VIRGEN
DE LA NUBE
Azogues, Ecuador
Aportado por Antonio Modernell
La fiesta de la Virgen de la Nube reúne en su romería
anual a los migrantes
La devoción por la Virgen de la Nube de Azogues no tiene fronteras. Los
feligreses llegan de todas partes del país y del extranjero para
agradecer por los favores recibidos. En la
romería los ecuatorianos que viven en el
exterior, regresan para agradecer los favores recibidos. La festividad
religiosa es una tradición desde 1912. Los confesionarios se repletan.
La afluencia se incrementa cada primero de enero. En esa fecha, la
iglesia no da abasto para recibir a los miles de fieles que la visitan.
Un caso es Miguel Ángel Zhunaula, oriundo de Zamora Chinchipe, quien
vino de España para cumplir una promesa que le hizo a la Virgen.
"Le ofrecí cambiar, por eso llegué para confesarme y comulgar.
Ella me ayudó a legalizar mi situación en España".
Este migrante, que reside por tres años en Pamplona, llegó a
Azogues con su madre Aurora Arizaga y sus tres hijos: Jéssica, Ronny y
Valeria. Su esposa Noemí Núñez, entre tanto, lo aguarda en Europa.
Según el director de catequesis de los hermanos Franciscanos, Manuel
García, la promesa del cambio es inmensa pues el
31 de diciembre y el uno de enero más de 20 sacerdotes no alcanzan para
confesar a miles de penitentes, incluso "tenemos que pedir apoyo a
religiosos de otras comunidades".