decisiones fueron equívocas, debían permanecer porque los
estadounidenses han adaptado su modo de vida a la disponibilidad del
aborto".
Los obispos denunciaron que la Corte
ha ayudado a crear una cultura del aborto en la que:
- "muchos estadounidenses
recurren a la destrucción de una vida inocente como respuesta a
problemas personales, sociales y económicos;
- se alienta a muchos hombres jóvenes
a no percibir el sentido de responsabilidad de cuidar a los hijos que
han contribuyeron a crear y ninguna lealtad a la madre de los mismos;
- no se ayuda a los hombres que
sienten responsabilidad por sus hijos para que puedan protegerlos;
- las bajas no solo incluyen a los no
nacidos sino a incontables miles de mujeres que han sufrido física,
emocional y espiritualmente de los mortales efectos del aborto;
- el dolor que padres, abuelos,
parientes, familias enteras sufren y cuyas vidas cambian para siempre
por la pérdida de un hijo".
Advirtieron también que las leyes
pro-aborto ya han sido usadas "para poner en cuestión el derecho
de la vida de los recién nacidos con discapacidades y adultos con
serias enfermedades" y este año, en el caso Stenberg vs. Carhart,
"una mayoría de cinco jueces determinó que aún el asesinato de
un bebé que casi nace vivo está protegido por lo que la Corte llamó
‘el derecho de la mujer a elegir’".
Los obispos señalaron que pese a
"la inevitable realidad de la vida humana en el vientre",
el sistema legal "y nuestra cultura nacional ha sido presionada a
declarar que la vida humana no tiene valor inherente, que el valor de
la vida humana puede ser asignado por el poderoso y que la protección
del vulnerable está sujeta a la arbitraria opción de los demás".
"Como ciudadanos de Estados
Unidos, rechazamos el hecho de que nuestra nación está en riesgo de
olvidar la promesa hecha a las generaciones que aún no habían nacido
a través de nuestra Declaración de Independencia: que nuestra nación
respetaría primero la vida entre todos los derechos inalienables
concedidos por nuestro Creador. Para mantener esta promesa, los
fundadores de la nación empeñaron sus vidas, sus fortunas y su honor
sagrado. No podemos hacer menos".
Los obispos exhortaron a
"explorar con nosotros todos los caminos para una reforma legal,
incluyendo una enmienda constitucional".