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Fundador de la Orden de Predicadores Fiesta: 8 de agosto Ver también: Hablaba con Dios o de Dios Vida mas extensa Mercaba.org Galería de imágenes Su padre, Félix de Guzmán, era noble acompañante del Rey. Su madre era la Beata Juana de Aza de quien Domingo recibió su educación primera. Cuando tenía seis años fue entregado a un tío suyo, arcipreste, para su educación literaria. A los catorces años fue enviado al Estudio General de Palencia, el primero y más famoso de toda esa parte de España, y en el que estudiaban artes liberales, es decir, todas las ciencias humanas y sagrada teología. El joven Domingo se entregó de lleno al estudio de la teología. Domingo conmovió a la ciudad de Palencia de manera que se produjo un movimiento de caridad y se hizo innecesario vender sus libros o entregarse como esclavo. También surgieron vocaciones para la Orden que mas tarde Domingo fundaría. A los 24 años de edad, Domingo fue llamado por el obispo de Osma para ser canónigo de la catedral. A los 25 años fue ordenado sacerdote. En 1207 Domingo, con algunos compañeros, entre ellos el Obispo de Osma, se entrega de lleno a la vida apostólica, viviendo de limosnas, que diariamente mendigaba, renunciando a toda comodidad, caminando a pie y descalzo, sin casa ni habitación propia en la que retirarse a descansar, sin más ropa que la puesta. Comprendiendo la necesidad de instruir a aquellas gentes que caían en las herejías, determinó fundar la Orden de predicadores, dispuestos a recorrer pueblos y ciudades para llevar a todas partes la luz del Evangelio. Funda centros de apostolado en todo el sur de Francia. Pero, reconociendo que para combatir las herejías era necesario una buena formación teológica, busca un doctor en teología que instruyera a la comunidad. Más tarde, uno de sus discípulos en la orden sería la lumbrera más grande que haya tenido la iglesia universal: Santo Tomás de Aquino. Santo Domingo fue un gran amigo de San Francisco de Asís, a quien visito y abrazó efusivamente. Santo Domingo poco después fundó la rama femenina de su Orden. El 21 de enero de 1217, el Papa Honorio III aprobó definitivamente la obra de Domingo, la Orden de los predicadores o Dominicos. En 1220 la herejía de los cataros y albigenses se había extendido por Italia. El Papa Honorio pone a Domingo a cargo de una gran misión. Murió en Bolonia el 6 de agosto de 1221 Fue canonizado por Gregorio IX en 1234. El Papa dijo: "De la santidad de este hombre estoy tan seguro, como de la santidad de San Pedro y San Pablo". Sto. Domingo le decía a su hermanos:
Todos los días pedía a Nuestro Señor la gracia de crecer en el amor hacia Dios y en la caridad hacia los demás y tener un gran deseo de salvar almas. Esto mismo recomendaba a sus discípulos que pidieran a Dios constantemente. Hacía estrictas penitencias:
Nunca mostraba desánimo. Era el hombre de gran alegría y del buen humor. Sus compañeros decían: "De día nadie más comunicativo y alegre. De noche, nadie más dedicado a la oración y a la meditación". Pasaba noches enteras en oración. Sus libros favoritos eran el Evangelio de San Mateo y las Cartas de San Pablo. Siempre los llevaba consigo para leerlos día por día y prácticamente se los sabía de memoria. A sus discípulos les recomendaba que no pasaran ningún día sin leer alguna página de la Biblia.
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