RELIGION
1.
LA RELIGION EN EL HOMBRE.
2.
LA NUEVA ERA: RELIGION NEO PAGANA DEL SIGLO XXI.
3.
LA REENCARNACION: VERDAD O MITO.
4.
¿POR QUE LA IGLESIA CATOLICA CONDENA LA BRUJERIA?
5.
CUANDO LA FE EN CRISTO ES PUESTA A PRUEBA.
6.
CUANDO EL ISLAM ATACA AL CRISTIANISMO.
LA RELIGION EN EL
HOMBRE
AUTOR: GUIDO ROJAS. LICENCIADO EN
CIENCIAS RELIGIOSAS.
I. CONTEXTO
GENERAL
La palabra Religión proviene del
latín “Religare” y quiere decir ‘unir” o “atar” al hombre,
como criatura creada; con Dios, como Ser creador y supremo. En las
primeras civilizaciones, culturas y pueblos los elementos de la
naturaleza como el sol, la luna, las montañas, lagunas y ciertos
animales eran considerados como sagrados. Igualmente, se conservan
restos de altares, monumentos y datos sobre honras fúnebres en
homenaje a sus muertos.
II. RELIGIONES
MONOTEISTAS Y POLITEISTAS
El primer grupo es la religión
revelada que cree en un solo y verdadero Dios representado en el
Judaísmo (4.000 años atrás) en Irak; el Cristianismo (siglo primero
de nuestra era) en Israel; y el Islam (siglo VI d.C.) en Arabia
Saudita. El segundo grupo, son las religiones naturales que creen en
varios dioses mitológicos y legendarios corno el Animismo (20.000
años atrás) de los pueblos ancestrales de Africa, Asia, Oceanía,
Australia y las regiones selváticas; el Hinduismo (3.500 años atrás)
en la India; el Zoroastrismo (3.000 a.C.) de la antigua Persia (Hoy
Irán); el Budismo (2.500 a.C.) en el Nepal y el Sintoísmo (siglo VI
d.C.) del Japón.
III. COSAS EN
COMUN
Para que se cumpla una religión en
un plano general, son necesarias tres instancias:
1. La existencia de un Dios o dioses a quien adorar
2.
La realización de un sacrificio en su honor
como lo sangre de animales, frutas, oro e incluso en la antigüedad
víctimas humanas como doncellas vírgenes y niños.
3.
En toda sociedad, grupo, clan o tribu siempre ha
habido una persona encargada de realizar oraciones y ofrendas en
representación de los creyentes, que bien pueden llamarse: rabino
para los judíos, sacerdote para los católicos, pastor o reverendo
para los protestantes, imán para los islámicos, brahmán o gurú para
los hindúes, bonzo para los budistas, o brujo, hechicero, curandero,
chaman o zipa para los animistas.
Cada religión llama a sus
deidades con nombres propios como en el caso de la trinidad hindú,
que son: Brahma (dios creador), Visnú (dios del amor) y Shiva (diosa
de la guerra); Mazda (dios del bien) y Arimán (dios del mal) en el
Zoroastrismo; o Buda (el iluminado) para el budismo. Ya en cuanto
a las monoteístas los judíos en la antigua alianza le daban el
nombre de Yahvé (El que es) (Éxodo 3, 14); los cristianos en la
nueva alianza le dicen Abba (Padre Nuestro) (Mateo 6,9); y los
islámicos lo invocan con el nombre de Alá (el Misericordioso). Del
mismo modo, todas tienen un fundador, enviado o profeta como Krisna
en el hinduismo; Zaratustra en el Zoroastrismo; el príncipe Shidarta
para el budismo; el emperador del Japón (llamado como el hijo del
sol), en el Sintoísmo; Abraham y Moisés en el judaísmo; Jesucristo
para el cristianismo; y Mahoma en el Islam. También tienen un libro
sagrado como los textos Vedas (conocimiento) en el hinduismo; el
Avesta, del zoroastrismo; el Mantra (herramienta para la meditación)
en el budismo; la Torá (ley mosaica) y el Talmud (ley escrita)
para los judíos; la Biblia (palabra de Dios) para los cristianos; y
el Corán (versos sagrados) en el Islam. Hay lugares de culto para
las religiones monoteístas como: las sinagogas para los judíos,
iglesias o templos para los cristianos y mezquitas para los
musulmanes. También tienen un día sagrado: el viernes para los
musulmanes, el sábado para los judíos y el domingo para los
cristianos. Además de sus propios calendarios, mandamientos,
santuarios, ritos, normas y fiestas religiosas.
IV. DATOS
ESTADISTICOS
Un estudio reciente revela que el
86% de la población mundial afirma pertenecer a alguna religión. El
mismo informe también indica que los creyentes se agrupan en
diecinueve grandes religiones. Así por ejemplo, de los 6.700
millones de habitantes que tiene aproximadamente la Tierra, 1.300
millones se declaran ateos, agnósticos o sin religión; 1.200
millones son islámicos; 1.131 millones son católicos, otros 1.000
millones de diferentes denominaciones cristianas, incluyendo a 400
millones pertenecientes a iglesias carismáticas y pentecostales, 350
millones de ortodoxos, 80 millones de anglicanos y 67 millones de
evangélicos luteranos; 811 millones de Hinduistas; 300
millones de budistas; 100 millones de animistas; 100 millones de
sintoístas; 20 millones de judíos entre otros.
V. LA RELIGION
VERDADERA
La única religión plenamente
aceptado por el Altísimo es el cristianismo que abarca el “nuevo
pueblo de Dios” (1 Pedro 2,9 - 10); por la muerte de Cristo en la
cruz (1 Corintios 1,18). Históricamente se inicia veintiún siglos
atrás, cuando el Hijo de Dios funda la Iglesia Católico (Universal),
en la persona del apóstol Pedro (roca) (Mateo 16, 16-18; Lucas
22,32; Juan 21, 15-17); tradición que se ha mantenido hasta nuestros
días con el Papa Benedicto XVI.
VI. CISMA Y
DIVISIONES
Hay que anotar que el cristianismo
que tiene a Jesús como cabeza (Colosenses 1,18); su cuerpo
conformado por los hombres, ha sido fracturado con el transcurso de
los siglos (1 Corintios 11, 19). Es así como en el siglo VI a raíz
de la declaración del concilio de Calcedonia, varias iglesias
cristianas de oriente como la Sirio-Jacobita, la Armenia, la copta y
los abisinios se alejaron de la Iglesia Romana. Posteriormente, se
separó la Iglesia Ortodoxa (considerada como hermana de la
católica), en Constantinopla (Turquía) en el siglo XI, por
cuestiones tanto políticas como teológicas. Más tarde, en el siglo
XVI en Europa con la reforma protestante, Martín Lutero en Alemania
formó la Iglesia Evangélica, Juan Calvino en Suiza a los
calvinistas o presbiterianos, y el rey Enrique VIII la Iglesia
Anglicana de Inglaterra y la Episcopal en Estados Unidos. De estas
tres iglesias se han multiplicado las diversas congregaciones como
los metodistas, bautistas, mormones, adventistas, testigos de
Jehová, asamblea de Dios, pentecostales y demás. En total se
estima que existen unas treinta mil confesiones cristianas cada
una interpretando la Biblia de una manera distinta; cumpliéndose así
las palabras de san Agustín: “La división de los cristianos es el
triunfo de Satanás”. Mientras que la católica acepta a un solo Señor
(Jesucristo), una sola fe (en la oración del Credo), y un
solo bautismo (Efesios 4.5), siendo la misma doctrina “que ha sido
una vez dada a los santos” (Judas 3).
VII. LA SALVACION
UNIVERSAL
La Iglesia Católica como madre y
maestra enseña que todas las criaturas humanas incluyendo a los no
cristianos y ateos de buen corazón, están llamadas al plan divino
por caminos que el Padre Eterno conoce; pues “Jesucristo se ofreció
en sacrificio para que nuestros pecados sean perdonados, y no sólo
los nuestros, sino los de todo el mundo” (1 Juan 2,2).
LA NUEVA ERA:
RELIGION NEO-PAGANA DEL SIGLO XXI
AUTOR: GUIDO ROJAS. LICENCIADO EN
CIENCIAS RELIGIOSAS.
“A Dios no lo podemos conocer del
todo, pero si podemos saber lo que no es”
San Agustín (Obispo de Hipona y Doctor de la
Iglesia).
I. ORIGEN Y
PROPOSITO
El 3 de febrero del 2003, la Santa
Sede dio a conocer un documento titulado “Una reflexión cristiana
sobre la Nueva Era”, en dicho estudio se plantea la posición oficial
de la Iglesia Católica con respecto a este movimiento científico-
religioso que se remontan a la década de los años sesenta del siglo
pasado; haciéndose popular en gran parte del mundo moderno. Su
origen se debió al descontento de la juventud con la guerra en
Vietnam, el movimiento hippie, la revolución de la Soborna en París
y demás problemas sociales de la época. Sus líderes indujeron a las
nuevas generaciones al uso de las drogas fuertes, el sexo libre, el
rock pesado, la anarquía, el ateísmo y una rebeldía interior a todas
los valores religiosos, morales y culturales establecidos en el
judaísmo y el cristianismo. Su ideología abarca doctrinas extraídas
del hinduismo, el budismo, creencias persas, caldeas, egipcias, el
animismo, el panteísmo, la teosofía, el esoterismo, el ocultismo, la
metafísica, el gnosticismo y la masonería.
El principal objetivo de la Nueva
Era es la búsqueda del hombre como centro del universo, dando origen
a un nuevo orden mundial dominado por una nueva religión. Se trata
pues de un “supermercado” de creencias donde cada cual toma lo que
le gusta y deja lo demás. Esta Forma de pensar ha sido vista como la
Terminación del proceso evolutivo del “Super-Hombre”, propuesto
por el filósofo alemán Friedrich Nietzche.
En resumidas cuentas la “Era
Solar” como también se le conoce, tiene cinco puntos básicos:
No hay un fundador reconocido
particularmente
No hay un libro sagrado que
contenga toda su doctrina
No hay una estructura jerárquica
organizada
No tiene dogmas o mandamientos
fijos
No tiene un sistema religioso o
filosófico propio.
Hay tres etapas a los cuales los
de la Nueva Era quieren llevar a toda la humanidad, de una manera
inconsciente:
“Iglesia Católica no, Cristo sí”.
En este primer punto se pretende desacreditar a la Iglesia Romano y
los religiosos, para llevar al convencimiento de creer solamente en
el maestro Jesús
“Cristo no, Dios sí”. En esta fase
se llega por medio de la enseñanza en un nuevo dios cósmico
“Dios no, nueva religión sí”. Se
logra con la instalación de centros de culto donde se practica lo
visto anteriormente, para encontrarse con el “súper- yo”.
Uno de los pilares para lograr tal
fin, es cambiar el concepto teológico de un Dios “creador” y
“omnipotente” por un dios “energía” o “fuerza”; quien se manifiesta
en todo el universo como conjunto (panteísmo), siendo además incapaz
de intervenir en los asuntos humanos. El hombre contemporáneo puede
llegar a conectarse con este “nuevo dios”, no por la gracia divina,
sino por su propio poder interior. Se niega la existencia del bien y
del mal, al igual que el pecado y la virtud. En este sentido
reconocen el principio de las religiones orientales que admiten que
todas las almas son divinas y forman una sola alma universal
(Nirvana budista), además al no existir un Dios supremo toda persona
es su propio juez. Incluso, cada individuo de acuerdo con su
Comportamiento terrenal determinará su próxima reencarnación (Karma
hinduista). Comparar con (Salmo 68,28; Proverbios 15,3; Isaías
40,28-29; Hebreos 4,13).
II. EL PAPEL
DE LA ASTROLOGIA
La astrología también ha jugado un
punto importante en la llamada “Era de la Luz”, pues se sabe que la
historia de la humanidad ha estado dividido en eras que se hallan
regidas por determinadas constelaciones que coincide con la
presesión de los equinoccios, que ocurre cada 2000 años
aproximadamente; así por ejemplo:
BAJO LA INFLUENCIA DE TAURO:(4230
a. C) surgieron los imperios y las religiones de Mesopotamia, como
los persas y los egipcios; quienes tenían como emblema divino un
toro o becerro, que aparece representado en varias pinturas y
estatuidas de ese tiempo. Además fue el mismo ídolo que los judíos
idolatraron en el desierto del Sinaí (Éxodo 32; Hechos 7,40-41).
BAJO LA INFLUENCIA DE ARIES:
(2160 a. C) guió
a la religión y la cultura judaica, representado por la figura de un
cordero o un cabrito; animales propios para el sacrificio a Yahvé
(Éxodo 12,5; Levítico 16,20-22).
BAJO LA INFLUENCIA DE
PISCIS:
(Desde el siglo I de nuestra era) símbolo del cristianismo, que se
inicia con el nacimiento de Jesús, identificado por un pez; imagen
que se encuentra desde los inicios del cristianismo en las
catacumbas romanas. Esto se debe a que la palabra “Pez” en griego se
escribe ICHTUS, que son las iniciales de la frase: “Jesús- Cristo-
Hombre- Dios- Salvador.
BAJO LA INFLUENCIA DE
ACUARIO:
(2026 d. C) este acontecimiento marcará el comienzo de la “Nueva
Época”. El signo del acuario es la mezcla de todas las religiones,
pero principalmente las de Oriente, Asia, África y Oceanía. Será un
tiempo de abundancia en doctrinas esotéricas y en sabidurías humanas
(Deuteronomio 18,9-11).
III. LA LLEGADA
DEL NUEVO MESIAS
El plan de la redención humana que
se cumple con el sacrificio de Jesús en la cruz, pasa a un segundo
plano. Ya no es considerado como el “Hijo de Dios”, sino un
“Iniciado” o “Maestro Espiritual” con la misma importancia de
“Buda”, “Krishna”, “Zoroastros”, “Mazda”, “Confucio”, “Mahoma”,
“Gurúnanda”, “Narayana”, o “Ghandi”. Siendo además sus Enseñanzas
válidas para todos los hombres (Teosofía); pues cada mensaje en
complementario del otro, hasta que aparezca finalmente un “Maestro
Mundial”, quien encarnará la divinidad humana en los últimos
tiempos. Este “Nuevo Mesías” para los seguidores de la “Era Solar”
se vio identificado cuando en abril de 1982, se anunció en los
veinte periódicos más importantes del mundo el titular “Cristo ya
está aquí”, en la persona de Lord Maitreya; maestro por encima de
todos los demás. Este extraño personaje asiático residente en
Londres, de quien se decía que era nada menos que el Ungido para los
judíos, el quinto Buda de los budistas, el Lord Krishna de los
hindúes y el verdadero Cristo para los cristianos.
Maitreya es el nombre de una
divinidad budista anterior al príncipe Shirdarta Gautama, el séptimo
y último Buda (el iluminado). Incluso, se aseguraba que este mismo
sujeto fue el maestro de Jesús de Nazaret, quien sólo había sido un
Cristo temporal. Ahora que Maitreya ha llegado, desaparecerán las
enfermedades, las penalidades y todos podrán convertirse en dioses
mediante un procedimiento secreto que él dará a conocer a toda la
humanidad (Comparar con Génesis 3,5). La actriz Shirley Maclane es
llamada como la gran sacerdotisa del movimiento, ella enseña en su
propio programa de televisión sus experiencias extra- dimensiónales
y ha escrito un libro relacionado con lo oculto y con el cosmos
espiritual, también afirma que ha reencarnado nueve veces.
La veneración a la “Virgen María”,
lo han relacionado con la antigua idolatría que se rendía a la
“diosa madre”, como Isis en Egipto y Horus, la Mater Matuta del
imperio romano, Kali en el hinduismo; o también llamada en la Biblia
como la “diosa Reina del Cielo” (Jeremías 7,18; 44, 16-17).
IV. VARIEDAD
RELIGIOSA
La Era de Acuario pregona una
serie de nuevas técnicas como la meditación trascendental, el método
control mental Silva, la telepatía, el hipnotismo, el yoga, la
gimnasia china, el zen, las regresiones hipnóticas y la armonía
corporal; logrando así la proyección del “aura” o “cuerpo astral” de
cada ser. Del esoterismo y el misticismo sobre sale la “angeología”,
estudio de seres alados (los ángeles) con diferentes Nombres, que se
pueden contactar por medio de normas que se explican en libros,
videos, casetes y juegos de mesa. No se puede dejar a un lado la
“ufología”, estudio del fenómeno ovni y los extraterrestres,
llamados como nuestros “hermanos mayores” del universo, o los
“Elohim”, palabra hebrea que significa “Dios”.
V. EL MERCADO
DE LA ERA DE ACUARIO
Hoy en día es común ver centros de
estudios, festivales espirituales, seminarios, conferencias de los
llamados “maestros de la luz”, donde se enseña la doctrina del
movimiento Krishna, powa, reiki, akido, otaichi, el fenj shui, el
shiatzu; acompañado de librerías, almacenes y centros naturalistas
donde se consigue una amplia variedad de libros y revistas del
doctor DeepaK Chopra, como su obra “Las siete leyes del éxito
espiritual”, al igual que Sri Ravi SanKan, otro hindú de la casta de
los brahamanes; ambos recorren el mundo difundiendo sus costosos
métodos de meditación oriental. Otros temas son los libros del Dalai
Lama Como “Los eternos valores humanos” y “Las religiones del
mundo”, el “Libro de los espíritus” de Allan Kardec, los de J.J.
Benítez y Anthony de Mello. Asimismo de sanación física,
macrobiótica, teosofía, superación personal, parapsicología,
alquimia, ocultismo, metafísica de Conny Méndez, el significado de
los sueños, música de relajación (o étnia), artículos traídos de
Egipto, Israel, Filipinas y la India. Incensarios para aromatizar el
ambiente, collares, anillos, bolas de cristal, velas de diferentes
colores y magia blanca, candelabros hebreos, esencias de diferentes
plantas, lectura del tarot, quiromancia (lectura de la mano) y
numerología, es decir, la influencia de los números en la vida de
las personas o el horóscopo de Walter Mercado. (Compara con Salmo
94,11; Proverbios 14,15; Daniel 12,4; Romanos 10,2-3; 1 Corintios
3,18; Efesios 4,17-18; 1 Tesalonicenses 5,20-21; 1 Timoteo 6,20-21;
2 Timoteo 3,7-8; Tito 1,16; Hebreos 5,11-12; 1 Juan 4,1).
VI. LA MEDICINA
DE LA ERA DE LA LUZ
En el campo de la “Medicina
Alternativa”, según los bioenergéticos el cuerpo humano tiene
receptores para cada tipo de energía que recibe el nombre de
“Chacras”, que son meridianos o puntos específicos para cada parte
del cuerpo; para lograr sus estímulos se cuenta con la homeopatía
(Medicina con plantas), la acupuntura china, a electroacupuntura,
que emplea un aparato llamado “dermatrón”, la utilización de
cuarzos, cristales, agujas, pirámides, la cruz de Caravaca, Budas,
el ángel solar dorado, la estrella de David, la espada del ángel
San Gabriel, el dragón rojo, el unicornio de bronce celta o pulseras
de plata y oro. La fonoterapia, o sea el empleo de frecuencias
acústicas emitidas por instrumentos mecánicos o electrónicos, que
sirven para purificar las vibraciones negativas; La mesoterapia,
masajes terapéuticos combinados con meditación y secciones de
hipnosis, la cromoterapia, o manejo psicológico de los colores, que
ayudan a fortalecer el sistema nervioso y psíquico, la campanología,
es decir, el arte curativo del sonido de las campanas; Como las
tibetanas, egipcias y Bizantinas; bien sea de oro para curar el
cáncer y de plata para la migraña; o también la aromaterapia,
utilización de los aromas naturales para mejorar la salud, el
bienestar y la paz en el hombre cósmico.
VII. CONCLUSION
FINAL
Ante todo este panorama tan
variado y peligroso para la fe del creyente, lo único que nos resta;
es pedir con fervor la misma súplica que hiciera siglos atrás el
salmista: “Señor, muéstrame tus caminos; guíame por tus
senderos;...encamíname en tu verdad” (Salmo 25,4-5).
LA REENCARNACION:
VERDAD O MITO
AUTOR: GUIDO ROJAS. LICENCIADO EN
CIENCIAS RELIGIOSAS.
“Al morir...nacemos para la vida
eterna”.
San Francisco de Asís
Religioso –fundador de la orden de
los frailes menores.
I. LAS
RELIGIONES ORIENTALES
EL HINDUISMO:
Para esta
religión de la India la reencarnación tiene su origen en los textos
sagrados Vedas (Conocimiento), que aparecieron entre los años 800 al
500 a.C., aquí se enseña que con la muerte sólo desaparece el
organismo, mientras que el alma (Atman), vive muchas vidas en
diferentes cuerpos hasta completar la liberación de su ser (Moksha),
por medio de un proceso de nacimiento, muerte y reencarnación
(Samsara); la meta final consiste en romper dicho ciclo y llegar a
estar eternamente en la presencia de Brahma, el “Espíritu Universal”
o el “Océano Divino”; Del que surgieron todos los seres y al que
deben retornar.
La reencarnación va íntimamente
ligada al “Karma” de cada persona (la palabra Karma tiene dos
significados: “acción” y “los resultados buenos o malos de toda
actividad física o mental”); y en tal caso, la existencia futura del
Atman está predestinada por el comportamiento de toda su vida
terrenal, la que será favorable o miserable; ya que el Karma opera
de una manera implacable con las personas que se dedican al mal,
teniendo como castigo el renacer en algún animal inferior, planta o
cosa. Del mismo modo, la ley del Karma es independiente del tiempo y
el espacio; y por eso, nada tiene Que ver que un individuo necesite
trescientos o tres mil años de aprendizaje para evolucionar
completamente.
Para la religión de los “mil
dioses” los méritos propios de cada persona, pueden tener su
recompensa con el renacimiento de Alguna de sus divinidades, como es
el caso de Shankara, filósofo, místico y poeta hindú; quien por su
grado de santidad se le veía como la personificación viva de la
diosa Shiva. Igualmente, en el Ramayana, poema épico de la
literatura india, se narra que su héroe el príncipe Rama, era la
reencarnación del dios Visnú.
EL BUDISMO:
Sus creencias
religiosas se inician con la aceptación del proceso de cambio
(samsara), las personas mueren y renacen en uno de los seis reinos
de la existencia universal, descritos en la rueda budista de la
vida; entre ellos el cielo y el infierno, estados imperfectos en los
que la reencarnación depende de los progresos que se haya hecho
allí. Por último, todos los seres humanos irán al reino “sin muerte”
llamado “Nirvana”. La palabra Nirvana tiene su origen en el
sánscrito y quiere decir “extinción”, bien sea de las pasiones, de
los errores y demás defectos propios; lo que trae como resultado
final el colmen de la iluminación, la serenidad y tranquilidad sin
limites. Por lo tanto, quien llega al Nirvana ha vencido a la muerte
y el dolor físico.
Los budistas afirman que todos los
individuos se reencarnarán varias veces antes del alcanzar el
Nirvana, llamado también el “Gran Todo”; pero sólo los seres
iluminados o “Budas” pueden recordar sus vidas pasadas; como su
fundador, el príncipe Sidharta Gautama (2500 a.C.), quien decía
tener recuerdos de mil vidas anteriores. Asimismo, los Lamas
Tibetanos plenamente realizados (o Tulkus), pueden escoger las
circunstancias de su próxima reencarnación, e incluso indicar el
lugar exacto donde renacerán, en el cuerpo de un infante que nazca
en ese preciso momento, y que deberá ser cuidadosamente buscado unos
ocho años después por los monjes, gracias a determinadas señales y
diversas pruebas de reconocimiento. El caso más conocido es el de su
gran líder el Dalai Lama (Océano de Sabiduría), cuyo espíritu ha
renacido catorce veces hasta llegar al actual, Tenzin Gyatso (1935 -
).
LA SOCIEDAD TEOSOFICA:
Fundada en 1875
por la rusa Elena Blavatsky, en compañía de varios masones de
Estados Unidos, y algunos espiritistas. Esta secta de lo oculto y
lo secreto pregona que cada uno va experimentando progresivas
reencarnaciones Hasta llegar a ser un dios o “Mahatma”; con la
misión de gobernar todo el universo. Para llegar a esta meta tiene
que pasar varios Siglos, como le sucedió a su fundadora, quien
aseguraba haber pasado por 32 reencarnaciones durante 72000 años.
II.
EL CULTO A LOS MUERTOS
La doctrina que predica la
existencia del cielo y el infierno como moradas eternas para el alma
humana después de esta vida, es un hecho más constante y
generalizado en la historia universal. Así lo demuestra las antiguas
culturas como los babilonios, asirios y egipcios; quienes levantaron
templos y pirámides destinadas a sus reyes y faraones para estar más
cerca de ellos, y que luego despertarían en el más allá.
Por otra parte, para las
religiones monoteístas como el judaísmo, las ofrendas a favor de los
muertos son base de su fe; como lo constata la lectura del Machsor,
libro de oraciones para los días sagrados del Yom Kipuer (La fiesta
del perdón). También las iglesias primitivas cristianas, a la
cabeza con la Católica, los Ortodoxos Griegos y Rusos, los Arrianos,
Nestorianos y Eutiquianos; conservaron en sus liturgias la costumbre
de pedir por las almas de los fieles difuntos. Mientras que para el
Islam esta práctica esta consignada en el libro del Corán.
III. EL PUNTO DE
VISTA BIBLICO
Los reencarnacioncitas argumentan
sus enseñanzas con las Sagradas Escrituras. Según ellos, se
encuentran al menos unas 600 citas para testificar lo dicho, siendo
las más importantes el encuentro de Jesús con Nicodemo, cuando le
dice: “En verdad, en verdad te digo que el que no nace de nuevo, no
puede ver el reino de Dios” (Juan 3,3); a lo que los exegetas y
teólogos aclaran, que el Mesías está haciendo referencia al
sacramento del bautismo, que nos hace “volver a nacer por el agua y
el espíritu”(5-7). Así también cuando se dice que Juan el Bautista
era el profeta Elías (reencarnado), que “ha venido ya” (Mateo 11,14;
17,12); se da a entender que la fuerza del profeta recae en la
misión del Bautista, quien fue el precursor de la primera venida de
Cristo, y Elías lo será de la segunda (Parusía). De Igual manera
cuando Juan es Interrogado por una comisión del Sanedrín, si era
realmente Elías, éste responde categóricamente “no lo soy” (Juan
1,21). Sin embargo, se había predicho que Juan Bautista precedería
al Mesías “con el espíritu y el poder de Elías” (Lucas 1,17;
Malaquías 4, 5-6; Eclesiástico 48,10). Además el antiguo profeta de
Israel se hace visible al lado de Moisés en la transfiguración en el
monte Tabor (17,1-9).
La Revelación Divina también nos
dice que “está establecido que los hombres mueran una sola vez”
(Hebreos 9,27); “De manera que cada uno de nosotros dará a Dios
cuenta de sí “(Romanos 14,12). Con la muerte, “el polvo (o
poéticamente ‘el cuerpo’) vuelve a la tierra como vino de ella, y el
espíritu a Dios, que lo ha dado” (Eclesiastés 12,7). “Sólo aquel que
peque morirá. Ni el hijo ha de pagar por los pecados del padre, ni
el padre por los pecados del hijo” (Ezequiel 18,20). “Porque todos
tienen que presentarnos ante el tribunal de Cristo, para que cada
uno reciba lo que le corresponde, según lo bueno y lo malo que haya
hecho mientras estaba en el cuerpo” (2 Corintios 5,10); además la
resurrección del Salvador, y las realizadas por él, son La prueba de
que cada alma fue creada para un cuerpo humano ((1 Corintios
15,12-57). El apóstol Pablo agrega que al final de los tiempos habrá
resurrección tanto de “buenos” como de “malos” (Hechos 24,15); que
serán juzgados ante el tribunal supremo del Hijo de Dios (Mateo
25,31-46; Juan 6,40; Hechos 17,31; Apocalipsis 20,11-15).
IV. EL CONTEXTO
TEOLOGICO
La reencarnación presenta varias
lagunas difíciles de explicar:
- No puede definir con claridad en
qué momento el alma humana empieza a existir
- No se sabe cuántas vidas tienen
que experimentar
- No se determina cuánto tiempo
tiene que pasar entre una reencarnación y la otra - No está
establecido cuánto tiempo dura todo este proceso de nacer, morir y
renacer hasta alcanzar el ciclo final
- No presenta una explicación
lógica al origen del mal, pues si solamente los buenos o los menos
buenos reencarnan en seres humanos; los malos que renacen en seres
inferiores, tendrán una desventaja al no tener conciencia de sus
errores pasados.
Por otra parte, la Iglesia
Católica desde sus raíces históricas siempre negó la reencarnación
como un hecho real, y con la sola excepción de Orígenes (s. III),
quien dudó si sería posible que se admitiera en el cristianismo; los
demás Padres de la Iglesia como San Agustín, Tertuliano o San
Jerónimo; la rechazaron tajantemente. Además el emperador Justiniano
I fue uno de los principales enemigos de la misma, en el II concilio
de Constantinopla en el siglo VI. La reencarnación fue
definitivamente condenada por el magisterio eclesiástico en 1917,
bajo el pontificado de Benedicto XV.
V. LAS
PRUEBAS CIENTIFICAS
En estos últimos años se han hecho
famoso en el mundo entero, las experiencias médicas de algunos
psicoterapeutas, parapsicólogos y siquiatras como el doctor Brian
Weiss; autor de varios libros sobre este tema, quien sostiene que es
posible que con las llamadas “regresiones hipnóticas”, los seres
humanos puedan viajar por el pasado experimentando diferentes
situaciones de otras vidas. Es importante aclarar que este método no
es capas de demostrar científicamente la existencia de la
reencarnación, pues muchos de los testimonios han sido imprecisos,
incorrectos, no se ajustan a la realidad de los hechos; varios
pacientes coinciden en haber sido un personaje importante como
“Cleopatra” o “Napoleón”. También influye de manera especial
fenómenos de percepción extra-sensorial, telepatía, clarividencia o
simplemente el terapeuta es quien induce a la persona a recrear una
serie de situaciones irreales, sugeridas o predispuestas. Del mismo
modo, se pone de manifiesto que solamente un 40% de los individuos
sometidos a esta prueba resultan positivos.
Para muchos expertos este método
tiene la misma fiabilidad que los sueños, ya que ambos son
elaborados por nuestras fantasías, mezcladas con imágenes de
momentos reales, de deseos y temores del subconsciente; que
constituye un depósito de Información mucho mayor del que podamos
pensar. Es más, si las reencarnaciones sucesivas del alma humana
fueran ciertas; nuestra memoria, que junto con la inteligencia y la
libre voluntad, son facultades propias del individuo; sería correcto
creer, que todas las personas en estado de normalidad síquica, sin
recurrir a la hipnosis, deberían recordar perfectamente ciertos
instantes de sus anteriores vidas.
Tampoco es de extrañarse el hecho
de que los pacientes empiecen ha hablar en otros “idiomas”, que a
veces son comprensibles pero con frecuencia no lo son. Como los
casos Narrados en el Nuevo testamento, de los primeros cristianos
que hacían uso del “don de Lenguas”; y a los que el apóstol San
Pablo puso un toque de desconfianza, pues “es preferible decir
cinco palabras que se entiendan, para enseñar a otros, que decir
diez mil palabras en lenguas extrañas” (1 Corintios 14,19).
¿POR QUE LA IGLESIA CATOLICA CONDENA LA
BRUJERIA?
AUTOR: GUIDO ROJAS. LICENCIADO EN
CIENCIAS RELIGIOSAS.
INTRODUCCION:
El Diccionario Enciclopédico Mentor define el término “Brujo”como:
“Persona que, tiene pacto con el Diablo y, por medio de éste, hace
cosas extraordinarias”. Por su parte, el Catecismo de la Iglesia
Católica considera la brujería, la adivinación, la hechicería o la
magia; como actos contrarios al primer mandamiento de la ley de Dios
(Artículos 2115 al 2117), y todo aquel individuo que persista en
estos ritos, se expone sin duda a una condenación eterna
(Apocalipsis 21,8).
I.
EL FUNDAMENTO BIBLICO
En
el Antiguo Testamento Yahvé le advierte al pueblo judío: “Cuando
hayan entrado en el país que el Señor su Dios les va a dar, no
imiten las horribles costumbres de esas naciones. Que nadie de
ustedes ofrezca en sacrificio a su hijo haciéndolo pasar por el
fuego, ni practique la adivinación, ni pretenda predecir el futuro,
ni se dedique a la hechicería, ni a los encantamientos, ni consulte
a los adivinos y a los que invocan espíritus, ni consulten a los
muertos. Porque al Señor le repugnan los que hacen estas cosas”.
(Deuteronomio 18,10-12). La ley mosaica condenaba estas prácticas
con la pena de muerte: “No dejes con vida a ninguna hechicera”
(Éxodo 22,18), “El hombre o la mujer que estén poseídos por un
espíritu, o que practiquen la adivinación, serán muertos a pedradas
y serán responsables de su propia muerte” (Levítico 20,27)
Del
mismo modo, el cristiano tiene que tener toda su confianza
depositada en el “Hijo de Dios” (filipenses 4,13). Porque no puede
haber ninguna relación entre “Cristo y el demonio” (2 Corintios
6,15), ni “beber de la copa del Señor, y, a la vez, de la copa de
los demonios; ni pueden sentarse a la mesa del Señor, y a la vez, a
la mesa de los demonios” (1 Corintios 10,21); ya que unos son “hijos
de Dios” mientras que otros son “hijos del diablo” (1 Juan 3,10).
La
iglesia primitiva entendió muy bien este mensaje, así lo encontramos
en varios pasajes del libro de los Hechos de los Apóstoles:
En
Samaria había un hombre importante llamado Simón, que había
practicado la brujería, se había hecho bautizar, pero cuando vio
como el Espíritu Santo descendía sobre las personas por medio de la
imposición de las manos de los apóstoles, quiso comprar este don
divino; lo que le valió la reprobación de Pedro (8,9-24).
Cuando Bernabé, Saulo y Juan “llegaron a Pafos, donde encontraron a
un brujo judío llamado Barjesús, el cual era además un mentiroso que
decía hablar de parte de Dios. Este brujo estaba con el gobernador
Sergio Paulo, que era un hombre inteligente. El gobernador mandó a
llamar a Bernabé y a Saulo, porque quería oír el mensaje de Dios.
Pero el brujo, cuyo nombre griego era Elimas, se les opuso, tratando
de impedir que el gobernador creyera. Entonces Saulo, también
llamado Pablo, lleno del Espíritu Santo, lo miró fijamente y le
dijo: -¡Mentiroso, malvado, hijo del diablo, y enemigo de todo lo
bueno! ¿Por qué no dejas de torcer los caminos rectos del Señor?
Ahora el Señor te va a castigar: vas a quedar ciego, y por algún
tiempo no podrás ver la luz del sol. Inmediatamente Elimas quedó en
total oscuridad, y buscaba que alguien lo llevara de la mano porque
estaba ciego. Al ver esto, el gobernador creyó admirado de las
enseñanzas acerca del Señor”. (13,6-12).
En
la ciudad de Macedonia Pablo y Silas encontraron “a una muchacha
poseída por un espíritu de adivinación. Era una esclava que,
adivinando, daba a ganar mucho dinero a sus amos. Esa muchacha
comenzó a seguirnos a Pablo y a nosotros gritando: -¡Estos hombres
son servidores del Dios altísimo, y les anuncian a ustedes el camino
de salvación! Esto hizo durante muchos días, hasta que Pablo, ya
molesto, terminó por volverse y decirle al espíritu que la poseía:
-En el nombre de Jesucristo, te ordeno que salgas de ella. En aquel
mismo momento el espíritu la dejó”. (16,16-18).
En
la ciudad de Efeso “muchos de los que creyeron llegaban confesando
públicamente todo lo malo que antes habían hecho, y muchos que
habían practicado la brujería trajeron los libros y los quemaron en
presencia de todos” (19,19).
II.
LAS FUERZAS DEL MAL ENFRENTADAS A LAS FUERZAS DEL
BIEN
Cuando Moisés y Aarón se entrevistaron con el faraón Ramsés II,
ocurrió un hecho sorprendente: “El Señor les dijo a Moisés y Aarón:
-Si el faraón les pide que hagan un milagro, les dirás a Aarón que
tome su bastón y que lo arroje al suelo ante el faraón, para que se
convierta en una serpiente. Moisés y Aarón fueron a ver al faraón, e
hicieron lo que el Señor había ordenado: Aarón arrojó su bastón al
suelo delante del faraón y de sus funcionarios, y el bastón se
convirtió en una serpiente. El faraón, por su parte, mandó llamar a
sus sabios y magos, los cuales con sus artes mágicas hicieron
también lo mismo: cada uno de ellos arrojó su bastón al suelo, y
cada bastón se convirtió en una serpiente. Pero el bastón de Aarón
se comió los bastones de los sabios y magos”. (Éxodo 7, 8-12).
Santa Agueda, nació en Catania, y fue una joven mártir (testigo de
Cristo), que pertenecía a una noble y rica familia. Su
extraordinaria belleza llamó la atención del cónsul Quinciano, quien
la pidió como esposa. Pero Agueda le había prometido ya su vida a
otro esposo, Cristo. El cónsul no se dio por vencido y hasta
recurrió a la ayuda de una bruja llamada Afrodisia. La mujer echó
mano de todos los filtros amorosos que la mentalidad popular
consideraba eficaces, y esperaba que la joven se enamorara de su
insistente pretendiente. Pero pronto la pitonisa se vio vencida ante
la fe y la pureza de la santa. El despechado cónsul pasó del amor al
odio, primero trató de amenazarla inútilmente, y luego la hizo
torturar quemándola con carbones ardientes, hacia el año 250 de
nuestra era.
En
el siglo V, san patricio fue a evangelizar a Irlanda, territorio
dominado por aquel entonces por los Druidas (Sacerdotes de la
religión Celta). Cierta noche de un sábado santo, el obispo
desafiando la prohibición de los falsos sacerdotes prendió una
hoguera que simbolizaba el fuego nuevo de Jesucristo, vencedor de la
muerte y de las tinieblas. El hecho enfureció tanto a los druidas,
que fue hecho prisionero y llevado ante el jefe de esa comarca,
quien pidió una prueba para ver si los dioses celtas eran más
poderosos que el Dios de Patricio. Al conjuro de un druida empezó a
caer una copiosa nevada, seguidamente el santo obispo bendijo los
cuatro puntos cardinales, y al instante la nieve desapareció, y el
sol disipó la oscuridad.
CUANDO LA FE EN CRISTO ES PUESTA A PRUEBA
AUTOR: GUIDO ROJAS. LICENCIADO EN
CIENCIAS RELIGIOSAS.
INTRODUCCION:
El Papa Benedicto XVI como guardián supremo de nuestra religión, ha
declarado que “la Iglesia Católica sabrá superar las pruebas que le
deparan el futuro, igual que resistió en el pasado a las invasiones
musulmanas, a los nazis y al comunismo que quisieron destruir el
catolicismo”. De hecho, el mismo Jesucristo había presagiado “Si a
mí me han perseguido, también a ustedes los perseguirán” (Juan
15,20). A continuación relatamos tres ejemplos que pueden ilustrar
mejor el tema.
I.
EL MARTIRIO DEL APOSTOL PABLO
Uno
de las mayores conversiones al cristianismo es la de Pablo de
Tarso, quien de ser perseguidor pasó a ser perseguido por la nueva
fe de los llamados “nazarenos” (Hechos 24,5). El mismo en su segunda
carta a los fieles de Corinto (11,23-28), narra a comparación de
otros, la gran cantidad de padecimientos que le ha tocado vivir:
“¿Son siervos de Cristo? Yo soy más que ellos, aunque al decir esto
hablo como un loco. Yo he trabajado más que ellos, me han
encarcelado más veces que a ellos, he sido azotado más que ellos, y
muchas veces he estado en peligro de muerte. En cinco ocasiones los
judíos me castigaron con los treinta y nueve azotes. Tres veces me
apalearon, y una me apedrearon. En tres ocasiones se hundió el barco
en que yo viajaba, y, a punto de ahogarme, pasé una noche y un día
en alta mar. He viajado mucho, y me he visto en peligro de ríos, en
peligro de ladrones, y en peligro entre mis paisanos y entre los
extranjeros. También me he visto en peligros en la ciudad, en el
campo y en el mar, y en peligro entre falsos hermanos. He pasado
trabajos y dificultades; muchas veces me he quedado sin dormir; he
sufrido hambre y sed; muchas veces no he comido; he sufrido por el
frío y la falta de ropa. Además de estas y otras cosas, cada día
pesa sobre mí la preocupación por todas las iglesias”. Por esta
razón, también llegó a decir: “De ahora en adelante no quiero que
nadie me cause más dificultades; pues las cicatrices que tengo en mi
cuerpo muestran que soy un siervo de Jesús” (Gálatas 6,17).
Posteriormente, San Pablo fue martirizado en Roma.
De la permanencia del apóstol de
lo gentiles en la Ciudad Eterna, aparece constatada al final del
libro de los hechos de los apóstoles, en la epístola a los romanos,
y en la segunda carta a Timoteo; cuando estaba preso en la cárcel
mamertita. Aquí en una celda se puede observar la columna en la que
fue atado. San Pablo por ser ciudadano romano fue decapitado en las
afueras de la ciudad. La tradición cristiana asegura que la cabeza
del mártir dio tres vueltas sobre la tierra, y en cada punto brotó
una fuente de agua; es por eso que este lugar es conocido como “tre
fontane”. La tumba de este príncipe de los apóstoles está en la
basílica de San Pablo Extramuros, edificada por el emperador
Constantino el Grande en el siglo IV. En el año 2006, se dio a
conocer la noticia del descubrimiento del sarcófago del apóstol de
las gentes, donde se puede leer la inscripción en latín: Paulo
Apostolo Mart (Pablo, apóstol y mártir).
II.
LOS CUARENTA
SOLDADOS DE CRISTO
Durante los primeros años del
siglo IV, en el llamado período de las “persecuciones romanas”, en
la ciudad de Sebastes, en Armenia, y por orden del emperador
Licinio; fueron encarcelados cuarenta soldados cristianos que se
habían negado a ofrecer sacrificios a los ídolos falsos. El
gobernador Agricoloa, después de atormentarlos cruelmente, los mandó
a arrojar a un estanque de agua fría, en lo más crudo del invierno,
para que allí murieran congelados. Esa noche junto al estanque
helado había un baño de agua tibia, al que podía pasar los que
renegaran de su fe católica. Todos los soldados perseveraban
animándose mutuamente, pero uno de ellos se acobardó y se pasó al
baño caliente, donde murió en el acto. Un centinela que presenciaba
el suplicio, vio que bajaban del cielo ángeles portando cuarenta
resplandecientes coronas, y al ver que sobraba una, fue tocado por
la gracia divina y no dudó en ocupar el lugar del apóstata,
entregando así su vida con sus compañeros de martirio. De estos
“soldados de Cristo”, dice Las Santas Escrituras: “Dichoso el hombre
que soporta la prueba con fortaleza, porque al salir aprobado
recibirá como premio la vida, que es la corona que Dios ha prometido
a los que le aman”. (Santiago 1,12).
III.
SACERDOTES
VICTIMAS DEL COMUNISMO
En el año 1996, cuando se
celebraban las bodas de oro sacerdotal del Papa Juan Pablo II,
durante el rezo de vísperas en el aula Pablo VI, y ante más de mil
sacerdotes de 89 países, el Pontífice abrazó al jesuita albanés
padre Luli, de 86 años, quien llevaba impresas aún en sus manos las
huellas de las torturas a que fueron sometidos los miembros del
clero y seglares en los primeros años del comunismo en las naciones
del Este y Centro de Europa. El jesuita quedó en libertad a los 79
años de edad, después de permanecer 41 años en prisión: “mis
carceleros me han robado la vida” afirmó en aquella ocasión. “Al
principio me hicieron permanecer nueve meses en una letrina, me
debía postrar ante los excrementos endurecidos sin conseguir jamás
acostarme del todo, pues las dimensiones no lo permitían”. Además de
ser sometido a diversas torturas fue obligado a realizar trabajos
forzosos, pese a lo cual se las ingenió para celebrar él solo la
misa.
Otro presbítero, el rumano Ioan
Rosca, relató también su odisea en las cárceles de su país. El padre
Rosca es miembro de la Iglesia greco-católica de Rumania, que fue
proscrita por orden del dictador José Stalin en 1948, año en que
fueron arrestados los seis obispos de esta Iglesia y luego fueron
encarcelados los otros seis que habían sido consagrados
clandestinamente para sustituirlos. “De los doce obispos murieron en
la cárcel siete, así como más de 300 sacerdotes y muchísimos fieles
laicos no salieron jamás de prisión”. El sacerdote rumano dijo que
tras ser golpeado toda la noche para que rechazara sus creencias
religiosas, cayó de rodillas en una celda inmunda y fría, y dio
gracias a Dios por el privilegio de ser perseguido a causa de
Jesucristo (Comparar con Lucas 21, 12-13). Los supervivientes de
esta Iglesia fiel al Papa de Roma fueron liberados en 1964, y
entonces comenzó para ellos la clandestinidad, que duró hasta 1989,
cuando con la caída del régimen comunista pudieron abrir nuevamente
los seminarios y las parroquias, cumpliéndose así las palabras
proféticas de la Virgen María en Fátima, en 1917: “Si atendieren mis
pedidos, Rusia se convertirá y habrá paz; si no, esparcirá sus
errores por el mundo, promoviendo guerras y persecuciones a la
Iglesia; los buenos serán martirizados, el Santo Padre tendrá mucho
que sufrir, varias naciones serán aniquiladas; por fin, mi
Inmaculado Corazón triunfará”.
CUANDO EL ISLAM ATACA AL CRISTIANISMO
AUTOR: GUIDO ROJAS. LICENCIADO EN
CIENCIAS RELIGIOSAS.
I. INTRODUCCION
En
el viaje del Papa Benedicto XVI a su natal Alemania, el día 13 de
septiembre de 2006, pronunció un discurso en la Universidad de
Ratisbona sobre el tema de “la razón y la fe”, criticó el uso de la
violencia en el nombre de la religión, citando un aparte de un
diálogo entre el emperador bizantino Manuel II con un erudito persa
en 1391 en Ankara (hoy capital de Turquía). “Mostradme qué ha traído
Mahoma que fuera nuevo, y allí sólo encontrarás cosas malignas e
inhumanas, tales como su orden de extender mediante la espada la fe
que él predica…A Dios no le gusta la sangre”. Ante estas palabras
del Vicario de Cristo, el mundo musulmán reaccionó con furia, así
por ejemplo un grupo armado iraquí, amenazó en un comunicado:
“Juramos destruir su Cruz en el corazón de Roma (…) y que su
Vaticano será golpeado y llorado por su Papa”, en Indonesia el
Frente de Defensores del Islam, agregó que “el profeta Mahoma es
sublime, el Papa es pequeño y vil”. También fueron lanzados cócteles
molotov contra dos iglesias católicas en el norte de Cisjordania,
otros cinco templos fueron atacados en Palestina. Una religiosa
italiana de 66 años de Las Misioneras de la Consolata, fue asesinada
en un hospital pediátrico de Mogadiscio (capital de Somalia). De
hecho, en el mes de febrero del mismo año, un sacerdote fue
martirizado en Turquía a manos de un joven musulmán, en represalia
por la publicación de varias caricaturas del profeta Mahoma en un
periódico de Dinamarca.
En
vista de toda esta oleada de “fanatismo religioso”, el Romano
Pontífice en el rezo del Ángelus dominical, en la plaza de
Catelgandolfo, dijo: “Me siento extremadamente afligido de que una
cita tomada de un texto histórico haya sido interpretada como una
agresión mía al islamismo. Ese pasaje en sólo una cita que no
compromete de ninguna forma mi posición personal frente al Islam”.
Esta última declaración de Benedicto XVI logró aplacar un poco los
ánimos, pero queda la pregunta: ¿Serán ciertas las palabras de un
emperador cristiano (dichas hace 615 años), sobre las agresiones de
la “Media Luna Islámica” contra la “Cruz Cristiana”? El siguiente
informe dará una respuesta al respecto.
II. MAHOMA Y EL ISLAM
El
Islam (Sometimiento a Dios), es la religión monoteísta más numerosa
del planeta con 1.200 millones de seguidores. Se inició en el siglo
VII en Arabia con Mahoma, el “glorificado” o “alabado”, considerado
el último y más grande de los profetas del Dios Único, Alá, el
“compasivo” o “misericordioso”. Esta religión enseña que el mundo
está dividido en dos grandes grupos: Los territorios dominados por
el Islam, y los territorios (de los infieles) que tienen que ser
conquistados por el Islam. Siempre se ha dicho que para todo
musulmán (seguidor del Islam), el libro del “Corán” (Versos
Sagrados) en una mano y la “espada” en la otra, son sus dos
elementos de vida; y es por eso, que se habla de la Jihad o “guerra
santa”. Este mandato esta consignado explícitamente en su libro
sagrado: “Combatid a vuestros enemigos en la guerra iniciada para
defender la religión… matad a vuestros enemigos allí donde los
encontréis, hasta que no haya otra religión sino la de Alá” (8,39).
Además, a los mahometanos que mueran en esta campaña tienen
asegurado un “paraíso”, donde
vestirán esplendidos ropajes, disfrutarán de jardines
con árboles frutales surcados por ríos de leche, agua, miel, vino; y
estarán servidos por hermosísimas mujeres vírgenes llamadas las
huríes.
III. LA CONQUISTA DEL
ISLAM EN TIERRAS CRISTIANAS
En
cuestión de pocos siglos de existencia la “Media Luna” (símbolo
religioso del Islam), se apoderó a sangre y fuego de los
patriarcados católicos de Alejandría (en Egipto), Antioquía (en
Siria), Constantinopla (en Turquía) y el de Jerusalén (en Israel),
donde el califa Omar mandó a construir en el año 691, la monumental
mezquita (lugar de culto) llamada el “Domo de la Roca”, sobre el
monte Moria (sitio donde la tradición islámica creé que Abraham iba
a sacrificar a su hijo Ismael en vez de Isaac).
Los
“sarracenos” (así se les llamaba en el Edad Media) en “Tierra
Santa”, asaltaban las caravanas de peregrinos llegados de Europa, y
los fieles laicos eran muchas veces vendidos como esclavo. Esto sin
contar la destrucción de la basílica del Santo Sepulcro en la misma
Ciudad Santa por el califa loco Hakin en el año 1009. Dichos
acontecimientos dieron origen en el año 1095 a las famosas
“Cruzadas”, convocadas por Pedro el Ermitaño y con el apoyo del Papa
Urbano II, al grito de ¡Dios lo quiere! (Joel 3,9-11.17). Los
enfrentamientos entre ambos bandos finalizaron en 1291, cuando a
consecuencia del fracaso de la cuarta cruzada, “Tierra Santa” quedó
nuevamente en manos del Islam.
En
este mismo período de tiempo fue fundada en el año de 1218 la Orden
de la Merced en la ciudad de Barcelona (España), por San Pedro
Nolasco, con la ayuda del rey Jaime I de Aragón. El motivo principal
de su creación no era otro que poder redimir a los cristianos
esclavizados por los mahometanos. A partir de su fundación, y
durante los seis siglos siguientes, redimió a miles de cautivos,
liberándolos y permitiéndoles mantener y extender la fe católica;
apostolado que costó la pérdida de miles de vidas.
En
el año 1250, el emperador Federico II, desoló el país de Spoleto,
perteneciente a los Estados Pontificios. Comandando una banda de
sarracenos asalariados, a su paso destruían las iglesias, capillas y
conventos. Habiendo sitiado la ciudad de Asís, quisieron asaltar el
convento de San Damián. Estaban ya los musulmanes a punto de subir
las murallas, cuando Santa Clara viendo el peligro a que se
enfrentaba con sus hermanas religiosa, en un acto de confianza en la
divina providencia sacó de la capilla la custodia con el Santísimo
Sacramento a la vista de los enemigos, en ese momento escuchó una
voz que salía de la custodia: “Yo os protegeré siempre”. Al punto
se sintieron los mahometanos sobrecogidos con un pavor espantoso,
bajando precipitadamente de las murallas para huir en desbandada.
La
osadía del Islam ha sido tal que en 1453, Mahoma II, sultán de los
turcos, había prometido dar de comer a su caballo en el altar mayor
de la Basílica de San Pedro del Vaticano, epicentro de la Iglesia
Católica.
Tres años más tarde, San Juan Capistrano se encontraba en la ciudad
de Belgrado (amenazada por el mismo ejército turco), animando a las
tropas cristianas, armado con una cruz de madera, y con una voz
fuerte decía: “Invoquen el nombre de Jesús. ¡En él está la
salvación¡”.
El
Islam sufrió otros fracasos, como la expulsión definitiva de los
moros en Granada (España), por los Reyes Católicos en 1492, tras
ocho siglos de dominación.
La
arremetida turca en el Centro del Mediterráneo llegó hasta las
puertas de Viena (Austria), y fueron aniquilados por la liga de los
Estados Católicos convocados por el Papa San Pío V, y al mando de
Don Juan de Austria, en la recordada batalla naval de Lepanto en
1571.
Otra de las grandes derrotas que se dio por la intervención divina,
se presentó en Polonia en el año 1621, cuando el sultán otomano
Osmán II con un ejército de cuatrocientos mil guerreros quería
invadir esta nación católica. El general polaco Juan Carlos
Chodkiewicz mandó a traer de Roma la cabeza del santo joven jesuita
Estanislao Kostka. Cuando la reliquia llegaba a la ciudad de
Varsovia, al mismo tiempo los soldados católicos inferior en número,
arrasaron a las tropas turcas, quienes perdieron cien mil hombres en
combate.
IV. PERSECUCIONES A LOS CRISTIANOS EN TIERRAS DEL ISLAM
En
muchos países donde impera el “fundamentalismo islámico”, como en
Sudán, Argelia, Nigeria, Somalia, Arabia Saudita, Irán, Irak,
Afganistán, Pakistán, Marruecos, Túnez o en la India; los cristianos
católicos, ortodoxos, armenios, sirios, caldeos, nestorianos y
coptos; se han visto sometidos a una serie de infamias, así por
ejemplo:
Los
musulmanes que se conviertan a la fe cristiana son sentenciados con
la pena de muerte, algunos incluso son crucificados vivos o
lapidados.
Los
musulmanes no impiden a un cristiano entrar en su religión, pero una
vez convertido a la fe mahometana no puede salirse del Islam.
Aunque hay muchos pasajes en el Corán que hablan sobre la libertad
religiosa, lo cierto del caso es que muchas constituciones islámicas
tienen prevista a los conversos la pérdida de todos sus derechos
civiles, el trabajo, la custodia de sus hijos o su herencia es
repartida entre sus parientes musulmanes.
Hay
leyes islámicas que prohíben a los cristianos ayudar a los
conversos.
Varios obispos, sacerdotes y religiosos (as) han sido asesinados,
torturados, encarcelados o deportados por llevar la palabra de
Dios.
Les
está prohibido llevar la cruz, leer la Biblia en público, tampoco
son aceptadas las publicaciones religiosas que fomenten el
cristianismo.
En
las escuelas, colegios y universidades católicas no se puede hacer
ninguna clase de proselitismo religioso.
Las
iglesias, capillas y cementerios han sido incendiados, dinamitados o
demolidos, incluyendo la profanación de la eucaristía y la
destrucción de las imágenes sagradas; también son transformados en
baños públicos o como corrales para el ganado.
No
se les permite celebrar las fiestas religiosas o realizar
procesiones en Semana Santa.
Están completamente prohibidos los matrimonios entre cristianos y
musulmanes.
Los cristianos no tienen derecho al voto popular o a ocupar cargos
públicos.