Discernimientos
contemporáneos sobre un
QUINTO
DOGMA MARIANO:
María
Corredentora, Mediadora, Abogada
Fundamentos
Teológicos
Presentamos
aquí solo la primera parte de este importante
libro publicado
por: Queenship Publishing, P.O. Box 220,
Goleta, CA 93116,
(800)
647-9882 (805) 692-0043
Fax: (805) 967-5843
ISBN:
1-57918-125-2
Embajador
Howard Q. Dee; Rev. Michael O’Carroll,
C.S.Sp.; Dr. Mark Miravalle, S.T.D.;
Rev. Francis P. Felice; Msgr. Arthur B. Calkins; Dr. Scott Hahn,
Ph.D.; Sr. Thomas Xavier; Rev. Charles Dickson; Sr. Patrick Coffin;
Muy Rev. Paul Chang Yeol Kim; Rev. Richard Gribble, C.S.C.; Obispo de
Cheju, South Korea; Rev. Bertrand de
Margerie, S.J.; Dr. Courtney Bartholomew, M.D.; Pbro. Peter Klos; Sr. Michael
O’Brien; Pbro. Thomas Teiji Yasuda, S.V.D.
Prólogo
por el Cardenal Ernesto Corripio Ahumada
Prefacios
por Sus Excelencias:
Arzobispo
Felix Job, Ibandan, Nigeria
Obispo
Peter Chenaparampil, Alleppey, India
Obispo
Nicholas D’Antonio, New Orleans, U.S.A.
Obispo
Sydney Charles, St. George’s –in- Grenada, Antillas
Ricardo
Cardenal J. Vidal, Cebu, Filipinas
IMPRIMATUR
Ernesto
Cardenal Corripio Ahumada Cd. de México, México
Obispo
Sydney A. Charles; St. George´s-in-Granada,
Antillas
Derechos
Reservados, Mark I. Miravalle, S.T.D.
Dedicación
A
la Madre de Todos los Pueblos, Corredentora, Mediadora de todas las
gracias y Abogada
Que
todos los Pueblos de todas las Naciones acepten el Don
de la Madre dado por el Corazón del Señor Crucificado (Jn
19:27).
Contenido
Prólogo
del Editor, Dr. Mark Miravalle, S.T.D.
Prólogo
por Su Eminencia, Ernesto Cardenal Corripio Ahumada
Prefacio,
Su Excelencia, Arzobispo Felix Job
Prefacio,
Su Excelencia, Obispo Peter Chenaparampil
Prefacio,
Su Excelencia, Nicholas D’Antonio
Prefacio,
Su Excelencia, Sydney Charles
Prefacio,
Su Eminencia, Ricardo Cardenal J. Vidal
Prólogo
del Editor
El
tercero en una serie, Bases Teológicas
III, Discernimientos Contemporáneos sobre un Quinto Dogma Mariano,
busca extender la discusión desde el dominio de la teología
especulativa y revelacional, hasta el domino de los temas contemporáneos
alrededor de la propuesta solemne papal para la definición de los
roles doctrinales de Nuestra Señora como Corredentora, Mediadora de
todas las Gracias y Abogada.
Discernimientos Contemporáneos es mucho más entendible para el
lector no teológico, y responde a preguntas modernas teológicas y
pastorales relacionadas a las ramificaciones ecuménicas en el
contexto del Jubileo, de las objeciones y respuestas de las Comisiones
Teológicas, hasta el cumplimiento de las profecías marianas entre
otras. Los participantes en el volumen varían desde el mariólogo clásico
al médico científico, del obispo católico al pastor luterano y del
embajador del Vaticano al novelista Cristiano.
Se
da especial agradecimiento a los Cardenales y Obispos que prácticamente
representaron cada Continente y contribuyeron con sus prólogos y
prefacios, manifestando la auténtica universalidad
de este movimiento y su amor fundamental por Ella, quien es la
verdadera Madre de todos los pueblos.
Que
este humilde volumen sea una asistencia para todos aquellos que buscan
con sinceridad de mente y de corazón la “verdad total sobre María”,
y ponderan la validez de las preguntas sobre la definición papal
solemne de sus títulos y sus obras maternales por el Pueblo de Dios
como Corredentora, Mediadora de todas las gracias y Abogada.
Mark
I. Miravalle, S.T.D.
Enero
1, 2000
Solemnidad de la Madre de
Dios
PRESENTACION
Hace
ya más de cinco años que por primera vez escuché del movimiento
eclesial Vox Populi Mariae
Mediatrici (La Voz del Pueblo por María Mediadora), y del
esfuerzo que estaban haciendo por sustentar sólidamente su posición
en bases teológicas, patrísticas y ecuménicas, de tal manera que
pudieran presentar
argumentos convincentes para su objetivo central: solicitar a Su
Santidad Juan Pablo II que proclame solemnemente como Dogma final de
este siglo, que nuestra Santísima Madre la Virgen María es
Corredentora, Mediadora de Todas las Gracias y Abogada del Pueblo de
Dios, con objeto de que se conozca la verdad completa de su
participación excepcional en el misterio de nuestra redención.
Por
mi profundo amor a María Santísima –especialmente bajo la advocación
de Santa María de Guadalupe, la Verdaderísima Madre del Dios por
quien se vive (en sus propias palabras dadas al ahora Beato Juan
Diego)- y por mi convicción del rol excepcional que Ella tuvo y sigue
teniendo ahora en el misterio de nuestra salvación como Reina y Madre
de todo los Pueblos, produje y envié mi petición personal a Su
Santidad en apoyo al Quinto Dogma Mariano, carta que quedó consignada
con fecha 9 de Septiembre de 1994.
Para
mi gran alegría, fui enterándome y participando activamente en los
avances significativos que tuvo el movimiento Vox
Populi –el cual arrancó por iniciativa de seglares pero que
pronto se convirtió en movimiento eclesial- logrando a la fecha el
apoyo de más de 500 Cardenales y Obispos de todo el mundo, secundados
en forma extraordinaria por más de 5 millones de peticiones dirigidas
al Papa por fieles laicos.
Ahora
tengo el privilegio de presentar el libro intitulado: Bases Teológicas III, en el cual se condensan las aportaciones más
recientes que se han dado en la materia, desarrolladas por connotados
teólogos, mariólogos y especialistas de nuestro tiempo, tanto católicos
como no católicos, quienes siguen profundizando en los tesoros
inagotables de la Hija Predilecta, Madre Amantísima y Esposa Fiel del
Dios Trino que la escogió desde toda la eternidad para participar de
manera única en la historia de la salvación.
Ruego
a Nuestra Madre que acoja estos trabajos y al Espíritu Santo para que
ilumine las mentes de quienes los lean, y que conjuntamente con Ella
se regocijen de las maravillas que el Señor ha hecho en su favor,
suplicando al Padre Celestial que tenga a bien otorgar, en nombre de
Jesucristo, esta Quinta corona Dogmática a Nuestra Reina y Señora,
Madre de todos los pueblos, Corredentora, Mediadora y Abogada.
Con
mi especial bendición para la familia Vox
Populi y para todos aquellos hombres de buena voluntad que
penetren en los misterios aquí descubiertos.
México,
D. F., 7º de Octubre de 1999, Año del Padre y Festividad de Nuestra
Señora del Rosario.
Ernesto Cardenal Corripio Ahumada
Arzobispo Emérito Primado de México
Prefacio
Es
con una gran alegría que recibí la información de la publicación
del tercer volumen de las series, María
Corredentora, Mediadora y Abogada Bases Teológicas III:
Discernimientos Contemporáneos sobre un Quinto Dogma Mariano.
Con
gran fervor y devoción he participado en los últimos años en la
Conferencia Internacional de Líderes de Vox
Populi Mariae Mediatrici, un
movimiento internacional católico. Como Pastor en la Iglesia Católica
y Pastor Principal de la Arquidiócesis de Ibadan, he visto como hay
una vibrante devoción hacía Nuestra Madre Santísima María que ha
edificado la fe de muchos fieles de nuestros tiempos. Sabemos que la
devoción a María tiene sus inicios desde la Iglesia primitiva a través
de los años hasta nuestros días presentes. Este Siglo, el Vigésimo,
que ahora está en sus últimos días, dio un crecimiento
impresionante en apariciones y devociones Marianas. Aunque algunas de
las apariciones tienen principalmente aprobación y reconocimiento
local, algunos otros han obtenido reconocimiento universal. Hemos
visto a muchos hijos e hijas de la Iglesia crecer en el conocimiento,
amor y devoción a María. También han abundado las peregrinaciones a
los Santuarios Marianos.
Correspondiendo
a las gracias de Dios a través de las apariciones y devociones
Marianas, existe la necesidad de seguir más adelante para creer en el
dogma de la definición solemne de la mediación universal de María
como Corredentora, Mediadora de todas las gracias y Abogada de Pueblo
de Dios. Puesto en forma sencilla, estos títulos son una consecuencia
del rol excepcional de María como Madre de Cristo, el único Redentor
de todos. María es la verdadera Madre de Jesucristo, quien es Dios el
Hijo hecho hombre. Lumen Gentium
dice esto de manera maravillosa cuando declara:
“Ella
está enriquecida con esta suma prerrogativa y dignidad: ser la Madre
de Dios Hijo y, por tanto, la hija predilecta del Padre y el sagrario
del Espíritu Santo; con un don de gracia tan eximia, antecede con
mucho a todas las criaturas celestiales y terrenas” (L.G. 53)
Por
virtud de su Maternidad, María ha sido dotada con roles
extremadamente grandes e inmensos. Toda su vida fue un compartir en la
misión redentora de su Hijo. Su fiat en la Encarnación y su
consentimiento en el Calvario para ser la Madre de todos aquellos por
los que su Hijo sufrió y murió, para marcar su mediación, mientras
que en Caná ella continúa pidiendo por todos los hijos de Dios.
Bíblica
y teológicamente la vemos como Corredentora, Mediadora y Abogada. De
hecho estos títulos transmiten nuestros sentimientos filiales por María
como nuestra Mare. Para nosotros María es la Corredentora, por que
participó de manera excepcional con su Hijo Jesucristo en la Redención
de la humanidad. María es Mediadora de todas las gracias,
significando como Madre del Redentor, trae al mundo la Fuente de Todas
las Gracias entregadas por Dios para sernos entregadas a través de la
infalible intercesión de María. Finalmente, María como Abogada de
todo el Pueblo, expresa nuestra fe en su rol como aquella cuya
preocupación por cada persona tiene las dos características de única
y maternal. De nuevo, intercede por nosotros como lo hizo en Caná.
Estos
roles únicos de Nuestra Santísima Madre merecen la atención y el
beneplácito de los fieles. Yo apoyo cualquier acción auténtica en
la Iglesia que confirme la fe en nuestra Santísima Madre como
Corredentora, Mediadora y Abogada. Mientras nos acercamos al Tercer
Milenio del evento de la Encarnación, ruego porque la definición
infalible de estos roles de María
nos acompañe en nuestro caminar en la fe. Que María, la Madre de la Iglesia interceda por todos sus
hijos mientras transitamos al siguiente siglo y al siguiente milenio.
Muy
Rev. Felix Alaba Adeosin Job
Obispo
de Ibadan, Nigeria
Prefacio
Todo
verdadero Católico tiene devoción a Nuestra Señora. Nuestra Señora
no es solamente honrada como Madre de Dios, admirada como la concebida
inmaculadamente, apreciada como Virgen perpetua y buscada
posteriormente como Reina asunta al cielo, sino también es
considerada como Nuestra Madre Espiritual.
En
la India, la devoción Mariana es muy fuerte. María es la principal
Patrona de la India, especialmente desde que la independencia fue
otorgada al país en la Fiesta de su Asunción el 15 de Agosto.
Culturalmente en la India, a las mujeres se les tiene una gran estima,
a pesar de que en la práctica hay muchos casos de mal trato.
De
acuerdo a la mentalidad Hindú, la mujer es amada y venerada. La
Deidad se concibe como teniendo una contraparte femenina. El Dios
Vishnu tiene una Diosa Lakhmi y el Dios Siva tiene a Parvathi. Los
Hindúes piensan que aplacando estas deidades femeninas, pueden
conseguir favores de las poderosas deidades masculinas. Debido a tal
concepto, María, Madre de Dios, fácilmente toma un lugar en la
mentalidad y en el corazón Hindú. Es un hecho que muchos hindúes
veneran a María. María también tiene un lugar de honor en el Islam.
Los Católicos Indios tienen naturalmente una gran devoción a Nuestra
Señora, puesto que están entrenados en la devoción Mariana desde su
tierna edad.
Pero
también habrá que recordar que la devoción permanece en la
periferia de la vida de uno que no entra en el alma, una es la manera
de pensar y otra es la manera de vivir, salvo que uno esté convencido
de su necesidad. Referente a Nuestra Señora, la devoción hacía ella
no debe ser solamente basada en una elevada dignidad ni tampoco en sus
evidentes cualidades y virtudes. En la devoción a Nuestra Señora hay
algo que va más allá de las distinciones personales. Esto es, que
María está muy cercana a nosotros y tiene algo que hacer con nuestra
salvación. Los primeros cuatro dogmas muestran a Nuestra Señora como
una persona de eminencia e íntimamente conectada con Nuestro Señor
como la concebida Inmaculadamente, Virgen Madre de Dios. Pero es el
triple rol maternal doctrinal como Corredentora, Mediadora y Abogada,
que libera su posición dominante en nuestra vida.
Si
el rol de María es presentado como Corredentora, entonces
naturalmente la gente se dará cuenta de su importancia en el trabajo
de la redención y se verá impulsada a venerarla y amarla como una
persona muy necesaria en su vida y en su salvación. Si Nuestra Señora
es proclamada por las gentes como Mediadora, entonces el pueblo será
atraído
hacia ella para obtener las gracias de Nuestro Señor a través de
ella. Es el título de Nuestra Señora
como Abogada que inspira confianza en la gente.
Por tanto será una gran ventaja, para la mayoría de la gente
si estas tres prerrogativas de Nuestra Señora son declaradas como un
quinto dogma Mariano.
Pienso
que el por qué ciertos teólogos encuentran difícil entender la
posición de Nuestra Señora como Corredentora, es debido a que están
atrapados en las redes de silogismos y malentendidos. Es verdad que
Nuestro Señor es el único Redentor pero vemos que en el acto de la
Redención Nuestro Señor quiso involucrar a otros con El.
Que El escogió haber nacido de una Virgen humilde de Nazaret
cuando pudo haber logrado la Redención de diferente manera, esto nos
hace entender que la Redención no excluye la cooperación por parte
de otros. Nuestro Señor utiliza a María en su obra redentora hasta
el punto en que se convirtió en la Madre del Redentor. Lo que San
Pablo dice en 1Cor.3:9 es bastante revelador: Nosotros somos
‘colaboradores’ de Dios.
Nuestro
Señor es el único Redentor de la humanidad; sin embargo, en Su
divina disposición hizo uso de la humanidad en Su acto de Redención
y María es la persona más prominente. Cuando decimos que Nuestra Señora
es Corredentora no significamos que es independiente de Nuestro Señor,
ni tampoco que está a la par con Él. Lo único que queremos decir es
que Nuestro Señor utilizó a María en Su obra redentora.
El
que Nuestra Señora sea Mediadora sigue como corolario de su rol como
Corredentora. Así también con la prerrogativa de Nuestra Señora
como Abogada.
Al
implorar al Santo Padre que defina estos tres roles maternales de
Nuestra Señora como dogma, los simpatizantes del movimiento de Vox Populi están solamente deseando el tener a Nuestra Señora
puesta más centralmente en la devoción Mariana. Es motivo de
consolación que muchas personalidades eminentes de los más niveles
del clero y que muchos distinguidos teólogos, se están dando cuenta
ahora de la necesidad de tener este Quinto Dogma proclamado por el
Santo Padre. Que María nuestra Abogada obtenga este favor del Dios
Trino, iluminando la mente y reforzando el corazón del Santo Padre
hacía la declaración del Dogma.
Muy
Rev. Peter M. Chenaparampil
Obispo
de Alleppey, India
Prefacio
Estoy
muy feliz de expresar mi aval incondicional al movimiento Vox Populi Mariae Mediatrici
y al tercer volumen de sus Bases Teológicas de la serie intitulada María
Corredentora, Mediadora de todas las Gracias, y Abogada Bases Teológicas
III: Discernimientos Contemporáneos sobre un Quinto Dogma Mariano.
Verdaderamente
nada es imposible para Dios, nuestro Abba Padre. A través del poder
del Espíritu Santo predestinó a una condescendiente Virgen Judía,
para dar a luz a Jesús su único Hijo. La Inmaculada Virgen María
nutrió Su niño hasta la edad adulta con la asistencia amorosa de San
José su esposo fiel.
Desde
el principio del tiempo, ninguna mujer puede ser comparada a María
sin pecado en su humildad y en su indescriptible sufrimiento durante
la pasión y muerte de su Hijo. No es sorprendente que Ella haya sido
asunta al cielo en cuerpo y alma y gloriosamente coronada como Reina.
Como
Madre de la Iglesia y de toda la humanidad, se ha aparecido muchas
veces a Sus hijos, especialmente en estos últimos tiempos, con el
mensaje fundamental de amar a Jesús, su Iglesia y a toda la
humanidad.
El
Santo Padre, el Papa Juan Pablo II, fielmente vive su lema, “Totus
Tuus” y es un firme creyente en la doctrina existente mariana sobre
la Corredentora, Mediadora y Abogada, y yo creo en el Quinto Dogma
Mariano. También creo que él será guiado por el Espíritu Santo,
sobre cuando lo defina, quizá sea como parte de la Nueva Evangelización
2000.
En
algunas ocasiones es objetado que quizá el ecumenismo sea dañado si
este último Dogma
Mariano es definido. Esta posición no sólo manifiesta una falta de
conocimiento verdadero sobre el Ecumenismo como lo enseña el Santo
Padre en Ut Unum Sint, sino
también es estar en contra de las palabras reveladas en forma privada
por Nuestra Señora misma. En el año de 1945 en Amsterdam, Nuestra Señora
de todas las Naciones reveló a una vidente, Ida Peerdeman, la urgente
necesidad de la proclamación del último Dogma Mariano para apresurar
el Triunfo del Sagrado Corazón de su Hijo. Estos mensajes han sido
considerados aceptables por la consciencia individual del ordinario
local.
Con
una fe infantil Teresiana, en los misteriosos y hermosos designios de
Abba Padre, y con una verdadera apreciación por los mensajes de María,
Madre de todas las Naciones y Reina de los Profetas, dados a nuestra
época contemporánea, creamos que a través de su poderosísima
intercesión, llegará definitivamente el día cuando habrá un sólo
pastor y un sólo rebaño.
¡Apoyamos
la ¨sabiduría de Nuestra Mamá¨!.
Con
amor en Jesús y María,
Muy
Rev. Nicolas D’Antonio, O.F.M.
Emérito,
New Orleans, U.S.A.
Prefacio
Es
con un gran profundo sentido de admiración por el trabajo del Dr.
Mark I. Miravalle y del Movimiento Vox Populi por el Quinto Dogma
Mariano, que doy mi gustoso e incondicional apoyo y aval al tercer
volumen de la serie de Bases Teológicas: María Corredentora,
Mediadora y Abogada Bases Teológicas, y al ya dicho Movimiento por el
Dogma de Vox Populi.
Deseo
agregar que considero un gran honor y privilegio, y también una
verdadera alegría, el agregar mi voz a las voces de muchos millones
en honor de la Mujer, “Bella como la luna y brillante como el sol”
(Cant.6:9) quien trajo al mundo al Hijo de Dios hace 2000 años. Es a
través de Ella que El vino a nosotros y es la voluntad de Dios el
Padre que a través de Ella nosotros debemos de ir a El, y a través
de El, con El, y en El, en el Espíritu Santo, al Padre, Su Padre y
nuestro Padre.
Que
la riqueza de las bendiciones de Dios reposen sobre todos aquellos que
están promoviendo esta causa tan valiosa y sagrada para dar honor a
la siempre Bendita Virgen María y para el honor y gloria de la Santísima
Trinidad Padre, Hijo y Espíritu Santo, un Dios por los siglos de los
siglos. Amen.
Muy
Rev. Sydney A. Charles
Obispo
de St. George’s-in-Granada, Antillas.
Prefacio
Con
mucho agrado doy mi aval personal a la publicación del libro
intitulado María Corredentora,
Mediadora y Abogada Bases Teológicas III: Discernimientos Contemporáneos
sobre un Quinto Dogma Mariano. Esta serie de artículos sobre
Nuestra Señora articula hermosamente lo que ya está en los corazones
de muchos de los fieles Marianos en las Filipinas. Nuestro amor por
nuestra Señora, vos Señora de Todas las Naciones, la Madre de Todos
los Pueblos es manifiesto y generoso en todas las Filipinas, ya que la
historia y la experiencia muestran su gran amor y protección
maternal.
Este
último trabajo contribuirá grandemente hacia un entendimiento teológico
a profundidad sobre el importante y único rol de Nuestra Señora en
la historia de la Redención. Y, entre más podamos entender teológicamente
su rol, más podremos establecer los fundamentos para una devoción
auténtica
Mariana. Por esta razón, me siento muy contento de dar mi aval para
la distribución de este libro.
Ricardo
Cardenal J. Vidal
Arzobispo
de Cebu
PARTE I
Bases
Teológicas y Contemporánea
Embajador
de Nuestra Señora: Juan
Pablo II, Fátima y el Quinto Dogma Mariano
Por
Howard Q. Dee
El Honorable Howard Q. Dee, Ex-Embajador de
las Filipinas en la Santa Sede, apodado por el Papa Juan Pablo II como
“Embajador de Nuestra Señora.” Debido al tópico de su conversación
era Nuestra Señora. El Embajador Lee dió la siguiente presentación
en la Conferencia Internacional de Vox Populi en Roma, en Mayo de
1998.
Mi
“Jornada Mariana” inició en 1960. En aquel tiempo, el mundo Católico
estaba esperando que el Papa Juan XXIII revelara el Tercer Secreto de
Fátima. Yo era uno de ellos. Ahora, han pasado casi 40 años. Nos
estamos acercando al tercer milenio. Y nuevamente el pueblo de Dios
está lleno de una impaciencia anticipada. Muchos creen que es
inminente una “teofanía”, un momento cuando Dios manifieste Su
presencia para salvar a Su pueblo. El Santo Padre actual, en su libro Cruzando
el Umbral de la Esperanza, expresó este sentimiento cuando dijo
que, mientras terminamos este siglo, las palabras de Nuestra Señora a
los niños en Fátima parecen estar cerca de su cumplimiento. Cuando
venga la victoria –dijo él- será traída por María.
Su
elaborada preparación para el Gran Año Jubilar, el que ha sido
llamado la “llave hermenéutica¨ de su pontificado, es, sin lugar a
dudas, una anticipación de esta victoria.
FATIMA:
Su Fuerza Profética dentro del Tercer Milenio
Cuando
estaba investigando el mensaje de Fátima en Mayo de 1981, me encontré
con un texto conmemorativo concerniente a Fátima el cual apenas había
sido emitido en Radio Vaticano. En parte decía: “Ni el Papa Juan
XXIII ni el Papa Paulo II, consideraron recomendable revelar al mundo
la tercera parte del Secreto de Fátima. Sin embargo, es claro que la
tercera parte del Secreto es de una gravedad particular, confirmada
por la realidad trágica que todo el mundo esta experimentando hoy en
día. ¿Habremos llegado a la plenitud de los tiempos? ¿Estamos
viviendo los comienzos del Apocalipsis profetizado por Sn. Juan? Ha
llegado el tiempo en que las palabras ya no son suficientes. Ahora es
necesario actuar inmediatamente si queremos que la humanidad, que cada
uno de nosotros, pueda ser capaz de ver, además del fuego, la luz.”
Me
quedé asombrado. Porque la voz autorizada y conservadora de Radio
Vaticano se estaba refiriendo al fuego y a tiempos apocalípticos.
Sentí que la Santa Sede estaba lanzando un llamado de alerta.
Entonces pasó algo que confirmó mi pensamiento: Las noticias en la
televisión de que un asesino había disparado al Papa Juan Pablo II.
Era el 13 de Mayo, el aniversario de la primera aparición de Fátima.
Desde ese momento, supe en mi corazón que esto no había sido una
coincidencia y que estamos por ver el cumplimiento del mensaje de Fátima
durante el pontificado del Papa Juan Pablo II. Cómo entonces desee
que pudiera reunirme cara a cara con él y hablar sobre el Triunfo del
Corazón Inmaculado de María.
Dos
años después, el Senador Filipino Benigno Aquino Jr., un paladín de
la libertad, fue asesinado cuando regresaba a casa del exilo. La nación
lloró profundamente su muerte; cerca de 2 millones de Filipinos
marcharon en su funeral. El país cayó en un torbellino y los obispos
Filipinos acudieron a María pidiendo ayuda al declarar un Año
Mariano, para conmemorar su bilenio en 1985. Se le pidió a 5 millones
de Filipinos que rezaran el Rosario diariamente, rogando por liberación
y salvación. Se llevaron a cabo las elecciones, pero la Conferencia
de Obispos Católicos en una acción sin precedentes en la historia de
la Iglesia universal, declaró los procedimientos fraudulentos.
Siguieron varios días de gran drama y mucha oración. El dictador huyó
y María Corazón Aquino tomó posesión como la séptimo Presidente
de la Tercera República Filipina. Fue el 25 de Febrero de 1986
–Fiesta de Nuestra Señora de la Victoria. El 13 de Mayo
–aniversario de Fátima- la nueva Presidente me llamó y me pidió
que si podía ser su Embajador en la Santa Sede. Entonces supe que
estaba en una misión para Nuestra Señora, pero no sabía de que misión
se trataba.
Presenté
mis credenciales al Santo Padre en las vísperas del cumpleaños de
Nuestra Señora, y después del ceremonial de intercambio formal de
mensajes, Su Santidad me invitó a su estudio para tener una
conversación privada que duró 45 minutos. Mi deseo de entrevistar al
Santo Padre, nacido hacía 5 años, me fue dado por Nuestra Señora de
una manera más allá de mis sueños. Le relaté al Santo Padre cómo
nuestra democracia había sido restablecida con la intercesión de
Nuestra Señora al final del Año Mariano Filipino. Su Santidad escuchó
atentamente, asintiendo y repitiendo las palabras “Año Mariano.”
Entonces él me explicó como Nuestra Señora de Fátima había
salvado su vida en 1981. Dijo que, por un acto de la Divina
Providencia, la bala que le había pegado no tocó sus órganos
vitales y que había mandado la bala a Fátima para ser embebida en la
corona de Nuestra Señora.
Imagínese
mi asombro cuando, durante la Misa Pontifical en la Catedral de Sn.
Pedro, unas semanas después del Día del Año Nuevo, el Santo Padre
anunció el Año Mariano para la Iglesia universal. Al día siguiente,
L’Osservatore Romano
reportó que el Santo Padre había sido inspirado por los eventos de
las Filipinas durante el Año Mariano. Nuestra Señora había cumplido
su misión para mí, la que había mantenido en secreto.
En
su Carta Apostólica, Tertio Millenio Adeviente, en la que el Santo Padre anuncia la
celebración del Advenimiento del Tercer Milenio, atribuye al Año
Mariano dedicado a nuestra Santísima Madre, los eventos milagrosos de
Europa Oriental. Esos eventos, dijo, “permenecen sorprendentes por
su vastedad y por la velocidad con que ocurrieron. Uno puede discernir
el trabajo de la mano invisible de la Providencia con cuidado
maternal.
Su
Santidad dijo que esos eventos históricos fueron sólo el preludio
para una gran victoria que “encontrará expresión total en el Año
2000, el Gran Año Jubilar.”
Para este año en el que estamos ahora, 1998, dedicado al Espíritu
Santo, pidió específicamente que renováramos “nuestra fe en la
venida definitiva del Reino de Dios, preparándonos para ello
diariamente en nuestros corazones…”
El
Papa no estaba hablando de una venida figurativa. El dice: “El término
Jubileo habla de regocijo; no solamente de una alegría interna sino
de un júbilo que se manifiesta también exteriormente, puesto que la
venida de Dios es también un evento externo, visible, audible y
tangible.”
Después
de la victoria Mariana en Filipinas, el Cardenal Sin reunió a un buen
número de renombrados teólogos para celebrar un simposium
internacional en Fátima, Portugal, sobre “La Alianza de los
Corazones de Jesús y María.” Esto se hizo para cumplir con el
deseo de Nuestro Señor, expresado
a la Hermana Lucía, de que “mi Iglesia entera reconozca esta
victoria como venida de Mi Madre, para que la devoción a su
Inmaculado Corazón pueda ser puesta junto con la devoción a Mi
Sagrado Corazón.” El Cardenal Sin
quiso pagar tributo a Nuestra Señora por nuestra victoria
Mariana y quiso que la Iglesia entera reconociera la gran estatura que
Dios ha dado al Corazón Inmaculado de María, de tal manera que se
pueda realizar su Triunfo en el mundo.
Esta
propuesta se encontró con obstáculos desde el principio. Algunos teólogos
dijeron que no existían bases teológicas para poner juntos los Dos
Corazones. Uno es el corazón de Dios y el otro es el corazón de una
mujer, aunque se trate de la Madre de Dios. Esta objeción es similar
a la que se pone al Quinto Dogma de Nuestra Señora Corredentora,
Mediadora de todas las Gracias y Abogada, de que “ninguna criatura,
ni siquiera María, puede ser puesta al mismo nivel en esta función
particular redentiva con la Palabra de Dios.” El Cardenal Jaime Sin
decidió valientemente proceder de cualquier manera y escribió al
Santo Padre para pedir las bendiciones de Su Santidad, mismas que le
fueron otorgadas inmediatamente.
Se
llevó a cabo una reunión preliminar en el Vaticano presidida por el
Cardenal Ciappi el teólogo personal del Santo Padre. Durante las
discusiones, los teólogos de la Congregación de la Doctrina de la Fe
propusieron limitar el simposium sólo al Corazón Inmaculado y no a
la unión con el Sagrado Corazón. No sólo el Cardenal Ciappi defendió
vigorosamente la inspiración original del Cardenal Sin, sino que
todas las objeciones desaparecieron después de que el mismo Santo
Padre dio una serie de homilías durante el Angelus precisamente sobre
la Alianza de los Corazones de Jesús y María.
Los
teólogos guiados por el Cardenal Sin presentaron las ponencias del
simposium con dos vota al Santo Padre. El primer votum
era para que el Santo Padre emitiera un importante documento sobre la
Alianza de los Corazones de Jesús y María. El segundo votum, era para que elevara la celebración de la fiesta del
Inmaculado Corazón de una festividad opcional a una obligatoria.
Diez
años después, el 1 de Enero de 1996, el segundo votum
fue otorgado. El Santo Padre autorizó un decreto emitido por la
Congregación del Culto Divino, elevando la fiesta del Inmaculado
Corazón de María a una fiesta obligatoria al día siguiente de la
del Sagrado Corazón. Esto cumple esencialmente con el ruego de
Nuestro Señor para que la Iglesia honrara adecuadamente el Corazón
Inmaculado de Su Madre. Creo que este es un preludio de la venida del
Triunfo del Corazón Inmaculado de María.
El
Quinto Dogma y el Triunfo de Nuestra Señora.
Es
necesario establecer el lugar correcto de María al lado de Jesús
para preparar el cumplimiento de la promesa hecha por Nuestra Señora
de Fátima, que era la conversión de Rusia y un período de paz
mundial. Hoy, es el largamente esperado Triunfo de su Corazón
Inmaculado prometido en Fátima, que traerá la paz al mundo. El mundo
Católico entero, guiado por el Santo Padre, está anticipando y
anhelando esta victoria.
La promesa de que Rusia se convertiría estaba condicionada a
una consagración solemne colegial de Rusia hecha por el Santo Padre,
junto con los obispos del mundo al Corazón Inmaculado de María, y en
el reconocimiento de toda la Iglesia de que dicha victoria se estaba
dando por el Corazón de la Madre.
Para
que Nuestra Señora traiga la paz a todas las naciones, el Santo Padre
debería poner claro que la Iglesia universal reconozca el rol de María
en la victoria por venir. Yo creo que el debería hacer esto,
proclamando el privilegio y el poder que la Santísima Trinidad ha
otorgado en la Señora y Madre de Todas las Naciones: Corredentora,
Mediadora de todas las Gracias y Abogada. Ahora las posibilidades son
mayores que nunca antes.
El Santo Padre parece favorablemente dispuesto a realizar dicha
proclamación, ya que varias veces ha hablado de Nuestra Señora como
Corredentora. En la Redemptoris Mater se refiere a María como Mediadora. Asimismo, Su
Santidad la ha llamado Abogada. Aún así, estos títulos están
creando mucha controversia ahora, particularmente entre teólogos. ¿Porqué?
La
teología es la ciencia de Dios. Quizá los teólogos estén enfocando
el problema –como me lo sugirió un obispo- demasiado clínicamente.
La teología es una disciplina en la cual no tengola menor
experiencia. Aún así, permítame dar algunas percepciones de los títulos
de Nuestra Señora desde el simple enfoque de un profano que entiende
este dogma predominantemente con su corazón.
La
primera, está inspirada por Su Eminencia Christoph Cardenal
Schoenborn, O.P. En su tésis entregada al Simposium de Fátima sobre
la Alianza de los Dos Corazones, dijo: “¿Porqué es que la teología
encuentra el centro de su corazón, en el corazón de una mujer que es
la Madre de Jesús? María es la garantía del realismo Cristiano; en
ella se pone de manifiesto que la palabra de Dios no sólo es
pronunciada sino también escuchada; de que Dios no sólo ha llamado,
sino que también el hombre ha contestado; que la salvación no sólo
fue presentada, sino también recibida. Cristo es la palabra de Dios,
María es la respuesta; en Cristo, Dios ha bajado de los cielos; en
María la tierra se ha vuelto fructífera. María es el sello de la
perfecta ‘criaturidad’; en ella se ilustra -por anticipado- lo que
Dios intentaba para la creación.”
En
mi entendimiento sencillo del Cardenal Schoenborn, el don de la
redención, libre y perfectamente dado, debe ser libre y perfectamente
recibido. El Corazón de Jesús es la Palabra de Dios hecha carne. ¿Pero
qué es la Palabra de Dios si no es escuchada y recibida por el corazón
del hombre. El Corazón de Jesús representa el amor de Dios por el
hombre, pero de nuevo, ¿Qué es el amor de Dios si el hombre no
responde a el? Los anhelos del Corazón de Jesús son perfectamente
cumplidos en el Corazón de María. Su Corazón en el único receptáculo
sin mancha de la Palabra de Dios. El Corazón de María ha respondido
perfectamente, amor con amor, al perfecto amor de Dios.
Nuestra
Señora es el “sello de la perfecta criatura.” Desde este enfoque,
ella es indispensable en los planes de Dios para la redención del
hombre. Y es indispensable no por que Dios sea incapaz de redimirnos
por Sí mismo, sino porque El quiere que el hombre, a quien creó con
libre voluntad, coopere libremente en su propia redención, para hacer
esta redención verdaderamente redentora, digna para ambos, Dios y el
hombre.
Esta
redención sería indigna de Dios si fuese impuesta al hombre. Y sería
indigna del hombre si no deseara esta redención desde su libre
voluntad. Por tanto, el Redentor necesita que el hombre sea
corredentor, cooperando en su propia redención. Este rol de
corredención le fue ofrecido a María quien fue concebida sin pecado
original. Solamente Ella pudo empezar un nuevo linaje de sangre
liberada de la esclavitud del pecado. Su Concepción Inmaculada terminó
con la herencia del pecado en el hombre, calificándola, sólo a Ella,
para ser Corredentora, la que como el cordero pascual debe ser sin
mancha. Esto le fue ofrecido por el Señor a través del Angel
Gabriel, y con su fíat lo
aceptó en favor de toda la humanidad convirtiéndose en
Corredentora.
Es
por esto que en las apariciones de “La Señora de Todas las
Naciones” en Amsterdam en 1945 –un título que fue aprobado por el
recién fallecido obispo local ordinario, Hendrik Bomers de Haarlem-
Nuestra Señora dijo: “La Señora es Corredentora, no porque yo sea
la Madre de Dios, sino porque –y anótalo bien- porque soy la
Inmaculada Concepción.”
La
Pregunta Ecuménica
Algunos
se oponen al quinto Dogma Mariano objetanto que será divisivo, que no
sería un catalítico para la unidad de la Iglesia. El argumento es
como sigue: “Creo en mi corazón que Nuestra Señora es
Corredentora, Mediadora de todas las Gracias y Abogada, pero no puedo
apoyar su proclamación en este momento. Quizá divida a la
Iglesia.”
Encontré
una respuesta a esta objeción en los escritos de Su Eminencia, Luis
Cardenal Martínez, autor del libro El
Espíritu Santo. El Cardenal escribió: “Djos santificadores son
necesarios para nuestras almas, el Espíritu Santo y la Virgen María,
porque ellos son los únicos que pueden reproducir a Cristo... El
primero es el santificador por esencia porque El es Dios, santidiad
infinita... y le corresponde a El comunicar a las almas el misterio de
esa santidad. La Virgen María, por su parte, es la co-operadora, el
instrumento indispensable, en y por diseño de Dios... Encontes, estos
dos, el Espíritu Santo y María, son los artífices indispensables de
Jesús, los santificadores indispensables de las almas. Cualquier
santo en el cielo puede co-operar en la santificación de las almas,
pero su co-operación no es necesaria... mientras que la co-operación
de estos Artesanos de Jesús es tan necesaria que sin ella las almas
no son santificadas (y esto por diseño actual de la Providencia). Tal
es la gracia que el Espíritu Santo y la Virgen María tienen en el
orden de la santificacion. Por tanto, la piedad Cristiana debería
poner a estos dos artesanos de Cristo en su lugar verdadero, haciendo
de la devoción hacia ellos algo necesario, profundo y constante.
El Santificador por Su Esencia... la Virgen maría la
Cooperadora, el instrumento indispensable.”
Esto,
yo creo, es el argumento más poderoso e impulsador para apoyar el
Quinto Dogma Mariano: que por el fiat divino, no puede haber
santificación posible sin la acción del Espíritu Santo quien es la
Esencia y la Cooperación de la Santísima Virgen María, el
instrumento indispensable de mediación.
Con
esta tesis, podemos decir con convicción que no es suficiente que
creamos la verdad de este dogma en nuestros corazones.
Pero este conocimiento nos debe hacer entender que este dogma
es esencial para nuestra Fe Católica, no en su periferia sino en su
medula. Y debemos proclamarlo al mundo para que se dé el Triunfo del
Inmaculado Corazón de María y del Espíritu Santo, primero en
nuestros corazones y después en todas las naciones. La
verdad en sí misma no puede causar división; sólo el rechazo de la
verdad.
Esta
proclamación no es por el bien de María, puesto que no podemos
agregar ningún título que la Santísima Trinidad no le haya otorgado
ya, pero es por nuestro bien,
que entendamos y aceptemos esta verdad, por nuestra propia santificación
y gracia.
En
cuanto a la oportunidad de la definición Mariana, esta verdad debe
ser proclamada ahora porque
nuestra necesidad es urgente, ya que la batalla entre la Palabra de
Vida y la cultura de la muerte, está rugiendo en medio de nosotros y
el incendio del mal cubre al mundo. Tal y como Radio Vaticano advirtió,
las palabras no son ya suficientes, debemos actuar resueltamente ahora.
De
Mayo 13 en Mátima a Mayo 31 en Amsterdam
Aún
cuando las apariciones Marianas de Fátima son, sin lugar a dudas, las
más importantes del Siglo XX, profetizando los eventos de este siglo
que impactan nuestra fe y el futuro de la humanidad, los mensajes de
la Señora de Todas las Naciones –que duraron 14 años- son una
extensión de los mensajes de Fátima. Los mensajes de Amsterdam,
aprobados por aceptación del Obispo Bomers de Haarlem, están dados
para nuestro tiempo y contienen tres elementos, cada uno de ellos
conectado a un evento importante que aún está por venir.
El
primer elemento es la venida del Espíritu Santo, que va a ser enviado
al mundo por el Padre y por el Hijo en un Segundo Pentecostés. Como
un acto de Divina Misericordia, vendrá y “morará en los corazones
de todos los pueblos”, para preservarlos de “degeneración,
calamidades y guerra.”
El
segundo elemento es la grave advertencia de “fuerzas tremendas
amenazando al mundo”, de “terribles castigos” y de “graves
eventos”, incluyendo la pérdida general de fe.
Este
grave tiempo –dijo la Señora de Todas las Naciones– ya están
sobre nosotros. Ella habló de un gran castigo de fuego, que podría
ser la descripción de un holocausto nuclear. “Caerán huracanes de
fuego de las nube... habrá una lluvia ininterrumpida de fuego…”
El
tercer elemento, es un mensaje de esperanza. Nuestra
Señora dijo: “Este Dogma será y es la coronación gloriosa de su
Madre, y cuando sea proclamado, la Señora de Todos los Pueblos
obtendrá la paz, paz para el mundo entero. El Espíritu Santo de
paz está ahora más cerca que nunca, pero solamente vendrá si Uds.
rezan. El es la sal. Es el agua. Es la luz. Es el poder que protege a
la Madre de Uds. El ha procedido del Padre y del Hijo, y es quien ha
dotado a la Señora de Todos los Pueblos con Su poder, y debido a
esto, puede y quiere distribuir sus gracias a Uds.”
“El
tiempo ha llegado. El Espíritu Santo debe venir sobre la tierra. El
Espíritu Santo debe venir nuevamente y en esta ocasión será sobre
todas las gentes. La Señora viene a anunciar al Espíritu Santo y
viene a preparar camino para esto.”
AKITA: Continuación y Confirmación
de
Fátima y Amsterdam
Veintiocho
años separan las apariciones de Fátima 1917 de las de Amsterdam, que
empezaron en 1945. Otros
28 años después -en 1973- una imagen esculpida en madera de La Señora
de Todas las Naciones, en un convento de monjas contemplativas en
Akita, en la diócesis de Niigata, Japón, empezó a derramar lágrimas
humanas, a transpirar sudor humano y a sangrar sangre humana. La
Hermana Inés Sasagawa Kasuko fue la testigo escogida: recibió los
estigmas de Nuestro Señor y los mensajes de Nuestra Señora. El
tercer mensaje fue el 13 de Octubre de 1973, que coincide con la fecha
del milagro del sol en Fátima.
Como
La Señora de Todos los Pueblos advirtió nuevamente en Akita -al
igual que lo que hizo en Amsterdam- sobre un castigo de fuego sobre la
humanidad: “Si los hombres no se arrepienten y cambian de vida, el
Padre Celestial descargará un gran castigo sobre toda la humanidad.
Será definitivamente un castigo más grande que el Diluvio, tal como
nunca haya visto jamás. Caerá fuego del cielo y una gran parte de la
humanidad perecerá.”
El
Obispo Ito, el superior en Akita, emitió una declaración sobre las
apariciones, cuando visitó las Filipinas en 1991. Lo que dijo es
importante, ya que Nuestra Señora misma le externó a la Hermana
Sasagawa, que el Obispo Ito proveería la interpretación autorizada
de los eventos en Akita. Esto es lo que el dijo: “La característica
distintiva de las apariciones Marianas en Akita, es que la estatua de
madera de la Madre Santísima está al frente de la Cruz. Esta postura
de la estatua milagrosa significa que la Santísima Virgen tiene una
profunda relación y liga con la Pasión redentora de Cristo en la
Cruz, en el Calvario.
“La
estatua fue labrada en base a una estampa que reproducía una pintura
al óleo de la Santísima Madre de Amsterdam, la que se apareció de
1945 a 1959 a una mujer Católica Holandesa llamada Ida Pedeerman. La
Santísima Madre se identificó a si misma como Corredentora. Este rol
de Corredentora significa que la Santísima Madre dio a luz al
Redentor y compartió en los sufrimientos de Cristo. Cristo vino al
mundo como el Redentor y la obra de la redención fue la Cruz, con
todos sus sufrimientos de cuerpo y espíritu. La Santísima Madre
sufrió con Su Hijo Jesús, al permanecer de pie al frente de la Cruz.
Aunque el sufrimiento de Nuestra Señora no es el principio esencial
del sacrificio redentivo de Nuestro Señor, su sufrimiento fue
necesario para que la humanidad fuese capaz de recibir las gracias
Divinas provenientes de la redención de Cristo en la Cruz.”
En
el libro, Akita, la Madre de Dios como Corredentora, se cita al Padre Thomas
Teiji Yausda SVD, director espiritual de la Hermana Sasagawa,
diciendo que “Los milagros del llanto y sangrado de la estatua de la
Santísima Madre en Akita fueron permitidos por Dios para ilustrar la
verdad del rol de María como Corredentora.”
Incluso
la Medalla Milagrosa –las apariciones que constituyen el comienzo
verdadero del mensaje Mariano al mundo moderno y el trabajo de la
corredención Mariana- también representa a la Santísima Madre como
Corredentora, Mediadora de todas las Gracias y Abogada. Aparece como
Mediadora de todas las Gracias con sus manos extendidas distribuyendo
gracias. Las palabras inscritas “María, concebida sin pecado, rogad
por nosotros que recurrimos a vos”, la presentan como la Abogada de
los pecadores. La cruz está entrelazada con la letra M en su base,
como una clara referencia a María como Corredentora, puesto que es
por la cruz que Cristo ha redimido al mundo.
La
Madre de Todos los Pueblos y el Nuevo Advenimiento
Hemos
visto como estos tres mensajes del Siglo XX, Fátima, Amsterdam y
Akita están entrelazados, guiando el destino de la humanidad mientras
entramos al tercer milenio. Fátima ocurrió en 1917. Veintiocho años
después, en 1945, la Señora de Todas las Naciones vino a Amsterdam,
y después de otros 28 años, se manifestó en Akita en 1973. Y si
agregamos otros 28 años después de Akita, nos llevará al 2001, el
primer año del tercer milenio.
El
Obispo John Ito, Ordinario de Akita quien aprobó las apariciones, me
escribió después de que informó brevemente al Santo Padre sobre los
eventos de Akita y presentó su pastoral para su aprobación al
Cardenal Joseph Ratzinger, personalmente me confirmó que esos dos
mensajes, el de Fátima y el de Akita, son esencialmente lo mismo. El
Obispo Ito dijo: “El Padre quiere purificar a la humanidad antes de
que entre al tercer milenio.” El
Obispo Ito dijo categóricamente que el milagro de Akita confirma la
autenticidad de los mensajes de Amsterdam, puesto que la estatua que
lloró y sangró es una imagen esculpida de La Señora de Todas las
Naciones. El cielo no hubiese permitido que los eventos sobrenaturales
en Akita se concentraran en una imagen de Nuestra Señora de Todas la
Naciones, si sus mensajes en Amsterdam no representaran la verdad.
Y si es la verdad, ¿porqué estamos suprimiendo la proclamación de
la verdad? La proclamación del Quinto Dogma ya no es nuestra
prerrogativa; es ahora nuestro
deber. Debemos hacer caso a la advertencia de Radio Vaticano,
de que “ha llegado el tiempo cuando las palabras ya no son
suficientes. Es ahora necesario actuar inmediatamente si queremos que
la humanidad, que cada uno de nosotros, sea capaz de ver, aparte del
fuego, la luz.”
Hace
dos mil años, durante el Primer Adviento, el Espíritu Santo descendió
sobre María y cuando el poder del Altísimo la cubrió, concibió a
Jesús, Hijo de Dios. Ahora, durante este Nuevo Adviento, es La Madre
de Todos los Pueblos, la Corredentora, Mediadora de todas las Gracias
y Abogada, la que acompañará a su Esposo para descender a nuestros
corazones y almas, y nos recreará a cada uno de nosotros –si le
damos nuestro fíat- de Jesús.
Unidos con los Corazones de Jesús y María, en su pasión por la
Voluntad del Padre, inflamados con el fuego del Espíritu Santo,
podemos disipar las tinieblas que cubren el mundo y renovar la faz de
la tierra.