ESCAPULARIO VERDE
frente
dorso
“Inmaculado Corazón de María, ruega por nosotros ahora
y en la hora de nuestra muerte”
El Escapulario del Inmaculado Corazón. Este
escapulario sería un poderoso instrumento para la conversión de
almas, particularmente aquellas que no tienen Fe, y por medio de
él, la Santísima Virgen obtendría para ellos, mediante su Hijo, la
gracia de una muerte en gracia de Dios. |
El escapulario verde es un sacramental que la
Santísima Virgen nos entregó por medio de Sor Justina Bisqueyburu,
contemporánea de
Santa Catalina
Labouré (a quien la Virgen le entregó la Medalla Milagrosa).
Ambas son Hijas de la Caridad. Sor Justina fue muy favorecida por la
Santísima Virgen con varias apariciones y murió en olor de santidad en
el año 1903.
El 28 de enero de 1840, Sor Justina estaba en su retiro de noviciado y
se encontraba orando en la Capilla del convento, cuando de pronto tuvo
una aparición de la Santísima Virgen.
La Virgen Santísima se le apareció con un vestido largo de ceda blanca
dejando al descubierto sus pies. Sobre su vestido un manto azul claro.
Su cabello caía sobre sus hombros y no estaba cubierto por un velo.
Sor Justina notó que las manos de la Virgen estaban cerca de su pecho
y sostenían su Inmaculado Corazón, del cual salían llamas
resplandecientes. La Virgen no trasmitió ningún mensaje.
Esta misma visión se repitió al final del retiro y en otras cinco
ocasiones durante el curso de su noviciado. En ninguna ocasión la Virgen
Santísima pronunció palabra alguna, sin embargo los detalles en cada una
de las visiones fueron iguales.
Después de que Sor Justina hizo su profesión religiosa, la
congregación la envió a un pueblo llamado Blangy, allí trabajaría con
las Hermanas de su Orden. Al poco tiempo de haber llegado, la
comunidad estaba reunida para celebrar la fiesta del Nacimiento de la
Santísima Virgen María. Sor Justina se encontraba en oración meditando
sobre la grandeza de esta celebración. De pronto tuvo una nueva
visión, esta vez diferente a la de ocasiones anteriores.
La Santísima Virgen se le aparece vestida igual que en las otras
ocasiones: con un vestido de seda blanca cubierto por el manto azul
pálido, y en sus manos sosteniendo el Inmaculado Corazón,
resplandeciente con las más intensas y deslumbrantes llamas que salían
de él. Pero, tenía algo diferente: en su mano izquierda sostenía lo
que parecía ser un Escapulario o insignia de alguna clase. A
diferencia de otros Escapularios (como el
carmelita, por ejemplo),
éste tenía un sólo cuadrado de tela en lugar de dos. El
cuadrado de tela estaba atado con cordones verdes. En él estaba una
imagen de la Virgen de la misma forma en que se la había aparecido a
Sor Justina en sus anteriores visiones, sosteniendo en su mano derecha
su Inmaculado Corazón. Al voltear la imagen, la religiosa
vio "un Corazón ardiendo con
rayos más deslumbrantes que el sol y tan transparente como el
cristal."
Durante esta visión se le dio a conocer por una revelación interior el
significado de esta aparición. Esta visión representaba un nuevo medio
para alcanzar gracias: el Escapulario del Inmaculado Corazón. Este
escapulario sería un poderoso instrumento para la conversión de almas,
particularmente aquellas que no tienen Fe, y que por medio de él, la
Santísima Virgen obtendría para ellos, mediante su Hijo, la gracia de
una muerte en gracia de Dios. Se le hizo también saber, a la
religiosa, el deseo de la Madre de Dios de que el
escapulario fuese propagado
por todas partes para que estas gracias particulares, lleguen a todas
las almas que abracen esta devoción.
En apariciones subsiguientes la Virgen se apareció de la misma forma,
insistiendo en que se propagara la devoción a este escapulario.
Finalmente, los Escapularios se empezaron a fabricar y a ser
distribuidos por las Hermanas en París, luego por toda Francia y fuera
de ella. Con este fin, las Hermanas habían recibido la aprobación
formal y el impulso necesario de Su Santidad, Papa Pío IX, en 1870.
La forma de este escapulario
consiste en un trozo de tela verde, con
una doble representación gráfica:
En el anverso lleva la imagen de María, mostrando su corazón virginal,
en el centro de su pecho, sosteniéndolo con sus manos inmaculadas. Su
Corazón aparece traspasado por una espada y coronado de llamas. Este
mismo Corazón, en gran tamaño, aparece en el reverso, rodeado por el
óvalo que forma esta inscripción:
“Inmaculado Corazón de María, ruega por nosotros ahora
y en la hora de nuestra muerte”
Presidiendo el óvalo de la inscripción figura una cruz de oro. El fin
específico de este escapulario es la invitación a orar, a recurrir al
Inmaculado Corazón de María con confianza y pedir, sobre todo, por los
pecadores. Hay que recitar, nos dijo Sor Justina, por lo menos una vez
al día la jaculatoria del reverso.
Don para los enfermos
Este escapulario ha sido dado por Nuestra Señora, particularmente como
un don para los enfermos. Se le puede poner en sus ropas, en su cama o
en su habitación. Si la persona a quien se le aplica no dijera la
jaculatoria, el que le haya proporcionado el escapulario, puede
decirla por el enfermo.
Los prodigios que ha producido este escapulario atestiguan la
bendición y el cumplimiento de la promesa de la Virgen a todos los que
lo lleven y digan la jaculatoria: “ Hará grandes conversiones,
particularmente para alcanzar la buena muerte a los pecadores y a los
que no tienen fe”.
El Escapulario Verde no requiere ninguna fórmula particular de
investidura sino solo la bendición de algún sacerdote católico.