HISTORIA
Y DEVOCION
AL SANTO NIÑO DE PRAGA
Fiesta del
Santísimo Nombre: 2do domingo después de la Epifanía.
Fiesta del Niño Jesús de
Praga: Primer domingo del mes de mayo.
Coronilla
al Niño de Praga
Niño
de Praga
Razón de adorar al Niño Jesús >>
Devoción al Niño de
Praga
La particular devoción al Santo Niño de Praga comenzó a principios del siglo
XVII. La Princesa Polyxenia de Lobkowitz recibió, como regalo de su madre en su
matrimonio, una hermosa estatua del Divino Niño procedente de España.
La estatua era de cera, de 48cm. El Niño Jesús está de pie, con la mano
derecha levantada, en actitud de bendecir, mientras con la izquierda sostiene un
globo dorado que representa la tierra. Su rostro es tierno y gracioso.
Después de la muerte
de su esposo, la princesa se dedicó a las obras de caridad. Los religiosos de la orden carmelita en Praga,
fueron particularmente favorecidos por la generosa asistencia de la princesa.
En el año 1628 estalló la guerra en Praga y el monasterio de los monjes fue reducido al extremo de la pobreza. En aquellos días,
la Princesa Polyxenia se presentó a la puerta del monasterio con su estatua y
dijo así:
"Aquí les traigo el objeto de mi mayor aprecio en este
mundo. Honrad y respetad al Niño Jesús y nunca os faltará lo necesario".
La hermosa estatua fue colocada en el oratorio del convento.
Su túnica y el manto habían sido arreglados por la misma princesa. Muy
pronto
sus palabras resultaron proféticas. Mientras los religiosos mantuvieron
la devoción al Divino Infante de Praga, gozaron de la prosperidad. En
1631 el ejército de Sajonia entró en Praga y los Padres Carmelitas se
trasladaron a Munich sin llevarse la estatua la que terminó arrojada a los escombros
por manos de los herejes invasores.
En el año 1635 terminó la guerra y regresaron los carmelitas a su convento en la ciudad de
Praga pero las condiciones de vida eran muy malas. Uno de los monjes
llamado el Padre Cirilo regresó a Praga después de siete años. Encontró la
situación en la ciudad en pésimas condiciones. Los ciudadanos corrían el
peligro de perder hasta la fe. Fue entonces que el Padre Cirilo, quién había recibido
anteriormente gran ayuda espiritual por medio de su
devoción al Santo Niño de Praga, quiso restaurar la devoción. Con mucha
diligencia el comenzó a buscar la estatua milagrosa. Al cabo de cierto tiempo, el
Padre la encontró entre los escombros detrás del altar, donde los invasores la habían
arrojado. Estaba cubierta por un manto. Extasiado de alegría, el Padre Cirilo
volvió a colocar al Santo Niño en su lugar, en el Oratorio donde los
carmelitas lo veneraron con gran devoción y confianza.
Pronto se levantó el sitio impuesto por los enemigos y todos gozaron felizmente de la paz.
Un día,
mientras que el padre Cirilo rezaba devotamente ante la estatua milagrosa, oyó una
voz que le decía:
"Ten piedad de mi y yo
tendré piedad de vosotros. Devolvedme mis manos y yo os daré la paz. Cuánto
mas me honren, tanto mas os bendeciré."
Asombrado de oír estas palabras,
el Padre Cirilo examinó la estatua minuciosamente. Removiendo el manto que cubría
al Divino Niño, el Padre descubrió que ambas manitas estaban quebradas. El
Superior se negó a restaurarlas alegando la extrema pobreza en que aún vivía
el convento. El Padre Cirilo fue llamado a auxiliar un moribundo llamado Benito
Maskoning y recibió de él 100 florines. Los llevó al Superior y tenía
esperanza que se usasen para reparar la estatua. Pero este juzgó que
sería mejor comprar una nueva. El mismo día que se
inauguró la nueva estatua, un candelabro de la pared se desprendió y cayendo
sobre la estatua, la redujo a pedazos. Al mismo tiempo, el Padre Superior cayó
enfermo y no pudo terminar su período de mando.
Elegido un nuevo Superior, el P. Cirilo volvió a suplicarle
que hiciera reparar la estatua pero no consiguió nada. Un día mientras oraba a
la Virgen María lo llamaron a la Iglesia donde una señora le entregó una
cuantiosa limosna antes de desaparecer. Lleno de gozo, el P. Cirilo fue al
Superior con el dinero pero este lo utilizó para otra cosa.
Pronto vinieron nuevas calamidades y pobreza. Ante
esas circunstancias todos acudieron al Niño Jesús. El Superior se humilló y
prometió celebrar 10 misas ante la estatua y propagar su culto. La situación
mejoró notablemente, pero no se arreglaba la estatua. Un día el Padre Cirilo,
que no cesaba de interceder ante Jesús, escuchó que le decía:
"Colócame a la entrada de la
sacristía, y encontrarás quien se compadezca de mí."
Se presentó un desconocido, el cual, notando que el hermoso
Niño no tenía manos, se ofreció espontáneamente a repararlas. Al poco tiempo
el desconocido ganó un juicio en el que recuperó una fortuna. Innumerables
beneficios fueron recibidos por los devotos. Los carmelitas por eso quisieron
edificarle una capilla pública, teniendo en cuenta que el sitio donde debían
levantarla, había sido ya indicado por la Santísima Virgen al Padre Cirilo.
Pero no había dinero y los conflictos con los calvinistas hacía peligroso
levantar nuevas iglesias.
Finalmente, en el 1642, la Princesa Lobkowitz edificó un
santuario que se inauguró en 1644, el día de la fiesta del Santo Nombre de Jesús.
Acudían devotos de todas partes y de toda condición. En 1655, el Conde
Martinitz, Gran Marqués de Bohemia, regaló una preciosa corona de oro
esmaltada con perlas y diamantes. El Reverendo José de Corte se la colocó al
Niño Jesús en una solemne ceremonia de coronación.
Al Divino Niño le llamaban el "Pequeño Grande"
y su reputación milagrosa se esparció por todas las naciones. En
innumerables colegios, parroquias, hogares, el Divino Niño entró a presidir y
derramar sus bendiciones, sobre todo la gracia de la fe.
Surgieron las Letanías del Nombre de Jesús; la recitación
de 5 padrenuestros, avemarías y glorias seguidas de la jaculatoria: "Sea
bendito el Nombre del Señor ahora y por los siglos de los siglos."
repetida 5 veces; la oración del Padre Cirilo; la recitación del Rosario del
Niño Jesús; y la celebración de la fiesta de Su Santísimo Nombre, el 2º
domingo después de la Epifanía.
Es significativo que Jesús quiera propagar la devoción a su
infancia en un mundo en que los niños son abortados, abusados y la mayoría no
recibe una educación ni ejemplo de vida cristiana. Jesús, quién dijo
"dejad que los niños se acerquen a mi", fue El mismo niño y quiere
que seamos humildes y puros como niños para entrar en Su Reino. Al
meditar sobre su niñez, Jesús nos bendecirá y suscitará en nosotros sus
virtudes.
La devoción al Divino Niño siempre había sido practicada por los
carmelitas.
Santa Teresa de Jesús practicaba una devoción muy particular al Divino Niño.
Igualmente lo hacía Santa Teresita, llamada la "pequeña flor de Jesús".
ORACIONES
Oración revelada por la Virgen al P. Cirilo
Oh, Niño Jesús, yo recurro a Ti y te ruego por la intercesión
de tu Santa Madre, me asistas en esta necesidad (pídase el favor que se
desea obtener), porque creo firmemente que tu Divinidad me puede socorrer.
Espero con toda confianza obtener tu santa gracia. Te amo con
todo el corazón y con todas las fuerzas de mi alma. Me arrepiento sinceramente
de todos mis pecados, y te suplico, oh buen Jesús, me des fuerzas para
triunfar. Propongo no ofenderte y me ofrezco a ti, dispuesto a sufrir antes que
hacerte sufrir.
De ahora en adelante, quiero servirte con toda fidelidad, y
por tu amor ¡oh Divino Niño! amaré a mi prójimo como a mí mismo. Niño
omnipotente, Señor Jesús, nuevamente te suplico me asistas en esta
circunstancia (se manifiesta). Concédeme la gracia de poseerte
eternamente con María y José y adorarte con los Ángeles en la Corte del
Cielo. Amén.
Oración al Milagroso Niño de Praga
¡Oh Milagroso Niñito Jesús! Te
suplicamos que mires nuestros corazones enfermos. Deja que tu Corazón de gran
misericordia se apiade y nos de la gracia que te rogamos de rodillas.
(Aquí se presenta la intención)
Límpianos del dolor y de la desesperación,
de las enfermedades y desgracias que nos agobian. Acuérdate de todos los méritos
de tu santísima infancia, y oye nuestra súplica. Danos tu consolación y tu
gracia para que eternamente te podamos adorar junto al Padre y al Espíritu
Santo, Dios por los siglos de los siglos. Amén!
Poderosa Novena de 9 horas al Niño de Praga
(Se reza cada hora por nueve horas )
Oh mi Jesús, Tú que dijiste:
"Pide y recibirás, busca y hallarás, toca y se te abrirá".
Por el Corazón Inmaculado de tu Santísima Madre, yo te pido,
busco y toco a tus puertas, que mi oración sea escuchada.
(Pida su intención)
Oh mi Jesús, Tú que dijiste: "Todo lo que pidieras a Mi
Padre en Mi Nombre te será concedido".
Por el Corazón Inmaculado de tu Santísima Madre, humilde y
urgentemente pido al Padre, en Tu Nombre que escuche mi oración.
(Petición)
Oh Mi Jesús, Tú que dijiste: "Los cielos y la tierra
pasarán pero mis palabras no pasarán".
Por el Corazón Inmaculado de tu Santísima Madre, te pido
confiado de que escuchas mis súplicas.
(Petición)
¡Gracias, Divino Niño de Praga!