"HEMOS VENIDO A ADORARLE"
(Mt 2, 2)
Jornada Mundial de la Juventud - Colonia,
2005
VÍA
CRUCIS DE LA JORNADA MUNDIAL DE LA JUVENTUD, 19 de agosto
del 2005
“ÉL apacentará a
mi pueblo.” (Mt 2, 6b)
ÉL se ha cruzado en nuestro camino
En su mensaje emitido con ocasión
de la XX Jornada Mundial de la Juventud 2005, el Santo Padre Juan
Pablo II escribe:
" 'Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María’ (Mt
2,11). Nada extraordinario a primera vista. Pero este niño es
diferente a todos los demás: Es el Hijo unigénito de Dios que se ha
despojado de su gloria (compárese con Fil. 2,7) y que ha descendido
a la tierra para morir en la Cruz. Ha descendido a nosotros y se
hizo pobre para revelarnos su gloria divina que un día miraremos
plenamente en el cielo, nuestra tierra celestial. … Llegó en su
pobreza para ofrecerles la salvación a los pecadores.“
Nosotros miramos el Vía Crucis de
Jesús, incentivados por imágenes que representan la Pasión de Jesús
de dos diferentes maneras: en su vida terrestre y en los hombres de
nuestros tiempos (en relación a las imágenes también véanse las
explicaciones al final del Vía Crucis). Rezamos y le damos gracias a
Dios por "esta benevolencia tan generosa" (Juan Pablo II).
I. Estación:
Jesús es condenado a muerte
Canto "Crucem tuam“
Texto bíblico: Salió Jesús con
sus discípulos hacia los pueblos de Cesarea de Filipo, y por el
camino hizo esta pregunta a sus discípulos: “¿Quién dicen los
hombres que soy yo?” Ellos le dijeron: “Unos, que Juan el Bautista;
otros, que Elías; otros, que uno de los profetas.” Y él les
preguntaba: “Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?” Pedro le
contesta: “Tú eres el Cristo.” Y les mandó enérgicamente que a nadie
hablaran acerca de él. (Mc 8, 27-30
Ruegos: Como hombres podemos
juzgar de manera justa e injusta. Nuestro juicio puede ser alentador
y estimulante, así como también puede ser desanimador y destructivo.
Hasta el día de hoy, Jesús se enfrenta al juicio de los hombres. A
Él, de quien Pedro dice "Tú eres el Cristo" le rogamos:
Por el espíritu de la justicia
para todos los que juzgan a otros, siendo jueces o maestros, padres
o superiores. Por el espíritu de la veracidad para nosotros mismos
al valorar situaciones personales y sociales y al juzgar a otros.
O Lord, hear my prayer …
Súplica de perdón: Por todos
aquellos casos en los que hemos juzgado injustamente a otros, o en
los que tenemos prejuicios contra otros, te pedimos nos hagas
retornar al buen camino y nos concedas perdón.
Kyrie (Taizé)
II. Estación:
Jesús carga con la cruz
Canto “Crucem tuam“
Texto bíblico: “Venid a
mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados, y yo os daré
descanso. Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprenden de mí, que soy
manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras
almas. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera.” (Mt 11,
28-30)
Ruegos: Algunas de nuestras
cargas las asumimos voluntariamente; otras nos las imponen los
demás. Jesús nos invita a descansar una y otra vez con él. Llevando
el peso de la Cruz nos hace descansar a nosotros. Y es más: Jesús
carga la Cruz de la que crece la vida nueva. A Él le rogamos:
Dales valor a todos aquellos
que asumen cargas ajenas y que, de esta manera, alivian la vida de
otros. Concédenos el valor de asumir nuestras propias tareas y de
enfrentarnos a la responsabilidad.
O Lord, hear my pray’r …
Súplica de perdón: Por
aquellas situaciones en las que nos hemos convertido en una carga
para los demás, te pedimos nos hagas retornar al buen camino y nos
concedas perdón.
Kyrie (Taizé)
III. Estación:
Jesús cae por primera vez, bajo la cruz
Canto ”Crucem tuam“
Texto bíblico: Pero él dijo:
“¡Ay también de vosotros, los legistas, que imponéis a los hombres
cargas intolerables, y vosotros no las tocáis ni con uno de vuestros
dedos!” (Lc 11, 46)
Reflexión: En ocasiones,
personas no resisten la carga que otros les han impuesto: las
expectativas son demasiado grandes, las preocupaciones demasiado
graves y las desilusiones demasiado fuertes. A veces nos imponemos
cargas innecesarias a nosotros mismos o a los demás, o nos libramos
de nuestras responsabilidades cargándolas sobre los demás. Jesús que
ha caído bajo el peso de la Cruz advierte que no se le impongan unas
cargas demasiado pesadas al prójimo.
- Silencio -
IV. Estación: Jesús encuentra a su Madre
Canto “Crucem tuam“
Texto bíblico: Salió de allí y
vino a su patria, y sus discípulos le siguen. Cuando llegó el sábado
se puso a enseñar en la sinagoga. La multitud, al oírle, quedaba
maravillada, y decía: “¿De dónde le vienen esto? y ¿qué sabiduría es
esta que le ha sido dada? ¿Y estos milagros hechos por sus manos?
¿No es éste el carpintero, el hijo de María y hermano de Santiago,
José, Judas y Simón? ¿Y no están sus hermanas aquí entre nosotros?”
Y se escandalizaban a causa de él. (Mc 6, 1-3)
Ruegos: Hacemos la experiencia
de cuán difícil puede ser encontrar a personas que están sufriendo,
dentro de nuestra propia familia y de nuestro círculo de amigos, sin
que podamos ayudarles. En el caso de la Virgen María y de Jesús,
esto seguramente no habrá sido diferente. Juntos con José, ellos
formaban una familia. Como madre de Jesús, la Virgen María debe
haber sufrido un inmenso dolor al encontrar a su hijo en el calvario
y ver que no podía ayudarle. Sin embargo, sigue fiel a su lado. Por
intercesión de Ella, pidámosle a Jesús que:
Conceda fidelidad a todos
aquellos que ven sufrir a sus padres, hijos, hermanos y amigos.
Que nos dé confianza a nosotros mismos en aquellas situaciones en
las que suframos con los seres que más queremos.
O Lord, hear my pray’r …
Súplica de perdón: Si por
desaliento o comodidad hemos abandonado a personas cercanas en
situaciones difíciles, te pedimos nos hagas retornar al buen camino
y nos concedas perdón.
Kyrie (Taizé)
V.
Estación: Simón de Cirene ayuda a Jesús a llevar la cruz
Canto "Crucem tuam“
Texto bíblico: Se levantó un
legista y dijo, para ponerle a prueba: “Maestro, ¿qué he de hacer
para tener en herencia vida eterna?” Él le dijo: “¿Qué está escrito
en la Ley? ¿Cómo lees?” Respondió: “Amarás al Señor tu Dios con todo
tu corazón, con toda el alma, con todas tus fuerzas y con toda tu
mente; y a tu prójimo como a ti mismo.” Díjole entonces: “Bien has
respondido. Haz eso y vivirás.” Pero él, queriendo justificarse,
dijo a Jesús: “Y ¿quién es mi prójimo?” Jesús respondió: “Bajaba un
hombre de Jerusalén a Jericó y cayó en manos de salteadores que,
después de despojarle y darle una paliza, se fueron, dejándole medio
muerto. Casualmente, bajaba por aquel camino un sacerdote y, al
verle, dio un rodeo. De igual modo, un levita que pasaba por aquel
sitio el vio y dio un rodeo. Pero un samaritano que iba de camino
llegó junto a él, y al verle tuvo compasión. Acercándose, vendó sus
heridas, echando en ellas aceite y vino; y le montó luego sobre su
propia cabalgadura, le llevó a una posada y cuidó de él. Al día
siguiente, sacó dos denarios y se los dio al posadero diciendo:
‘Cuida de él y, si gastas algo más, te lo pagaré cuando vuelva.’
¿Quién de estos tres te parece que fue prójimo del que cayó en manos
de los salteadores?” Él dijo: “El que practicó la misericordia con
él.” Díjole Jesús: “Vete y haz tú lo mismo.” (Lc 10, 25-37)
Ruegos: Jesús nos exhorta a
que les ayudemos a los demás y nos alienta para que aceptemos la
ayuda de otros. Para ello, ni la descendencia, ni la religión ni la
nacionalidad deberán jugar papel alguno. A Él, que durante su
calvario ha aceptado la ayuda de un extraño, le pedimos:
Que les de fuerza a todos los que
trabajan en organizaciones de ayuda humanitaria; a los que se
empeñan por la justicia, la paz y la preservación de la creación y
los que ayudan a otros para que éstos tengan una vida menos difícil
y mas llevadera.
Que nos conceda el espíritu del amor para que, sin miras de sexo,
nacionalidad, cultura y religión le ayudemos al prójimo.
O Lord, hear my pray’r …
Súplica de perdón: Cuando sólo
amamos a los que nos aman o cuando hacemos depender nuestra ayuda de
las apariencias de la persona que necesita nuestra ayuda, te pedimos
nos hagas retornar al buen camino y nos concedas perdón.
Kyrie (Taizé)
VI. Estación: La
Verónica limpia el rostro de Jesús
Canto "Crucem tuam“
Texto bíblico: Jesús se sentó
frente al arca del Tesoro y miraba cómo echaba la gente monedas en
el arca del Tesoro: muchos ricos echaban mucho. Llegó también una
viuda pobre y echó dos moneditas, o sea, una cuarta parte del as.
Entonces, llamando a sus discípulos, les dijo: “Os digo de verdad
que esta viuda pobre ha echado más que todos los que echan en el
arca del Tesoro. Pues todos han echado de lo que les sobraba, ésta
en cambio, ha echado de lo que necesitaba todo cuanto poseía, todo
lo que tenía para vivir.” (Mc 12, 41-44)
Ruegos: Podemos sentir muy de
cerca el sufrimiento de otras personas aún cuando no podamos hacer
mucho para remediarlo. Tampoco Verónica es capaz de intervenir
físicamente. Sólo le ofrece un sudario a Jesús, así como la
viejecita sólo pone algunas monedas muy pequeñas en el alcancía de
las limosnas. Ambas dan todo lo que tienen. A Jesús que sólo se fija
en los corazones de los hombres, le pedimos:
Solidaridad para con todos
aquellos que en los pobres y sufridos de nuestro tiempo ven la cara
de Jesús.
Por que seamos capaces de dar todo lo que nos sea posible cuando
encontremos a personas que necesiten ayuda.
O Lord, hear my pray’r …
Súplica de perdón: En aquellas
situaciones en las que volteamos la espalda ante el sufrimiento y la
penuria, y en las que no hacemos lo que estaría a nuestro alcance,
te pedimos nos hagas retornar al buen camino y nos concedas perdón.
Kyrie (Taizé)
VII. Estación:
Jesús cae por segunda vez, bajo la cruz
Canto "Crucem tuam“
Texto bíblico:
“Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino
de los Cielos. Bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán en
herencia la tierra. Bienaventurados los que lloran, porque ellos
serán consolados. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de
justicia, porque ellos serán saciados. Bienaventurados los
misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.
Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.
Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán
llamados hijos de Dios. Bienaventurados los perseguidos por causa de
la justicia, porque de ellos es el reino de los Cielos.
Bienaventurados seréis cuando os injurien y os persigan y digan con
mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa. Alegraos y
regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en los cielos;
pues de la misma manera persiguieron a los profetas anteriores a
vosotros. (Mt 5, 3-12)
Reflexión: Las bienaventuranzas
cuestionan nuestra vida. Los pacificadores y perseguidos, los justos
y los oprimidos, ¿realmente son los que ganarán el cielo? Jesús, que
se desploma bajo el peso del pecado de otros, no les promete el
cielo en la tierra a los que sufren y a los oprimidos, pero sí les
promete felicidad eterna en el Reino de Dios que hoy ya está
presente y cuya conclusión estamos esperando.
- Silencio -
VIII. Estación:
Jesús encuentra a las mujeres que loran por él
Canto "Crucem tuam“ Imagen,
acompañada de música durante aprox.
Texto bíblico: Estando él en
Betania, en casa de Simón el leproso, recostado en la mesa, vino una
mujer que traía un frasco de alabastro con perfume puro de nardo, de
mucho precio; quebró el frasco y lo derramó sobre su cabeza. Había
algunos que se decían entre sí indignados: “¿Para qué este
despilfarro de perfume?” Se podía haber vendido ese perfume por más
de trescientos denarios y habérselo dado a los pobres.” Y
refunfuñaban contra ella. Mas Jesús dijo: “Dejadla. ¿Porqué la
molestáis? Ha hecho una obra buena en mi. Porque pobres tendréis
siempre con vosotros y podréis hacerles bien cuando queráis; pero a
mi no me tendréis siempre. Ha hecho lo que ha podido. Se ha
anticipado a embalsamar mi cuerpo para la sepultura. Yo os aseguro:
dondequiera que se proclame la Buena Nueva, en el mundo entero, se
hablará también de lo que ésta ha hecho para memoria suya.” (Mc
14, 3-9)
Ruegos: Cuando sufrimos se nos
hace difícil fijarnos en el sufrimiento de otros. Jesús que se
coloca a un mismo nivel con los pobres y sufridos, en la hora de su
propio sufrimiento abre su corazón para el sufrimiento de las
mujeres en llanto y para el dolor de todos los hombres. A Él le
pedimos:
Por la paciencia y generosidad de
todos los que viven al servicio de los enfermos y pobres.
Por que, a pesar de nuestras propias preocupaciones, seamos abiertos
de corazón para las penurias de nuestros prójimos.
O Lord, hear my pray’r …
Súplica de perdón: En aquellas
situaciones en las que tan sólo veamos nuestras propias
preocupaciones, penurias y nuestros propios problemas, te pedimos
nos hagas retornar al buen camino y nos concedas perdón. Kyrie (Taizé)
IX. Estación:
Jesús cae por tercera vez, bajo la cruz
Canto "Crucem tuam“
Texto bíblico: Entonces Jesús
fue llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado por el
diablo. Y después de hacer un ayuno de cuarenta días y cuarenta
noches, al fin sintió hambre. Y acercándose el tentador, le dijo:
“Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en panes.”
Mas él respondió: “Está escrito: No sólo de pan vive el hombre, sino
de toda la palabra que sale de la boca de Dios.” Entonces el diablo
le lleva consigo a la Ciudad Santa, le pone sobre el alero del
Templo, y le dice: “Si eres Hijo de Dios, tírate abajo, porque está
escrito: A sus ángeles te encomendará, y en sus manos te llevarán,
para que no tropiece tu pie en piedra alguna.” Jesús le dijo:
“También está escrito: No tentarás al Señor tu Dios.” De nuevo le
lleva consigo el diablo a un monte muy alto, le muestra todos los
reinos del mundo y su gloria, y le dice: “Todo esto te daré si
postrándote me adoras.” Dícele entonces Jesús: “Apártate, Satanás,
porque está escrito: Al Señor tu Dios adorarás, y solo a él darás
culto.” Entonces el diablo le deja. Y he aquí que se acercaron unos
ángeles y le serían. (Mt 4, 1-11)
Reflexión: Querer ser como
Dios, desde hace siempre ha sido una tentación para nosotros los
humanos. Una y otra vez desarrollamos fantasías de poder absoluto y
pensamos ser mejores y más fuertes que los demás. Los hombres se
toman el derecho de dominar a otros hombres. Jesús, en su vida ha
resistido a las tentaciones de ser cada vez más poderoso. No se
desploma bajo su soberbia sino bajo la carga de la presunción de
otros.
- Silencio -
X. Estación:
Jesús es despojado de sus vestiduras
Canto "Crucem tuam“
Texto bíblico: Por aquellos
días salió un edicto de César Augusto ordenando que se empadronase
todo el mundo. Este primer empadronamiento tuvo lugar siendo
gobernador de Siria Cirino. Iban todos a empadronarse, cada uno a su
ciudad. Subió también José desde Galilea, de la ciudad de Nazareth,
a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por ser él de la
casa y familia de David, para empadronarse con María, su esposa, que
estaba encinta. Mientras estaban allí, se le cumplieron los días del
alumbramiento y dio a luz a su hijo primogénito, le envolvió en
pañales y le acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en el
albergue. Había en la misma comarca unos pastores, que dormían al
raso y vigilaban por turno durante la noche su rebaño. Se les
presentó el ángel del Señor, la gloria del Señor los envolvió en su
luz y se llenaron de temor. El ángel les dijo: “No temáis, pues os
anuncio una gran alegría, que lo será para todo el pueblo: os ha
nacido hoy, en la ciudad de David, un salvador, que es el Cristo
Señor; y esto os servirá de señal: encontraréis un niño envuelto en
pañales y acostado en un pesebre.” Y de pronto se juntó con el Ángel
una multitud del ejército celestial que alababa a Dios diciendo:
“Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz a los hombres en
quienes él se complace.” (Lc 2, 1-14)
Ruegos: De manera especial,
los niños y los débiles y decrépitos dependen de la buena voluntad
de otros. Es a ellos a los que con más facilidad se les puede
presentar con todas sus flaquezas: al final están tan desnudos como
al principio. A Jesús, que se ha entregado y que ha aguantado el
despojamiento que han cometido los hombres en él, le pedimos:
Por tu amor protector para con
todos los niños y las personas débiles y decrépitas.
Por que nos des valor a nosotros mismos para proteger a otros y para
que los defendamos cuando sean desairados.
O Lord, hear my pray’r …
Súplica de perdón: Por
aquellas veces en las que nos hemos aprovechado de otros y en las
que hemos desairado a otros, te pedimos nos hagas retornar al buen
camino y nos concedas perdón.
Kyrie (Taizé)
XI. Estación:
Jesús es clavado en la cruz
Canto "Crucem tuam“
Texto bíblico: A la hora nona
gritó Jesús con fuerte voz: “Eloí, Eloí, ¿lemá sabactaní?”, -que
quiere decir- “¡Dios mío, Dios mío! ¿porqué me has abandonado?”
(Mc 15, 34)
Ruegos: Hasta el día de hoy, a
los hombres se les oprime, se les priva de su libertad y se les fija
con clavos. Jesús lucha por la libertad y la salvación de los
hombres. Junto con nosotros, en un grito expresa ante Dios la
penuria de los hombres que dudan de la presencia de Dios. Él lucha
con su padre en nuestro nombre. A Él le pedimos:
Por la fe en tu amor para con
todos los que son oprimidos y que no son capaces de creer en la
presencia de Dios.
Por nuestra propia libertad interior para que podamos testimoniar
ante los hombres que tú nos has liberado y salvado.
O Lord, hear my pray’r …
Súplica de perdón: Por
aquellas situaciones en las que oprimimos a otros y no nos empeñamos
por la libertad de los demás, te pedimos nos hagas retornar al buen
camino y nos concedas perdón.
Kyrie (Taizé)
XII. Estación:
Jesús muere en la cruz
Imagen y canto "Crucem tuam“
Texto bíblico: Era ya cerca de
la hora sexta cuando se oscureció el sol y toda la tierra quedó en
tinieblas hasta la hora nona. El velo del Santuario se rasgó por
medio y Jesús dando un fuerte grito, dijo: “Padre, en tus manos
pongo mi espíritu” Y, dicho esto, expiró. (Lc 23, 44-46)
Ruegos: Cuando Jesús murió, en
la tierra se hizo de noche. A Él que ha dado su vida para que
después de nuestra muerte pueda irrumpir un nuevo día para todos
nosotros, le pedimos:
Por la vida eterna de todos los
difuntos.
Por que nos sintamos agradecidos contigo por haber dado tu vida por
nosotros.
O Lord, hear my pray’r …
Súplica de perdón: Por
aquellas situaciones en las que dudamos que Jesucristo sea el
Salvador de todos los hombres, te pedimos nos hagas retornar al buen
camino y nos concedas perdón.
Kyrie (Taizé)
XIII. Estación:
Jesús es bajado de la cruz y puesto en brazos de su Madre
Imagen y canto "Crucem tuam“
Texto bíblico: Jesús les
respondió: “Ha llegado la hora de que sea glorificado el hijo del
hombre. En verdad, en verdad os digo: si el grano del trigo no cae
en tierra y muere, queda él solo; pero si muere, da mucho fruto. El
que ama su vida, la pierde; y el que odia su vida en este mundo, la
guardará para una vida eterna. Si alguno me sirve, que me siga, y
donde yo esté, allí estará también mi servidor. Si alguno me sirve,
el Padre le honrará. (Jn 12, 23-26)
Reflexión: Jesús dice de sí
mismo que ésta es la hora de todas las horas. Para explicar su
muerte toma un ejemplo de la naturaleza. El grano de trigo tiene que
morir para llevar fruto. Sólo se abre y crece si antes ha sido
depositado en la tierra. ¿Habrá presentido la Virgen María que su
hijo sería el grano de la nueva vida? Todos los cristianos juntos
miramos al crucificado que dice de sí mismo que quiere obsequiarles
la vida a todos los hombres. Así podemos situarnos bajo la Cruz
junto con la Virgen María, como hombres para los que la Cruz de
Jesús se ha convertido en el árbol que nos trae la vida. Este
mensaje no sólo es válido en situaciones de extremo sufrimiento:
durante catástrofes naturales, guerras o enfermedades. Es un mensaje
que vale para siempre y en todos los lugares.
Todos: Ave, María, grátia
plena, Dóminus tecum; benedícta tu in muliéribus, et benedíctus
fructus ventris tui, Iesus. Sancta María, Mater Dei, ora pro nobis
peccatóribus nunc et in hora mortis nostrae. Amen.
XIV. Estación: El cuerpo de Jesús
es depositado en el sepulcro
Imagen y canto "Crucem tuam“
Texto bíblico: Luego vi un cielo
nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra
desaparecieron, y el mar no existe ya. Y vi la ciudad santa, la
nueva Jerusalén, que bajaba del cielo, de junto a Dios, engalanada
como una novia ataviada para su esposo. Y oí una fuerte voz que
decía desde el trono: “Esta es la morada de Dios con los hombres.
Pondrá su morada ente ellos y ellos serán su pueblo y él,
Dios-con-ellos, será su Dios. Y enjugará toda lágrima de sus ojos, y
no habrá ya muerte ni habrá llanto, ni gritos ni fatigas, porque el
mundo viejo ha pasado.” (Ap 21,1-4)
Ruegos: La última estación del
Vía Crucis vuelve a dirigir nuestra mirada una vez más tanto hacia
el presente como hacia el futuro. Jesucristo quiere obsequiarnos una
perspectiva positiva. Como Él vive entre nosotros no tenemos que
temer el aspecto doloroso de la vida. No podremos evitar ni el
sufrimiento ni la penuria, sin embargo, sufrimiento y penuria no
conforman la última estación del calvario sino que conducen hacia la
liberación y la salvación, hacia la resurrección y la vida. Creyendo
firmemente en esto te pedimos:
Dales a todos los cristianos el
valor para que en situaciones difíciles sepan dar testimonio de tu
presencia, tanto con palabras como con hechos.
Haz que los hombres de todas las religiones se empeñen por una vida
en paz y justicia.
Dales a todos los difuntos una vida en plenitud.
O Lord, hear my pray’r …
Todos: Pater noster, qui es
in caelis: sanctificétur nomen tuum; advéniat regnum tuum; fiat
volúntas tua, sicut in caelo, et in terra. Panem nostrum cotidiánum
da nobis hódie; et dimítte nobis débita nostra, sicut et nos
dimíttimus debitóribus nostris; et ne nos indúcas in tentatiónem;
sed líbera nos a malo. Quia tuum est regnum, et potéstas, et glória
in saecula. Amen.
El celebrante del Vía Crucis
imparte la bendición: En caso de que el celebrante sea un obispo:
Obispo: Dóminus vobíscum.
Todos: Et cum spíritu tuo.
Obispo: Sit nomen Dómini benedíctum.
Todos: Ex hoc nunc et usque in saéculum.
Obispo: Adiutórium nostrum in nómine Dómini.
Todos: Qui fecit caelum et terram.
Obispo: Benedícat vos omnípotens Deus Pater, et Filius et
Spíritus Sanctus. En caso de que el celebrante sea un sacerdote:
Sacerdote: Dóminus vobíscum.
Todos: Et cum spíritu tuo.
Sacerdote: Benedícat vos omnípotens Deus Pater, et Filius et
Spíritus Sanctus.
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Esta página es obra de Las Siervas de los Corazones Traspasados de Jesús y
María
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