Con la expresión «la caída de
los ángeles» se indica que Satanás y los otros demonios, de
los que hablan la Sagrada Escritura y la Tradición de la
Iglesia, eran inicialmente ángeles creados buenos por Dios,
que se transformaron en malvados porque rechazaron a Dios y
a su Reino, mediante una libre e irrevocable elección, dando
así origen al infierno. Los demonios intentan asociar al
hombre a su rebelión contra Dios, pero Dios afirma en Cristo
su segura victoria sobre el Maligno.
75. ¿En qué consiste el
primer pecado del hombre?
396-403
415-417
El hombre, tentado por el
diablo, dejó apagarse en su corazón la confianza hacia su
Creador y, desobedeciéndole, quiso «ser como Dios» (Gn
3, 5), sin Dios, y no según Dios. Así Adán y Eva perdieron
inmediatamente, para sí y para todos sus descendientes, la
gracia de la santidad y de la justicia originales.
76. ¿Qué es el pecado
original?
404
419
El pecado original, en el que
todos los hombres nacen, es el estado de privación de la
santidad y de la justicia originales. Es un pecado
«contraído» no «cometido» por nosotros; es una condición de
nacimiento y no un acto personal. A causa de la unidad de
origen de todos los hombres, el pecado original se transmite
a los descendientes de Adán con la misma naturaleza humana,
«no por imitación sino por propagación». Esta transmisión es
un misterio que no podemos comprender plenamente.
77. ¿Qué otras consecuencias
provoca el pecado original?
405-409
418
Como consecuencia del pecado
original, la naturaleza humana, aun sin estar totalmente
corrompida, se halla herida en sus propias fuerzas
naturales, sometida a la ignorancia, al sufrimiento y al
poder de la muerte, e inclinada al pecado. Esta inclinación
al mal se llama concupiscencia.
78. ¿Qué ha hecho Dios
después del primer pecado del hombre?
410-412
420
Después del primer pecado, el
mundo ha sido inundado de pecados, pero Dios no ha
abandonado al hombre al poder de la muerte, antes al
contrario, le predijo de modo misterioso –en el «Protoevangelio»
(Gn 3, 15)– que el mal sería vencido y el hombre
levantado de la caída. Se trata del primer anuncio del
Mesías Redentor. Por ello, la caída será incluso llamada
feliz culpa, porque «ha merecido tal y tan grande
Redentor» (Liturgia de la Vigilia pascual).
CAPÍTULO SEGUNDO
CREO EN
JESUCRISTO, HIJO ÚNICO DE DIOS
79. ¿Cuál es la Buena Noticia
para el hombre?
422-424
La Buena Noticia es el
anuncio de Jesucristo, «el Hijo de Dios vivo» (Mt 16,
16), muerto y resucitado. En tiempos del rey Herodes y del
emperador César Augusto, Dios cumplió las promesas hechas a
Abraham y a su descendencia, enviando «a su Hijo, nacido de
mujer, nacido bajo la Ley, para rescatar a los que se
hallaban bajo la Ley, y para que recibiéramos la filiación
adoptiva» (Ga 4, 4-5).
80. ¿Cómo se difunde esta
Buena Noticia?
425-429
Desde el primer momento, los
discípulos desearon ardientemente anunciar a Cristo, a fin
de llevar a todos los hombres a la fe en Él. También hoy, el
deseo de evangelizar y catequizar, es decir, de revelar en
la persona de Cristo todo el designio de Dios, y de poner a
la humanidad en comunión con Jesús, nace de este
conocimiento amoroso de Cristo.
CREO EN JESUCRISTO, SU
ÚNICO HIJO, NUESTRO SEÑOR
81. ¿Qué significa el nombre
de Jesús?
430-435
452
El nombre de Jesús, dado por
el ángel en el momento de la Anunciación, significa «Dios
salva». Expresa, a la vez, su identidad y su misión, «porque
él salvará al pueblo de sus pecados» (Mt 1, 21).
Pedro afirma que «bajo el cielo no se nos ha dado otro
nombre que pueda salvarnos» (Hch 4, 12).
82. ¿Por qué Jesús es llamado
Cristo?
436-440
453
«Cristo», en griego, y
«Mesías», en hebreo, significan «ungido». Jesús es el Cristo
porque ha sido consagrado por Dios, ungido por el Espíritu
Santo para la misión redentora. Él es el Mesías esperado por
Israel y enviado al mundo por el Padre. Jesús ha aceptado el
título de Mesías, precisando, sin embargo, su sentido:
«bajado del cielo» (Jn 3, 13), crucificado y después
resucitado, Él es el siervo sufriente «que da su vida en
rescate por muchos» (Mt 20, 28). Del nombre de Cristo
nos viene el nombre de cristianos.
83. ¿En qué sentido Jesús es
el «Hijo unigénito de Dios»?
441-445
454
Jesús es el Hijo unigénito de
Dios en un sentido único y perfecto. En el momento del
Bautismo y de la Transfiguración, la voz del Padre señala a
Jesús como su «Hijo predilecto». Al presentarse a sí mismo
como el Hijo, que «conoce al Padre» (Mt 11, 27),
Jesús afirma su relación única y eterna con Dios su Padre.
Él es «el Hijo unigénito de Dios» (1 Jn 4, 9), la
segunda Persona de la Trinidad. Es el centro de la
predicación apostólica: los Apóstoles han visto su gloria,
«que recibe del Padre como Hijo único» (Jn 1, 14).
84. ¿Qué significa el título
de «Señor»?
446-451
455
En la Biblia, el título de
«Señor» designa ordinariamente al Dios soberano. Jesús se lo
atribuye a sí mismo, y revela su soberanía divina mediante
su poder sobre la naturaleza, sobre los demonios, sobre el
pecado y sobre la muerte, y sobre todo con su Resurrección.
Las primeras confesiones de fe cristiana proclaman que el
poder, el honor y la gloria que se deben a Dios Padre se le
deben también a Jesús: Dios «le ha dado el nombre sobre todo
nombre» (Flp 2, 9). Él es el Señor del mundo y de la
historia, el único a quien el hombre debe someter de modo
absoluto su propia libertad personal.
JESUCRISTO FUE CONCEBIDO
POR OBRA DEL ESPÍRITU SANTO
Y NACIÓ DE SANTA MARÍA VIRGEN
85. ¿Por qué el Hijo de Dios
se hizo hombre?
456-460
El Hijo de Dios se encarnó en
el seno de la Virgen María, por obra del Espíritu Santo, por
nosotros los hombres y por nuestra salvación: es decir, para
reconciliarnos a nosotros pecadores con Dios, darnos a
conocer su amor infinito, ser nuestro modelo de santidad y
hacernos «partícipes de la naturaleza divina» (2 P 1,
4).
86. ¿Qué significa la palabra
«Encarnación»?
461-463
483
La Iglesia llama
«Encarnación» al misterio de la unión admirable de la
naturaleza divina y la naturaleza humana de Jesús en la
única Persona divina del Verbo. Para llevar a cabo nuestra
salvación, el Hijo de Dios se ha hecho «carne» (Jn 1,
14), haciéndose verdaderamente hombre. La fe en la
Encarnación es signo distintivo de la fe cristiana.
87. ¿De qué modo Jesucristo
es verdadero Dios y verdadero hombre?
464-467
469
En la unidad de su Persona
divina, Jesucristo es verdadero Dios y verdadero hombre, de
manera indivisible. Él, Hijo de Dios, «engendrado, no
creado, de la misma naturaleza del Padre», se ha hecho
verdaderamente hombre, hermano nuestro, sin dejar con ello
de ser Dios, nuestro Señor.
88. ¿Qué enseña a este
propósito el Concilio de Calcedonia (año 451)?
467
El Concilio de Calcedonia
enseña que «hay que confesar a un solo y mismo Hijo, Nuestro
Señor Jesucristo: perfecto en la divinidad y perfecto en la
humanidad; verdaderamente Dios y verdaderamente hombre,
compuesto de alma racional y de cuerpo; consubstancial con
el Padre según la divinidad, y consubstancial con nosotros
según la humanidad; “en todo semejante a nosotros, menos en
el pecado” (Hb 4, 15); nacido del Padre antes de
todos los siglos según la divinidad y, por nosotros y
nuestra salvación, nacido en estos últimos tiempos de la
Virgen María, la Madre de Dios, según la humanidad».
89. ¿Cómo expresa la Iglesia
el misterio de la Encarnación?
464-469
479-481
La Iglesia expresa el
misterio de la Encarnación afirmando que Jesucristo es
verdadero Dios y verdadero hombre; con dos naturalezas, la
divina y la humana, no confundidas, sino unidas en la
Persona del Verbo. Por tanto, todo en la humanidad de Jesús
–milagros, sufrimientos y la misma muerte– debe ser
atribuido a su Persona divina, que obra a través de la
naturaleza humana que ha asumido.
«¡Oh Hijo Unigénito y
Verbo de Dios! Tú que eres inmortal, te dignaste, para
salvarnos, tomar carne de la santa Madre de Dios y
siempre Virgen María (...) Tú, Uno de la Santísima
Trinidad, glorificado con el Padre y el Espíritu Santo,
¡sálvanos!» (Liturgia
bizantina de san Juan Crisóstomo).
90. ¿Tenía el Hijo de Dios
hecho hombre un alma con inteligencia humana?
470-474
482
El Hijo de Dios asumió un
cuerpo dotado de un alma racional humana. Con su
inteligencia humana Jesús aprendió muchas cosas mediante la
experiencia. Pero, también como hombre, el Hijo de Dios
tenía un conocimiento íntimo e inmediato de Dios su Padre.
Penetraba asimismo los pensamientos secretos de los hombres
y conocía plenamente los designios eternos que Él había
venido a revelar.
91. ¿Cómo concordaban las dos
voluntades del Verbo encarnado?
475
482
Jesús tenía una voluntad
divina y una voluntad humana. En su vida terrena, el Hijo de
Dios ha querido humanamente lo que Él ha decidido
divinamente junto con el Padre y el Espíritu Santo para
nuestra salvación. La voluntad humana de Cristo sigue, sin
oposición o resistencia, su voluntad divina, y está
subordinada a ella.
92. ¿Tenía Cristo un
verdadero cuerpo humano?
476-477
Cristo asumió un verdadero
cuerpo humano, mediante el cual Dios invisible se hizo
visible. Por esta razón, Cristo puede ser representado y
venerado en las sagradas imágenes.
93. ¿Qué representa el
Corazón de Jesús?
478
Cristo nos ha conocido y
amado con un corazón humano. Su Corazón traspasado por
nuestra salvación es el símbolo del amor infinito que Él
tiene al Padre y a cada uno de los hombres.
94. ¿Qué significa la
expresión «concebido por obra y gracia del Espíritu Santo»?
484-486
Que Jesús fue concebido por
obra y gracia del Espíritu Santo significa que la Virgen
María concibió al Hijo eterno en su seno por obra del
Espíritu Santo y sin la colaboración de varón: «El Espíritu
Santo vendrá sobre ti» (Lc 1, 35), le dijo el ángel
en la Anunciación.
95. «...Nacido de la Virgen
María...»: ¿por qué María es verdaderamente Madre de Dios?
495
509
María es verdaderamente
Madre de Dios porque es la madre de Jesús (Jn 2,
1; 19, 25). En efecto, aquél que fue concebido por obra del
Espíritu Santo y fue verdaderamente Hijo suyo, es el Hijo
eterno de Dios Padre. Es Dios mismo.
96. ¿Qué significa
«Inmaculada Concepción»?
487-492
508
Dios eligió gratuitamente a
María desde toda la eternidad para que fuese la Madre de su
Hijo; para cumplir esta misión fue concebida inmaculada.
Esto significa que, por la gracia de Dios y en previsión de
los méritos de Jesucristo, María fue preservada del pecado
original desde el primer instante de su concepción.
97. ¿Cómo colabora María al
plan divino de la salvación?
493-494
508-511
Por la gracia de Dios, María
permaneció inmune de todo pecado personal durante toda su
existencia. Ella es la «llena de gracia» (Lc 1, 28),
la «toda Santa». Y cuando el ángel le anuncia que va a dar a
luz «al Hijo del Altísimo» (Lc 1, 32), ella da
libremente su consentimiento «por obediencia de la fe» (Rm
1, 5). María se ofrece totalmente a la Persona y a la obra
de Jesús, su Hijo, abrazando con toda su alma la voluntad
divina de salvación.
98. ¿Qué significa la
concepción virginal de Jesús?
496-498
503
La concepción virginal de
Jesús significa que éste fue concebido en el seno de la
Virgen María sólo por el poder del Espíritu Santo, sin
concurso de varón. Él es Hijo del Padre celestial según la
naturaleza divina, e Hijo de María según la naturaleza
humana, pero es propiamente Hijo de Dios según las dos
naturalezas, al haber en Él una sola Persona, la divina.
99. ¿En qué sentido María es
«siempre Virgen»?
499-507
510
María es siempre virgen en el
sentido de que ella «fue Virgen al concebir a su Hijo,
Virgen al parir, Virgen durante el embarazo, Virgen después
del parto, Virgen siempre» (San Agustín). Por tanto, cuando
los Evangelios hablan de «hermanos y hermanas de Jesús», se
refieren a parientes próximos de Jesús, según una expresión
empleada en la Sagrada Escritura.
100. ¿De qué modo la
maternidad espiritual de María es universal?
501-507
511
María tuvo un único Hijo,
Jesús, pero en Él su maternidad espiritual se extiende a
todos los hombres, que Jesús vino a salvar. Obediente junto
a Jesucristo, el nuevo Adán, la Virgen es la nueva
Eva, la verdadera madre de los vivientes, que coopera con
amor de madre al nacimiento y a la formación de todos en el
orden de la gracia. Virgen y Madre, María es la figura de la
Iglesia, su más perfecta realización.
101. ¿En qué sentido toda la
vida de Cristo es Misterio?
512-521
561-562
Toda la vida de Cristo es
acontecimiento de revelación: lo que es visible en la vida
terrena de Jesús conduce a su Misterio invisible,
sobre todo al Misterio de su filiación divina: «quien
me ve a mí ve al Padre» (Jn 14, 9). Asimismo, aunque
la salvación nos viene plenamente con la Cruz y la
Resurrección, la vida entera de Cristo es misterio de
salvación, porque todo lo que Jesús ha hecho, dicho y
sufrido tenía como fin salvar al hombre caído y
restablecerlo en su vocación de hijo de Dios.
102. ¿Cuáles han sido las
preparaciones históricas a los Misterios de Jesús?
522-524
Ante todo hay una larga
esperanza de muchos siglos, que revivimos en la celebración
litúrgica del tiempo de Adviento. Además de la oscura espera
que ha puesto en el corazón de los paganos, Dios ha
preparado la venida de su Hijo mediante la Antigua Alianza,
hasta Juan el Bautista, que es el último y el mayor
de los Profetas.
103. ¿Qué nos enseña el
Evangelio sobre los Misterios del nacimiento y la infancia
de Jesús?
525-530
563-564
En el Nacimiento de
Jesús, la gloria del cielo se manifiesta en la debilidad de
un niño; la circuncisión es signo de su pertenencia
al pueblo hebreo y prefiguración de nuestro Bautismo; la
Epifanía es la manifestación del Rey-Mesías de Israel a
todos los pueblos; durante la presentación en el Templo,
en Simeón y Ana se concentra toda la expectación de Israel,
que viene al encuentro de su Salvador; la huida a
Egipto y la matanza de los inocentes anuncian que toda
la vida de Cristo estará bajo el signo de la persecución; su
retorno de Egipto recuerda el Éxodo y presenta a
Jesús como el nuevo Moisés: Él es el verdadero y definitivo
liberador.
104. ¿Qué nos enseña la vida
oculta de Jesús en Nazaret?
533-534
564
Durante la vida oculta en
Nazaret, Jesús permanece en el silencio de una existencia
ordinaria. Nos permite así entrar en comunión con Él en la
santidad de la vida cotidiana, hecha de oración, sencillez,
trabajo y amor familiar. La sumisión a María y a José, su
padre legal, es imagen de la obediencia filial de Jesús al
Padre. María y José, con su fe, acogen el misterio de Jesús,
aunque no siempre lo comprendan.
105. ¿Por qué Jesús recibe de
Juan el «Bautismo de conversión para el perdón de los
pecados» (Lc 3, 3)?
535-537
565
Jesús recibe de Juan el
Bautismo de conversión para inaugurar su vida pública y
anticipar el «Bautismo» de su Muerte; y aunque no había en
Él pecado alguno, Jesús, «el Cordero de Dios que quita el
pecado del mundo» (Jn 1, 29), acepta ser contado
entre los pecadores. El Padre lo proclama su «Hijo
predilecto» (Mt 3, 17), y el Espíritu viene a posarse
sobre Él. El Bautismo de Jesús es la prefiguración de
nuestro bautismo.
106. ¿Qué nos revelan las
tentaciones de Jesús en el desierto?
538-540
566
Las tentaciones de Jesús en
el desierto recapitulan la de Adán en el paraíso y las de
Israel en el desierto. Satanás tienta a Jesús en su
obediencia a la misión que el Padre le ha confiado. Cristo,
nuevo Adán, resiste, y su victoria anuncia la de su Pasión,
en la que su amor filial dará suprema prueba de obediencia.
La Iglesia se une particularmente a este Misterio en el
tiempo litúrgico de la Cuaresma.
107. ¿Quién es invitado a
formar parte del Reino de Dios, anunciado y realizado por
Jesús?
541-546
567
Jesús invita a todos los
hombres a entrar en el Reino de Dios; aún el peor de los
pecadores es llamado a convertirse y aceptar la infinita
misericordia del Padre. El Reino pertenece, ya aquí en la
tierra, a quienes lo acogen con corazón humilde. A ellos les
son revelados los misterios del Reino de Dios.
108. ¿Por qué Jesús
manifiesta el Reino mediante signos y milagros?
547-550
567
Jesús acompaña su palabra con
signos y milagros para atestiguar que el Reino está presente
en Él, el Mesías. Si bien cura a algunas personas, Él no ha
venido para abolir todos los males de esta tierra, sino ante
todo para liberarnos de la esclavitud del pecado. La
expulsión de los demonios anuncia que su Cruz se alzará
victoriosa sobre «el príncipe de este mundo» (Jn 12,
31).
109. ¿Qué autoridad confiere
Jesús a sus Apóstoles en el Reino?
551-553
567
Jesús elige a los Doce,
futuros testigos de su Resurrección, y los hace partícipes
de su misión y de su autoridad para enseñar, absolver los
pecados, edificar y gobernar la Iglesia. En este colegio,
Pedro recibe «las llaves del Reino» (Mt 16, 19) y
ocupa el primer puesto, con la misión de custodiar la fe en
su integridad y de confirmar en ella a sus hermanos.
110. ¿Cuál es el significado
de la Transfiguración?
554-556
568
En la Transfiguración de
Jesús aparece ante todo la Trinidad: «el Padre en la voz, el
Hijo en el hombre, el Espíritu en la nube luminosa» (Santo
Tomás de Aquino). Al evocar, junto a Moisés y Elías, su
«partida» (Lc 9, 31), Jesús muestra que su gloria
pasa a través de la cruz, y otorga un anticipo de su
resurrección y de su gloriosa venida, «que transfigurará
este miserable cuerpo nuestro en un cuerpo glorioso como el
suyo» (Flp 3, 21).
«En el monte te
transfiguraste, Cristo Dios, y tus discípulos
contemplaron tu gloria, en cuanto podían comprenderla.
Así, cuando te viesen crucificado entenderían que
padecías libremente y anunciarían al mundo que tú eres
en verdad el resplandor del Padre»
(Liturgia bizantina).
111. ¿Cómo tuvo lugar la
entrada mesiánica de Jesús en Jerusalén?
557-560
569-570
En el tiempo establecido,
Jesús decide subir a Jerusalén para sufrir su Pasión, morir
y resucitar. Como Rey-Mesías que manifiesta la venida del
Reino, entra en la ciudad montado sobre un asno; y es
acogido por los pequeños, cuya aclamación es recogida por el
Sanctus de la Misa: «¡Bendito el que viene en nombre
del Señor! ¡Hosanna! (¡sálvanos!)» (Mt
21, 9). Con la celebración de esta entrada en Jerusalén la
liturgia de la Iglesia da inicio cada año a la Semana Santa.
«JESUCRISTO PADECIÓ BAJO
EL PODER DE PONCIO PILATO,
FUE CRUCIFICADO, MUERTO Y SEPULTADO»
112. ¿Por qué es tan
importante el Misterio pascual de Jesús?
571-573
El misterio pascual de Jesús,
que comprende su Pasión, Muerte, Resurrección y
Glorificación, está en el centro de la fe cristiana, porque
el designio salvador de Dios se ha cumplido de una vez por
todas con la muerte redentora de su Hijo, Jesucristo.
113. ¿Bajo qué acusaciones
fue condenado Jesús?
574-576
Algunos jefes de Israel
acusaron a Jesús de actuar contra la Ley, contra el Templo
de Jerusalén y, particularmente, contra la fe en el Dios
único, porque se proclamaba Hijo de Dios. Por ello lo
entregaron a Pilato para que lo condenase a muerte.
114. ¿Cómo se comportó Jesús
con la Ley de Israel?
577-582
592
Jesús no abolió la Ley dada
por Dios a Moisés en el Sinaí, sino que la perfeccionó,
dándole su interpretación definitiva. Él es el Legislador
divino que ejecuta íntegramente esta Ley. Aún más, es el
siervo fiel que, con su muerte expiatoria, ofrece el único
sacrificio capaz de redimir todas «las transgresiones
cometidas por los hombres contra la Primera Alianza» (Hb
9, 15).
115. ¿Cuál fue la actitud de
Jesús hacia el Templo de Jerusalén?
583-586
593
Jesús fue acusado de
hostilidad hacia al Templo. Sin embargo, lo veneró como «la
casa de su Padre» (Jn 2, 16), y allí impartió gran
parte de sus enseñanzas. Pero también predijo la destrucción
del Templo, en relación con su propia muerte, y se presentó
a sí mismo como la morada definitiva de Dios en medio de los
hombres.
116. ¿Contradijo Jesús la fe
de Israel en el Dios Único y Salvador?
587-591
594
Jesús nunca contradijo la fe
en un Dios único, ni siquiera cuando cumplía la obra divina
por excelencia, que realizaba las promesas mesiánicas y lo
revelaba como igual a Dios: el perdón de los pecados. La
exigencia de Jesús de creer en Él y convertirse permite
entender la trágica incomprensión del Sanedrín, que juzgó
que Jesús merecía la muerte como blasfemo.
117. ¿Quién es responsable de
la muerte de Jesús?
595-598
La pasión y muerte de Jesús
no pueden ser imputadas indistintamente al conjunto de los
judíos que vivían entonces, ni a los restantes judíos
venidos después. Todo pecador, o sea todo hombre, es
realmente causa e instrumento de los sufrimientos del
Redentor; y aún más gravemente son culpables aquellos que
más frecuentemente caen en pecado y se deleitan en los
vicios, sobre todo si son cristianos.
118. ¿Por qué la muerte de
Cristo forma parte del designio de Dios?
599-605
619
Al fin de reconciliar consigo
a todos los hombres, destinados a la muerte a causa del
pecado, Dios tomó la amorosa iniciativa de enviar a su Hijo
para que se entregara a la muerte por los pecadores.
Anunciada ya en el Antiguo Testamento, particularmente como
sacrificio del Siervo doliente, la muerte de Jesús tuvo
lugar según las Escrituras.
119. ¿De qué modo Cristo se
ofreció a sí mismo al Padre?
606-609
620
Toda la vida de Cristo es una
oblación libre al Padre para dar cumplimiento a su designio
de salvación. Él da «su vida como rescate por muchos» (Mc
10, 45), y así reconcilia a toda la humanidad con Dios. Su
sufrimiento y su muerte manifiestan cómo su humanidad fue el
instrumento libre y perfecto del Amor divino, que quiere la
salvación de todos los hombres.
120. ¿Cómo se manifiesta en
la última Cena la oblación de Jesús?
610-611
621
En la última Cena con los
Apóstoles, la víspera de su Pasión, Jesús anticipa, es
decir, significa y realiza anticipadamente la oblación libre
de sí mismo: «Esto es mi Cuerpo que será entregado
por vosotros», «ésta es mi sangre que será derramada...»
(Lc 22, 19-20). De este modo, Jesús instituye, al
mismo tiempo, la Eucaristía como «memorial» (1 Co 11,
25) de su sacrificio, y a sus Apóstoles como sacerdotes de
la nueva Alianza.
121. ¿Qué sucede en la agonía
del huerto de Getsemaní?
612
En el huerto de Getsemaní, a
pesar del horror que suponía la muerte para la humanidad
absolutamente santa de Aquél que es «el autor de la vida» (Hch
3, 15), la voluntad humana del Hijo de Dios se adhiere a la
voluntad del Padre; para salvarnos acepta soportar nuestros
pecados en su cuerpo, «haciéndose obediente hasta la muerte»
(Flp 2, 8).
122. ¿Cuáles son los efectos
del sacrificio de Cristo en la Cruz?
613-617
622-623
Jesús ofreció libremente su
vida en sacrificio expiatorio, es decir, ha reparado
nuestras culpas con la plena obediencia de su amor hasta la
muerte. Este amor hasta el extremo (cf. Jn 13, 1) del
Hijo de Dios reconcilia a la humanidad entera con el Padre.
El sacrificio pascual de Cristo rescata, por tanto, a los
hombres de modo único, perfecto y definitivo, y les abre a
la comunión con Dios.
123. ¿Por qué llama Jesús a
sus discípulos a cargar con la propia Cruz?
618
Al llamar a sus discípulos a
tomar su cruz y seguirle (cf. Mt 16, 24), Jesús
quiere asociar a su sacrificio redentor a aquellos mismos
que son sus primeros beneficiarios.
124. ¿En qué condiciones se
encontraba el cuerpo de Cristo mientras estaba en el
sepulcro?
624-630
Cristo sufrió una verdadera
muerte, y verdaderamente fue sepultado. Pero la virtud
divina preservó su cuerpo de la corrupción.
JESUCRISTO DESCENDIÓ A
LOS INFIERNOS,
AL TERCER DÍA RESUCITÓ DE ENTRE LOS MUERTOS
125. ¿Qué eran «los
infiernos» a los que Jesús descendió»?
632-637
Los «infiernos» –distintos
del «infierno» de la condenación– constituían el estado de
todos aquellos, justos e injustos, que habían muerto antes
de Cristo. Con el alma unida a su Persona divina, Jesús tomó
en los infiernos a los justos que aguardaban a su Redentor
para poder acceder finalmente a la visión de Dios. Después
de haber vencido, mediante su propia muerte, a la muerte y
al diablo «que tenía el poder de la muerte» (Hb 2,
14), Jesús liberó a los justos, que esperaban al Redentor, y
les abrió las puertas del Cielo.
126. ¿Qué lugar ocupa la
Resurrección de Cristo en nuestra fe?
631. 638
La Resurrección de Jesús es
la verdad culminante de nuestra fe en Cristo, y representa,
con la Cruz, una parte esencial del Misterio pascual.
127. ¿Qué «signos» atestiguan
la Resurrección de Cristo?
Además del signo esencial,
que es el sepulcro vacío, la Resurrección de Jesús es
atestiguada por las mujeres, las primeras que encontraron a
Jesús resucitado y lo anunciaron a los Apóstoles. Jesús
después «se apareció a Cefas (Pedro) y luego a los Doce, más
tarde se apareció a más de quinientos hermanos a la vez» (1
Co 15, 5-6), y aún a otros. Los Apóstoles no pudieron
inventar la Resurrección, puesto que les parecía imposible:
en efecto, Jesús les echó en cara su incredulidad.
128. ¿Por qué la Resurrección
es también un acontecimiento trascendente?
647
656-657
La Resurrección de Cristo es
un acontecimiento trascendente porque, además de ser un
evento histórico, verificado y atestiguado mediante signos y
testimonios, transciende y sobrepasa la historia como
misterio de la fe, en cuanto implica la entrada de la
humanidad de Cristo en la gloria de Dios. Por este motivo,
Cristo resucitado no se manifestó al mundo, sino a sus
discípulos, haciendo de ellos sus testigos ante el pueblo.
129. ¿Cuál es el estado del
cuerpo resucitado de Jesús?
645-646
La Resurrección de Cristo no
es un retorno a la vida terrena. Su cuerpo resucitado es el
mismo que fue crucificado, y lleva las huellas de su pasión,
pero ahora participa ya de la vida divina, con las
propiedades de un cuerpo glorioso. Por esta razón Jesús
resucitado es soberanamente libre de aparecer a sus
discípulos donde quiere y bajo diversas apariencias.
130. ¿De qué modo la
Resurrección es obra de la Santísima Trinidad?
648-650
La Resurrección de Cristo es
una obra trascendente de Dios. Las tres Personas divinas
actúan conjuntamente, según lo que es propio de cada una: el
Padre manifiesta su poder, el Hijo «recobra la vida, porque
la ha dado libremente» (Jn 10, 17), reuniendo su alma
y su cuerpo, que el Espíritu Santo vivifica y glorifica.
131. ¿Cuál es el sentido y el
alcance salvífico de la Resurrección?
651-655
658
La Resurrección de Cristo es
la culminación de la Encarnación. Es una prueba de la
divinidad de Cristo, confirma cuanto hizo y enseñó y realiza
todas las promesas divinas en nuestro favor. Además, el
Resucitado, vencedor del pecado y de la muerte, es el
principio de nuestra justificación y de nuestra
resurrección: ya desde ahora nos procura la gracia de la
adopción filial, que es real participación de su vida de
Hijo unigénito; más tarde, al final de los tiempos, Él
resucitará nuestro cuerpo.
«JESUCRISTO SUBIÓ A LOS
CIELOS, Y ESTÁ SENTADO
A LA DERECHA DE DIOS, PADRE TODOPODEROSO»
132. ¿Qué representa la
Ascensión?
659-667
Cuarenta días después de
haberse mostrado a los Apóstoles bajo los rasgos de una
humanidad ordinaria, que velaban su gloria de Resucitado,
Cristo subió a los cielos y se sentó a la derecha del Padre.
Desde entonces el Señor reina con su humanidad en la gloria
eterna de Hijo de Dios, intercede incesantemente ante el
Padre en favor nuestro, nos envía su Espíritu y nos da la
esperanza de llegar un día junto a Él, al lugar que nos
tiene preparado.
«DESDE ALLÍ HA DE VENIR
A JUZGAR
A VIVOS Y MUERTOS»
133. ¿Cómo reina ahora el
Señor Jesús?
668-674
680
Como Señor del cosmos y de la
historia, Cabeza de su Iglesia, Cristo glorificado permanece
misteriosamente en la tierra, donde su Reino está ya
presente, como germen y comienzo, en la Iglesia. Un día
volverá en gloria, pero no sabemos el momento. Por esto,
vivimos vigilantes, pidiendo: «¡Ven, Señor Jesús!» (Ap
22, 20).
134. ¿Cómo se realizará la
venida del Señor en la gloria?
675-677
680
Después del último
estremecimiento cósmico de este mundo que pasa, la venida
gloriosa de Cristo acontecerá con el triunfo definitivo de
Dios en la Parusía y con el Juicio final. Así se consumará
el Reino de Dios.
135. ¿Cómo juzgará Cristo a
los vivos y a los muertos?
678-679
681-682
Cristo juzgará a los vivos y
a los muertos con el poder que ha obtenido como Redentor del
mundo, venido para salvar a los hombres. Los secretos de los
corazones serán desvelados, así como la conducta de cada uno
con Dios y el prójimo. Todo hombre será colmado de vida o
condenado para la eternidad, según sus obras. Así se
realizará «la plenitud de Cristo» (Ef 4, 13), en la
que «Dios será todo en todos» (1 Co 15, 28).
CAPÍTULO TERCERO
«CREO EN EL ESPÍRITU SANTO»
136. ¿Qué quiere decir la
Iglesia cuando confiesa: «Creo en el Espíritu Santo»?
683-686
Creer en el Espíritu Santo es
profesar la fe en la tercera Persona de la Santísima
Trinidad, que procede del Padre y del Hijo y «que con el
Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria». El
Espíritu Santo «ha sido enviado a nuestros corazones» (Ga
4, 6), a fin de que recibamos la nueva vida de hijos de
Dios.
137. ¿Por qué la misión del
Hijo y la del Espíritu son inseparables?
687-690
742-743
La misión del Hijo y la del
Espíritu son inseparables porque en la Trinidad indivisible,
el Hijo y el Espíritu son distintos, pero inseparables. En
efecto, desde el principio hasta el fin de los tiempos,
cuando Dios envía a su Hijo, envía también su Espíritu, que
nos une a Cristo en la fe, a fin de que podamos, como hijos
adoptivos, llamar a Dios «Padre» (Rm 8, 15). El
Espíritu es invisible, pero lo conocemos por medio de su
acción, cuando nos revela el Verbo y cuando obra en la
Iglesia.
138. ¿Cuáles son los
apelativos del Espíritu Santo?
691-693
«Espíritu Santo» es el nombre
propio de la tercera Persona de la Santísima Trinidad. Jesús
lo llama también Espíritu Paráclito (Consolador, Abogado) y
Espíritu de Verdad. El Nuevo Testamento lo llama Espíritu de
Cristo, del Señor, de Dios, Espíritu de la gloria y de la
promesa.
139. ¿Con qué símbolos se
representa al Espíritu Santo?
694-701
Son numerosos los símbolos
con los que se representa al Espíritu Santo: el agua viva,
que brota del corazón traspasado de Cristo y sacia la sed de
los bautizados; la unción con el óleo, que es signo
sacramental de la Confirmación; el fuego, que
transforma cuanto toca; la nube oscura y luminosa, en
la que se revela la gloria divina; la imposición de manos,
por la cual se nos da el Espíritu; y la paloma, que
baja sobre Cristo en su bautismo y permanece en Él.
140. ¿Qué significa que el
Espíritu «habló por los Profetas»?
687-688
702-706
743
Con el término «Profetas» se
entiende a cuantos fueron inspirados por el Espíritu Santo
para hablar en nombre de Dios. La obra reveladora del
Espíritu en las profecías del Antiguo Testamento halla su
cumplimiento en la revelación plena del misterio de Cristo
en el Nuevo Testamento.
141. ¿Cuál es la obra del
Espíritu Santo en Juan el Bautista?
717-720
El Espíritu colma con sus
dones a Juan el Bautista, el último profeta del Antiguo
Testamento, quien, bajo la acción del Espíritu, es enviado
para que «prepare al Señor un pueblo bien dispuesto» (Lc
1, 17) y anunciar la venida de Cristo, Hijo de Dios: aquel
sobre el que ha visto descender y permanecer el Espíritu,
«aquel que bautiza en el Espíritu» (Jn 1, 33).
142. ¿Cuál es la obra del
Espíritu Santo en María?
721-726
744
El Espíritu Santo culmina en
María las expectativas y la preparación del Antiguo
Testamento para la venida de Cristo. De manera única la
llena de gracia y hace fecunda su virginidad, para dar a luz
al Hijo de Dios encarnado. Hace de Ella la Madre del «Cristo
total», es decir, de Jesús Cabeza y de la Iglesia su cuerpo.
María está presente entre los Doce el día de Pentecostés,
cuando el Espíritu inaugura los «últimos tiempos» con la
manifestación de la Iglesia.
143. ¿Qué relación existe
entre el Espíritu y Jesucristo, en su misión en la tierra?
727-730
745-746
Desde el primer instante de
la Encarnación, el Hijo de Dios, por la unción del Espíritu
Santo, es consagrado Mesías en su humanidad. Jesucristo
revela al Espíritu con su enseñanza, cumpliendo la promesa
hecha a los Padres, y lo comunica a la Iglesia naciente,
exhalando su aliento sobre los Apóstoles después de su
Resurrección.
144. ¿Qué sucedió el día de
Pentecostés?
731-732
738
En Pentecostés, cincuenta
días después de su Resurrección, Jesucristo glorificado
infunde su Espíritu en abundancia y lo manifiesta como
Persona divina, de modo que la Trinidad Santa queda
plenamente revelada. La misión de Cristo y del Espíritu se
convierte en la misión de la Iglesia, enviada para anunciar
y difundir el misterio de la comunión trinitaria.
«Hemos visto la
verdadera Luz, hemos recibido el Espíritu celestial,
hemos encontrado la verdadera fe: adoramos la Trinidad
indivisible porque
Ella nos ha salvado» (Liturgia
bizantina. Tropario de las vísperas de Pentecostés).
145. ¿Qué hace el Espíritu
Santo en la Iglesia?
733-741
747
El Espíritu Santo edifica,
anima y santifica a la Iglesia; como Espíritu de Amor,
devuelve a los bautizados la semejanza divina, perdida a
causa del pecado, y los hace vivir en Cristo la vida misma
de la Trinidad Santa. Los envía a dar testimonio de la
Verdad de Cristo y los organiza en sus respectivas
funciones, para que todos den «el fruto del Espíritu» (Ga
5, 22).
146. ¿Cómo actúan Cristo y su
Espíritu en el corazón de los bautizados?
738-741
Por medio de los
sacramentos, Cristo comunica su Espíritu a los miembros
de su Cuerpo, y la gracia de Dios, que da frutos de vida
nueva, según el Espíritu. El Espíritu Santo, finalmente,
es el Maestro de la oración.
«CREO EN LA SANTA
IGLESIA CATÓLICA»
La Iglesia en el designio de Dios
147. ¿Qué designamos con la
palabra «Iglesia»?
751-752
777. 804
Con el término «Iglesia» se
designa al pueblo que Dios convoca y reúne desde todos los
confines de la tierra, para constituir la asamblea de todos
aquellos que, por la fe y el Bautismo, han sido hechos hijos
de Dios, miembros de Cristo y templo del Espíritu Santo.
148. ¿Hay otros nombres e
imágenes con los que la Biblia designe a la Iglesia?
753-757
En la Sagrada Escritura
encontramos muchas imágenes que ponen de relieve aspectos
complementarios del misterio de la Iglesia. El Antiguo
Testamento prefiere imágenes ligadas al Pueblo de Dios;
el Nuevo Testamento aquellas vinculadas a Cristo como Cabeza
de este pueblo, que es su Cuerpo, y las imágenes sacadas de
la vida pastoril (redil, grey, ovejas), agrícola (campo,
olivo, viña), de la construcción (morada, piedra, templo) y
familiar (esposa, madre, familia).
149. ¿Cuál es el origen y la
consumación de la Iglesia?
758-766
778
La Iglesia tiene su origen y
realización en el designio eterno de Dios. Fue preparada en
la Antigua Alianza con la elección de Israel, signo de la
reunión futura de todas las naciones. Fundada por las
palabras y las acciones de Jesucristo, fue realizada, sobre
todo, mediante su muerte redentora y su Resurrección. Más
tarde, se manifestó como misterio de salvación mediante la
efusión del Espíritu Santo en Pentecostés. Al final de los
tiempos, alcanzará su consumación como asamblea celestial de
todos los redimidos.
150. ¿Cuál es la misión de la
Iglesia?
767-769
La misión de la Iglesia es la
de anunciar e instaurar entre todos los pueblos el Reino de
Dios inaugurado por Jesucristo. La Iglesia es el germen e
inicio sobre la tierra de este Reino de salvación.
151. ¿En qué sentido la
Iglesia es Misterio?
770-773
779
La Iglesia es Misterio
en cuanto que en su realidad visible se hace presente y
operante una realidad espiritual y divina, que se percibe
solamente con los ojos de la fe.
152. ¿Qué significa que la
Iglesia es sacramento universal de salvación?
774-776
780
La Iglesia es sacramento
universal de salvación en cuanto es signo e instrumento de
la reconciliación y la comunión de toda la humanidad con
Dios, así como de la unidad de todo el género humano.
La Iglesia: Pueblo de
Dios, cuerpo de Cristo,
templo del Espíritu Santo
153. ¿Por qué la Iglesia es
el Pueblo de Dios?
781
802-804
La Iglesia es el Pueblo de
Dios porque Él quiso santificar y salvar a los hombres no
aisladamente, sino constituyéndolos en un solo pueblo,
reunido en la unidad del Padre, del Hijo y del Espíritu
Santo.
154. ¿Cuáles son las
características del Pueblo de Dios?
782
Este pueblo, del que se llega
a ser miembro mediante la fe en Cristo y el Bautismo, tiene
por origen a Dios Padre, por cabeza a
Jesucristo, por condición la dignidad y la libertad
de los hijos de Dios, por ley el mandamiento nuevo
del amor, por misión la de ser sal de la tierra y luz
del mundo, por destino el Reino de Dios, ya iniciado
en la Tierra.
155. ¿En qué sentido el
Pueblo de Dios participa de las tres funciones de Cristo:
Sacerdote, Profeta y Rey?
783-786
El Pueblo de Dios participa
del oficio sacerdotal de Cristo en cuanto los
bautizados son consagrados por el Espíritu Santo para
ofrecer sacrificios espirituales; participa de su oficio
profético cuando, con el sentido sobrenatural de la fe,
se adhiere indefectiblemente a ella, la profundiza y la
testimonia; participa de su función regia con el
servicio, imitando a Jesucristo, quien siendo rey del
universo, se hizo siervo de todos, sobre todo de los pobres
y los que sufren.
156. ¿De qué modo la Iglesia
es cuerpo de Cristo?
787-791
805-806
La Iglesia es cuerpo de
Cristo porque, por medio del Espíritu, Cristo muerto y
resucitado une consigo íntimamente a sus fieles. De este
modo los creyentes en Cristo, en cuanto íntimamente unidos a
Él, sobre todo en la Eucaristía, se unen entre sí en la
caridad, formando un solo cuerpo, la Iglesia. Dicha unidad
se realiza en la diversidad de miembros y funciones.
157. ¿Quién es la cabeza de
este Cuerpo?
792-795
807
Cristo «es la Cabeza del
Cuerpo, que es la Iglesia» (Col 1, 18). La Iglesia
vive de Él, en Él y por Él. Cristo y la Iglesia forman el
«Cristo total» (San Agustín); «la Cabeza y los miembros,
como si fueran una sola persona mística» (Santo Tomás de
Aquino).
158. ¿Por qué llamamos a la
Iglesia esposa de Cristo?
796
808
Llamamos a la Iglesia esposa
de Cristo porque el mismo Señor se definió a sí mismo como
«el esposo» (Mc 2, 19), que ama a la Iglesia
uniéndola a sí con una Alianza eterna. Cristo se ha
entregado por ella para purificarla con su sangre,
«santificarla» (Ef 5, 26) y hacerla Madre fecunda de
todos los hijos de Dios. Mientras el término «cuerpo»
manifiesta la unidad de la «cabeza» con los miembros, el
término «esposa» acentúa la distinción de ambos en la
relación personal.
159. ¿Por qué la Iglesia es
llamada templo del Espíritu Santo?
797-798
809-810
La Iglesia es llamada templo
del Espíritu Santo porque el Espíritu vive en el cuerpo que
es la Iglesia: en su Cabeza y en sus miembros; Él además
edifica la Iglesia en la caridad con la Palabra de Dios, los
sacramentos, las virtudes y los carismas.
«Lo que nuestro
espíritu, es decir, nuestra alma, es para nuestros
miembros,
eso mismo es el Espíritu Santo para los miembros de
Cristo, para el Cuerpo de Cristo, que es la Iglesia»
(San Agustín).
160. ¿Qué son los carismas?
799-801
Los carismas son dones
especiales del Espíritu Santo concedidos a cada uno para el
bien de los hombres, para las necesidades del mundo y, en
particular, para la edificación de la Iglesia, a cuyo
Magisterio compete el discernimiento sobre ellos.
La Iglesia es una,
santa, católica y apostólica
161. ¿Por qué la Iglesia es
una?
813-815
866
La Iglesia es una
porque tiene como origen y modelo la unidad de un solo Dios
en la Trinidad de las Personas; como fundador y cabeza a
Jesucristo, que restablece la unidad de todos los pueblos en
un solo cuerpo; como alma al Espíritu Santo que une a todos
los fieles en la comunión en Cristo. La Iglesia tiene una
sola fe, una sola vida sacramental, una única sucesión
apostólica, una común esperanza y la misma caridad.
162. ¿Dónde subsiste la única
Iglesia de Cristo?
816
870
La única Iglesia de Cristo,
como sociedad constituida y organizada en el mundo, subsiste
(subsistit in) en la Iglesia católica, gobernada por
el sucesor de Pedro y por los obispos en comunión con él.
Sólo por medio de ella se puede obtener la plenitud de los
medios de salvación, puesto que el Señor ha confiado todos
los bienes de la Nueva Alianza únicamente al colegio
apostólico, cuya cabeza es Pedro.
163. ¿Cómo se debe considerar
entonces a los cristianos no católicos?
817-819
En las Iglesias y comunidades
eclesiales que se separaron de la plena comunión con la
Iglesia católica, se hallan muchos elementos de
santificación y verdad. Todos estos bienes proceden de
Cristo e impulsan hacia la unidad católica. Los miembros de
estas Iglesias y comunidades se incorporan a Cristo en el
Bautismo, por ello los reconocemos como hermanos.
164. ¿Cómo comprometerse en
favor de la unidad de los cristianos?
820-822
866
El deseo de restablecer la
unión de todos los cristianos es un don de Cristo y un
llamamiento del Espíritu; concierne a toda la Iglesia y se
actúa mediante la conversión del corazón, la oración, el
recíproco conocimiento fraterno y el diálogo teológico.
165. ¿En qué sentido la
Iglesia es santa?
823-829
867
La Iglesia es santa
porque Dios santísimo es su autor; Cristo se ha entregado a
sí mismo por ella, para santificarla y hacerla santificante;
el Espíritu Santo la vivifica con la caridad. En la Iglesia
se encuentra la plenitud de los medios de salvación. La
santidad es la vocación de cada uno de sus miembros y el fin
de toda su actividad. Cuenta en su seno con la Virgen María
e innumerables santos, como modelos e intercesores. La
santidad de la Iglesia es la fuente de la santificación de
sus hijos, los cuales, aquí en la tierra, se reconocen todos
pecadores, siempre necesitados de conversión y de
purificación.
166. ¿Por qué decimos que la
Iglesia es católica?
830-831
868
La Iglesia es católica,
es decir universal, en cuanto en ella Cristo está
presente: «Allí donde está Cristo Jesús, está la Iglesia
Católica» (San Ignacio de Antioquía). La Iglesia anuncia la
totalidad y la integridad de la fe; lleva en sí y administra
la plenitud de los medios de salvación; es enviada en misión
a todos los pueblos, pertenecientes a cualquier tiempo o
cultura.
167. ¿Es católica la Iglesia
particular?
832-835
Es católica toda Iglesia
particular, (esto es la diócesis y la eparquía),
formada por la comunidad de los cristianos que están en
comunión, en la fe y en los sacramentos, con su obispo
ordenado en la sucesión apostólica y con la Iglesia de Roma,
«que preside en la caridad» (San Ignacio de Antioquía).
168. ¿Quién pertenece a la
Iglesia católica?
836-838
Todos los hombres, de modos
diversos, pertenecen o están ordenados a la unidad católica
del Pueblo de Dios. Está plenamente incorporado a la Iglesia
Católica quien, poseyendo el Espíritu de Cristo, se
encuentra unido a la misma por los vínculos de la profesión
de fe, de los sacramentos, del gobierno eclesiástico y de la
comunión. Los bautizados que no realizan plenamente dicha
unidad católica están en una cierta comunión, aunque
imperfecta, con la Iglesia católica.
169. ¿Cuál es la relación de
la Iglesia católica con el pueblo judío?
839-840
La Iglesia católica se
reconoce en relación con el pueblo judío por el hecho de que
Dios eligió a este pueblo, antes que a ningún otro, para que
acogiera su Palabra. Al pueblo judío pertenecen «la adopción
como hijos, la gloria, las alianzas, la legislación, el
culto, las promesas, los patriarcas; de él procede Cristo
según la carne» (Rm 9, 4-5). A diferencia de las
otras religiones no cristianas, la fe judía es ya una
respuesta a la Revelación de Dios en la Antigua Alianza.
170. ¿Qué vínculo existe
entre la Iglesia católica y las religiones no cristianas?
841-845
El vínculo entre la Iglesia
católica y las religiones no cristianas proviene, ante todo,
del origen y el fin comunes de todo el género humano. La
Iglesia católica reconoce que cuanto de bueno y verdadero se
encuentra en las otras religiones viene de Dios, es reflejo
de su verdad, puede preparar para la acogida del Evangelio y
conducir hacia la unidad de la humanidad en la Iglesia de
Cristo.
171. ¿Qué significa la
afirmación «fuera de la Iglesia no hay salvación»?
846-848
La afirmación «fuera de la
Iglesia no hay salvación» significa que toda salvación viene
de Cristo-Cabeza por medio de la Iglesia, que es su Cuerpo.
Por lo tanto no pueden salvarse quienes, conociendo la
Iglesia como fundada por Cristo y necesaria para la
salvación, no entran y no perseveran en ella. Al mismo
tiempo, gracias a Cristo y a su Iglesia, pueden alcanzar la
salvación eterna todos aquellos que, sin culpa alguna,
ignoran el Evangelio de Cristo y su Iglesia, pero buscan
sinceramente a Dios y, bajo el influjo de la gracia, se
esfuerzan en cumplir su voluntad, conocida mediante el
dictamen de la conciencia.
172. ¿Por qué la Iglesia debe
anunciar el Evangelio a todo el mundo?
849-851
La Iglesia debe anunciar el
Evangelio a todo el mundo porque Cristo ha ordenado: «Id,
pues, y haced discípulos a todas las gentes, bautizándolas
en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo» (Mt
28, 19). Este mandato misionero del Señor tiene su fuente en
el amor eterno de Dios, que ha enviado a su Hijo y a su
Espíritu porque «quiere que todos los hombres se salven y
lleguen al conocimiento de la verdad» (1 Tm 2, 4)
173. ¿De qué modo la Iglesia
es misionera?
852-856
La Iglesia es misionera
porque, guiada por el Espíritu Santo, continúa a lo largo de
los siglos la misión del mismo Cristo. Por tanto, los
cristianos deben anunciar a todos la Buena Noticia traída
por Jesucristo, siguiendo su camino y dispuestos incluso al
sacrificio de sí mismos hasta el martirio.
174. ¿Por qué la Iglesia es
apostólica?
857
869
La Iglesia es apostólica
por su origen, ya que fue construida «sobre el
fundamento de los Apóstoles» (Ef 2, 20); por su
enseñanza, que es la misma de los Apóstoles; por su
estructura, en cuanto es instruida, santificada y gobernada,
hasta la vuelta de Cristo, por los Apóstoles, gracias a sus
sucesores, los obispos, en comunión con el sucesor de Pedro.
175. ¿En qué consiste la
misión de los Apóstoles?
858-861
La palabra Apóstol
significa enviado. Jesús, el Enviado del Padre, llamó
consigo a doce de entre sus discípulos, y los constituyó
como Apóstoles suyos, convirtiéndolos en testigos escogidos
de su Resurrección y en fundamentos de su Iglesia. Jesús les
dio el mandato de continuar su misión, al decirles: «Como el
Padre me ha enviado, así también os envío yo» (Jn 20,
21) y al prometerles que estaría con ellos hasta el fin del
mundo.
176. ¿Qué es la sucesión
apostólica?
861-865
La sucesión apostólica es la
transmisión, mediante el sacramento del Orden, de la misión
y la potestad de los Apóstoles a sus sucesores, los obispos.
Gracias a esta transmisión, la Iglesia se mantiene en
comunión de fe y de vida con su origen, mientras a lo largo
de los siglos ordena todo su apostolado a la difusión del
Reino de Cristo sobre la tierra.
Los fieles: jerarquía,
laicos, vida consagrada
177. ¿Quiénes son los fieles?
871-872
Los fieles son aquellos que,
incorporados a Cristo mediante el Bautismo, han sido
constituidos miembros del Pueblo de Dios; han sido hecho
partícipes, cada uno según su propia condición, de la
función sacerdotal, profética y real de Cristo, y son
llamados a llevar a cabo la misión confiada por Dios a la
Iglesia. Entre ellos hay una verdadera igualdad en su
dignidad de hijos de Dios.
178. ¿Cómo está formado el
Pueblo de Dios?
873
934
En la Iglesia, por
institución divina, hay ministros sagrados, que han
recibido el sacramento del Orden y forman la jerarquía de la
Iglesia. A los demás fieles se les llama laicos. De
unos y otros provienen fieles que se consagran de
modo especial a Dios por la profesión de los consejos
evangélicos: castidad en el celibato, pobreza y obediencia.
179. ¿Por qué Cristo
instituyó la jerarquía eclesiástica?
874-876
935
Cristo instituyó la jerarquía
eclesiástica con la misión de apacentar al Pueblo de Dios en
su nombre, y para ello le dio autoridad. La jerarquía está
formada por los ministros sagrados: obispos, presbíteros y
diáconos. Gracias al sacramento del Orden, los obispos y
presbíteros actúan, en el ejercicio de su ministerio, en
nombre y en la persona de Cristo cabeza; los diáconos sirven
al Pueblo de Dios en la diaconía (servicio) de la
palabra, de la liturgia y de la caridad.
180. ¿En qué consiste la
dimensión colegial del ministerio de la Iglesia?
877
A ejemplo de los doce
Apóstoles, elegidos y enviados juntos por Cristo, la unión
de los miembros de la jerarquía eclesiástica está al
servicio de la comunión de todos los fieles. Cada obispo
ejerce su ministerio como miembro del colegio episcopal, en
comunión con el Papa, haciéndose partícipe con él de la
solicitud por la Iglesia universal. Los sacerdotes ejercen
su ministerio en el presbiterio de la Iglesia particular, en
comunión con su propio obispo y bajo su guía.
181. ¿Por qué el ministerio
eclesial tiene también un carácter personal?
878-879
El ministerio eclesial tiene
también un carácter personal, en cuanto que, en virtud del
sacramento del Orden, cada uno es responsable ante Cristo,
que lo ha llamado personalmente, confiriéndole la misión.
182. ¿Cuál es la misión del
Papa?
881-882
936-937
El Papa, Obispo de Roma y
sucesor de san Pedro, es el perpetuo y visible principio y
fundamento de la unidad de la Iglesia. Es el Vicario de
Cristo, cabeza del colegio de los obispos y pastor de toda
la Iglesia, sobre la que tiene, por institución divina, la
potestad plena, suprema, inmediata y universal.
183. ¿Cuál es la función del
colegio de los obispos?
883-885
El colegio de los obispos, en
comunión con el Papa y nunca sin él, ejerce también él la
potestad suprema y plena sobre la Iglesia.
184. ¿Cómo ejercen los
obispos la misión de enseñar?
886-890
939
Los obispos, en comunión con
el Papa, tienen el deber de anunciar a todos el Evangelio,
fielmente y con autoridad, como testigos auténticos de la fe
apostólica, revestidos de la autoridad de Cristo. Mediante
el sentido sobrenatural de la fe, el Pueblo de Dios se
adhiere indefectiblemente a la fe, bajo la guía del
Magisterio vivo de la Iglesia.
185. ¿Cuándo se ejerce la
infalibilidad del Magisterio?
891
La infalibilidad del
Magisterio se ejerce cuando el Romano Pontífice, en virtud
de su autoridad de Supremo Pastor de la Iglesia, o el
colegio de los obispos en comunión con el Papa, sobre todo
reunido en un Concilio Ecuménico, proclaman con acto
definitivo una doctrina referente a la fe o a la moral; y
también cuando el Papa y los obispos, en su Magisterio
ordinario, concuerdan en proponer una doctrina como
definitiva. Todo fiel debe adherirse a tales enseñanzas con
el obsequio de la fe.
186. ¿Cómo ejercen los
obispos la misión de santificar?
893
Los obispos ejercen su
función de santificar a la Iglesia cuando dispensan la
gracia de Cristo, mediante el ministerio de la palabra y de
los sacramentos, en particular de la Eucaristía; y también
con su oración, su ejemplo y su trabajo.
187. ¿Cómo ejercen los
obispos la misión de gobernar?
894-896
Cada obispo, en cuanto
miembro del colegio episcopal, ejerce colegialmente la
solicitud por todas las Iglesias particulares y por toda la
Iglesia, junto con los demás obispos unidos al Papa. El
obispo, a quien se ha confiado una Iglesia particular, la
gobierna con la autoridad de su sagrada potestad propia,
ordinaria e inmediata, ejercida en nombre de Cristo, Buen
Pastor, en comunión con toda la Iglesia y bajo la guía del
sucesor de Pedro.
188. ¿Cuál es la vocación de
los fieles laicos?
897-900
940
Los fieles laicos tienen como
vocación propia la de buscar el Reino de Dios, iluminando y
ordenando las realidades temporales según Dios. Responden
así a la llamada a la santidad y al apostolado, que se
dirige a todos los bautizados.
189. ¿Cómo participan los
fieles laicos en la misión sacerdotal de Cristo?
901-903
Los laicos participan en la
misión sacerdotal de Cristo cuando ofrecen como sacrificio
espiritual «agradable a Dios por mediación de Jesucristo» (1
P 2, 5), sobre todo en la Eucaristía, la propia vida con
todas las obras, oraciones e iniciativas apostólicas, la
vida familiar y el trabajo diario, las molestias de la vida
sobrellevadas con paciencia, así como los descansos físicos
y consuelos espirituales. De esta manera, también los
laicos, dedicados a Cristo y consagrados por el Espíritu
Santo, ofrecen a Dios el mundo mismo.
190. ¿Cómo participan los
fieles laicos en la misión profética de Cristo?
904-907
942
Los laicos participan en la
misión profética de Cristo cuando acogen cada vez mejor en
la fe la Palabra de Cristo, y la anuncian al mundo con el
testimonio de la vida y de la palabra, mediante la
evangelización y la catequesis. Este apostolado «adquiere
una eficacia particular porque se realiza en las condiciones
generales de nuestro mundo» (Lumen
Gentium 35).
191. ¿Cómo participan los
fieles laicos en la misión regia de Cristo?
908-913
943
Los laicos participan en la
misión regia de Cristo porque reciben de Él el poder de
vencer el pecado en sí mismos y en el mundo, por medio de la
abnegación y la santidad de la propia vida. Los laicos
ejercen diversos ministerios al servicio de la comunidad, e
impregnan de valores morales las actividades temporales del
hombre y las instituciones de la sociedad.
192. ¿Qué es la vida
consagrada?
914-916
944
La vida consagrada es un
estado de vida reconocido por la Iglesia; una respuesta
libre a una llamada particular de Cristo, mediante la cual
los consagrados se dedican totalmente a Dios y tienden a la
perfección de la caridad, bajo la moción del Espíritu Santo.
Esta consagración se caracteriza por la práctica de los
consejos evangélicos.
193. ¿Qué aporta la vida
consagrada a la misión de la Iglesia?
931-933
945
La vida consagrada participa
en la misión de la Iglesia mediante una plena entrega a
Cristo y a los hermanos, dando testimonio de la esperanza
del Reino de los Cielos.
«CREO EN LA COMUNIÓN DE
LOS SANTOS»
194. ¿Qué significa la
expresión «comunión de los santos»?
946-953
960
La expresión «comunión de los
santos» indica, ante todo, la común participación de todos
los miembros de la Iglesia en las cosas santas (sancta):
la fe, los sacramentos, en particular en la Eucaristía, los
carismas y otros dones espirituales. En la raíz de la
comunión está la caridad que «no busca su propio interés» (1
Co 13, 5), sino que impulsa a los fieles a «poner todo
en común» (Hch 4, 32), incluso los propios bienes
materiales, para el servicio de los más pobres.
195. ¿Qué otra significación
tiene la expresión «comunión de los santos»?
954-959
961-962
La expresión «comunión de los
santos» designa también la comunión entre las personas
santas (sancti), es decir, entre quienes por la
gracia están unidos a Cristo muerto y resucitado. Unos viven
aún peregrinos en este mundo; otros, ya difuntos, se
purifican, ayudados también por nuestras plegarias; otros,
finalmente, gozan ya de la gloria de Dios e interceden por
nosotros. Todos juntos forman en Cristo una sola familia, la
Iglesia, para alabanza y gloria de la Trinidad.
María, Madre de Cristo,
Madre de la Iglesia
196. ¿En qué sentido la
Bienaventurada Virgen María es Madre de la Iglesia?
963-966
973
La Bienaventurada Virgen
María es Madre de la Iglesia en el orden de la gracia,
porque ha dado a luz a Jesús, el Hijo de Dios, Cabeza del
Cuerpo que es la Iglesia. Jesús, agonizante en la cruz, la
dio como madre al discípulo con estas palabras: «Ahí tienes
a tu madre» (Jn 19, 27).
197. ¿Cómo ayuda la Virgen
María a la Iglesia?
967-970
Después de la Ascensión de su
Hijo, la Virgen María ayudó con su oración a los comienzos
de la Iglesia. Incluso tras su Asunción al cielo, ella
continúa intercediendo por sus hijos, siendo para todos un
modelo de fe y de caridad y ejerciendo sobre ellos un
influjo salvífico, que mana de la sobreabundancia de los
méritos de Cristo. Los fieles ven en María una imagen y un
anticipo de la resurrección que les espera, y la invocan
como abogada, auxiliadora, socorro y mediadora.
198. ¿Qué tipo de culto se
rinde a la Virgen María?
971
A la Virgen María se le rinde
un culto singular, que se diferencia esencialmente del culto
de adoración, que se rinde sólo a la Santísima Trinidad.
Este culto de especial veneración encuentra su particular
expresión en las fiestas litúrgicas dedicadas a la Madre de
Dios y en la oración mariana, como el santo Rosario,
compendio de todo el Evangelio.
199. ¿De qué modo la Virgen
María es icono escatológico de la Iglesia?
972
974-975
Contemplando a María, la toda
santa, ya glorificada en cuerpo y alma, la Iglesia ve en
ella lo que la propia Iglesia está llamada a ser sobre la
tierra y aquello que será en la patria celestial.
«CREO EN EL PERDÓN DE
LOS PECADOS»
200. ¿Cómo se perdonan los
pecados?
976-980
984-985
El primero y principal
sacramento para el perdón de los pecados es el Bautismo.
Para los pecados cometidos después del Bautismo, Cristo
instituyó el sacramento de la Reconciliación o Penitencia,
por medio del cual el bautizado se reconcilia con Dios y con
la Iglesia.
201. ¿Por qué la Iglesia
tiene el poder de perdonar los pecados?
981-983
986-987
La Iglesia tiene la misión y
el poder de perdonar los pecados porque el mismo Cristo se
lo ha dado: «Recibid el Espíritu Santo, a quienes perdonéis
los pecados, les quedan perdonados, a quienes se los
retengáis, les quedan retenidos» (Jn 20, 22-23).
«CREO EN LA RESURRECCIÓN
DE LA CARNE»
202. ¿Qué se indica con el
término «carne» y cuál es su importancia?
976-980
984-985
El término «carne» designa al
hombre en su condición de debilidad y mortalidad. «La carne
es soporte de la salvación» (Tertuliano). En efecto, creemos
en Dios que es el Creador de la carne; creemos en el Verbo
hecho carne para rescatar la carne; creemos en la
resurrección de la carne, perfección de la Creación y de la
redención de la carne.
203. ¿Qué significa la
expresión «resurrección de la carne»?
990
La expresión «resurrección de
la carne» significa que el estado definitivo del hombre no
será solamente el alma espiritual separada del cuerpo, sino
que también nuestros cuerpos mortales un día volverán a
tener vida.
204. ¿Qué relación existe
entre la resurrección de Cristo y la nuestra?
988-991
1002-1003
Así como Cristo ha resucitado
verdaderamente de entre los muertos y vive para siempre, así
también Él resucitará a todos en el último día, con un
cuerpo incorruptible: «los que hayan hecho el bien
resucitarán para la vida, y los que hayan hecho el mal, para
la condenación» (Jn 5, 29).
205. ¿Qué sucede con la
muerte a nuestro cuerpo y a nuestra alma?
Con la muerte, que es
separación del alma y del cuerpo, éste cae en la corrupción,
mientras el alma, que es inmortal, va al encuentro del
juicio de Dios y espera volverse a unir al cuerpo, cuando
éste resurja transformado en la segunda venida del Señor.
Comprender cómo tendrá lugar la resurrección
sobrepasa la posibilidad de nuestra imaginación y
entendimiento.
206. ¿Qué significa morir en
Cristo Jesús?
1005-1014
1019
Morir en Cristo Jesús
significa morir en gracia de Dios, sin pecado mortal. Así el
creyente en Cristo, siguiendo su ejemplo, puede transformar
la propia muerte en un acto de obediencia y de amor al
Padre. «Es cierta esta afirmación: si hemos muerto con Él,
también viviremos con Él» (2 Tm 2, 11).
«CREO EN LA VIDA ETERNA»
207. ¿Qué es la vida eterna?
1020
1051
La vida eterna es la que
comienza inmediatamente después de la muerte. Esta vida no
tendrá fin; será precedida para cada uno por un juicio
particular por parte de Cristo, juez de vivos y muertos, y
será ratificada en el juicio final.
208. ¿Qué es el juicio
particular?
1021-1022
1051
Es el juicio de retribución
inmediata, que, en el momento de la muerte, cada uno recibe
de Dios en su alma inmortal, en relación con su fe y sus
obras. Esta retribución consiste en el acceso a la felicidad
del cielo, inmediatamente o después de una adecuada
purificación, o bien de la condenación eterna al infierno.
209. ¿Qué se entiende por
cielo?
1023-1026
1053
Por cielo se entiende el
estado de felicidad suprema y definitiva. Todos aquellos que
mueren en gracia de Dios y no tienen necesidad de posterior
purificación, son reunidos en torno a Jesús, a María, a los
ángeles y a los santos, formando así la Iglesia del cielo,
donde ven a Dios «cara a cara» (1 Co 13, 12), viven
en comunión de amor con la Santísima Trinidad e interceden
por nosotros.
«La vida subsistente y
verdadera es el Padre que, por el Hijo y en el Espíritu
Santo, derrama sobre todos sin excepción los dones
celestiales. Gracias a su misericordia, nosotros
también, hombres, hemos recibido la promesa indefectible
de la vida eterna» (San Cirilo
de Jerusalén).
210 ¿Qué es el purgatorio?
1030-1031
1054
El purgatorio es el estado de
los que mueren en amistad con Dios pero, aunque están
seguros de su salvación eterna, necesitan aún de
purificación para entrar en la eterna bienaventuranza.
211. ¿Cómo podemos ayudar en
la purificación de las almas del purgatorio?
1032
En virtud de la comunión de
los santos, los fieles que peregrinan aún en la tierra
pueden ayudar a las almas del purgatorio ofreciendo por
ellas oraciones de sufragio, en particular el sacrificio de
la Eucaristía, pero también limosnas, indulgencias y obras
de penitencia.
212. ¿En qué consiste el
infierno?
1033-1035
1056-1057
Consiste en la condenación
eterna de todos aquellos que mueren, por libre elección, en
pecado mortal. La pena principal del infierno consiste en la
separación eterna de Dios, en quien únicamente encuentra el
hombre la vida y la felicidad para las que ha sido creado y
a las que aspira. Cristo mismo expresa esta realidad con las
palabras «Alejaos de mí, malditos al fuego eterno» (Mt
25, 41).
213. ¿Cómo se concilia la
existencia del infierno con la infinita bondad de Dios?
1036-1037
Dios quiere que «todos
lleguen a la conversión» (2 P 3, 9), pero, habiendo
creado al hombre libre y responsable, respeta sus
decisiones. Por tanto, es el hombre mismo quien, con plena
autonomía, se excluye voluntariamente de la comunión con
Dios si, en el momento de la propia muerte, persiste en el
pecado mortal, rechazando el amor misericordioso de Dios.
214. ¿En qué consistirá el
juicio final?
1038-1041
1058-1059
El juicio final (universal)
consistirá en la sentencia de vida bienaventurada o de
condena eterna que el Señor Jesús, retornando como juez de
vivos y muertos, emitirá respecto «de los justos y de los
pecadores» (Hch 24, 15), reunidos todos juntos
delante de sí. Tras del juicio final, el cuerpo resucitado
participará de la retribución que el alma ha recibido en el
juicio particular.
215. ¿Cuándo tendrá lugar
este juicio?
1040
El juicio final sucederá al
fin del mundo, del que sólo Dios conoce el día y la hora.
216. ¿Qué es la esperanza de
los cielos nuevos y de la tierra nueva?
1042-1050
1060
Después del juicio final, el
universo entero, liberado de la esclavitud de la corrupción,
participará de la gloria de Cristo, inaugurando «los nuevos
cielos y la tierra nueva» (2 P 3, 13). Así se
alcanzará la plenitud del Reino de Dios, es decir, la
realización definitiva del designio salvífico de Dios de
«hacer que todo tenga a Cristo por Cabeza, lo que está en
los cielos y lo que está en la tierra» (Ef 1, 10).
Dios será entonces «todo en todos» (1 Co 15, 28), en
la vida eterna.
«AMÉN»
217. ¿Qué significa el Amén,
con el que concluye nuestra profesión de fe?
1061-1065
La palabra hebrea Amén,
con la que se termina también el último libro de la Sagrada
Escritura, algunas oraciones del Nuevo Testamento y las
oraciones litúrgicas de la Iglesia, significa nuestro «sí»
confiado y total a cuanto confesamos creer, confiándonos
totalmente en Aquel que es el «Amén» (Ap 3, 14)
definitivo: Cristo el Señor.
SEGUNDA PARTE
LA
CELEBRACIÓN
DEL MISTERIO CRISTIANO
PRIMERA SECCIÓN
LA ECONOMÍA SACRAMENTAL
218. ¿Qué es la liturgia?
1066-1070
La liturgia es la celebración
del Misterio de Cristo y en particular de su Misterio
Pascual. Mediante el ejercicio de la función sacerdotal de
Jesucristo, se manifiesta y realiza en ella, a través de
signos, la santificación de los hombres; y el Cuerpo Místico
de Cristo, esto es la Cabeza y sus miembros, ejerce el culto
público que se debe a Dios.
219. ¿Qué lugar ocupa la
liturgia en la vida de la Iglesia?
1071-1075
La liturgia, acción sagrada
por excelencia, es la cumbre hacia la que tiende la acción
de la Iglesia y, al mismo tiempo, la fuente de la que emana
su fuerza vital. A través de la liturgia, Cristo continúa en
su Iglesia, con ella y por medio de ella, la obra de nuestra
redención
220. ¿En qué consiste la
economía sacramental?
1076
La economía sacramental
consiste en la comunicación de los frutos de la redención de
Cristo, mediante la celebración de los sacramentos de la
Iglesia, de modo eminente la Eucaristía, «hasta que él
vuelva» (1 Co 11, 26)
CAPÍTULO PRIMERO
EL
MISTERIO PASCUAL
EN EL TIEMPO DE LA IGLESIA
LA LITURGIA, OBRA DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD
221. ¿De qué modo el Padre es
fuente y fin de la liturgia?
1077-1083
1110
En la liturgia el Padre nos
colma de sus bendiciones en el Hijo encarnado, muerto y
resucitado por nosotros, y derrama en nuestros corazones el
Espíritu Santo. Al mismo tiempo, la Iglesia bendice al Padre
mediante la adoración, la alabanza y la acción de gracias, e
implora el don de su Hijo y del Espíritu Santo.
222. ¿Cuál es la obra de
Cristo en la Liturgia?
1084-1090
En la liturgia de la Iglesia,
Cristo significa y realiza principalmente su misterio
pascual. Al entregar el Espíritu Santo a los Apóstoles, les
ha concedido, a ellos y a sus sucesores, el poder de
actualizar la obra de la salvación por medio del sacrificio
eucarístico y de los sacramentos, en los cuales Él mismo
actúa para comunicar su gracia a los fieles de todos los
tiempos y en todo el mundo.
223. ¿Cómo actúa el Espíritu
Santo en la liturgia respecto de la Iglesia?
1091-1109
1112
En la liturgia se realiza la
más estrecha cooperación entre el Espíritu Santo y la
Iglesia. El Espíritu Santo prepara a la Iglesia para el
encuentro con su Señor, recuerda y manifiesta a Cristo a la
fe de la asamblea de creyentes, hace presente y actualiza el
Misterio de Cristo, une la Iglesia a la vida y misión de
Cristo y hace fructificar en ella el don de la comunión.
EL MISTERIO PASCUAL EN
LOS SACRAMENTOS DE LA IGLESIA
224. ¿Qué son los sacramentos
y cuántos hay?
1113-1131
Los sacramentos son signos
sensibles y eficaces de la gracia, instituidos por Cristo y
confiados a la Iglesia, a través de los cuales se nos otorga
la vida divina. Son siete: Bautismo, Confirmación,
Eucaristía, Penitencia, Unción de los enfermos, Orden y
Matrimonio.
225. ¿Qué relación existe
entre los sacramentos y Cristo?
1114-1116
Los misterios de la vida de
Cristo constituyen el fundamento de lo que ahora, por medio
de los ministros de su Iglesia, el mismo Cristo dispensa en
los sacramentos.
«Lo que era visible en
nuestro Salvador ha pasado a sus sacramentos»
(San León Magno).
226. ¿Cuál es el vínculo de
los sacramentos con la Iglesia?
1117-1119
Cristo ha confiado los
sacramentos a su Iglesia. Son «de la Iglesia» en un doble
sentido: «de ella», en cuanto son acciones de la Iglesia, la
cual es sacramento de la acción de Cristo; y «para ella», en
el sentido de que edifican la Iglesia.
227. ¿Qué es el «carácter»
sacramental?
1121
El carácter
sacramental es un sello espiritual, conferido por los
sacramentos del Bautismo, de la Confirmación y del Orden.
Constituye promesa y garantía de la protección divina. En
virtud de este sello, el cristiano queda configurado a
Cristo, participa de diversos modos en su sacerdocio y forma
parte de la Iglesia según estados y funciones diversos.
Queda, por tanto, consagrado al culto divino y al servicio
de la Iglesia. Puesto que el carácter es indeleble, los
sacramentos que lo imprimen sólo pueden recibirse una vez en
la vida.
228. ¿Qué relación tienen los
sacramentos con la fe?
1122-1126
1133
Los sacramentos no sólo
suponen la fe, sino que con las palabras y los elementos
rituales la alimentan, fortalecen y expresan. Celebrando los
sacramentos la Iglesia confiesa la fe apostólica. De ahí la
antigua sentencia: «lex orandi, lex credendi», esto
es, la Iglesia cree tal como reza.
229. ¿Por qué los sacramentos
son eficaces?
1127-1128
1131
Los sacramentos son eficaces
ex opere operato («por el hecho mismo de que la
acción sacramental se realiza»), porque es Cristo quien
actúa en ellos y quien da la gracia que significan,
independientemente de la santidad personal del ministro. Sin
embargo, los frutos de los sacramentos dependen también de
las disposiciones del que los recibe.
230. ¿Por qué los sacramentos
son necesarios para la salvación?
1129
Para los creyentes en Cristo,
los sacramentos, aunque no todos se den a cada uno de los
fieles, son necesarios para la salvación, porque otorgan la
gracia sacramental, el perdón de los pecados, la adopción
como hijos de Dios, la configuración con Cristo Señor y la
pertenencia a la Iglesia. El Espíritu Santo cura y
transforma a quienes los reciben.
231. ¿Qué es la gracia
sacramental?
1129. 1131
1134. 2003
La gracia sacramental es la
gracia del Espíritu Santo, dada por Cristo y propia de cada
sacramento. Esta gracia ayuda al fiel en su camino de
santidad, y también a la Iglesia en su crecimiento de
caridad y testimonio.
232. ¿Qué relación existe
entre los sacramentos y la vida eterna?
1130
En los sacramentos la Iglesia
recibe ya un anticipo de la vida eterna, mientras vive
«aguardando la feliz esperanza y la manifestación de la
gloria del gran Dios y Salvador nuestro Jesucristo» (Tt
2, 13).
CAPÍTULO SEGUNDO
LA CELEBRACIÓN SACRAMENTAL
DEL MISTERIO PASCUAL
CELEBRAR LA LITURGIA DE LA IGLESIA
¿Quién celebra?
233. ¿Quién actúa en la
liturgia?
1135-1137
1187
En la liturgia actúa el
«Cristo total» (Christus totus), Cabeza y Cuerpo. En
cuanto sumo Sacerdote, Él celebra la liturgia con su Cuerpo,
que es la Iglesia del cielo y de la tierra.
234. ¿Quién celebra la
liturgia del cielo?
1138-1139
La liturgia del cielo la
celebran los ángeles, los santos de la Antigua y de la Nueva
Alianza, en particular la Madre de Dios, los Apóstoles, los
mártires y «una muchedumbre inmensa, que nadie podría
contar, de toda nación, razas, pueblos y lenguas» (Ap
7, 9). Cuando celebramos en los sacramentos el misterio de
la salvación, participamos de esta liturgia eterna.
235. ¿De qué modo la Iglesia
en la tierra celebra la liturgia?
1140-1144
1188
La Iglesia en la tierra
celebra la liturgia como pueblo sacerdotal, en el cual cada
uno obra según su propia función, en la unidad del Espíritu
Santo: los bautizados se ofrecen como sacrificio espiritual;
los ministros ordenados celebran según el Orden recibido
para el servicio de todos los miembros de la Iglesia; los
obispos y presbíteros actúan en la persona de Cristo Cabeza.
¿Cómo celebrar?
236. ¿Cómo se celebra la
liturgia?
1145
La celebración litúrgica está
tejida de signos y símbolos, cuyo significado, enraizado en
la creación y en las culturas humanas, se precisa en los
acontecimientos de la Antigua Alianza y se revela en
plenitud en la Persona y la obra de Cristo.
237. ¿De dónde proceden los
signos sacramentales?
1146-1152
1189
Algunos signos sacramentales
provienen del mundo creado (luz, agua, fuego, pan, vino,
aceite); otros, de la vida social (lavar, ungir, partir el
pan); otros de la historia de la salvación en la Antigua
Alianza (los ritos pascuales, los sacrificios, la imposición
de manos, las consagraciones). Estos signos, algunos de los
cuales son normativos e inmutables, asumidos por Cristo, se
convierten en portadores de la acción salvífica y de
santificación
238. ¿Qué relación existe
entre las acciones y las palabras en la celebración
sacramental?
1153-1155
1190
En la celebración sacramental
las acciones y las palabras están estrechamente unidas. En
efecto, aunque las acciones simbólicas son ya por sí mismas
un lenguaje, es preciso que las palabras del rito acompañen
y vivifiquen estas acciones. Indisociables en cuanto signos
y enseñanza, las palabras y las acciones litúrgicas lo son
también en cuanto realizan lo que significan.
239. ¿Con qué criterios el
canto y la música tienen una función propia dentro de la
celebración litúrgica?
1156-1158
1191
Puesto que la música y el
canto están estrechamente vinculados a la acción litúrgica,
deben respetar los siguientes criterios: la conformidad de
los textos a la doctrina católica, y con origen
preferiblemente en la Sagrada Escritura y en las fuentes
litúrgicas; la belleza expresiva de la oración; la calidad
de la música; la participación de la asamblea; la riqueza
cultural del Pueblo de Dios y el carácter sagrado y solemne
de la celebración.
«El que canta, reza
dos veces» (San Agustín).
240. ¿Cuál es la finalidad de
las sagradas imágenes?
1159-1161
1192
La imagen de Cristo es el
icono litúrgico por excelencia. Las demás, que representan a
la Madre de Dios y a los santos, significan a Cristo, que en
ellos es glorificado. Las imágenes proclaman el mismo
mensaje evangélico que la Sagrada Escritura transmite
mediante la palabra, y ayudan a despertar y alimentar la fe
de los creyentes.
¿Cuándo celebrar?
241. ¿Cuál es el centro del
tiempo litúrgico?
1163-1167
1193
El centro del tiempo
litúrgico es el domingo , fundamento y núcleo de todo el año
litúrgico, que tiene su culminación en la Pascua anual,
fiesta de las fiestas.
242. ¿Cuál es la función del
año litúrgico?
1168-1173
1194-1195
La función del año litúrgico
es celebrar todo el Misterio de Cristo, desde la Encarnación
hasta su retorno glorioso. En días determinados, la Iglesia
venera con especial amor a María, la bienaventurada Madre de
Dios, y hace también memoria de los santos, que vivieron
para Cristo, con Él padecieron y con Él han sido
glorificados.
243. ¿Qué es la Liturgia de
las Horas?
1174-1178
1196
La Liturgia de las Horas,
oración pública y común de la Iglesia, es la oración de
Cristo con su Cuerpo, la Iglesia. Por su medio, el Misterio
de Cristo, que celebramos en la Eucaristía, santifica y
transfigura el tiempo de cada día. Se compone principalmente
de salmos y de otros textos bíblicos, y también de lecturas
de los santos Padres y maestros espirituales.
¿Dónde celebrar?
244. ¿Tiene la Iglesia
necesidad de lugares para celebrar la liturgia?
1179-1181
1197-1198
El culto «en espíritu y en
verdad» (Jn 4, 24) de la Nueva Alianza no está ligado
a un lugar exclusivo, porque Cristo es el verdadero templo
de Dios, por medio del cual también los cristianos y la
Iglesia entera se convierten, por la acción del Espíritu
Santo, en templos del Dios vivo. Sin embargo, el Pueblo de
Dios, en su condición terrenal, tiene necesidad de lugares
donde la comunidad pueda reunirse para celebrar la liturgia.
245. ¿Qué son los edificios
sagrados?
1181
1198-1199
Los edificios sagrados son
las casas de Dios, símbolo de la Iglesia que vive en aquel
lugar e imágenes de la morada celestial. Son lugares de
oración, en los que la Iglesia celebra sobre todo la
Eucaristía y adora a Cristo realmente presente en el
tabernáculo.
246. ¿Cuáles son los lugares
principales dentro de los edificios sagrados?
1182-1186
Los lugares principales
dentro de los edificios sagrados son éstos: el altar, el
sagrario o tabernáculo, el receptáculo donde se conservan el
santo crisma y los otros santos óleos, la sede del obispo
(cátedra) o del presbítero, el ambón, la pila bautismal y el
confesionario.
DIVERSIDAD LITÚRGICA Y
UNIDAD DEL MISTERIO
247. ¿Por qué el único
Misterio de Cristo se celebra en la Iglesia según diversas
tradiciones litúrgicas?
1200-1204
1207-1209
El Misterio de Cristo, aunque
es único, se celebra según diversas tradiciones litúrgicas
porque su riqueza es tan insondable que ninguna tradición
litúrgica puede agotarla. Desde los orígenes de la Iglesia,
por tanto, esta riqueza ha encontrado en los distintos
pueblos y culturas expresiones caracterizadas por una
admirable variedad y complementariedad.
248. ¿Qué criterio asegura la
unidad dentro de la multiformidad?
1209
El criterio para asegurar la
unidad en la multiformidad es la fidelidad a la Tradición
Apostólica, es decir, la comunión en la fe y en los
sacramentos recibidos de los Apóstoles, significada y
garantizada por la sucesión apostólica. La Iglesia es
católica: puede, por tanto, integrar en su unidad todas las
riquezas verdaderas de las distintas culturas.
249. ¿Es todo inmutable en la
liturgia?
1205-1206
En la liturgia, sobre todo en
la de los sacramentos, existen elementos inmutables por ser
de institución divina, que la Iglesia custodia fielmente.
Hay después otros elementos, susceptibles de cambio, que la
Iglesia puede y a veces debe incluso adaptar a las culturas
de los diversos pueblos.
SEGUNDA SECCIÓN
LOS SIETE
SACRAMENTOS DE LA IGLESIA
Los siete Sacramentos
de la Iglesia
Bautismo
Confirmación
Eucaristía
Penitencia
Unción de los enfermos
Orden
Matrimonio |
Septem
Ecclesiae Sacramenta
Baptismum
Confirmátio
Eucarístia
Paeniténtia
Únctio infirmórum
Ordo
Matrimónium |
250. ¿Cómo se distinguen los
sacramentos de la Iglesia?
1210-1211
Los sacramentos de la Iglesia
se distinguen en sacramentos de la iniciación cristiana
(Bautismo, Confirmación y Eucaristía); sacramentos de la
curación (Penitencia y Unción de los enfermos); y
sacramentos al servicio de la comunión y de la misión (Orden
y Matrimonio). Todos corresponden a momentos importantes de
la vida cristiana, y están ordenados a la Eucaristía «como a
su fin específico» (Santo Tomás de Aquino).
CAPÍTULO PRIMERO
LOS
SACRAMENTOS DE LA INICIACIÓN CRISTIANA
251. ¿Cómo se realiza la
iniciación cristiana?
1212
1275
La Iniciación cristiana se
realiza mediante los sacramentos que ponen los
fundamentos de la vida cristiana: los fieles, renacidos
en el Bautismo, se fortalecen con la Confirmación, y son
alimentados en la Eucaristía.
EL SACRAMENTO DEL BAUTISMO
252. ¿Con qué nombres se
conoce el primer Sacramento de la iniciación?
1213-1216
1276-1277
El primer sacramento de la
iniciación recibe, ante todo, el nombre de Bautismo,
en razón del rito central con el cual se celebra: bautizar
significa «sumergir» en el agua; quien recibe el bautismo es
sumergido en la muerte de Cristo y resucita con Él «como una
nueva criatura» (2 Co 5, 17). Se llama también «baño
de regeneración y renovación en el Espíritu Santo» (Tt
3, 5), e «iluminación», porque el bautizado se convierte en
«hijo de la luz» (Ef 5, 8).
253. ¿Cómo se prefigura el
Bautismo en la Antigua Alianza?
1217-1222
En la Antigua Alianza se
encuentran varias prefiguraciones del Bautismo: el agua,
fuente de vida y de muerte; el arca de Noé, que salva
por medio del agua; el paso del Mar Rojo, que libera
al pueblo de Israel de la esclavitud de Egipto; el paso
del Jordán, que hace entrar a Israel en la tierra
prometida, imagen de la vida eterna.
254. ¿Quién hace que se
cumplan estas prefiguraciones?
1223-1224
Estas prefiguraciones del
bautismo las cumple Jesucristo, el cual, al comienzo de su
vida pública, se hace bautizar por Juan Bautista en el
Jordán; levantado en la cruz, de su costado abierto brotan
sangre y agua, signos del Bautismo y de la Eucaristía, y
después de su Resurrección confía a los Apóstoles esta
misión: «Id y haced discípulos de todos los pueblos,
bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del
Espíritu Santo» (Mt 28, 19-20).
255. ¿Desde cuándo y a quién
administra la Iglesia el Bautismo?
1226-1228
Desde el día de Pentecostés,
la Iglesia administra el Bautismo al que cree en Jesucristo.
256. ¿En qué consiste el rito
esencial del Bautismo?
1229-1245
1278
El rito esencial del Bautismo
consiste en sumergir en el agua al candidato o derramar agua
sobre su cabeza, mientras se invoca el nombre del Padre y
del Hijo y del Espíritu Santo.
257. ¿Quién puede recibir el
Bautismo?
246-1522
Puede recibir el Bautismo
cualquier persona que no esté aún bautizada.
258. ¿Por qué la Iglesia
bautiza a los niños?
1250
La Iglesia bautiza a los
niños puesto que, naciendo con el pecado original, necesitan
ser liberados del poder del maligno y trasladados al reino
de la libertad de los hijos de Dios.
259. ¿Qué se requiere para
ser bautizado?
1253-1255
A todo aquel que va a ser
bautizado se le exige la profesión de fe, expresada
personalmente, en el caso del adulto, o por medio de sus
padres y de la Iglesia, en el caso del niño. El padrino o la
madrina y toda la comunidad eclesial tienen también una
parte de responsabilidad en la preparación al Bautismo
(catecumenado), así como en el desarrollo de la fe y de la
gracia bautismal.
260. ¿Quién puede bautizar?
1256
1284
Los ministros ordinarios del
Bautismo son el obispo y el presbítero; en la Iglesia
latina, también el diácono. En caso de necesidad, cualquiera
puede bautizar, siempre que tenga la intención de hacer lo
que hace la Iglesia. Éste derrama agua sobre la cabeza del
candidato y pronuncia la fórmula trinitaria bautismal: «Yo
te bautizo en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu
Santo».
261. ¿Es necesario el
Bautismo para la salvación?
1257
El Bautismo es necesario para
la salvación de todos aquellos a quienes el Evangelio ha
sido anunciado y han tenido la posibilidad de pedir este
sacramento.
262. ¿Hay salvación posible
sin el Bautismo?
1258-1261
1281-1283
Puesto que Cristo ha muerto
para la salvación de todos, pueden salvarse también sin el
Bautismo todos aquellos que mueren a causa de la fe (Bautismo
de sangre), los catecúmenos, y todo aquellos que, bajo
el impulso de la gracia, sin conocer a Cristo y a la
Iglesia, buscan sinceramente a Dios y se esfuerzan por
cumplir su voluntad (Bautismo de deseo). En cuanto a
los niños que mueren sin el Bautismo, la Iglesia en su
liturgia los confía a la misericordia de Dios.
263. ¿Cuáles son los efectos
del Bautismo?
1262-1274
1279-1280
El Bautismo perdona el pecado
original, todos los pecados personales y todas las penas
debidas al pecado; hace participar de la vida divina
trinitaria mediante la gracia santificante, la gracia de la
justificación que incorpora a Cristo y a su Iglesia; hace
participar del sacerdocio de Cristo y constituye el
fundamento de la comunión con los demás cristianos; otorga
las virtudes teologales y los dones del Espíritu Santo. El
bautizado pertenece para siempre a Cristo: en efecto, queda
marcado con el sello indeleble de Cristo (carácter).
264. ¿Cuál es el significado
del nombre cristiano recibido en el Bautismo?
2156-2159
2167
El nombre es importante
porque Dios conoce a cada uno por su nombre, es decir, en su
unicidad. Con el Bautismo, el cristiano recibe en la Iglesia
el nombre propio, preferiblemente de un santo, de modo que
éste ofrezca al bautizado un modelo de santidad y le asegure
su intercesión ante Dios.
EL SACRAMENTO DE LA
CONFIRMACIÓN
265. ¿Qué lugar ocupa la
Confirmación en el designio divino de salvación?
1285-1288
1315
En la Antigua Alianza, los
profetas anunciaron que el Espíritu del Señor reposaría
sobre el Mesías esperado y sobre todo el pueblo mesiánico.
Toda la vida y la misión de Jesús se desarrollan en una
total comunión con el Espíritu Santo. Los Apóstoles reciben
el Espíritu Santo en Pentecostés y anuncian «las maravillas
de Dios» (Hch 2,11). Comunican a los nuevos
bautizados, mediante la imposición de las manos, el don del
mismo Espíritu. A lo largo de los siglos, la Iglesia ha
seguido viviendo del Espíritu y comunicándolo a sus hijos.
266. ¿Por qué se llama
Confirmación o Crismación?
1289
Se llama Confirmación,
porque confirma y refuerza la gracia bautismal. Se llama
Crismación, puesto que un rito esencial de este
sacramento es la unción con el Santo Crisma (en las Iglesias
Orientales, unción con el Santo Myron).
267. ¿Cuál es el rito
esencial de la Confirmación?
1290-1301
1318
1320-1321
El rito esencial de la
Confirmación es la unción con el Santo Crisma (aceite de
oliva mezclado con perfumes, consagrado por el obispo), que
se hace con la imposición de manos por parte del ministro,
el cual pronuncia las palabras sacramentales propias del
rito. En Occidente, esta unción se hace sobre la frente del
bautizado con estas palabras: «Recibe por esta señal el don
del Espíritu Santo». En las Iglesias Orientales de rito
bizantino, la unción se hace también en otras partes del
cuerpo, con la fórmula: «Sello del don del Espíritu Santo».
268. ¿Cuál es el efecto de la
Confirmación?
1302-1305
1316-1317
El efecto de la Confirmación
es la especial efusión del Espíritu Santo, tal como sucedió
en Pentecostés. Esta efusión imprime en el alma un carácter
indeleble y otorga un crecimiento de la gracia bautismal;
arraiga más profundamente la filiación divina; une más
fuertemente con Cristo y con su Iglesia; fortalece en el
alma los dones del Espíritu Santo; concede una fuerza
especial para dar testimonio de la fe cristiana.
269. ¿Quién puede recibir
este sacramento?
1306-1311
1319
El sacramento de la
Confirmación puede y debe recibirlo, una sola vez, aquel que
ya ha sido bautizado. Para recibirlo con fruto hay que estar
en gracia de Dios.
270. ¿Quién es el ministro de
la Confirmación?
1312-1314
El ministro originario de la
Confirmación es el obispo: se manifiesta así el vínculo del
confirmado con la Iglesia en su dimensión apostólica. Cuando
el sacramento es administrado por un presbítero, como sucede
ordinariamente en Oriente y en casos particulares en
Occidente, es el mismo presbítero, colaborador del obispo, y
el santo crisma, consagrado por éste, quienes expresan el
vínculo del confirmado con el obispo y con la Iglesia.
EL SACRAMENTO DE LA
EUCARISTÍA
271. ¿Qué es la Eucaristía?
1322-1323
1409
La Eucaristía es el
sacrificio mismo del Cuerpo y de la Sangre del Señor Jesús,
que Él instituyó para perpetuar en los siglos, hasta su
segunda venida, el sacrificio de la Cruz, confiando así a la
Iglesia el memorial de su Muerte y Resurrección. Es signo de
unidad, vínculo de caridad y banquete pascual, en el que se
recibe a Cristo, el alma se llena de gracia y se nos da una
prenda de la vida eterna.
272. ¿Cuándo instituyó
Jesucristo la Eucaristía?
1323
1337-1340
Jesucristo instituyó la
Eucaristía el Jueves Santo, «la noche en que fue entregado»
(1 Co 11, 23), mientras celebraba con sus Apóstoles
la Última Cena.
273. ¿Cómo instituyó la
Eucaristía?
1337-1340
1365, 1406
Después de reunirse con los
Apóstoles en el Cenáculo, Jesús tomó en sus manos el pan, lo
partió y se lo dio, diciendo: «Tomad y comed todos de él,
porque esto es mi Cuerpo que será entregado por vosotros».
Después tomó en sus manos el cáliz con el vino y les dijo:
«Tomad y bebed todos de él, porque éste es el cáliz de mi
Sangre, Sangre de la Alianza nueva y eterna, que será
derramada por vosotros y por todos los hombres, para el
perdón de los pecados. Haced esto en conmemoración mía».
274. ¿Qué representa la
Eucaristía en la vida de la Iglesia?
1324-1327
1407
La Eucaristía es fuente y
culmen de toda la vida cristiana. En ella alcanzan su cumbre
la acción santificante de Dios sobre nosotros y nuestro
culto a Él. La Eucaristía contiene todo el bien espiritual
de la Iglesia: el mismo Cristo, nuestra Pascua. Expresa y
produce la comunión en la vida divina y la unidad del Pueblo
de Dios. Mediante la celebración eucarística nos unimos a la
liturgia del cielo y anticipamos la vida eterna.
275. ¿Qué nombres recibe este
sacramento?
1328-1332
La inagotable riqueza de este
sacramento se expresa con diversos nombres, que evocan sus
aspectos particulares. Los más comunes son: Eucaristía,
Santa Misa, Cena del Señor, Fracción del Pan, Celebración
Eucarística, Memorial de la Pasión, Muerte y Resurrección
del Señor, Santo Sacrificio, Santa y Divina Liturgia, Santos
Misterios, Santísimo Sacramento del Altar, Sagrada Comunión.
276. ¿Qué lugar ocupa la
Eucaristía en el designio divino de salvación?
1333-1334
En la Antigua Alianza, la
Eucaristía fue anunciada sobre todo en la cena pascual,
celebrada cada año por los judíos con panes ázimos, como
recuerdo de la salida apresurada y liberadora de Egipto.
Jesús la anunció en sus enseñanzas y la instituyó celebrando
con los Apóstoles la Última Cena durante un banquete
pascual. La Iglesia, fiel al mandato del Señor: «Haced esto
en memoria mía» (1 Co 11, 24), ha celebrado siempre
la Eucaristía, especialmente el domingo, día de la
resurrección de Jesús.
277. ¿Cómo se desarrolla la
celebración de la Eucaristía?
1345-1355
1408
La celebración eucarística se
desarrolla en dos grandes momentos, que forman un solo acto
de culto: la liturgia de la Palabra, que comprende la
proclamación y la escucha de la Palabra de Dios; y la
liturgia eucarística, que comprende la presentación del pan
y del vino, la anáfora o plegaria eucarística, con las
palabras de la consagración, y la comunión.
278. ¿Quién es el ministro de
la celebración de la Eucaristía?
1348
1411
El ministro de la celebración
de la Eucaristía es el sacerdote (obispo o presbítero),
válidamente ordenado, que actúa en la persona de Cristo
Cabeza y en nombre de la Iglesia.
279. ¿Cuáles son los
elementos esenciales y necesarios para celebrar la
Eucaristía?
1412
Los elementos esenciales y
necesarios para celebrar la Eucaristía son el pan de trigo y
el vino de vid.
280. ¿En qué sentido la
Eucaristía es memorial del sacrificio de Cristo?
1362-1367
La Eucaristía es memorial
del sacrificio de Cristo, en el sentido de que hace presente
y actual el sacrificio que Cristo ha ofrecido al Padre, una
vez por todas, sobre la Cruz en favor de la humanidad. El
carácter sacrificial de la Eucaristía se manifiesta en las
mismas palabras de la institución: «Esto es mi Cuerpo que se
entrega por vosotros» y «Este cáliz es la nueva alianza en
mi Sangre que se derrama por vosotros» (Lc 22,
19-20). El sacrificio de la Cruz y el sacrificio de la
Eucaristía son un único sacrificio. Son idénticas la
víctima y el oferente, y sólo es distinto el modo de
ofrecerse: de manera cruenta en la cruz, incruenta en la
Eucaristía.
281. ¿De qué modo la Iglesia
participa del Sacrificio eucarístico?
1368-1372
1414
En la Eucaristía, el
sacrificio de Cristo se hace también sacrificio de los
miembros de su Cuerpo. La vida de los fieles, su alabanza,
su sufrimiento, su oración y su trabajo se unen a los de
Cristo. En cuanto sacrificio, la Eucaristía se ofrece
también por todos los fieles, vivos y difuntos, en
reparación de los pecados de todos los hombres y para
obtener de Dios beneficios espirituales y temporales.
También la Iglesia del cielo está unida a la ofrenda de
Cristo.
282. ¿Cómo está Jesucristo
presente en la Eucaristía?
1373-1375 1413
Jesucristo está presente en
la Eucaristía de modo único e incomparable. Está presente,
en efecto, de modo verdadero, real y sustancial: con su
Cuerpo y con su Sangre, con su Alma y su Divinidad. Cristo,
todo entero, Dios y hombre, está presente en ella de manera
sacramental, es decir, bajo las especies eucarísticas del
pan y del vino.
283. ¿Qué significa
transubstanciación?
1376-1377
1413
Transubstanciación
significa la conversión de toda la sustancia del pan en la
sustancia del Cuerpo de Cristo, y de toda la sustancia del
vino en la sustancia de su Sangre. Esta conversión se opera
en la plegaria eucarística con la consagración, mediante la
eficacia de la palabra de Cristo y de la acción del Espíritu
Santo. Sin embargo, permanecen inalteradas las
características sensibles del pan y del vino, esto es las
«especies eucarísticas».
284. La fracción del pan,
¿divide a Cristo?
1377
La fracción del pan no divide
a Cristo: Él está presente todo e íntegro en cada especie
eucarística y en cada una de sus partes.
285. ¿Cuánto dura la
presencia eucarística de Cristo?
1377
La presencia eucarística de
Cristo continúa mientras subsistan las especies
eucarísticas.
286. ¿Qué tipo de culto se
debe rendir al sacramento de la Eucaristía?
1378-1381
1418
Al sacramento de la
Eucaristía se le debe rendir el culto de latría, es
decir la adoración reservada a Dios, tanto durante la
celebración eucarística, como fuera de ella. La Iglesia, en
efecto, conserva con la máxima diligencia las Hostias
consagradas, las lleva a los enfermos y a otras personas
imposibilitadas de participar en la Santa Misa, las presenta
a la solemne adoración de los fieles, las lleva en procesión
e invita a la frecuente visita y adoración del Santísimo
Sacramento, reservado en el Sagrario.
287. ¿Por qué la Eucaristía
es el banquete pascual?
1382-1384
1391-1396
La Eucaristía es el banquete
pascual porque Cristo, realizando sacramentalmente su
Pascua, nos entrega su Cuerpo y su Sangre, ofrecidos como
comida y bebida, y nos une con Él y entre nosotros en su
sacrificio.
288. ¿Qué significa el altar?
1383
1410
El altar es el símbolo de
Cristo mismo, presente como víctima sacrificial
(altar-sacrificio de la Cruz), y como alimento celestial que
se nos da a nosotros (altar-mesa eucarística).
289. ¿Cuándo obliga la
Iglesia a participar de la Santa Misa?
1389
1417
La Iglesia establece que los
fieles tienen obligación de participar de la Santa Misa
todos los domingos y fiestas de precepto, y recomienda que
se participe también en los demás días.
290.
¿Cuándo se debe recibir la sagrada Comunión?
1389
La Iglesia recomienda a los
fieles que participan de la Santa Misa recibir también, con
las debidas disposiciones, la sagrada Comunión,
estableciendo la obligación de hacerlo al menos en Pascua.
291. ¿Qué se requiere para
recibir la sagrada Comunión?
1385-1389
1415
Para recibir la sagrada
Comunión se debe estar plenamente incorporado a la Iglesia
Católica y hallarse en gracia de Dios, es decir sin
conciencia de pecado mortal. Quien es consciente de haber
cometido un pecado grave debe recibir el sacramento de la
Reconciliación antes de acercarse a comulgar. Son también
importantes el espíritu de recogimiento y de oración, la
observancia del ayuno prescrito por la Iglesia y la actitud
corporal (gestos, vestimenta), en señal de respeto a Cristo.
292. ¿Cuáles son los frutos
de la sagrada Comunión?
1391-1397
1416
La sagrada Comunión
acrecienta nuestra unión con Cristo y con su Iglesia,
conserva y renueva la vida de la gracia, recibida en el
Bautismo y la Confirmación y nos hace crecer en el amor al
prójimo. Fortaleciéndonos en la caridad, nos perdona los
pecados veniales y nos preserva de los pecados mortales para
el futuro.
293. ¿Cuándo se puede
administrar la sagrada Comunión a los otros cristianos?
1398-1401
Los ministros católicos
administran lícitamente la sagrada Comunión a los miembros
de las Iglesias orientales que no están en plena comunión
con la Iglesia católica, siempre que éstos lo soliciten
espontáneamente y tengan las debidas disposiciones.
Asimismo, los ministros
católicos administran lícitamente la sagrada Comunión a los
miembros de otras comunidades eclesiales que, en presencia
de una grave necesidad, la pidan espontáneamente, estén bien
dispuestos y manifiesten la fe católica respecto al
sacramento.
294. ¿Por qué se dice que la
Eucaristía es «prenda de la gloria futura»?
1402-1405
La Eucaristía es prenda de la
gloria futura porque nos colma de toda gracia y bendición
del cielo, nos fortalece en la peregrinación de nuestra vida
terrena y nos hace desear la vida eterna, uniéndonos a
Cristo, sentado a la derecha del Padre, a la Iglesia del
cielo, a la Santísima Virgen y a todos los santos.
«En la Eucaristía,
nosotros partimos "un mismo pan que es remedio de
inmortalidad, antídoto no para morir, sino para vivir en
Jesucristo para siempre"» (San
Ignacio de Antioquía).
CAPÍTULO SEGUNDO
LOS SACRAMENTOS DE
CURACIÓN
295. ¿Por qué Cristo
instituyó los sacramentos de la Penitencia y de la Unción de
los enfermos?
1420-1421
1426
Cristo, médico del alma y del
cuerpo, instituyó los sacramentos de la Penitencia y de la
Unción de los enfermos, porque la vida nueva que nos fue
dada por Él en los sacramentos de la iniciación cristiana
puede debilitarse y perderse para siempre a causa del
pecado. Por ello, Cristo ha querido que la Iglesia
continuase su obra de curación y de salvación mediante estos
dos sacramentos.
EL SACRAMENTO DE LA
PENITENCIA
Y LA RECONCILIACIÓN
296. ¿Qué nombres recibe este
sacramento?
1422-1424
Este sacramento es llamado
sacramento de la Penitencia, de la Reconciliación, del
Perdón, de la Confesión y de la Conversión.
297. ¿Por qué hay un
sacramento de la Reconciliación después del Bautismo?
1425-1426
1484
Puesto que la vida nueva de
la gracia, recibida en el Bautismo, no suprimió la debilidad
de la naturaleza humana ni la inclinación al pecado (esto
es, la concupiscencia), Cristo instituyó este sacramento
para la conversión de los bautizados que se han alejado de
Él por el pecado.
298. ¿Cuándo fue instituido
este sacramento?
1485
El Señor resucitado instituyó
este sacramento cuando la tarde de Pascua se mostró a sus
Apóstoles y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo. A quienes
perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se
los retengáis, les quedan retenidos» (Jn 20, 22-23).
299. ¿Tienen necesidad los
bautizados de conversión?
1427-1429
La llamada de Cristo a la
conversión resuena continuamente en la vida de los
bautizados. Esta conversión es una tarea ininterrumpida para
toda la Iglesia, que, siendo santa, recibe en su propio seno
a los pecadores.
300. ¿Qué es la penitencia
interior?
1430-1433
1490
La penitencia interior es el
dinamismo del «corazón contrito» (Sal 51, 19), movido
por la gracia divina a responder al amor misericordioso de
Dios. Implica el dolor y el rechazo de los pecados
cometidos, el firme propósito de no pecar más, y la
confianza en la ayuda de Dios. Se alimenta de la esperanza
en la misericordia divina.
301. ¿De qué modos se expresa
la penitencia en la vida cristiana?
1434-1439
La penitencia puede tener
expresiones muy variadas, especialmente el ayuno, la oración
y la limosna. Estas y otras muchas formas de penitencia
pueden ser practicadas en la vida cotidiana del cristiano,
en particular en tiempo de Cuaresma y el viernes, día
penitencial.
302. ¿Cuáles son los
elementos esenciales del sacramento de la Reconciliación?
1440-1449
Los elementos esenciales del
sacramento de la Reconciliación son dos: los actos que lleva
a cabo el hombre, que se convierte bajo la acción del
Espíritu Santo, y la absolución del sacerdote, que concede
el perdón en nombre de Cristo y establece el modo de la
satisfacción.
303. ¿Cuáles son los actos
propios del penitente?
1450-1460
1487-1492
Los actos propios del
penitente son los siguientes: un diligente examen de
conciencia; la contrición (o arrepentimiento),
que es perfecta cuando está motivada por el amor a Dios,
imperfecta cuando se funda en otros motivos, e incluye el
propósito de no volver a pecar; la confesión, que
consiste en la acusación de los pecados hecha delante del
sacerdote; la satisfacción, es decir, el cumplimiento
de ciertos actos de penitencia, que el propio confesor
impone al penitente para reparar el daño causado por el
pecado.
304. ¿Qué pecados deben
confesarse?
1456
Se deben confesar todos los
pecados graves aún no confesados que se recuerdan después de
un diligente examen de conciencia. La confesión de los
pecados graves es el único modo ordinario de obtener el
perdón.
305. ¿Cuándo se está obligado
a confesar los pecados graves?
1457
Todo fiel, que haya llegado
al uso de razón, está obligado a confesar sus pecados graves
al menos una vez al año, y de todos modos antes de recibir
la sagrada Comunión.
306. ¿Por qué también los
pecados veniales pueden ser objeto de la confesión
sacramental?
1458
La Iglesia recomienda
vivamente la confesión de los pecados veniales aunque no sea
estrictamente necesaria, ya que ayuda a formar una recta
conciencia y a luchar contra las malas inclinaciones, a
dejarse curar por Cristo y a progresar en la vida del
Espíritu.
307. ¿Quién es el ministro
del sacramento de la Reconciliación?
1461-1466
1495
Cristo confió el ministerio
de la reconciliación a sus Apóstoles, a los obispos,
sucesores de los Apóstoles, y a los presbíteros,
colaboradores de los obispos, los cuales se convierten, por
tanto, en instrumentos de la misericordia y de la justicia
de Dios. Ellos ejercen el poder de perdonar los pecados
en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
308. ¿A quién está reservada
la absolución de algunos pecados particularmente graves?
1463
La absolución de algunos
pecados particularmente graves (como son los castigados con
la excomunión) está reservada a la Sede Apostólica o al
obispo del lugar o a los presbíteros autorizados por ellos,
aunque todo sacerdote puede absolver de cualquier pecado y
excomunión, al que se halla en peligro de muerte.
309. El confesor, ¿está
obligado al secreto?
1467
Dada la delicadeza y la
grandeza de este ministerio y el respeto debido a las
personas, todo confesor está obligado, sin ninguna excepción
y bajo penas muy severas, a mantener el sigilo sacramental,
esto es, el absoluto secreto sobre los pecados conocidos en
confesión.
310. ¿Cuáles son los efectos
de este sacramento?
1468-1470
1496
Los efectos del sacramento de
la Penitencia son: la reconciliación con Dios y, por tanto,
el perdón de los pecados; la reconciliación con la Iglesia;
la recuperación del estado de gracia, si se había perdido;
la remisión de la pena eterna merecida a causa de los
pecados mortales y, al menos en parte, de las penas
temporales que son consecuencia del pecado; la paz y la
serenidad de conciencia y el consuelo del espíritu; el
aumento de la fuerza espiritual para el combate cristiano.
311. ¿Se puede celebrar en
algunos casos este sacramento con la confesión general y
absolución colectiva?
1480-1484
En caso de grave necesidad
(como un inminente peligro de muerte), se puede recurrir a
la celebración comunitaria de la Reconciliación, con la
confesión general y la absolución colectiva, respetando las
normas de la Iglesia y haciendo propósito de confesar
individualmente, a su debido tiempo, los pecados graves ya
perdonados de esta forma.
312. ¿Qué son las
indulgencias?
1471-1479
1498
Las indulgencias son la
remisión ante Dios de la pena temporal merecida por
los pecados ya perdonados en cuanto a la culpa, que el fiel,
cumpliendo determinadas condiciones, obtiene para sí mismo o
para los difuntos, mediante el ministerio de la Iglesia, la
cual, como dispensadora de la redención, distribuye el
tesoro de los méritos de Cristo y de los santos.
EL SACRAMENTO DE LA
UNCIÓN DE LOS ENFERMOS
313. ¿Cómo es considerada la
enfermedad en el Antiguo Testamento?
1499-1502
En el Antiguo Testamento, el
hombre experimenta en la enfermedad su propia limitación y,
al mismo tiempo, percibe que ésta se halla misteriosamente
vinculada al pecado. Los profetas intuyeron que la
enfermedad podía tener también un valor redentor de los
pecados propios y ajenos. Así, la enfermedad se vivía ante
Dios, de quien el hombre imploraba la curación.
314. ¿Qué significado tiene
la compasión de Jesús hacia los enfermos?
1503-1505
La compasión de Jesús hacia
los enfermos y las numerosas curaciones realizadas por él
son una clara señal de que con él había llegado el Reino de
Dios y, por tanto, la victoria sobre el pecado, el
sufrimiento y la muerte. Con su pasión y muerte, Jesús da un
nuevo sentido al sufrimiento, el cual, unido al de Cristo,
puede convertirse en medio de purificación y salvación, para
nosotros y para los demás.
315. ¿Cómo se comporta la
Iglesia con los enfermos?
1506-1513
1526-1527
La Iglesia, habiendo recibido
del Señor el mandato de curar a los enfermos, se empeña en
el cuidado de los que sufren, acompañándolos con oraciones
de intercesión. Tiene sobre todo un sacramento específico
para los enfermos, instituido por Cristo mismo y atestiguado
por Santiago: «¿Está enfermo alguno de vosotros? Llame a los
presbíteros de la Iglesia, que oren sobre él y le unjan con
óleo en el nombre del Señor» (St 5, 14-15).
316. ¿Quién puede recibir el
sacramento de la Unción de los enfermos?
1514-1515
1528-1529
El sacramento de la Unción de
los enfermos lo puede recibir cualquier fiel que comienza a
encontrarse en peligro de muerte por enfermedad o vejez. El
mismo fiel lo puede recibir también otras veces, si se
produce un agravamiento de la enfermedad o bien si se
presenta otra enfermedad grave. La celebración de este
sacramento debe ir precedida, si es posible, de la confesión
individual del enfermo.
317. ¿Quién administra este
sacramento?
1516
1530
El sacramento de la Unción de
los enfermos sólo puede ser administrado por los sacerdotes
(obispos o presbíteros).
318. ¿Cómo se celebra este
sacramento?
1517-1519
1531
La celebración del sacramento
de la Unción de los enfermos consiste esencialmente en la
unción con óleo, bendecido si es posible por el obispo,
sobre la frente y las manos del enfermo (en el rito romano,
o también en otras partes del cuerpo en otros ritos),
acompañada de la oración del sacerdote, que implora
la gracia especial de este sacramento.
319. ¿Cuáles son los efectos
de este sacramento?
1520-1523
1532
El sacramento de la Unción
confiere una gracia particular, que une más íntimamente al
enfermo a la Pasión de Cristo, por su bien y por el de toda
la Iglesia, otorgándole fortaleza, paz, ánimo y también el
perdón de los pecados, si el enfermo no ha podido
confesarse. Además, este sacramento concede a veces, si Dios
lo quiere, la recuperación de la salud física. En todo caso,
esta Unción prepara al enfermo para pasar a la Casa del
Padre.
320. ¿Qué es el Viático?
1524-1525
El Viático es la Eucaristía
recibida por quienes están por dejar esta vida terrena y se
preparan para el paso a la vida eterna. Recibida en el
momento del tránsito de este mundo al Padre, la Comunión del
Cuerpo y de la Sangre de Cristo muerto y resucitado, es
semilla de vida eterna y poder de resurrección.
CAPÍTULO TERCERO
LOS SACRAMENTOS AL SERVICIO
DE LA COMUNIÓN Y DE LA MISIÓN
321. ¿Cuáles son los
sacramentos al servicio de la comunión y de la misión?
1533-1535
Dos sacramentos, el Orden y
el Matrimonio, confieren una gracia especial para una misión
particular en la Iglesia, al servicio de la edificación del
pueblo de Dios. Contribuyen especialmente a la comunión
eclesial y a la salvación de los demás.
EL SACRAMENTO DEL ORDEN
322. ¿Qué es el sacramento
del Orden?
1536
El sacramento del Orden es
aquel mediante el cual, la misión confiada por Cristo a sus
Apóstoles, sigue siendo ejercida en la Iglesia hasta el fin
de los tiempos.
323. ¿Por qué se llama
sacramento del Orden?
1537-1538
Orden
indica un cuerpo eclesial, del que se entra a formar parte
mediante una especial consagración (Ordenación), que, por un
don singular del Espíritu Santo, permite ejercer una
potestad sagrada al servicio del Pueblo de Dios en
nombre y con la autoridad de Cristo.
324. ¿Cómo se sitúa el
sacramento del Orden en el designio divino de la salvación?
1539-1546
1590-1591
En la Antigua Alianza el
sacramento del Orden fue prefigurado por el servicio de los
levitas, el sacerdocio de Aarón y la institución de los
setenta «ancianos» (Nm 11, 25). Estas prefiguraciones
se cumplen en Cristo Jesús, quien, mediante su sacrificio en
la cruz, es «el único [.....] mediador entre Dios y los
hombres» (1 Tm 2, 5), el «Sumo Sacerdote según el
orden de Melquisedec» (Hb 5,10). El único sacerdocio
de Cristo se hace presente por el sacerdocio ministerial.
«Sólo Cristo es el
verdadero sacerdote; los demás son ministros suyos»
(Santo Tomás de Aquino).
325. ¿De cuántos grados se
compone el sacramento del Orden?
1554
1593
El sacramento del Orden se
compone de tres grados, que son insustituibles para la
estructura orgánica de la Iglesia: el episcopado, el
presbiterado y el diaconado.
326. ¿Cuál es el efecto de la
Ordenación episcopal?
1557-1558
1594
La Ordenación episcopal da la
plenitud del sacramento del Orden, hace al Obispo legítimo
sucesor de los Apóstoles, lo constituye miembro del Colegio
episcopal, compartiendo con el Papa y los demás obispos la
solicitud por todas las Iglesias, y le confiere los oficios
de enseñar, santificar y gobernar.
327. ¿Cuál es el oficio del
obispo en la Iglesia particular que se le ha confiado?
1560-1561
El obispo, a quien se confía
una Iglesia particular, es el principio visible y el
fundamento de la unidad de esa Iglesia, en la cual
desempeña, como vicario de Cristo, el oficio pastoral,
ayudado por sus presbíteros y diáconos.
328. ¿Cuál es el efecto de la
Ordenación presbiteral?
1562-1567
1595
La unción del Espíritu marca
al presbítero con un carácter espiritual indeleble, lo
configura a Cristo sacerdote y lo hace capaz de actuar en
nombre de Cristo Cabeza. Como cooperador del Orden
episcopal, es consagrado para predicar el Evangelio,
celebrar el culto divino, sobre todo la Eucaristía, de la
que saca fuerza todo su ministerio, y ser pastor de los
fieles.
329. ¿Cómo ejerce el
presbítero su ministerio?
1568
Aunque haya sido ordenado
para una misión universal, el presbítero la ejerce en una
Iglesia particular, en fraternidad sacramental con los demás
presbíteros que forman el «presbiterio» y que, en comunión
con el obispo y en dependencia de él, tienen la
responsabilidad de la Iglesia particular.
330. ¿Cuál es el efecto de la
Ordenación diaconal?
1569-1574
1596
El diácono, configurado con
Cristo siervo de todos, es ordenado para el servicio de la
Iglesia, y lo cumple bajo la autoridad de su obispo, en el
ministerio de la Palabra, el culto divino, la guía pastoral
y la caridad.
331. ¿Cómo se celebra el
sacramento del Orden?
1572-1574
1597
En cada uno de sus tres
grados, el sacramento del Orden se confiere mediante la
imposición de las manos sobre la cabeza del ordenando
por parte del obispo, quien pronuncia la solemne oración
consagratoria. Con ella, el obispo pide a Dios para el
ordenando una especial efusión del Espíritu Santo y de sus
dones, en orden al ejercicio de su ministerio.
332. ¿Quién puede conferir
este sacramento?
1575-1576
1600
Corresponde a los obispos
válidamente ordenados, en cuanto sucesores de los Apóstoles,
conferir los tres grados del sacramento del Orden.
333. ¿Quién puede recibir
este sacramento?
1577-1578
1598
Sólo el varón bautizado puede
recibir válidamente el sacramento del Orden. La Iglesia se
reconoce vinculada por esta decisión del mismo Señor. Nadie
puede exigir la recepción del sacramento del Orden, sino que
debe ser considerado apto para el ministerio por la
autoridad de la Iglesia.
334. ¿Se exige el celibato
para recibir el sacramento del Orden?
1579-1580
1599
Para el episcopado se exige
siempre el celibato. Para el presbiterado, en la Iglesia
latina, son ordinariamente elegidos hombres creyentes que
viven como célibes y tienen la voluntad de guardar el
celibato «por el reino de los cielos» (Mt 19, 12); en
las Iglesias orientales no está permitido contraer
matrimonio después de haber recibido la ordenación. Al
diaconado permanente pueden acceder también hombres casados.
335. ¿Qué efectos produce el
sacramento del Orden?
1581-1589
1592
El sacramento del Orden
otorga una efusión especial del Espíritu Santo, que
configura con Cristo al ordenado en su triple función de
Sacerdote, Profeta y Rey, según los respectivos grados del
sacramento. La ordenación confiere un carácter espiritual
indeleble: por eso no puede repetirse ni conferirse por un
tiempo determinado.
336. ¿Con qué autoridad se
ejerce el sacerdocio ministerial?
1547-1553
1592
Los sacerdotes ordenados, en
el ejercicio del ministerio sagrado, no hablan ni actúan por
su propia autoridad, ni tampoco por mandato o delegación de
la comunidad, sino en la Persona de Cristo Cabeza y en
nombre de la Iglesia. Por tanto, el sacerdocio ministerial
se diferencia esencialmente, y no sólo en grado, del
sacerdocio común de los fieles, al servicio del cual lo
instituyó Cristo.
EL SACRAMENTO DEL
MATRIMONIO
337. ¿Cuál es el designio de
Dios sobre el hombre y la mujer?
1601-1605
Dios, que es amor y creó al
hombre por amor, lo ha llamado a amar. Creando al hombre y a
la mujer, los ha llamado en el Matrimonio a una íntima
comunión de vida y amor entre ellos, «de manera que ya no
son dos, sino una sola carne» (Mt 19, 6). Al
bendecirlos, Dios les dijo: «Creced y multiplicaos» (Gn
1, 28).
338. ¿Con qué fines ha
instituido Dios el Matrimonio?
1659-1660
La alianza matrimonial del
hombre y de la mujer, fundada y estructurada con leyes
propias dadas por el Creador, está ordenada por su propia
naturaleza a la comunión y al bien de los cónyuges, y a la
procreación y educación de los hijos. Jesús enseña que,
según el designio original divino, la unión matrimonial es
indisoluble: «Lo que Dios ha unido, que no lo separe el
hombre» (Mc 10, 9).
339. ¿De qué modo el pecado
amenaza al Matrimonio?
1606-1608
A causa del primer pecado,
que ha provocado también la ruptura de la comunión del
hombre y de la mujer, donada por el Creador, la unión
matrimonial está muy frecuentemente amenazada por la
discordia y la infidelidad. Sin embargo, Dios, en su
infinita misericordia, da al hombre y a la mujer su gracia
para realizar la unión de sus vidas según el designio divino
original.
340. ¿Qué enseña el Antiguo
Testamento sobre el Matrimonio?
1609-1611
Dios ayuda a su pueblo a
madurar progresivamente en la conciencia de la unidad e
indisolubilidad del Matrimonio, sobre todo mediante la
pedagogía de la Ley y los Profetas. La alianza nupcial entre
Dios e Israel prepara y prefigura la Alianza nueva realizada
por el Hijo de Dios, Jesucristo, con su esposa, la Iglesia.
341. ¿Qué novedad aporta
Cristo al Matrimonio?
1612-1617
1661
Jesucristo no sólo restablece
el orden original del Matrimonio querido por Dios, sino que
otorga la gracia para vivirlo en su nueva dignidad de
sacramento, que es el signo del amor esponsal hacia la
Iglesia: «Maridos, amad a vuestras mujeres como Cristo ama a
la Iglesia» (Ef 5, 25)
342. ¿Es el Matrimonio una
obligación para todos?
1618-1620
El Matrimonio no es una
obligación para todos. En particular, Dios llama a algunos
hombres y mujeres a seguir a Jesús por el camino de la
virginidad o del celibato por el Reino de los cielos; éstos
renuncian al gran bien del Matrimonio para ocupase de las
cosas del Señor tratando de agradarle, y se convierten en
signo de la primacía absoluta del amor de Cristo y de la
ardiente esperanza de su vuelta gloriosa.
343. ¿Cómo se celebra el
sacramento del Matrimonio?
1621-1624
1663
Dado que el Matrimonio
constituye a los cónyuges en un estado público de vida en la
Iglesia, su celebración litúrgica es pública, en presencia
del sacerdote (o de un testigo cualificado de la Iglesia) y
de otros testigos.
344. ¿Qué es el
consentimiento matrimonial?
1625-1632
1662-1663
El consentimiento matrimonial
es la voluntad, expresada por un hombre y una mujer, de
entregarse mutua y definitivamente, con el fin de vivir una
alianza de amor fiel y fecundo. Puesto que el consentimiento
hace el Matrimonio, resulta indispensable e insustituible.
Para que el Matrimonio sea válido el consentimiento debe
tener como objeto el verdadero Matrimonio, y ser un acto
humano, consciente y libre, no determinado por la violencia
o la coacción.
345. ¿Qué se exige cuando uno
de los esposos no es católico?
1633-1637
Para ser lícitos, los
matrimonios mixtos (entre católico y bautizado no
católico) necesitan la licencia de la autoridad
eclesiástica. Los matrimonios con disparidad de culto
(entre un católico y un no bautizado), para ser válidos
necesitan una dispensa. En todo caso, es esencial que los
cónyuges no excluyan la aceptación de los fines y las
propiedades esenciales del Matrimonio, y que el cónyuge
católico confirme el compromiso, conocido también por el
otro cónyuge, de conservar la fe y asegurar el Bautismo y la
educación católica de los hijos.
346. ¿Cuáles son los efectos
del sacramento del Matrimonio?
1638-1642
El sacramento del Matrimonio
crea entre los cónyuges un vínculo perpetuo y exclusivo.
Dios mismo ratifica el consentimiento de los esposos. Por
tanto, el Matrimonio rato y consumado entre bautizados no
podrá ser nunca disuelto. Por otra parte, este sacramento
confiere a los esposos la gracia necesaria para alcanzar la
santidad en la vida conyugal y acoger y educar
responsablemente a los hijos.
347. ¿Cuáles son los pecados
gravemente contrarios al sacramento del Matrimonio?
1645-1648
Los pecados gravemente
contrarios al sacramento del Matrimonio son los siguientes:
el adulterio, la poligamia, en cuanto contradice la idéntica
dignidad entre el hombre y la mujer y la unidad y
exclusividad del amor conyugal; el rechazo de la fecundidad,
que priva a la vida conyugal del don de los hijos; y el
divorcio, que contradice la indisolubilidad.
348. ¿Cuándo admite la
Iglesia la separación física de los esposos?
1629
1649
La Iglesia admite la
separación física de los esposos cuando la cohabitación
entre ellos se ha hecho, por diversas razones, prácticamente
imposible, aunque procura su reconciliación. Pero éstos,
mientras viva el otro cónyuge, no son libres para contraer
una nueva unión, a menos que el matrimonio entre ellos sea
nulo y, como tal, declarado por la autoridad eclesiástica.
349. ¿Cuál es la actitud de
la Iglesia hacia los divorciados vueltos a casar?
1650-1651
Fiel al Señor, la Iglesia no
puede reconocer como matrimonio la unión de divorciados
vueltos a casar civilmente. «Quien repudie a su mujer y se
case con otra, comete adulterio contra aquella; y si ella
repudia a su marido y se casa con otro, comete adulterio» (Mc
10, 11-12). Hacia ellos la Iglesia muestra una atenta
solicitud, invitándoles a una vida de fe, a la oración, a
las obras de caridad y a la educación cristiana de los
hijos; pero no pueden recibir la absolución sacramental,
acercarse a la comunión eucarística ni ejercer ciertas
responsabilidades eclesiales, mientras dure tal situación,
que contrasta objetivamente con la ley de Dios.
350. ¿Por qué la familia
cristiana es llamada Iglesia doméstica?
1655-1658 1666
La familia cristiana es
llamada Iglesia doméstica, porque manifiesta y
realiza la naturaleza comunitaria y familiar de la Iglesia
en cuanto familia de Dios. Cada miembro, según su propio
papel, ejerce el sacerdocio bautismal, contribuyendo a hacer
de la familia una comunidad de gracia y de oración, escuela
de virtudes humanas y cristianas y lugar del primer anuncio
de la fe a los hijos.
CAPÍTULO CUARTO
OTRAS CELEBRACIONES
LITÚRGICAS
LOS SACRAMENTALES
351. ¿Qué son los
sacramentales?
1667-1672
1677-1678
Los sacramentales son signos
sagrados instituidos por la Iglesia, por medio de los cuales
se santifican algunas circunstancias de la vida. Comprenden
siempre una oración acompañada de la señal de la cruz o de
otros signos. Entre los sacramentales, ocupan un lugar
importante las bendiciones, que son una alabanza a Dios y
una oración para obtener sus dones, la consagración de
personas y la dedicación de cosas al culto de Dios.
352. ¿Qué es un exorcismo?
1673
Tiene lugar un exorcismo,
cuando la Iglesia pide con su autoridad, en nombre de Jesús,
que una persona o un objeto sea protegido contra el influjo
del Maligno y sustraído a su dominio. Se practica de modo
ordinario en el rito del Bautismo. El exorcismo solemne,
llamado gran exorcismo, puede ser efectuado solamente
por un presbítero autorizado por el obispo.
353. ¿Qué formas de piedad
popular acompañan la vida sacramental de la Iglesia?
1674-1676
1679
El sentido religioso del
pueblo cristiano ha encontrado en todo tiempo su expresión
en formas variadas de piedad, que acompañan la vida
sacramental de la Iglesia, como son la veneración de las
reliquias, las visitas a santuarios, las peregrinaciones,
las procesiones, el «Vía crucis», el Rosario. La Iglesia, a
la luz de la fe, ilumina y favorece las formas auténticas de
piedad popular.
LAS EXEQUIAS CRISTIANAS
354. ¿Qué relación existe
entre los sacramentos y la muerte del cristiano?
1680-1683
El cristiano que muere en
Cristo alcanza, al final de su existencia terrena, el
cumplimiento de la nueva vida iniciada con el Bautismo,
reforzada con la Confirmación y alimentada en la Eucaristía,
anticipo del banquete celestial. El sentido de la muerte del
cristiano se manifiesta a la luz de la Muerte y Resurrección
de Cristo, nuestra única esperanza; el cristiano que muere
en Cristo Jesús va «a vivir con el Señor» (2 Co 5,
8).
355. ¿Qué expresan las
exequias?
1684-1685
Las exequias, aunque se
celebren según diferentes ritos, respondiendo a las
situaciones y a las tradiciones de cada región, expresan el
carácter pascual de la muerte cristiana, en la esperanza de
la resurrección, y el sentido de la comunión con el difunto,
particularmente mediante la oración por la purificación de
su alma.
356. ¿Cuáles son los momentos
principales de las exequias?
1686-1690
De ordinario, las exequias
comprenden cuatro momentos principales: la acogida de los
restos mortales del difunto por parte de la comunidad, con
palabras de consuelo y esperanza para sus familiares; la
liturgia de la Palabra; el sacrificio eucarístico; y «el
adiós», con el que se encomienda el alma del difunto a Dios,
fuente de vida eterna, mientras su cuerpo es sepultado en la
esperanza de la Resurrección.
TERCERA PARTE
LA VIDA EN CRISTO
PRIMERA SECCIÓN
LA
VOCACIÓN DEL HOMBRE:
LA VIDA EN EL ESPÍRITU
357. ¿De qué modo la vida
moral cristiana está vinculada a la fe y a los sacramentos?
1691-1698
Lo que se profesa en el
Símbolo de la fe, los sacramentos lo comunican. En efecto,
con ellos los fieles reciben la gracia de Cristo y los dones
del Espíritu Santo, que les hacen capaces de vivir la vida
nueva de hijos de Dios en Cristo, acogido con fe.
«Cristiano, reconoce
tu dignidad» (San León Magno).
CAPÍTULO PRIMERO
LA DIGNIDAD DE LA
PERSONA HUMANA
EL HOMBRE, IMAGEN DE
DIOS
358. ¿Cuál es la raíz de la
dignidad de la persona humana?
1699-1715
La dignidad de la persona
humana está arraigada en su creación a imagen y semejanza de
Dios. Dotada de alma espiritual e inmortal, de inteligencia
y de voluntad libre, la persona humana está ordenada a Dios
y llamada, con alma y cuerpo, a la bienaventuranza eterna.
NUESTRA VOCACIÓN A LA
BIENAVENTURANZA
359. ¿Cómo alcanza el hombre
la bienaventuranza?
1716
El hombre alcanza la
bienaventuranza en virtud de la gracia de Cristo, que lo
hace partícipe de la vida divina. En el Evangelio Cristo
señala a los suyos el camino que lleva a la felicidad sin
fin: las Bienaventuranzas. La gracia de Cristo obra en todo
hombre que, siguiendo la recta conciencia, busca y ama la
verdad y el bien, y evita el mal.
360. ¿Qué importancia tienen
para nosotros las Bienaventuranzas?
1716-1717
1725-1726
Las Bienaventuranzas son el
centro de la predicación de Jesús; recogen y perfeccionan
las promesas de Dios, hechas a partir de Abraham. Dibujan el
rostro mismo de Jesús, y trazan la auténtica vida cristiana,
desvelando al hombre el fin último de sus actos: la
bienaventuranza eterna.
361. ¿Qué relación tienen las
Bienaventuranzas con el deseo de felicidad del hombre?
1718-1719
Las Bienaventuranzas
responden al innato deseo de felicidad que Dios ha puesto en
el corazón del hombre, a fin de atraerlo hacia Él, el único
que lo puede satisfacer.
362. ¿Qué es la
bienaventuranza eterna?
1720-1724
1727-1729
La bienaventuranza consiste
en la visión de Dios en la vida eterna, cuando seremos en
plenitud «partícipes de la naturaleza divina» (2 P 1,
4), de la gloria de Cristo y del gozo de la vida trinitaria.
La bienaventuranza sobrepasa la capacidad humana; es un don
sobrenatural y gratuito de Dios, como la gracia que nos
conduce a ella. La promesa de la bienaventuranza nos sitúa
frente a opciones morales decisivas respecto de los bienes
terrenales, estimulándonos a amar a Dios sobre todas las
cosas.
LA LIBERTAD DEL HOMBRE
363. ¿Qué es la libertad?
1730-1733
1743-1744
La libertad es el poder dado
por Dios al hombre de obrar o no obrar, de hacer esto o
aquello, de ejecutar de este modo por sí mismo acciones
deliberadas. La libertad es la característica de los actos
propiamente humanos. Cuanto más se hace el bien, más libre
se va haciendo también el hombre. La libertad alcanza su
perfección cuando está ordenada a Dios, Bien supremo y
Bienaventuranza nuestra. La libertad implica también la
posibilidad de elegir entre el bien y el mal. La elección
del mal es un abuso de la libertad, que conduce a la
esclavitud del pecado.
364. ¿Qué relación hay entre
libertad y responsabilidad?
1734-1737
1745-1746
La libertad hace al hombre
responsable de sus actos, en la medida en que éstos son
voluntarios; aunque tanto la imputabilidad como la
responsabilidad de una acción pueden quedar disminuidas o
incluso anuladas a causa de la ignorancia, la inadvertencia,
la violencia soportada, el miedo, los afectos desordenados y
los hábitos.
365. ¿Por qué todo hombre
tiene derecho al ejercicio de su libertad?
1738
1747
El derecho al ejercicio de la
libertad es propio de todo hombre, en cuanto resulta
inseparable de su dignidad de persona humana. Este derecho
ha de ser siempre respetado, especialmente en el campo moral
y religioso, y debe ser civilmente reconocido y tutelado,
dentro de los límites del bien común y del justo orden
público.
366. ¿Dónde se sitúa la
libertad humana en el orden de la salvación?
1739-1742
1748
Nuestra libertad se halla
debilitada a causa del pecado original. El debilitamiento se
agrava aún más por los pecados sucesivos. Pero Cristo «nos
liberó para ser libres» (Ga 5, 1). El Espíritu Santo
nos conduce con su gracia a la libertad espiritual, para
hacernos libres colaboradores suyos en la Iglesia y en el
mundo.
367. ¿Cuál es la fuente de
moralidad de los actos humanos?
1749-1754
1757-1758
La moralidad de los actos
humanos depende de tres fuentes: del objeto elegido,
es decir, un bien real o aparente; de la intención
del sujeto que actúa, es decir, del fin por el que lleva a
cabo su acción; y de las circunstancias de la acción,
incluidas las consecuencias de la misma.
368. ¿Cuándo un acto es
moralmente bueno?
1755-1756
1759-1760
El acto es moralmente bueno
cuando supone, al mismo tiempo, la bondad del objeto, del
fin y de las circunstancias. El objeto elegido puede por sí
solo viciar una acción, aunque la intención sea buena. No es
lícito hacer el mal para conseguir un bien. Un fin malo
puede corromper la acción, aunque su objeto sea en sí mismo
bueno; asimismo, un fin bueno no hace buena una acción que
de suyo sea en sí misma mala, porque el fin no justifica los
medios. Las circunstancias pueden atenuar o incrementar la
responsabilidad de quien actúa, pero no puede modificar la
calidad moral de los actos mismos, porque no convierten
nunca en buena una acción mala en sí misma.
369. ¿Hay actos que son
siempre ilícitos?
1756-1761
Hay actos cuya elección es
siempre ilícita en razón de su objeto (por ejemplo, la
blasfemia, el homicidio, el adulterio). Su elección supone
un desorden de la voluntad, es decir, un mal moral, que no
puede ser justificado en virtud de los bienes que
eventualmente pudieran derivarse de ellos.
LA MORALIDAD DE LAS
PASIONES
370. ¿Qué son las pasiones?
1762-1766
1771-1772
Las pasiones son los afectos,
emociones o impulsos de la sensibilidad –componentes
naturales de la psicología humana–, que inclinan a obrar o a
no obrar, en vista de lo que se percibe como bueno o como
malo. Las principales son el amor y el odio, el deseo y el
temor, la alegría, la tristeza y la cólera. La pasión
fundamental es el amor, provocado por el atractivo del bien.
No se ama sino el bien, real o aparente.
371. ¿Las pasiones son
moralmente buenas o malas?
1767-1770
1773-1775
Las pasiones, en cuanto
impulsos de la sensibilidad, no son en sí mismas ni buenas
ni malas; son buenas, cuando contribuyen a una acción buena;
son malas, en caso contrario. Pueden ser asumidas en las
virtudes o pervertidas en los vicios.
LA CONCIENCIA MORAL
372. ¿Qué es la conciencia
moral?
1776-1780
1795-1797
La conciencia moral, presente
en lo íntimo de la persona, es un juicio de la razón, que en
el momento oportuno, impulsa al hombre a hacer el bien y a
evitar el mal. Gracias a ella, la persona humana percibe la
cualidad moral de un acto a realizar o ya realizado,
permitiéndole asumir la responsabilidad del mismo. Cuando
escucha la conciencia moral, el hombre prudente puede sentir
la voz de Dios que le habla.
373. ¿Qué supone la dignidad
de la persona en relación con la conciencia moral?
1780-1782
1798
La dignidad de la persona
humana supone la rectitud de la conciencia moral, es decir
que ésta se halle de acuerdo con lo que es justo y bueno
según la razón y la ley de Dios. A causa de la misma
dignidad personal, el hombre no debe ser forzado a obrar
contra su conciencia, ni se le debe impedir obrar de acuerdo
con ella, sobre todo en el campo religioso, dentro de los
límites del bien común.
374. ¿Cómo se forma la
conciencia moral para que sea recta y veraz?
1783-1788
1799-1800
La conciencia recta y veraz
se forma con la educación, con la asimilación de la Palabra
de Dios y las enseñanzas de la Iglesia. Se ve asistida por
los dones del Espíritu Santo y ayudada con los consejos de
personas prudentes. Además, favorecen mucho la formación
moral tanto la oración como el examen de conciencia.
375. ¿Qué normas debe seguir
siempre la conciencia?
1789
Tres son las normas más
generales que debe seguir siempre la conciencia:
1) Nunca está permitido
hacer el mal para obtener un bien.
2) La llamada Regla de oro: «Todo cuanto queráis
que os hagan los hombres, hacédselo también vosotros a
ellos» (Mt 7, 12).
3) La caridad supone siempre el respeto del prójimo y de
su conciencia, aunque esto no significa aceptar como
bueno lo que objetivamente es malo.
376. ¿Puede la conciencia
moral emitir juicios erróneos?
1790-1794
1801-1802
La persona debe obedecer
siempre al juicio cierto de la propia conciencia, la cual,
sin embargo, puede también emitir juicios erróneos, por
causas no siempre exentas de culpabilidad personal. Con
todo, no es imputable a la persona el mal cometido por
ignorancia involuntaria, aunque siga siendo objetivamente un
mal. Es necesario, por tanto, esforzarse para corregir la
conciencia moral de sus errores.
LAS VIRTUDES
377. ¿Qué es la virtud?
1803. 1833
La virtud es una disposición
habitual y firme para hacer el bien: «El fin de una vida
virtuosa consiste en llegar a ser semejante a Dios» (San
Gregorio de Nisa). Hay virtudes humanas y virtudes
teologales.
378. ¿Qué son las virtudes
humanas?
1804
1810-1811
1834, 1839
Las virtudes humanas son
perfecciones habituales y estables del entendimiento y de la
voluntad, que regulan nuestros actos, ordenan nuestras
pasiones y guían nuestra conducta en conformidad con la
razón y la fe. Adquiridas y fortalecidas por medio de actos
moralmente buenos y reiterados, son purificadas y elevadas
por la gracia divina.
379. ¿Cuáles son las
principales virtudes humanas?
1805
1834
Las principales virtudes
humanas son las denominadas cardinales, que agrupan a
todas las demás y constituyen las bases de la vida virtuosa.
Son la prudencia, la justicia, la fortaleza y la templanza.
380. ¿Qué es la prudencia?
1806
1835
La prudencia dispone la razón
a discernir, en cada circunstancia, nuestro verdadero bien y
a elegir los medios adecuados para realizarlo. Es guía de
las demás virtudes, indicándoles su regla y medida.
381. ¿Qué es la justicia?
1807
1836
La justicia consiste en la
constante y firme voluntad de dar a los demás lo que les es
debido. La justicia para con Dios se llama «virtud de la
religión».
382. ¿Qué es la fortaleza?
1808
1838
La fortaleza asegura la
firmeza en las dificultades y la constancia en la búsqueda
del bien, llegando incluso a la capacidad de aceptar el
eventual sacrificio de la propia vida por una causa justa.
383. ¿Qué es la templanza?
1809
1838
La templanza modera la
atracción de los placeres, asegura el dominio de la voluntad
sobre los instintos y procura el equilibrio en el uso de los
bienes creados.
384. ¿Qué son las virtudes
teologales?
1812-1813
1840-1841
Las virtudes teologales son
las que tienen como origen, motivo y objeto inmediato a Dios
mismo. Infusas en el hombre con la gracia santificante, nos
hacen capaces de vivir en relación con la Santísima
Trinidad, y fundamentan y animan la acción moral del
cristiano, vivificando las virtudes humanas. Son la garantía
de la presencia y de la acción del Espíritu Santo en las
facultades del ser humano.
385. ¿Cuáles son las virtudes
teologales?
1813
Las virtudes teologales son
la fe, la esperanza y la caridad
386. ¿Qué es la fe?
1814-1816
1842
La fe es la virtud teologal
por la que creemos en Dios y en todo lo que Él nos ha
revelado, y que la Iglesia nos propone creer, dado que Dios
es la Verdad misma. Por la fe, el hombre se abandona
libremente a Dios; por ello, el que cree trata de conocer y
hacer la voluntad de Dios, ya que «la fe actúa por la
caridad» (Ga 5, 6).
387. ¿Qué es la esperanza?
1817-1821
1843
La esperanza es la virtud
teologal por la que deseamos y esperamos de Dios la vida
eterna como nuestra felicidad, confiando en las promesas de
Cristo, y apoyándonos en la ayuda de la gracia del Espíritu
Santo para merecerla y perseverar hasta el fin de nuestra
vida terrena.
388. ¿Qué es la caridad?
1822-1829
1844
La caridad es la virtud
teologal por la cual amamos a Dios sobre todas las cosas y a
nuestro prójimo como a nosotros mismos por amor a Dios.
Jesús hace de ella el mandamiento nuevo, la plenitud de la
Ley. Ella es «el vínculo de la perfección» (Col 3,
14) y el fundamento de las demás virtudes, a las que anima,
inspira y ordena: sin ella «no soy nada» y «nada me
aprovecha» (1 Co 13, 2-3).
389. ¿Qué son los dones del
Espíritu Santo?
1830-1831
1845
Los dones del Espíritu
Santo son disposiciones permanentes que hacen al hombre
dócil para seguir las inspiraciones divinas. Son siete:
sabiduría, entendimiento, consejo, fortaleza, ciencia,
piedad y temor de Dios.
390. ¿Qué son los frutos del
Espíritu Santo?
1832
Los frutos del
Espíritu Santo son perfecciones plasmadas en nosotros como
primicias de la gloria eterna. La tradición de la Iglesia
enumera doce: «caridad, gozo, paz, paciencia, longanimidad,
bondad, benignidad, mansedumbre, fidelidad, modestia,
continencia y castidad» (Ga 5, 22-23 [Vulgata]).
EL PECADO
391. ¿Qué supone para
nosotros acoger la misericordia de Dios?
1846-1848
1870
Acoger la misericordia de
Dios supone que reconozcamos nuestras culpas,
arrepintiéndonos de nuestros pecados. Dios mismo, con su
Palabra y su Espíritu, descubre nuestros pecados, sitúa
nuestra conciencia en la verdad sobre sí misma y nos concede
la esperanza del perdón.
392. ¿Qué es el pecado?
1849-1851
1871-1872
El pecado es «una palabra, un
acto o un deseo contrarios a la Ley eterna» (San Agustín).
Es una ofensa a Dios, a quien desobedecemos en vez de
responder a su amor. Hiere la naturaleza del hombre y atenta
contra la solidaridad humana. Cristo, en su Pasión, revela
plenamente la gravedad del pecado y lo vence con su
misericordia.
393. ¿Hay diversidad de
pecados?
1852-1853
1873
La variedad de los pecados es
grande. Pueden distinguirse según su objeto o según las
virtudes o los mandamientos a los que se oponen. Pueden
referirse directamente a Dios, al prójimo o a nosotros
mismos. Se los puede también distinguir en pecados de
pensamiento, palabra, obra y omisión.
394. ¿Cómo se distinguen los
pecados en cuanto a la gravedad?
1854
En cuanto a la gravedad, el
pecado se distingue en pecado mortal y pecado venial.
395. ¿Cuándo se comete un
pecado mortal?
1855-1861
1874
Se comete un pecado mortal
cuando se dan, al mismo tiempo, materia grave, plena
advertencia y deliberado consentimiento. Este pecado
destruye en nosotros la caridad, nos priva de la gracia
santificante y, a menos que nos arrepintamos, nos conduce a
la muerte eterna del infierno. Se perdona, por vía
ordinaria, mediante los sacramentos del Bautismo y de la
Penitencia o Reconciliación.
396. ¿Cuándo se comete un
pecado venial?
1862-1864
1875
El pecado venial, que se
diferencia esencialmente del pecado mortal, se comete cuando
la materia es leve; o bien cuando, siendo grave la materia,
no se da plena advertencia o perfecto consentimiento. Este
pecado no rompe la alianza con Dios. Sin embargo, debilita
la caridad, entraña un afecto desordenado a los bienes
creados, impide el progreso del alma en el ejercicio de las
virtudes y en la práctica del bien moral y merece penas
temporales de purificación.
397. ¿Cómo prolifera en
nosotros el pecado?
1865, 1876
El pecado prolifera en
nosotros pues uno lleva a otro, y su repetición genera el
vicio.
398. ¿Qué son los vicios?
1866-1867
Los vicios, como contrarios a
las virtudes, son hábitos perversos que oscurecen la
conciencia e inclinan al mal. Los vicios pueden ser
referidos a los siete pecados llamados capitales:
soberbia, avaricia, lujuria, ira, gula, envidia y pereza.
399. ¿Tenemos responsabilidad
en los pecados cometidos por otros?
1868
Tenemos responsabilidad en
los pecados de los otros cuando cooperamos culpablemente a
que se comentan.
400. ¿Qué son las estructuras
de pecado?
1869
Las estructuras de pecado
son situaciones sociales o instituciones contrarias a la ley
divina, expresión y efecto de los pecados personales.
CAPÍTULO SEGUNDO
LA COMUNIDAD HUMANA
LA PERSONA Y LA SOCIEDAD
401. ¿En qué consiste la
dimensión social del hombre?
1877-1879
1890-1891
Junto a la llamada personal a
la bienaventuranza divina, el hombre posee una dimensión
social que es parte esencial de su naturaleza y de su
vocación. En efecto, todos los hombres están llamados a un
idéntico fin, que es el mismo Dios. Hay una cierta semejanza
entre la comunión de las Personas divinas y la fraternidad
que los hombres deben instaurar entre ellos, fundada en la
verdad y en la caridad. El amor al prójimo es inseparable
del amor a Dios.
402. ¿Qué relación existe
entre persona y sociedad?
1881-1882
1892-1893
La persona es y debe
ser principio, sujeto y fin de todas las instituciones
sociales. Algunas sociedades, como la familia y la comunidad
civil, son necesarias para la persona. También son útiles
otras asociaciones, tanto dentro de las comunidades
políticas como a nivel internacional, en el respeto del
principio de subsidiaridad
403. ¿Qué indica el principio
de subsidiaridad?
1883-1885
1894
El principio de subsidiaridad
indica que una estructura social de orden superior no debe
interferir en la vida interna de un grupo social de orden
inferior, privándole de sus competencias, sino que más bien
debe sostenerle en caso de necesidad.
404. ¿Qué más requiere una
auténtica convivencia humana?
1886-1889
1895-1896
Una auténtica convivencia
humana requiere respetar la justicia y la recta jerarquía de
valores, así como el subordinar las dimensiones materiales e
instintivas a las interiores y espirituales. En particular,
cuando el pecado pervierte el clima social, se necesita
hacer un llamamiento a la conversión del corazón y a la
gracia de Dios, para conseguir los cambios sociales que
estén realmente al servicio de cada persona, considerada en
su integridad. La caridad es el más grande mandamiento
social, pues exige y da la capacidad de practicar la
justicia.
LA PARTICIPACIÓN EN LA
VIDA SOCIAL
405. ¿En qué se funda la
autoridad de la sociedad?
1897-1902
1918-1920
Toda sociedad humana tiene
necesidad de una autoridad legítima, que asegure el orden y
contribuya a la realización del bien común. Esta autoridad
tiene su propio fundamento en la naturaleza humana, porque
corresponde al orden establecido por Dios.
406. ¿Cuándo se ejerce la
autoridad de manera legítima?
1903-1904
1921-1922
1901
La autoridad se ejerce de
manera legítima cuando procura el bien común, y para
conseguirlo utiliza medios moralmente lícitos. Por tanto,
los regímenes políticos deben estar determinados por la
libertad de decisión de los ciudadanos y respetar el
principio del «Estado de derecho». Según tal principio, la
soberanía es prerrogativa de la ley, no de la voluntad
arbitraria de los hombres. Las leyes injustas y las medidas
contrarias al orden moral no obligan en conciencia.
407. ¿Qué es el bien común?
1905-1906
1924
Por bien común se entiende el
conjunto de condiciones de la vida social que hacen posible,
a los grupos y a cada uno de sus miembros, el logro de la
propia perfección.
408. ¿Qué supone el bien
común?
1907-1909
1925
El bien común supone: el
respeto y la promoción de los derechos fundamentales de la
persona, el desarrollo de los bienes espirituales y
temporales de la persona y la sociedad, y la paz y la
seguridad de todos.
409. ¿Dónde se realiza de
manera más completa el bien común?
1910-1912
1927
La realización más completa
del bien común se verifica en aquellas comunidades políticas
que defienden y promueven el bien de los ciudadanos y de las
instituciones intermedias, sin olvidar el bien universal de
la familia humana.
410. ¿Cómo participa el
hombre en la realización del bien común?
1913-1917
1926
Todo hombre, según el lugar
que ocupa y el papel que desempeña, participa en la
realización del bien común, respetando las leyes justas y
haciéndose cargo de los sectores en los que tiene
responsabilidad personal, como son el cuidado de la propia
familia y el compromiso en el propio trabajo. Por otra
parte, los ciudadanos deben tomar parte activa en la vida
pública, en la medida en que les sea posible.
LA JUSTICIA SOCIAL
411. ¿Cómo asegura la
sociedad la justicia social?
1928-1933
1943-1944
La sociedad asegura la
justicia social cuando respeta la dignidad y los derechos de
la persona, finalidad propia de la misma sociedad. Ésta,
además, procura alcanzar la justicia social, vinculada al
bien común y al ejercicio de la autoridad, cuando garantiza
las condiciones que permiten a las asociaciones y a los
individuos conseguir aquello que les corresponde por
derecho.
412. ¿En que se fundamenta la
igualdad entre los hombres?
1934-1935
1945
Todos los hombres gozan de
igual dignidad y derechos fundamentales, en cuanto que,
creados a imagen del único Dios y dotados de una misma alma
racional, tienen la misma naturaleza y origen, y están
llamados en Cristo, único Salvador, a la misma
bienaventuranza divina.
413. ¿Cómo hay que juzgar el
hecho de la desigualdad entre los hombres?
1936-1938
1946-1947
Existen desigualdades
económicas y sociales inicuas, que afectan a millones de
seres humanos, que están en total contraste con el
Evangelio, son contrarias a la justicia, a la dignidad de
las personas y a la paz. Pero hay también diferencias entre
los hombres, causadas por diversos factores, que entran en
el plan de Dios. En efecto, Dios quiere que cada uno reciba
de los demás lo que necesita, y que quienes disponen de
talentos particulares los compartan con los demás. Estas
diferencias alientan, y con frecuencia obligan, a las
personas a la magnanimidad, la benevolencia y la
solidaridad, e incitan a las culturas a enriquecerse unas a
otras.
414. ¿Cómo se expresa la
solidaridad humana?
1939-1942
1948
La solidaridad, que emana de
la fraternidad humana y cristiana, se expresa ante todo en
la justa distribución de bienes, en la equitativa
remuneración del trabajo y en el esfuerzo en favor de un
orden social más justo. La virtud de la solidaridad se
realiza también en la comunicación de los bienes
espirituales de la fe, aún más importantes que los
materiales.
CAPÍTULO TERCERO
LA
SALVACIÓN DE DIOS: LA LEY Y LA GRACIA
LA LEY MORAL
415. ¿Qué es la ley moral?
1950-1953
1975-1978
La ley moral es obra de la
Sabiduría divina. Prescribe al hombre los caminos y las
reglas de conducta que llevan a la bienaventuranza
prometida, y prohíbe los caminos que apartan de Dios.
416. ¿En qué consiste la ley
moral natural?
1954-1960
1978-1979
La ley natural, inscrita por
el Creador en el corazón de todo hombre, consiste en una
participación de la sabiduría y bondad de Dios, y expresa el
sentido moral originario, que permite al hombre discernir el
bien y el mal, mediante la razón. La ley natural es
universal e inmutable, y pone la base de los deberes y
derechos fundamentales de la persona, de la comunidad humana
y de la misma ley civil.
417. ¿Son todos capaces de
percibir la ley natural?
1960
A causa del pecado, no
siempre ni todos son capaces de percibir en modo inmediato y
con igual claridad la ley natural.
Por esto, «Dios
escribió en las tablas de la Ley lo que los hombres no
alcanzaban a leer en sus corazones»
(San Agustín).
418. ¿Qué relación existe
entre la ley natural y la Ley antigua?
1961-1962
1980-1981
La Ley antigua constituye la
primera etapa de la Ley revelada. Expresa muchas verdades
naturalmente accesibles a la razón, que se encuentran
afirmadas y convalidadas en las Alianzas de la salvación.
Sus prescripciones morales, recogidas en los Mandamientos
del Decálogo, ponen la base de la vocación del hombre,
prohíben lo que es contrario al amor de Dios y del prójimo y
indican lo que les es esencial.
419. ¿Cómo se sitúa la Ley
antigua en el plano de la salvación?
1963-1964
1982
La Ley antigua permite
conocer muchas verdades accesibles a la razón, señala lo que
se debe o no se debe hacer, y sobre todo, como un sabio
pedagogo, prepara y dispone a la conversión y a la acogida
del Evangelio. Sin embargo, aun siendo santa, espiritual y
buena, la Ley antigua es todavía imperfecta, porque no da
por sí misma la fuerza y la gracia del Espíritu para
observarla.
420. ¿En qué consiste la
nueva Ley o Ley evangélica?
1965-1972
1983-1985
La nueva Ley o Ley
evangélica, proclamada y realizada por Cristo, es la
plenitud y el cumplimiento de la ley divina, natural y
revelada. Se resume en el mandamiento de amar a Dios y al
prójimo, y de amarnos como Cristo nos ha amado. Es también
una realidad grabada en el interior del hombre: la gracia
del Espíritu Santo, que hace posible tal amor. Es «la ley de
la libertad» (St 1, 25), porque lleva a actuar
espontáneamente bajo el impulso de la caridad.
«La Ley nueva es
principalmente la misma gracia del Espíritu Santo que se
da a los que creen en Cristo»
(Santo Tomás de Aquino).
421. ¿Dónde se encuentra la
Ley nueva?
1971-1974
1986
La Ley nueva se encuentra en
toda la vida y la predicación de Cristo y en la catequesis
moral de los Apóstoles; el Sermón de la Montaña es su
principal expresión.
GRACIA Y JUSTIFICACIÓN
422. ¿Qué es la
justificación?
1987-1995
2017-2020
La justificación es la obra
más excelente del amor de Dios. Es la acción misericordiosa
y gratuita de Dios, que borra nuestros pecados, y nos hace
justos y santos en todo nuestro ser. Somos justificados por
medio de la gracia del Espíritu Santo, que la Pasión de
Cristo nos ha merecido y se nos ha dado en el Bautismo. Con
la justificación comienza la libre respuesta del hombre,
esto es, la fe en Cristo y la colaboración con la gracia del
Espíritu Santo.
423. ¿Qué es la gracia que
justifica?
1996-1998
2005, 2021
La gracia es un don gratuito
de Dios, por el que nos hace partícipes de su vida
trinitaria y capaces de obrar por amor a Él. Se le llama
gracia habitual, santificante o deificante,
porque nos santifica y nos diviniza. Es sobrenatural,
porque depende enteramente de la iniciativa gratuita de Dios
y supera la capacidad de la inteligencia y de las fuerzas
del hombre. Escapa, por tanto, a nuestra experiencia.
424. ¿Qué otros tipos de
gracia existen?
1999-2000
2003-2004
2023-2024
Además de la gracia
habitual, existen otros tipos de gracia: las gracias
actuales (dones en circunstancias particulares); las gracias
sacramentales (dones propios de cada sacramento); las
gracias especiales o carismas (que tienen como fin el bien
común de la Iglesia), entre las que se encuentran las
gracias de estado, que acompañan al ejercicio de los
ministerios eclesiales y de las responsabilidades de la
vida.
425. ¿Qué relación hay entre
la gracia y la libertad del hombre?
2001-2002
La gracia previene, prepara y
suscita la libre respuesta del hombre; responde a las
profundas aspiraciones de la libertad humana, la invita a
cooperar y la conduce a su perfección.
426. ¿Qué es el mérito?
2006-2010
2025-2026
El mérito es lo que da
derecho a la recompensa por una obra buena. Respecto a Dios,
el hombre, de suyo, no puede merecer nada, habiéndolo
recibido todo gratuitamente de Él. Sin embargo, Dios da al
hombre la posibilidad de adquirir méritos, mediante la unión
a la caridad de Cristo, fuente de nuestros méritos ante
Dios. Por eso, los méritos de las buenas obras deben ser
atribuidos primero a la gracia de Dios y después a la libre
voluntad del hombre.
427. ¿Qué bienes podemos
merecer?
2010-2011
2027
Bajo la moción del Espíritu
Santo, podemos merecer, para nosotros mismos o para los
demás, las gracias útiles para santificarnos y para alcanzar
la gloria eterna, así como también los bienes temporales que
nos convienen según el designio de Dios. Nadie puede merecer
la primera gracia, que está en el origen de la
conversión y de la justificación.
428. ¿Estamos todos llamados
a la santidad cristiana?
2012-2016
2028-2029
Todos los fieles estamos
llamados a la santidad cristiana. Ésta es plenitud de la
vida cristiana y perfección de la caridad, y se realiza en
la unión íntima con Cristo y, en Él, con la Santísima
Trinidad. El camino de santificación del cristiano, que pasa
por la cruz, tendrá su cumplimiento en la resurrección final
de los justos, cuando Dios sea todo en todos.
LA IGLESIA, MADRE Y
MAESTRA
429. ¿Cómo nutre la Iglesia
la vida moral del cristiano?
2030-2031
2047
La Iglesia es la comunidad
donde el cristiano acoge la Palabra de Dios y las enseñanzas
de la «Ley de Cristo» (Ga 6, 2); recibe la gracia de
los sacramentos; se une a la ofrenda eucarística de Cristo,
transformando así su vida moral en un culto espiritual;
aprende del ejemplo de santidad de la Virgen María y de los
santos.
430. ¿Por qué el Magisterio
de la Iglesia interviene en el campo moral?
2032-2040
2049-2051
El Magisterio de la Iglesia
interviene en el campo moral, porque es su misión predicar
la fe que hay que creer y practicar en la vida cotidiana.
Esta competencia se extiende también a los preceptos
específicos de la ley natural, porque su observancia es
necesaria para la salvación.
431. ¿Qué finalidad tienen
los preceptos de la Iglesia?
2041
2048
Los preceptos de la Iglesia
tienen por finalidad garantizar que los fieles cumplan con
lo mínimo indispensable en relación al espíritu de oración,
a la vida sacramental, al esfuerzo moral y al crecimiento en
el amor a Dios y al prójimo.
432. ¿Cuáles son los
preceptos de la Iglesia?
2042-2043
Los preceptos de la Iglesia
son cinco:
1) Participar en la Misa
todos los domingos y fiestas de guardar, y no realizar
trabajos y actividades que puedan impedir la
santificación de estos días.
2) Confesar los propios pecados, mediante el sacramento
de la Reconciliación al menos una vez al año.
3) Recibir el sacramento de la Eucaristía al menos en
Pascua.
4) Abstenerse de comer carne y observar el ayuno en los
días establecidos por la Iglesia.
5) Ayudar a la Iglesia en sus necesidades materiales,
cada uno según sus posibilidades.
433. ¿Por qué la vida moral
de los cristianos es indispensable para el anuncio del
Evangelio?
2044-2046
La vida moral de los
cristianos es indispensable para el anuncio del Evangelio,
porque, conformando su vida con la del Señor Jesús, los
fieles atraen a los hombres a la fe en el verdadero Dios,
edifican la Iglesia, impregnan el mundo con el espíritu del
Evangelio y apresuran la venida del Reino de Dios.
SEGUNDA SECCIÓN
LOS DIEZ MANDAMIENTOS
Éxodo 20, 2-17
|
Deuteronomio, 5, 6-21 |
Fórmula catequética |
«Yo soy el Señor
tu Dios
que te ha sacado del país
de Egipto
de la casa de servidumbre.
|
«Yo
soy el Señor,
tu Dios, que te ha sacado
de Egipto,
de la servidumbre. |
«Yo
soy el Señor
tu Dios: |
No habrá para ti
otros dioses delante de mí.
No te harás escultura
ni imagen alguna,
ni de lo que hay arriba en los cielos, ni de lo
que hay abajo
en la tierra.
No te postrarás ante ellas
ni les darás culto,
porque yo el Señor, tu Dios,
soy un Dios celoso,
que castigo la iniquidad
de los padres en los hijos,
hasta la tercera generación
de los que me odian,
y tengo misericordia por millares
con los que me aman
y guardan mis mandamientos.
|
No
habrá para ti
otros dioses delante de mí. |
1.
Amarás a Dios
sobre todas las cosas. |
No tomarás en
falso el
nombre del Señor
porque el Señor
no dejará sin castigo
a quien toma
su nombre en falso.
|
No
tomarás en falso
el nombre del Señor, tu Dios... |
2.
No tomarás
el nombre de Dios
en vano. |
Recuerda el día
del sábado
para santificarlo. Seis días trabajarás y harás
todos
tus trabajos, pero el séptimo es
día de descanso para el
Señor, tu Dios.
No harás ningún trabajo,
ni tú, ni tu hijo ni tu hija
ni tu siervo ni tu sierva,
ni tu ganado, ni el forastero
que habita en tu ciudad.
Pues en seis días hizo el Señor
el cielo y la tierra,
el mar y todo cuanto contienen,
y el séptimo descansó;
por eso bendijo el Señor
el día del sábado.
|
Guardarás el día del sábado para santificarlo.
|
3.
Santificarás las fiestas. |
Honra a tu padre
y a tu madre para que se prolonguen
tus días sobre la tierra
que el Señor, tu Dios,
te va a dar.
|
Honra a tu padre
y a tu madre. |
4.
Honrarás a tu padre
y a tu madre. |
No matarás.
|
No
matarás. |
5.
No matarás. |
No cometerás
adulterio.
|
No
cometerás adulterio. |
6.
No cometerás actos impuros. |
No robarás.
|
No
robarás. |
7.
No robarás |
No darás falso
testimonio
contra tu prójimo.
|
No
darás testimonio falso
contra tu prójimo. |
8.
No darás falso testimonio ni mentirás. |
No
codiciarás la casa
de tu prójimo. No codiciarás
la mujer de tu prójimo,
ni su siervo, ni su sierva,
ni su buey, ni su asno,
ni nada que sea de tu prójimo»
|
No
desearás la mujer
de tu prójimo. |
9.
No consentirás pensamientos ni deseos impuros. |
No
codiciarás... nada
que sea de tu prójimo.» |
10.
No codiciarás los bienes ajenos.» |
434. «Maestro, ¿qué he de
hacer de bueno para conseguir la vida eterna?» (Mt 19, 16)
2052- 2054
2075-2076
Al joven que le pregunta
«Maestro, ¿qué he de hacer de bueno para conseguir la vida
eterna?», Jesús responde: «Si quieres entrar en la vida,
guarda los mandamientos», y después añade: «Ven y sígueme» (Mt
19, 16). Seguir a Jesús implica cumplir los Mandamientos. La
Ley no es abolida. Por el contrario, el hombre es invitado a
encontrarla en la persona del divino Maestro, que la realiza
perfectamente en sí mismo, revela su pleno significado y
atestigua su perennidad.
435. ¿Cómo interpreta Jesús
la Ley?
2055
Jesús interpreta la Ley a la
luz del doble y único mandamiento de la caridad, que es su
plenitud: «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con
toda tu alma y con toda tu mente. Éste es el mayor y primer
mandamiento. El segundo es semejante a éste: Amarás a tu
prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos penden
toda la Ley y los Profetas» (Mt 22, 37-40).
436. ¿Qué significa
«Decálogo»?
2056-2057
Decálogo significa las «diez
palabras» que recogen la Ley dada por Dios al pueblo de
Israel durante la Alianza hecha por medio de Moisés (Ex
34, 28). El Decálogo, al presentar los mandamientos del amor
a Dios (los tres primeros) y al prójimo (los otros siete),
traza, para el pueblo elegido y para cada uno en particular,
el camino de una vida liberada de la esclavitud del pecado.
437. ¿Cuál es el vínculo del
Decálogo con la Alianza?
2058-2063
2077
El Decálogo se comprende a la
luz de la Alianza, en la que Dios se revela, dando a conocer
su voluntad. Al guardar los Mandamientos, el pueblo expresa
su pertenencia a Dios, y responde con gratitud a su
iniciativa de amor.
438. ¿Qué importancia da la
Iglesia al Decálogo?
2064-2068
Fiel a la Escritura y
siguiendo el ejemplo de Jesús, la Iglesia ha reconocido en
el Decálogo una importancia y un significado fundamentales.
Los cristianos están obligados a observarlo.
439. ¿Por qué el Decálogo
constituye una unidad orgánica?
2069
2079
Los diez mandamientos
constituyen un todo orgánico e indisociable, porque cada
mandamiento remite a los demás y a todo el Decálogo. Por
tanto, transgredir un mandamiento es como quebrantar toda la
Ley.
440. ¿Por qué el Decálogo
obliga gravemente?
2072-2073
2081
El Decálogo obliga gravemente
porque enuncia los deberes fundamentales del hombre para con
Dios y para con el prójimo.
441. ¿Es posible cumplir el
Decálogo?
2074
2082
Sí, es posible cumplir el
Decálogo, porque Cristo, sin el cual nada podemos hacer, nos
hace capaces de ello con el don del Espíritu Santo y de la
gracia.
CAPÍTULO PRIMERO
«AMARÁS AL SEÑOR TU DIOS CON TODO TU CORAZÓN,
CON TODA TU ALMA Y CON TODAS TUS FUERZAS»
PRIMER MANDAMIENTO:
YO SOY EL SEÑOR TU DIOS. AMARÁS A DIOS
SOBRE TODAS LAS COSAS
442. ¿Qué implica la
afirmación de Dios: «Yo soy el Señor tu Dios» (Ex 20, 20)?
2083-2094
2133-2134
La afirmación: «Yo soy el
Señor tu Dios» implica para el fiel guardar y poner en
práctica las tres virtudes teologales, y evitar los pecados
que se oponen a ellas. La fe cree en Dios y rechaza
todo lo que le es contrario, como, por ejemplo, la duda
voluntaria, la incredulidad, la herejía, la apostasía y el
cisma. La esperanza aguarda confiadamente la
bienaventurada visión de Dios y su ayuda, evitando la
desesperación y la presunción. La caridad ama a Dios
sobre todas las cosas y rechaza la indiferencia, la
ingratitud, la tibieza, la pereza o indolencia espiritual y
el odio a Dios, que nace del orgullo.
443. ¿Qué comporta la Palabra
del Señor: «Adorarás al Señor tu Dios y a Él sólo darás
culto» (Mt 4, 10)?
2095-2105
2135-2136
Las palabras «adorarás al
Señor tu Dios y a Él sólo darás culto» suponen adorar a Dios
como Señor de todo cuanto existe; rendirle el culto debido
individual y comunitariamente; rezarle con expresiones de
alabanza, de acción de gracias y de súplica; ofrecerle
sacrificios, sobre todo el espiritual de nuestra vida, unido
al sacrificio perfecto de Cristo; mantener las promesas y
votos que se le hacen.
444. ¿Cómo ejerce el hombre
su derecho a rendir culto a Dios en verdad y en libertad?
2104-2109
2137
Todo hombre tiene el derecho
y el deber moral de buscar la verdad, especialmente en lo
que se refiere a Dios y a la Iglesia, y, una vez conocida,
de abrazarla y guardarla fielmente, rindiendo a Dios un
culto auténtico. Al mismo tiempo, la dignidad de la persona
humana requiere que, en materia religiosa, nadie sea forzado
a obrar contra su conciencia, ni impedido a actuar de
acuerdo con la propia conciencia, tanto pública como
privadamente, en forma individual o asociada, dentro de los
justos límites del orden público.
445. ¿Qué es lo que Dios
prohíbe cuando manda: «No tendrás otro Dios fuera de mí» (Ex
20, 2)?
2010-2128
2138-2140
Con el mandamiento «No
tendrás otro Dios fuera de mí» se prohíbe:
el politeísmo y la
idolatría, que diviniza a una criatura, el poder,
el dinero, incluso al demonio;
la superstición, que es una desviación del culto
debido al Dios verdadero, y que se expresa también bajo
las formas de adivinación, magia, brujería y
espiritismo;
la irreligión, que se manifiesta en tentar a Dios
con palabras o hechos; en el sacrilegio, que profana a
las personas y las cosas sagradas, sobre todo la
Eucaristía; en la simonía, que intenta comprar o vender
realidades espirituales;
el ateísmo, que rechaza la existencia de Dios,
apoyándose frecuentemente en una falsa concepción de la
autonomía humana;
el agnosticismo, según el cual, nada se puede
saber sobre Dios, y que abarca el indiferentismo y el
ateísmo práctico.
446. El mandato de Dios: «No
te harás escultura alguna...» (Ex 20, 3), ¿prohíbe el culto
a las imágenes?
2129-2132
2141
En el Antiguo Testamento, el
mandato «no te harás escultura alguna» prohibía representar
a Dios, absolutamente trascendente. A partir de la
encarnación del Verbo, el culto cristiano a las sagradas
imágenes está justificado (como afirma el II Concilio de
Nicea del año 787), porque se fundamenta en el Misterio del
Hijo de Dios hecho hombre, en el cual, el Dios trascendente
se hace visible. No se trata de una adoración de la imagen,
sino de una veneración de quien en ella se representa:
Cristo, la Virgen, los ángeles y los santos.
SEGUNDO MANDAMIENTO:
NO TOMARÁS EL NOMBRE DE DIOS EN VANO
447. ¿Cómo se respeta la
santidad del Nombre de Dios?
2142-2149
2160-2162
Se respeta la santidad del
Nombre de Dios invocándolo, bendiciéndole, alabándole y
glorificándole. Ha de evitarse, por tanto, el abuso de
apelar al Nombre de Dios para justificar un crimen, y todo
uso inconveniente de su Nombre, como la blasfemia,
que por su misma naturaleza es un pecado grave; la
imprecación y la infidelidad a las promesas
hechas en nombre de Dios.
448. ¿Por qué está prohibido
jurar en falso?
2150-2151
2163-2164
Está prohibido jurar en
falso, porque ello supone invocar en una causa a Dios, que
es la verdad misma, como testigo de una mentira.
«No jurar ni por
Criador, ni por criatura, si no fuere con verdad,
necesidad y reverencia» (San
Ignacio de Loyola).
449. ¿Qué es el perjurio?
2152-2155
El perjurio es hacer, bajo
juramento, una promesa con intención de no cumplirla, o bien
violar la promesa hecha bajo juramento. Es un pecado grave
contra Dios, que siempre es fiel a sus promesas.
TERCER MANDAMIENTO:
SANTIFICARÁS LAS FIESTAS
450. ¿Por qué Dios «ha
bendecido el día del sábado y lo ha declarado sagrado» (Ex
20,11)?
2168-2172
2189
Dios ha bendecido el sábado y
lo ha declarado sagrado, porque en este día se hace memoria
del descanso de Dios el séptimo día de la creación,
así como de la liberación de Israel de la esclavitud de
Egipto y de la Alianza que Dios hizo con su pueblo.
451. ¿Cómo se comporta Jesús
en relación con el sábado?
2173
Jesús reconoce la santidad
del sábado, y con su autoridad divina le da la
interpretación auténtica: «El sábado ha sido instituido para
el hombre y no el hombre para el sábado» (Mc 2, 27).
452. ¿Por qué motivo, para
los cristianos, el sábado ha sido sustituido por el domingo?
2174-2176
2190-2191
Para los cristianos, el
sábado ha sido sustituido por el domingo, porque éste es el
día de la Resurrección de Cristo. Como «primer día de la
semana» (Mc 16, 2), recuerda la primera Creación;
como «octavo día», que sigue al sábado, significa la nueva
Creación inaugurada con la Resurrección de Cristo. Es
considerado, así, por los cristianos como el primero de
todos los días y de todas las fiestas: el día del Señor,
en el que Jesús, con su Pascua, lleva a cumplimiento la
verdad espiritual del sábado judío y anuncia el descanso
eterno del hombre en Dios.
453. ¿Cómo se santifica el
domingo?
2177-2185
2192-2193
Los cristianos santifican el
domingo y las demás fiestas de precepto participando en la
Eucaristía del Señor y absteniéndose de las actividades que
les impidan rendir culto a Dios, o perturben la alegría
propia del día del Señor o el descanso necesario del alma y
del cuerpo. Se permiten las actividades relacionadas con las
necesidades familiares o los servicios de gran utilidad
social, siempre que no introduzcan hábitos perjudiciales a
la santificación del domingo, a la vida de familia y a la
salud.
454. ¿Por qué es importante
reconocer civilmente el domingo como día festivo?
2186-2188
2194-2195
Es importante que el domingo
sea reconocido civilmente como día festivo, a fin de que
todos tengan la posibilidad real de disfrutar del suficiente
descanso y del tiempo libre que les permitan cuidar la vida
religiosa, familiar, cultural y social; de disponer de
tiempo propicio para la meditación, la reflexión, el
silencio y el estudio, y de dedicarse a hacer el bien, en
particular en favor de los enfermos y de los ancianos.
CAPÍTULO SEGUNDO
«AMARÁS A TU
PRÓJIMO COMO A TI MISMO»
CUARTO MANDAMIENTO:
HONRARÁS A TU PADRE Y A TU MADRE
455. ¿Qué manda el cuarto
mandamiento?
2196-2200
2247-2248
El cuarto mandamiento ordena
honrar y respetar a nuestros padres, y a todos aquellos a
quienes Dios ha investido de autoridad para nuestro bien.
456. ¿Cuál es la naturaleza
de la familia en el plan de Dios?
2201-2205
2249
En el plan de Dios, un hombre
y una mujer, unidos en matrimonio, forman, por sí mismos y
con sus hijos, una familia. Dios ha instituido la familia y
le ha dotado de su constitución fundamental. El matrimonio y
la familia están ordenados al bien de los esposos y a la
procreación y educación de los hijos. Entre los miembros de
una misma familia se establecen relaciones personales y
responsabilidades primarias. En Cristo la familia se
convierte en Iglesia doméstica, porque es una
comunidad de fe, de esperanza y de amor.
457. ¿Qué lugar ocupa la
familia en la sociedad?
2207-2208
La familia es la célula
original de la sociedad humana, y precede a cualquier
reconocimiento por parte de la autoridad pública. Los
principios y valores familiares constituyen el fundamento de
la vida social. La vida de familia es una iniciación a la
vida de la sociedad.
458. ¿Qué deberes tiene la
sociedad en relación con la familia?
2209-2213
2250
La sociedad tiene el deber de
sostener y consolidar el matrimonio y la familia, siempre en
el respeto del principio de subsidiaridad. Los poderes
públicos deben respetar, proteger y favorecer la verdadera
naturaleza del matrimonio y de la familia, la moral pública,
los derechos de los padres, y el bienestar doméstico.
459. ¿Cuáles son los deberes
de los hijos hacia sus padres?
2214-2220
2251
Los hijos deben a sus padres
respeto (piedad filial), reconocimiento, docilidad y
obediencia, contribuyendo así, junto a las buenas relaciones
entre hermanos y hermanas, al crecimiento de la armonía y de
la santidad de toda la vida familiar. En caso de que los
padres se encuentren en situación de pobreza, de enfermedad,
de soledad o de ancianidad, los hijos adultos deben
prestarles ayuda moral y material.
460. ¿Cuáles son los deberes
de los padres hacia los hijos?
2221-2231
Los padres, partícipes de la
paternidad divina, son los primeros responsables de la
educación de sus hijos y los primeros anunciadores de la fe.
Tienen el deber de amar y de respetar a sus hijos como
personas y como hijos de Dios, y proveer, en
cuanto sea posible, a sus necesidades materiales y
espirituales, eligiendo para ellos una escuela adecuada, y
ayudándoles con prudentes consejos en la elección de la
profesión y del estado de vida. En especial, tienen la
misión de educarlos en la fe cristiana.
461. ¿Cómo educan los padres
a sus hijos en la fe cristiana?
2252-2253
Los padres educan a sus hijos
en la fe cristiana principalmente con el ejemplo, la
oración, la catequesis familiar y la participación en la
vida de la Iglesia.
462. ¿Son un bien absoluto
los vínculos familiares?
2232-2233
Los vínculos familiares,
aunque sean importantes, no son absolutos, porque la primera
vocación del cristiano es seguir a Jesús, amándolo: «El que
ama su padre o a su madre más que a mí no es digno de mí» (Mt
10, 37). Los padres deben favorecer gozosamente el
seguimiento de Jesús por parte de sus hijos en todo estado
de vida, también en la vida consagrada y en el ministerio
sacerdotal.
463. ¿Cómo se ejerce la
autoridad en los distintos ámbitos de la sociedad civil?
2234-2237
2254
En los distintos ámbitos de
la sociedad civil, la autoridad se ejerce siempre como un
servicio, respetando los derechos fundamentales del hombre,
una justa jerarquía de valores, las leyes, la justicia
distributiva y el principio de subsidiaridad. Cada cual, en
el ejercicio de la autoridad, debe buscar el interés de la
comunidad antes que el propio, y debe inspirar sus
decisiones en la verdad sobre Dios, sobre el hombre y sobre
el mundo.
464. ¿Cuáles son los deberes
de los ciudadanos respecto a las autoridades civiles?
2238-2241
2255
Quienes están sometidos a las
autoridades deben considerarlas como representantes de Dios,
ofreciéndoles una colaboración leal para el buen
funcionamiento de la vida pública y social. Esto exige el
amor y servicio de la patria, el derecho y el deber del
voto, el pago de los impuestos, la defensa del país y el
derecho a una crítica constructiva.
465. ¿Cuándo el ciudadano no
debe obedecer a las autoridades civiles?
2238-2241
2255
El ciudadano no debe en
conciencia obedecer cuando las prescripciones de la
autoridad civil se opongan a las exigencias del orden moral:
«Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres» (Hch
5, 29).
QUINTO MANDAMIENTO:
NO MATARÁS
466. ¿Por qué ha de ser
respetada la vida humana?
2242-2262
2318-2320
La vida humana ha de ser
respetada porque es sagrada. Desde el comienzo supone
la acción creadora de Dios y permanece para siempre en una
relación especial con el Creador, su único fin. A nadie le
es lícito destruir directamente a un ser humano inocente,
porque es gravemente contrario a la dignidad de la persona y
a la santidad del Creador. «No quites la vida del inocente y
justo» (Ex 23, 7).
467. ¿Por qué la legítima
defensa de la persona y de la sociedad no va contra esta
norma?
2263-2265
Con la legítima defensa se
toma la opción de defenderse y se valora el derecho a la
vida, propia o del otro, pero no la opción de matar. La
legítima defensa, para quien tiene la responsabilidad de la
vida de otro, puede también ser un grave deber. Y no debe
suponer un uso de la violencia mayor que el necesario.
468. ¿Para qué sirve una
pena?
2266
Una pena impuesta por la
autoridad pública, tiene como objetivo reparar el desorden
introducido por la culpa, defender el orden público y la
seguridad de las personas y contribuir a la corrección del
culpable.
469. ¿Qué pena se puede
imponer?
2267
La pena impuesta debe ser
proporcionada a la gravedad del delito. Hoy, como
consecuencia de las posibilidades que tiene el Estado para
reprimir eficazmente el crimen, haciendo inofensivo a aquél
que lo ha cometido, los casos de absoluta necesidad de pena
de muerte «suceden muy rara vez, si es que ya en realidad se
dan algunos» (Juan Pablo II, Carta Encíclica
Evangelium vitae). Cuando los medios incruentos son
suficientes, la autoridad debe limitarse a estos medios,
porque corresponden mejor a las condiciones concretas del
bien común, son más conformes a la dignidad de la persona y
no privan definitivamente al culpable de la posibilidad de
rehabilitarse.
470. ¿Qué prohíbe el quinto
mandamiento?
2268-2283
2321-2326
El quinto mandamiento
prohíbe, como gravemente contrarios a la ley moral:
1) El homicidio
directo y voluntario y la cooperación al mismo.
2) El aborto directo, querido como fin o como
medio, así como la cooperación al mismo, bajo pena de
excomunión, porque el ser humano, desde el instante de
su concepción, ha de ser respetado y protegido de modo
absoluto en su integridad.
3) La eutanasia directa, que consiste en poner
término, con una acción o una omisión de lo necesario, a
la vida de las personas discapacitadas, gravemente
enfermas o próximas a la muerte.
4) El suicidio y la cooperación voluntaria al
mismo, en cuanto es una ofensa grave al justo amor de
Dios, de sí mismo y del prójimo; por lo que se refiere a
la responsabilidad, ésta puede quedar agravada en razón
del escándalo o atenuada por particulares trastornos
psíquicos o graves temores.
471. ¿Qué tratamientos
médicos se permiten cuando la muerte se considera inminente?
2278-2279
Los cuidados que se deben de
ordinario a una persona enferma no pueden ser legítimamente
interrumpidos; son legítimos, sin embargo, el uso de
analgésicos, no destinados a causar la muerte, y la renuncia
al «encarnizamiento terapéutico», esto es, a la utilización
de tratamientos médicos desproporcionados y sin esperanza
razonable de resultado positivo.
472. ¿Por qué la sociedad
debe proteger a todo embrión?
2274
La sociedad debe proteger a
todo embrión, porque el derecho inalienable a la vida de
todo individuo humano desde su concepción es un elemento
constitutivo de la sociedad civil y de su legislación.
Cuando el Estado no pone su fuerza al servicio de los
derechos de todos, y en particular de los más débiles, entre
los que se encuentran los concebidos y aún no nacidos,
quedan amenazados los fundamentos mismos de un Estado de
derecho.
473. ¿Cómo se evita el
escándalo?
2284-2287
El escándalo, que consiste en
inducir a otro a obrar el mal, se evita respetando el alma y
el cuerpo de la persona. Pero si se induce deliberadamente a
otros a pecar gravemente, se comete una culpa grave.
474. ¿Qué deberes tenemos
hacia nuestro cuerpo?
2288-2291
Debemos tener un razonable
cuidado de la salud física, la propia y la de los demás,
evitando siempre el culto al cuerpo y toda suerte de
excesos. Ha de evitarse, además, el uso de estupefacientes,
que causan gravísimos daños a la salud y a la vida humana, y
también el abuso de los alimentos, del alcohol, del tabaco y
de los medicamentos.
475. ¿Cuándo son moralmente
legítimas las experimentaciones científicas, médicas o
psicológicas sobre las personas o sobre grupos humanos?
2292-2295
Las experimentaciones
científicas, médicas o psicológicas sobre las personas o
sobre grupos humanos son moralmente legítimas si están al
servicio del bien integral de la persona y de la sociedad,
sin riesgos desproporcionados para la vida y la integridad
física y psíquica de los sujetos, oportunamente informados y
contando con su consentimiento.
476. ¿Se permiten el
trasplante y la donación de órganos antes y después de la
muerte?
2296
El trasplante de órganos es
moralmente aceptable con el consentimiento del donante y sin
riesgos excesivos para él. Para el noble acto de la donación
de órganos después de la muerte, hay que contar con la plena
certeza de la muerte real del donante.
477. ¿Qué prácticas son
contrarias al respeto a la integridad corporal de la persona
humana?
2297-2298
Prácticas contrarias al
respeto a la integridad corporal de la persona humana son
las siguientes: los secuestros de personas y la toma de
rehenes, el terrorismo, la tortura, la violencia y la
esterilización directa. Las amputaciones y mutilaciones de
una persona están moralmente permitidas sólo por los
indispensables fines terapéuticos de las mismas.
478. ¿Qué cuidados deben
procurarse a los moribundos?
2299
Los moribundos tienen derecho
a vivir con dignidad los últimos momentos de su vida
terrena, sobre todo con la ayuda de la oración y de los
sacramentos, que preparan al encuentro con el Dios vivo.
479. ¿Cómo deben ser tratados
los cuerpos de los difuntos?
2300-2301
Los cuerpos de los difuntos
deben ser tratados con respeto y caridad. La cremación de
los mismos está permitida, si se hace sin poner en cuestión
la fe en la Resurrección de los cuerpos.
480. ¿Qué exige el Señor a
toda persona para la defensa de la paz?
2302-2303
El Señor que proclama «bienaventurados
los que construyen la paz» (Mt 5, 9), exige la paz
del corazón y denuncia la inmoralidad de la ira, que es el
deseo de venganza por el mal recibido, y del odio, que lleva
a desear el mal al prójimo. Estos comportamientos, si son
voluntarios y consentidos en cosas de gran importancia, son
pecados graves contra la caridad.
481. ¿En qué consiste la paz
en el mundo?
2304-2305
La paz en el mundo, que es la
búsqueda del respeto y del desarrollo de la vida humana, no
es simplemente ausencia de guerra o equilibrio de fuerzas
contrarias, sino que es «la tranquilidad del orden» (San
Agustín), «fruto de la justicia» (Is 32, 17) y efecto
de la caridad. La paz en la tierra es imagen y fruto de la
paz de Cristo.
482. ¿Qué se requiere para la
paz en el mundo?
2304
2307-2308
Para la paz en el mundo se
requiere la justa distribución y la tutela de los bienes de
las personas, la libre comunicación entre los seres humanos,
el respeto a la dignidad de las personas humanas y de los
pueblos, y la constante práctica de la justicia y de la
fraternidad.
483. ¿Cuándo está moralmente
permitido el uso de la fuerza militar?
2307-2310
El uso de la fuerza militar
está moralmente justificado cuando se dan simultáneamente
las siguientes condiciones: certeza de que el daño causado
por el agresor es duradero y grave; la ineficacia de toda
alternativa pacífica; fundadas posibilidades de éxito en la
acción defensiva y ausencia de males aún peores, dado el
poder de los medios modernos de destrucción.
484. En caso de amenaza de
guerra, ¿a quién corresponde determinar si se dan las
anteriores condiciones?
2309
Determinar si se dan las
condiciones para un uso moral de la fuerza militar compete
al prudente juicio de los gobernantes, a quienes corresponde
también el derecho de imponer a los ciudadanos la obligación
de la defensa nacional, dejando a salvo el derecho personal
a la objeción de conciencia y a servir de otra forma a la
comunidad humana.
485. ¿Qué exige la ley moral
en caso de guerra?
2312-2314
2328
La ley moral permanece
siempre válida, aún en caso de guerra. Exige que sean
tratados con humanidad los no combatientes, los soldados
heridos y los prisioneros. Las acciones deliberadamente
contrarias al derecho de gentes, como también las
disposiciones que las ordenan, son crímenes que la
obediencia ciega no basta para excusar. Se deben condenar
las destrucciones masivas así como el exterminio de un
pueblo o de una minoría étnica, que son pecados gravísimos;
y hay obligación moral de oponerse a la voluntad de quienes
los ordenan.
486. ¿Qué es necesario hacer
para evitar la guerra?
2315-2317
2327-2330
Se debe hacer todo lo
razonablemente posible para evitar a toda costa la guerra,
teniendo en cuenta los males e injusticias que ella misma
provoca. En particular, es necesario evitar la acumulación y
el comercio de armas no debidamente reglamentadas por los
poderes legítimos; las injusticias, sobre todo económicas y
sociales; las discriminaciones étnicas o religiosas; la
envidia, la desconfianza, el orgullo y el espíritu de
venganza. Cuanto se haga por eliminar estos u otros
desórdenes ayuda a construir la paz y a evitar la guerra.
SEXTO MANDAMIENTO:
NO COMETERÁS ACTOS IMPUROS
487. ¿Qué corresponde a la
persona humana frente a la propia identidad sexual?
2331-2336
2392-2393
Dios ha creado al hombre como
varón y mujer, con igual dignidad personal, y ha inscrito en
él la vocación del amor y de la comunión. Corresponde a cada
uno aceptar la propia identidad sexual, reconociendo la
importancia de la misma para toda la persona, su
especificidad y complementariedad.
488. ¿Qué es la castidad?
2337-2338
La castidad es la positiva
integración de la sexualidad en la persona. La sexualidad es
verdaderamente humana cuando está integrada de manera justa
en la relación de persona a persona. La castidad es una
virtud moral, un don de Dios, una gracia y un fruto del
Espíritu.
489. ¿Qué supone la virtud de
la castidad?
2339-2341
La virtud de la castidad
supone la adquisición del dominio de sí mismo, como
expresión de libertad humana destinada al don de uno mismo.
Para este fin, es necesaria una integral y permanente
educación, que se realiza en etapas graduales de
crecimiento.
490. ¿De qué medios
disponemos para ayudarnos a vivir la castidad?
2340-2347
Son numerosos los medios de
que disponemos para vivir la castidad: la gracia de Dios, la
ayuda de los sacramentos, la oración, el conocimiento de uno
mismo, la práctica de una ascesis adaptada a las diversas
situaciones y el ejercicio de las virtudes morales, en
particular de la virtud de la templanza, que busca que la
razón sea la guía de las pasiones.
491. ¿De qué modos todos
están llamados a vivir la castidad?
2348-2350
2394
Todos, siguiendo a Cristo
modelo de castidad, están llamados a llevar una vida casta
según el propio estado de vida: unos viviendo en la
virginidad o en el celibato consagrado, modo eminente de
dedicarse más fácilmente a Dios, con corazón indiviso;
otros, si están casados, viviendo la castidad conyugal; los
no casados, practicando la castidad en la continencia.
492. ¿Cuáles son los
principales pecados contra la castidad?
2351-2359
2396
Son pecados gravemente
contrarios a la castidad, cada uno según la naturaleza del
propio objeto: el adulterio, la masturbación, la
fornicación, la pornografía, la prostitución, el estupro y
los actos homosexuales. Estos pecados son expresión del
vicio de la lujuria. Si se cometen con menores, estos actos
son un atentado aún más grave contra su integridad física y
moral.
493. ¿Por qué el sexto
mandamiento prohíbe todos los pecados contra la castidad?
2336
Aunque en el texto bíblico
del Decálogo se dice «no cometerás adulterio» (Ex 20,
14), la Tradición de la Iglesia tiene en cuenta todas las
enseñanzas morales del Antiguo y del Nuevo Testamento, y
considera el sexto mandamiento como referido al conjunto de
todos los pecados contra la castidad.
494. ¿Cuáles son los deberes
de las autoridades civiles respecto a la castidad?
2354
Las autoridades civiles, en
cuanto obligadas a promover el respeto a la dignidad de la
persona humana, deben contribuir a crear un ambiente
favorable a la castidad, impidiendo inclusive, mediante
leyes adecuadas, algunas de las graves ofensas a la castidad
antes mencionadas, en orden sobre todo a proteger a los
menores y a los más débiles.
495. ¿Cuáles son los bienes
del amor conyugal, al que está ordenada la sexualidad?
2360-2361
2397-2398
Los bienes del amor conyugal,
que para los bautizados está santificado por el sacramento
del Matrimonio, son: la unidad, la fidelidad, la
indisolubilidad y la apertura a la fecundidad.
496. ¿Cuál es el significado
del acto conyugal?
2362-2367
El acto conyugal tiene un
doble significado: de unión (la mutua donación de los
cónyuges), y de procreación (apertura a la transmisión de la
vida). Nadie puede romper la conexión inseparable que Dios
ha querido entre los dos significados del acto conyugal,
excluyendo de la relación el uno o el otro.
497. ¿Cuándo es moral la
regulación de la natalidad?
2368-2369
2399
La regulación de la
natalidad, que representa uno de los aspectos de la
paternidad y de la maternidad responsables, es objetivamente
conforme a la moralidad cuando se lleva a cabo por los
esposos sin imposiciones externas; no por egoísmo, sino por
motivos serios; y con métodos conformes a los criterios
objetivos de la moralidad, esto es, mediante la continencia
periódica y el recurso a los períodos de infecundidad.
498. ¿Cuáles son los medios
inmorales para la regulación de la natalidad?
2370-2372
Es intrínsecamente inmoral
toda acción –como, por ejemplo, la esterilización directa o
la contracepción–, que, bien en previsión del acto conyugal
o en su realización, o bien en el desarrollo de sus
consecuencias naturales, se proponga como fin o como medio,
impedir la procreación.
499. ¿Por qué son inmorales
la inseminación y la fecundación artificial?
2373-2377
La inseminación y la
fecundación artificial son inmorales, porque disocian la
procreación del acto conyugal con el que los esposos se
entregan mutuamente, instaurando así un dominio de la
técnica sobre el origen y sobre el destino de la persona
humana. Además, la inseminación y la fecundación heterólogas,
mediante el recurso a técnicas que implican a una persona
extraña a la pareja conyugal, lesionan el derecho del hijo a
nacer de un padre y de una madre conocidos por él, ligados
entre sí por matrimonio y poseedores exclusivos del derecho
a llegar a ser padre y madre solamente el uno a través del
otro.
500. ¿Cómo ha de ser
considerado un hijo?
2378
El hijo es un don de Dios,
el don más grande dentro del Matrimonio. No existe el
derecho a tener hijos («tener un hijo, sea como sea»). Sí
existe, en cambio, el derecho del hijo a ser fruto del acto
conyugal de sus padres, y también el derecho a ser respetado
como persona desde el momento de su concepción.
501. ¿Qué pueden hacer los
esposos cuando no tienen hijos?
2379
Cuando el don del hijo no les
es concedido, los esposos, después de haber agotado todos
los legítimos recursos de la medicina, pueden mostrar su
generosidad mediante la tutela o la adopción, o bien
realizando servicios significativos en beneficio del
prójimo. Así ejercen una preciosa fecundidad espiritual.
502. ¿Cuáles son las ofensas
a la dignidad del Matrimonio?
2380-2391
2400
Las ofensas a la dignidad del
Matrimonio son las siguientes: el adulterio, el divorcio, la
poligamia, el incesto, la unión libre (convivencia,
concubinato) y el acto sexual antes o fuera del matrimonio.
SÉPTIMO MANDAMIENTO:
NO ROBARÁS
503. ¿Qué declara el séptimo
mandamiento?
2401-2402
El séptimo mandamiento
declara el destino y distribución universal de los bienes;
el derecho a la propiedad privada; el respeto a las
personas, a sus bienes y a la integridad de la creación. La
Iglesia encuentra también en este mandamiento el fundamento
de su doctrina social, que comprende la recta gestión en la
actividad económica y en la vida social y política; el
derecho y el deber del trabajo humano; la justicia y la
solidaridad entre las naciones y el amor a los pobres.
504. ¿Qué condiciones se
requieren para el derecho a la propiedad privada?
2403
Existe el derecho a la
propiedad privada cuando se ha adquirido o recibido de modo
justo, y prevalezca el destino universal de los bienes, para
satisfacer las necesidades fundamentales de todos los
hombres.
505. ¿Cuál es la finalidad de
la propiedad privada?
2404-2406
La finalidad de la propiedad
privada es garantizar la libertad y la dignidad de cada
persona, ayudándole a satisfacer las necesidades
fundamentales propias, las de aquellos sobre los que tiene
responsabilidad, y también las de otros que viven en
necesidad.
506. ¿Qué otras cosas
prescribe el séptimo mandamiento?
2407-2415
2450-2451
El séptimo mandamiento
prescribe el respeto a los bienes ajenos mediante la
práctica de la justicia y de la caridad, de la templanza y
de la solidaridad. En particular, exige el respeto a las
promesas y a los contratos estipulados; la reparación
de la injusticia cometida y la restitución del bien
robado; el respeto a la integridad de la Creación,
mediante el uso prudente y moderado de los recursos
minerales, vegetales y animales del universo, con singular
atención a las especies amenazadas de extinción.
507. ¿Cuál debe ser el
comportamiento del hombre para con los animales?
2416-2418
2457
El hombre debe tratar a los
animales, criaturas de Dios, con benevolencia, evitando
tanto el desmedido amor hacia ellos, como su utilización
indiscriminada, sobre todo en experimentos científicos,
efectuados al margen de los límites razonables y con
inútiles sufrimientos para los animales mismos.
508. ¿Qué prohíbe el séptimo
mandamiento?
2408-2413
2453-2455
El séptimo mandamiento
prohíbe ante todo el robo, que es la usurpación del bien
ajeno contra la razonable voluntad de su dueño. Esto sucede
también cuando se pagan salarios injustos, cuando se
especula haciendo variar artificialmente el valor de los
bienes para obtener beneficio en detrimento ajeno, y cuando
se falsifican cheques y facturas. Prohíbe además cometer
fraudes fiscales o comerciales y ocasionar voluntariamente
un daño a las propiedades privadas o públicas. Prohíbe
igualmente la usura, la corrupción, el abuso privado de
bienes sociales, los trabajos culpablemente mal realizados y
el despilfarro.
509. ¿Cuál es el contenido de
la doctrina social de la Iglesia?
2419-2423
La doctrina social de la
Iglesia, como desarrollo orgánico de la verdad del Evangelio
acerca de la dignidad de la persona humana y sus dimensiones
sociales, contiene principios de reflexión, formula
criterios de juicio y ofrece normas y orientaciones para la
acción
510. ¿Cuándo interviene la
Iglesia en materia social?
2420
2458
La Iglesia interviene
emitiendo un juicio moral en materia económica y social,
cuando lo exigen los derechos fundamentales de la persona,
el bien común o la salvación de las almas.
511. ¿Cómo ha de ejercerse la
vida social y económica?
2459
La vida social y económica ha
de ejercerse según los propios métodos, en el ámbito del
orden moral, al servicio del hombre en su integridad y de
toda la comunidad humana, en el respeto a la justicia
social. La vida social y económica debe tener al hombre como
autor, centro y fin.
512. ¿Qué se opone a la
doctrina social de la Iglesia?
2424-2425
Se oponen a la doctrina
social de la Iglesia los sistemas económicos y sociales que
sacrifican los derechos fundamentales de las personas, o que
hacen del lucro su regla exclusiva y fin último. Por eso la
Iglesia rechaza las ideologías asociadas, en los tiempos
modernos, al «comunismo» u otras formas ateas y totalitarias
de «socialismo». Rechaza también, en la práctica del
«capitalismo», el individualismo y la primacía absoluta de
las leyes del mercado sobre el trabajo humano.
513. ¿Qué significado tiene
el trabajo para el hombre?
2426-2428
2460-2461
Para el hombre, el trabajo es
un deber y un derecho, mediante el cual colabora con Dios
Creador. En efecto, trabajando con empeño y competencia, la
persona actualiza las capacidades inscritas en su
naturaleza, exalta los dones del Creador y los talentos
recibidos; procura su sustento y el de su familia y sirve a
la comunidad humana. Por otra parte, con la gracia de Dios,
el trabajo puede ser un medio de santificación y de
colaboración con Cristo para la salvación de los demás.
514. ¿A qué tipo de trabajo
tiene derecho toda persona?
2429,
2433-2434
El acceso a un trabajo seguro
y honesto debe estar abierto a todos, sin discriminación
injusta, dentro del respeto a la libre iniciativa económica
y a una equitativa distribución.
515. ¿Cuál es la
responsabilidad del Estado con respecto al trabajo?
2431
Compete al Estado procurar la
seguridad sobre las garantías de las libertades individuales
y de la propiedad, además de un sistema monetario estable y
de unos servicios públicos eficientes; y vigilar y encauzar
el ejercicio de los derechos humanos en el sector económico.
Teniendo en cuenta las circunstancias, la sociedad debe
ayudar a los ciudadanos a encontrar trabajo.
516. ¿Qué compete a los
dirigentes de empresa?
2432
Los dirigentes de las
empresas tienen la responsabilidad económica y ecológica de
sus operaciones. Están obligados a considerar el bien de las
personas y no solamente el aumento de las ganancias, aunque
éstas son necesarias para asegurar las inversiones, el
futuro de las empresas, los puestos de trabajo y el buen
funcionamiento de la vida económica.
517. ¿Qué deberes tienen los
trabajadores?
2435
Los trabajadores deben
cumplir con su trabajo en conciencia, con competencia y
dedicación, tratando de resolver los eventuales conflictos
mediante el diálogo. El recurso a la huelga no violenta es
moralmente legítimo cuando se presenta como el instrumento
necesario, en vistas a unas mejoras proporcionadas y
teniendo en cuenta el bien común.
518. ¿Cómo se realiza la
justicia y la solidaridad entre las naciones?
2437-2441
En el plano internacional,
todas las naciones e instituciones deben obrar con
solidaridad y subsidiaridad, a fin de eliminar, o al menos
reducir, la miseria, la desigualdad de los recursos y de los
medios económicos, las injusticias económicas y sociales, la
explotación de las personas, la acumulación de las deudas de
los países pobres y los mecanismos perversos que
obstaculizan el desarrollo de los países menos
desarrollados.
519. ¿De qué modo participan
los cristianos en la vida política y social?
2442
Los fieles cristianos laicos
intervienen directamente en la vida política y social,
animando con espíritu cristiano las realidades temporales, y
colaborando con todos como auténticos testigos del Evangelio
y constructores de la paz y de la justicia.
520. ¿En qué se inspira el
amor a los pobres?
2443-2449
2462-2463
El amor a los pobres se
inspira en el Evangelio de las bienaventuranzas y en el
ejemplo de Jesús en su constante atención a los pobres.
Jesús dijo: «Cuanto hicisteis a uno de estos hermanos míos
más pequeños, a mí me lo hicisteis» (Mt 25, 40). El
amor a los pobres se realiza mediante la lucha contra la
pobreza material, y también contra las numerosas formas de
pobreza cultural, moral y religiosa. Las obras de
misericordia espirituales y corporales, así como las
numerosas instituciones benéficas a lo largo de los siglos,
son un testimonio concreto del amor preferencial por los
pobres que caracteriza a los discípulos de Jesús.
OCTAVO MANDAMIENTO:
NO DARÁS FALSO TESTIMONIO NI MENTIRÁS
521. ¿Qué deberes tiene el
hombre hacia la verdad?
2462-2470
2504
Toda persona está llamada a
la sinceridad y a la veracidad en el hacer y en el hablar.
Cada uno tiene el deber de buscar la verdad y adherirse a
ella, ordenando la propia vida según las exigencias de la
verdad. En Jesucristo, la verdad de Dios se ha manifestado
íntegramente: Él es la Verdad. Quien le sigue vive en
el Espíritu de la verdad, y rechaza la doblez, la simulación
y la hipocresía.
522. ¿Cómo se da testimonio
de la verdad?
2471-2474
2505-2506
El cristiano debe dar
testimonio de la verdad evangélica en todos los campos de su
actividad pública y privada; incluso con el sacrificio, si
es necesario, de la propia vida. El martirio es el
testimonio supremo de la verdad de la fe.
523.¿Qué prohíbe el octavo
mandamiento?
2475-2487
2507-2509
El octavo mandamiento
prohíbe:
1) El falso
testimonio, el perjurio y la mentira, cuya gravedad
se mide según la naturaleza de la verdad que deforma, de
las circunstancias, de las intenciones del mentiroso y
de los daños ocasionados a las víctimas.
2) El juicio temerario, la maledicencia,
la difamación y la calumnia, que
perjudican o destruyen la buena reputación y el honor, a
los que tiene derecho toda persona.
3) El halago, la adulación o la
complacencia, sobre todo si están orientados a pecar
gravemente o para lograr ventajas ilícitas.
Una culpa cometida contra la verdad debe ser reparada,
si ha causado daño a otro.
524. ¿Qué exige el octavo
mandamiento?
2488-2492
2510-2511
El octavo mandamiento exige
el respeto a la verdad, acompañado de la discreción de la
caridad: en la comunicación y en la información,
que deben valorar el bien personal y común, la defensa de la
vida privada y el peligro del escándalo; en la reserva de
los secretos profesionales, que han de ser siempre
guardados, salvo en casos excepcionales y por motivos graves
y proporcionados. También se requiere el respeto a las
confidencias hechas bajo la exigencia de secreto.
525. ¿Cuál debe ser el uso de
los medios de comunicación social?
2493-2499
2512
La información a través de
los medios de comunicación social debe estar al servicio del
bien común, y debe ser siempre veraz en su contenido e
íntegra, salvando la justicia y la caridad. Debe también
expresarse de manera honesta y conveniente, respetando
escrupulosamente las leyes morales, los legítimos derechos y
la dignidad de las personas.
526. ¿Qué relación existe
entre la verdad, la belleza y el arte sacro?
2500-2503
2513
La verdad es bella por sí
misma. Supone el esplendor de la belleza espiritual.
Existen, más allá de la palabra, numerosas formas de
expresión de la verdad, en particular en las obras de arte.
Son fruto de un talento donado por Dios y del esfuerzo del
hombre. El arte sacro, para ser bello y verdadero,
debe evocar y glorificar el Misterio del Dios manifestado en
Cristo, y llevar a la adoración y al amor de Dios Creador y
Salvador, excelsa Belleza de Verdad y Amor.
NOVENO MANDAMIENTO:
NO CONSENTIRÁS PENSAMIENTOS NI DESEOS IMPUROS
527. ¿Qué exige el noveno
mandamiento?
2514-2516
2528-2530
El noveno mandamiento exige
vencer la concupiscencia carnal en los pensamientos y en los
deseos. La lucha contra esta concupiscencia supone la
purificación del corazón y la práctica de la virtud de la
templanza.
528. ¿Qué prohíbe el noveno
mandamiento?
2517-2519
2531-2532
El noveno mandamiento prohíbe
consentir pensamientos y deseos relativos a acciones
prohibidas por el sexto mandamiento.
529. ¿Cómo se llega a la
pureza del corazón?
2520
El bautizado, con la gracia
de Dios y luchando contra los deseos desordenados, alcanza
la pureza del corazón mediante la virtud y el don de la
castidad, la pureza de intención, la pureza de la mirada
exterior e interior, la disciplina de los sentimientos y de
la imaginación, y con la oración.
530.¿Qué otras cosas exige la
pureza?
2521-2527
2533
La pureza exige el pudor,
que, preservando la intimidad de la persona, expresa la
delicadeza de la castidad y regula las miradas y gestos, en
conformidad con la dignidad de las personas y con la
relación que existe entre ellas. El pudor libera del
difundido erotismo y mantiene alejado de cuanto favorece la
curiosidad morbosa. Requiere también una purificación del
ambiente social, mediante la lucha constante contra la
permisividad de las costumbres, basada en un erróneo
concepto de la libertad humana.
DÉCIMO MANDAMIENTO:
NO CODICIARÁS LOS BIENES AJENOS
531. ¿Qué manda y qué prohíbe
el décimo mandamiento?
2534-2540
2551-2554
Este mandamiento, que
complementa al precedente, exige una actitud interior de
respeto en relación con la propiedad ajena, y prohíbe la
avaricia, el deseo desordenado de los bienes de
otros y la envidia, que consiste en la tristeza
experimentada ante los bienes del prójimo y en el deseo
desordenado de apropiarse de los mismos.
532. ¿Qué exige Jesús con la
pobreza del corazón?
2544-2547
2556
Jesús exige a sus discípulos
que le antepongan a Él respecto a todo y a todos. El
desprendimiento de las riquezas –según el espíritu de la
pobreza evangélica– y el abandono a la providencia de Dios,
que nos libera de la preocupación por el mañana, nos
preparan para la bienaventuranza de «los pobres de espíritu,
porque de ellos es el Reino de los Cielos» (Mt 5, 3).
533. ¿Cuál es el mayor deseo
del hombre?
2548-2550
2557
El mayor deseo del hombre es
ver a Dios. Éste es el grito de todo su ser: «¡Quiero ver a
Dios!». El hombre, en efecto, realiza su verdadera y plena
felicidad en la visión y en la bienaventuranza de Aquel que
lo ha creado por amor, y lo atrae hacia sí en su infinito
amor.
«El que ve a Dios
obtiene todos los bienes que se pueden concebir»
(San Gregorio de Nisa).
CUARTA PARTE
LA ORACIÓN CRISTIANA
PRIMERA SECCIÓN
LA ORACIÓN
EN LA VIDA CRISTIANA
534. ¿Qué es la oración?
2558-2565
2590
La oración es la elevación
del alma a Dios o la petición al Señor de bienes conformes a
su voluntad. La oración es siempre un don de Dios que sale
al encuentro del hombre. La oración cristiana es relación
personal y viva de los hijos de Dios con su Padre
infinitamente bueno, con su Hijo Jesucristo y con el
Espíritu Santo, que habita en sus corazones.
CAPÍTULO PRIMERO
LA REVELACIÓN DE LA
ORACIÓN
535. ¿Por qué existe una
vocación universal a la oración?
2566-2567
2591
Existe una vocación universal
a la oración, porque Dios, por medio de la creación, llama a
todo ser desde la nada; e incluso después de la caída, el
hombre sigue siendo capaz de reconocer a su Creador,
conservando el deseo de Aquel que le ha llamado a la
existencia. Todas las religiones y, de modo particular, toda
la historia de la salvación, dan testimonio de este deseo de
Dios por parte del hombre; pero es Dios quien primero e
incesantemente atrae a todos al encuentro misterioso de la
oración.
LA REVELACIÓN DE LA
ORACIÓN
EN EL ANTIGUO TESTAMENTO
536. ¿En qué sentido Abraham
es un modelo de oración?
2570-2573
2592
Abraham es un modelo de
oración porque camina en la presencia de Dios, le escucha y
obedece. Su oración es un combate de la fe porque, aún en
los momentos de prueba, él continúa creyendo que Dios es
fiel. Aún más, después de recibir en su propia tienda la
visita del Señor que le confía sus designios, Abraham se
atreve a interceder con audaz confianza por los pecadores.
537. ¿Cómo oraba Moisés?
2574-2577
2593
La oración de Moisés es
modelo de la oración contemplativa: Dios, que llama a Moisés
desde la zarza ardiente, conversa frecuente y largamente con
él «cara a cara, como habla un hombre con su amigo» (Ex
33, 11). De esta intimidad con Dios, Moisés saca la fuerza
para interceder con tenacidad a favor del pueblo; su oración
prefigura así la intercesión del único mediador, Cristo
Jesús.
538. ¿Qué relaciones tienen
en el Antiguo Testamento el templo y el rey con la oración?
2578-2580
2594
A la sombra de la morada de
Dios –el Arca de la Alianza y más tarde el Templo– se
desarrolla la oración del Pueblo de Dios bajo la guía de sus
pastores. Entre ellos, David es el rey «según el corazón de
Dios» (cf Hch 13, 22), el pastor que ora por su
pueblo. Su oración es un modelo para la oración del pueblo,
puesto que es adhesión a la promesa divina, y confianza
plena de amor, en Aquél que es el solo Rey y Señor.
539. ¿Qué papel desempeña la
oración en la misión de los Profetas?
2581-2584
Los Profetas sacan de la
oración luz y fuerza para exhortar al pueblo a la fe y a la
conversión del corazón: entran en una gran intimidad con
Dios e interceden por los hermanos, a quienes anuncian
cuanto han visto y oído del Señor. Elías es el padre de los
Profetas, de aquellos que buscan el Rostro de Dios. En el
monte Carmelo, obtiene el retorno del pueblo a la fe gracias
a la intervención de Dios, al que Elías suplicó así:
«¡Respóndeme, Señor, respóndeme!» (1R 18, 37).
540. ¿Cuál es la importancia
de los Salmos en la oración?
2579
2585-2589
2596-2597
Los Salmos son el vértice de
la oración en el Antiguo Testamento: la Palabra de Dios se
convierte en oración del hombre. Indisociablemente
individual y comunitaria, esta oración, inspirada por el
Espíritu Santo, canta las maravillas de Dios en la creación
y en la historia de la salvación. Cristo ha orado con los
Salmos y los ha llevado a su cumplimiento. Por esto, siguen
siendo un elemento esencial y permanente de la oración de la
Iglesia, que se adaptan a los hombres de toda condición y
tiempo.
LA ORACIÓN ES PLENAMENTE
REVELADA
Y REALIZADA EN JESÚS
541. ¿De quién aprendió Jesús
a orar?
2599
2620
Conforme a su corazón de
hombre, Jesús aprendió a orar de su madre y de la tradición
judía. Pero su oración brota de una fuente más secreta,
puesto que es el Hijo de Dios que, en su humanidad santa,
dirige a su Padre la oración filial perfecta.
542. ¿Cuándo oraba Jesús?
2600-2604
2620
El Evangelio muestra
frecuentemente a Jesús en oración. Lo vemos retirarse en
soledad, con preferencia durante la noche; ora antes de los
momentos decisivos de su misión o de la misión de sus
apóstoles. De hecho toda la vida de Jesús es oración, pues
está en constante comunión de amor con el Padre.
543. ¿Cómo oró Jesús en su
pasión?
2605-2606
2620
La oración de Jesús durante
su agonía en el huerto de Getsemaní y sus últimas palabras
en la Cruz revelan la profundidad de su oración filial:
Jesús lleva a cumplimiento el designio amoroso del Padre, y
toma sobre sí todas las angustias de la humanidad, todas las
súplicas e intercesiones de la historia de la salvación; las
presenta al Padre, quien las acoge y escucha, más allá de
toda esperanza, resucitándolo de entre los muertos.
544. ¿Cómo nos enseña Jesús a
orar?
2607-2614
2621
Jesús nos enseña a orar no
sólo con la oración del Padre nuestro, sino también
cuando Él mismo ora. Así, además del contenido, nos enseña
las disposiciones requeridas por una verdadera oración: la
pureza del corazón, que busca el Reino y perdona a los
enemigos; la confianza audaz y filial, que va más allá de lo
que sentimos y comprendemos; la vigilancia, que protege al
discípulo de la tentación.
545. ¿Porqué es eficaz
nuestra oración?
2615-2616
Nuestra oración es eficaz
porque está unida mediante la fe a la oración de Jesús. En
Él la oración cristiana se convierte en comunión de amor con
el Padre; podemos presentar nuestras peticiones a Dios y ser
escuchados: «Pedid y recibiréis, para que vuestro gozo sea
colmado» (Jn 16, 24).
546. ¿Cómo oraba la Virgen
María?
2617;2622
2618;2674
2679
La oración de María se
caracteriza por su fe y por la ofrenda generosa de todo su
ser a Dios. La Madre de Jesús es también la Nueva Eva, la
«Madre de los vivientes» (cf Gn 3, 20): Ella ruega a
Jesús, su Hijo, por las necesidades de los hombres.
547. ¿Existe en el Evangelio
una oración de María?
2619
Además de la intercesión de
María en Caná de Galilea, el Evangelio nos entrega el
Magnificat (Lc 1, 46-55), que es el cántico de la
Madre de Dios y el de la Iglesia, la acción de gracias
gozosa, que sube desde el corazón de los pobres porque su
esperanza se realiza en el cumplimiento de las promesas
divinas.
LA ORACIÓN EN EL TIEMPO
DE LA IGLESIA
548. ¿Cómo oraba la primera
comunidad cristiana de Jerusalén?
2623-2624
Al comienzo del libro de los
Hechos de los Apóstoles, se narra que en la primera
comunidad de Jerusalén, educada por el Espíritu Santo en la
vida de oración, los creyentes «acudían asiduamente a las
enseñanzas de los apóstoles, a la comunión, a la fracción
del pan y a las oraciones» (Hch 2, 42).
549. ¿Cómo interviene el
Espíritu Santo en la oración de la Iglesia?
2623. 2625
El Espíritu Santo, Maestro
interior de la oración cristiana, educa a la Iglesia en la
vida de oración, y le hace entrar cada vez con mayor
profundidad en la contemplación y en la unión con el
insondable misterio de Cristo. Las formas de oración, tal
como las revelan los escritos apostólicos y canónicos,
siguen siendo normativas para la oración cristiana.
550. ¿Cuáles son las formas
esenciales de oración cristiana?
2643-2644
Las formas esenciales de
oración cristiana son la bendición y la adoración, la
oración de petición y de intercesión, la acción de gracias y
la alabanza. La Eucaristía contiene y expresa todas las
formas de oración.
551. ¿Qué es la bendición?
2626-2627
2645
La bendición es la respuesta
agradecida del hombre a los dones de Dios: nosotros
bendecimos al Todopoderoso, quien primeramente nos bendice y
colma con sus dones.
552. ¿Cómo se puede definir
la adoración?
2628
La adoración es la
prosternación del hombre, que se reconoce criatura ante
su Creador tres veces santo.
553. ¿Cuáles son las diversas
formas de la oración de petición?
2629-2633
2646
La oración de petición puede
adoptar diversas formas: petición de perdón o también
súplica humilde y confiada por todas nuestras necesidades
espirituales y materiales; pero la primera realidad que
debemos desear es la llegada del Reino de Dios.
554. ¿En qué consiste la
intercesión?
2634-2636
2647
La intercesión consiste en
pedir en favor de otro. Esta oración nos une y conforma con
la oración de Jesús, que intercede ante el Padre por todos
los hombres, en particular por los pecadores. La intercesión
debe extenderse también a los enemigos.
555. ¿Cuándo se da gracias a
Dios?
2637-2638
2648
La Iglesia da gracias a Dios
incesantemente, sobre todo cuando celebra la Eucaristía, en
la cual Cristo hace partícipe a la Iglesia de su acción de
gracias al Padre. Todo acontecimiento se convierte para el
cristiano en motivo de acción de gracias.
556. ¿Qué es la oración de
alabanza?
2639-2643
2649
La alabanza es la forma de
oración que, de manera más directa, reconoce que Dios es
Dios; es totalmente desinteresada: canta a Dios por sí mismo
y le da gloria por lo que Él es.
CAPÍTULO SEGUNDO
LA TRADICIÓN DE LA
ORACIÓN
557. ¿Cuál es la importancia
de la Tradición respecto a la oración?
2650-2651
A través de la Tradición
viva, es como en la Iglesia el Espíritu Santo enseña a orar
a los hijos de Dios. En efecto, la oración no se reduce a la
manifestación espontánea de un impulso interior, sino que
implica contemplación, estudio y comprensión de las
realidades espirituales que se experimentan.
FUENTES DE LA ORACIÓN
558. ¿Cuáles son las fuentes
de la oración cristiana?
2652-2662
2658
Las fuentes de la oración
cristiana son: la Palabra de Dios, que nos transmite
«la ciencia suprema de Cristo» (Flp 3, 8); la
Liturgia de la Iglesia, que anuncia, actualiza y
comunica el misterio de la salvación; las virtudes
teologales; las situaciones cotidianas, porque en
ellas podemos encontrar a Dios.
«Te amo, Señor, y la
única gracia que te pido es amarte eternamente. Dios
mío, si mi lengua no puede decir en todos los momentos
que te amo, quiero que mi corazón te lo repita cada vez
que respiro» (San Juan María
Vianney).
EL CAMINO DE LA ORACIÓN
559. ¿Hay en la Iglesia
diversos caminos de oración?
2663
En la Iglesia hay diversos
caminos de oración, según los diversos contextos históricos,
sociales y culturales. Corresponde al Magisterio discernir
la fidelidad de estos caminos a la tradición de la fe
apostólica, y compete a los pastores y catequistas explicar
su sentido, que se refiere siempre a Jesucristo.
560. ¿Cuál es el camino de
nuestra oración?
2664
2680-2681
El camino de nuestra oración
es Cristo, porque ésta se dirige a Dios nuestro Padre pero
llega a Él sólo si, al menos implícitamente, oramos en el
Nombre de Jesús. Su humanidad es, pues, la única vía por la
que el Espíritu Santo nos enseña a orar a Dios nuestro
Padre. Por esto las oraciones litúrgicas concluyen con la
fórmula: «Por Jesucristo nuestro Señor».
561. ¿Cuál es el papel del
Espíritu Santo en la oración?
2670-2672
2680-2681
Puesto que el Espíritu Santo
es el Maestro interior de la oración cristiana y «nosotros
no sabemos pedir como conviene» (Rm 8, 26), la
Iglesia nos exhorta a invocarlo e implorarlo en toda
ocasión: «¡Ven, Espíritu Santo!».
562. ¿En qué sentido es
mariana la oración cristiana?
2673-2679
2682
En virtud de la singular
cooperación de María con la acción del Espíritu Santo, la
Iglesia ama rezar a María y orar con María, la orante
perfecta, para alabar e invocar con Ella al Señor. Pues
María, en efecto, nos «muestra el camino» que es su Hijo, el
único Mediador.
563. ¿Cómo reza la Iglesia a
María?
2676-2678
2682
La Iglesia reza a María, ante
todo, con el Ave María, oración con la que la Iglesia
pide la intercesión de la Virgen. Otras oraciones marianas
son el Rosario, el himno Acáthistos, la
Paraclisis, los himnos y cánticos de las diversas
tradiciones cristianas.
MAESTROS DE ORACIÓN
564. ¿De qué modo los santos
son maestros de la oración?
2683-2684
2692-2693
Los santos son para los
cristianos modelos de oración, y a ellos les pedimos también
que intercedan, ante la Santísima Trinidad, por nosotros y
por el mundo entero; su intercesión es el más alto servicio
que prestan al designio de Dios. En la comunión de los
santos, a lo largo de la historia de la Iglesia, se han
desarrollado diversos tipos de espiritualidad, que
enseñan a vivir y a practicar la oración.
565. ¿Quién puede enseñar a
rezar?
2685-2690
2694-2695
La familia cristiana
constituye el primer ámbito de educación a la oración. Hay
que recomendar de manera particular la oración cotidiana en
familia, pues es el primer testimonio de vida de oración de
la Iglesia. La catequesis, los grupos de oración, la
«dirección espiritual» son una escuela y una ayuda para la
oración.
566. ¿Cuáles son los lugares
favorables para la oración?
2691
2696
Se puede orar en cualquier
sitio, pero elegir bien el lugar tiene importancia para la
oración. El templo es el lugar propio de la oración
litúrgica y de la adoración eucarística; también otros
lugares ayudan a orar, como «un rincón de oración» en la
casa familiar, un monasterio, un santuario.
CAPÍTULO TERCERO
LA VIDA DE ORACIÓN
567. ¿Qué momentos son los
más indicados para la oración?
2697-2698
2720
Todos los momentos son
indicados para la oración, pero la Iglesia propone a los
fieles ritmos destinados a alimentar la oración continua:
oración de la mañana y del atardecer, antes y después de las
comidas, la Liturgia de la Horas, la Eucaristía dominical,
el Santo Rosario, las fiestas del año litúrgico.
«Es necesario
acordarse de Dios más a menudo que de respirar»
(San Gregorio Nacianceno).
568. ¿Cuáles son las
expresiones de la vida de oración?
2697-2699
La tradición cristiana ha
conservado tres modos principales de expresar y vivir la
oración: la oración vocal, la meditación y la oración
contemplativa. Su rasgo común es el recogimiento del
corazón.
LAS EXPRESIONES DE LA
ORACIÓN
569.
¿En qué se caracteriza la oración vocal?
2700-2704
2722
La oración vocal asocia el
cuerpo a la oración interior del corazón; incluso quien
practica la más interior de las oraciones no podría
prescindir del todo en su vida cristiana de la oración
vocal. En cualquier caso, ésta debe brotar siempre de una fe
personal. Con el Padre nuestro, Jesús nos ha enseñado
una fórmula perfecta de oración vocal.
570. ¿Qué es la meditación?
2705-2708
2723
La meditación es una
reflexión orante, que parte sobre todo de la Palabra de Dios
en la Biblia; hace intervenir a la inteligencia, la
imaginación, la emoción, el deseo, para profundizar nuestra
fe, convertir el corazón y fortalecer la voluntad de seguir
a Cristo; es una etapa preliminar hacia la unión de amor con
el Señor.
571. ¿Qué es la oración
contemplativa?
2709-2719
2724
2739-2741
La oración contemplativa es
una mirada sencilla a Dios en el silencio y el amor. Es un
don de Dios, un momento de fe pura, durante el cual el que
ora busca a Cristo, se entrega a la voluntad amorosa del
Padre y recoge su ser bajo la acción del Espíritu. Santa
Teresa de Jesús la define como una íntima relación de
amistad: «estando muchas veces tratando a solas con quien
sabemos que nos ama».
EL COMBATE DE LA ORACIÓN
572. ¿Por qué la oración es
un combate?
2725
La oración es un don de la
gracia, pero presupone siempre una respuesta decidida por
nuestra parte, pues el que ora combate contra sí mismo,
contra el ambiente y, sobre todo, contra el Tentador, que
hace todo lo posible para apartarlo de la oración. El
combate de la oración es inseparable del progreso en la vida
espiritual: se ora como se vive, porque se vive como se ora.
573. ¿Cuáles son las
objeciones a la oración?
2726-2728
2752-2753
Además de los conceptos
erróneos sobre la oración, muchos piensan que no tienen
tiempo para orar o que es inútil orar. Quienes oran pueden
desalentarse frente a las dificultades o los aparentes
fracasos. Para vencer estos obstáculos son necesarias la
humildad, la confianza y la perseverancia.
574. ¿Cuáles son las
dificultades para la oración?
2729-2733
2754-2755
La dificultad habitual para
la oración es la distracción, que separa de la
atención a Dios, y puede incluso descubrir aquello a lo que
realmente estamos apegados. Nuestro corazón debe entonces
volverse a Dios con humildad. A menudo la oración se ve
dificultada por la sequedad, cuya superación permite
adherirse en la fe al Señor incluso sin consuelo sensible.
La acedía es una forma de pereza espiritual, debida
al relajamiento de la vigilancia y al descuido de la
custodia del corazón.
575. ¿Cómo fortalecer nuestra
confianza filial?
2734-2741
2756
La confianza filial se pone a
prueba cuando pensamos que no somos escuchados. Debemos
preguntarnos, entonces, si Dios es para nosotros un Padre
cuya voluntad deseamos cumplir, o más bien un simple medio
para obtener lo que queremos. Si nuestra oración se une a la
de Jesús, sabemos que Él nos concede mucho más que este o
aquel don, pues recibimos al Espíritu Santo, que transforma
nuestro corazón.
576. ¿Es posible orar en todo
momento?
2742-2745
2757
Orar es siempre posible, pues
el tiempo del cristiano es el tiempo de Cristo resucitado,
que está con nosotros «todos los días» (Mt 28, 20).
Oración y vida cristiana son, por ello, inseparables.
«Es posible, incluso
en el mercado o en un paseo solitario, hacer una
frecuente y fervorosa oración. Sentados en vuestra
tienda, comprando o vendiendo, o incluso haciendo la
cocina» (San Juan Crisóstomo).
577. ¿Cuál es la oración de
la Hora de Jesús?
2604
2746-2751
2758
Se llama la oración de la
Hora de Jesús a la oración sacerdotal de Éste en la
Última Cena. Jesús, Sumo Sacerdote de la Nueva Alianza,
dirige su oración al Padre cuando llega la Hora de su
«paso» a Dios, la Hora de su sacrificio.
SEGUNDA SECCIÓN
LA ORACIÓN DEL
SEÑOR:
PADRE NUESTRO
Padre nuestro
Padre nuestro que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu Reino;
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy
nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal. Amén. |
Pater
Noster Pater noster qui es
in caelis:
sanctificetur Nomen Tuum;
adveniat Regnum Tuum;
fiat voluntas Tua,
sicut in caelo et in terra.
Panem nostrum
quotidianum da nobis hodie;
et dimitte nobis debita nostra,
sicut et nos
dimittimus debitoribus nostris;
et ne nos inducas in tentationem;
sed libera nos a Malo. Amen |
578. ¿Cuál es el origen de la
oración del Padre nuestro?
2759-2760
2773
Jesús nos enseñó esta
insustituible oración cristiana, el Padre nuestro, un
día en el que un discípulo, al verle orar, le rogó:
«Maestro, enséñanos a orar» (Lc 11, 1). La tradición
litúrgica de la Iglesia siempre ha usado el texto de San
Mateo (6, 9-13).
«LA SÍNTESIS DE TODO EL
EVANGELIO»
579. ¿Qué lugar ocupa el
Padre nuestro en las Escrituras?
2761-2764
2774
El Padre nuestro es
«el resumen de todo el Evangelio» (Tertuliano); «es la más
perfecta de todas las oraciones» (Santo Tomás de Aquino).
Situado en el centro del Sermón de la Montaña (Mt
5-7), recoge en forma de oración el contenido esencial del
Evangelio.
580. ¿Por qué se le llama «la
oración del Señor»?
2765-2766
2775
Al Padre nuestro se le
llama «Oración dominical», es decir «la oración del Señor»,
porque nos la enseñó el mismo Jesús, nuestro Señor.
581. ¿Qué lugar ocupa el
Padre nuestro en la oración de la Iglesia?
2767-2772
2776
Oración por excelencia de la
Iglesia, el Padre nuestro es «entregado» en el
Bautismo, para manifestar el nacimiento nuevo a la vida
divina de los hijos de Dios. La Eucaristía revela el sentido
pleno del Padre nuestro, puesto que sus peticiones,
fundándose en el misterio de la salvación ya realizado,
serán plenamente atendidas con la Segunda venida del Señor.
El Padre nuestro es parte integrante de la Liturgia
de las Horas.
«PADRE NUESTRO QUE ESTÁS
EN EL CIELO»
582. ¿Por qué podemos
acercarnos al Padre con plena confianza?
2777-2778
2797
Podemos acercarnos al Padre
con plena confianza, porque Jesús, nuestro Redentor, nos
introduce en la presencia del Padre, y su Espíritu hace de
nosotros hijos de Dios. Por ello, podemos rezar el Padre
nuestro con confianza sencilla y filial, gozosa
seguridad y humilde audacia, con la certeza de ser amados y
escuchados.
583. ¿Cómo es posible invocar
a Dios como «Padre»?
2779-2785
2789
2798-2800
Podemos invocar a Dios como
«Padre», porque el Hijo de Dios hecho hombre nos lo ha
revelado, y su Espíritu nos lo hace conocer. La invocación
del Padre nos hace entrar en su misterio con asombro siempre
nuevo, y despierta en nosotros el deseo de un comportamiento
filial. Por consiguiente, con la oración del Señor, somos
conscientes de ser hijos del Padre en el Hijo.
584. ¿Por qué decimos Padre
«nuestro»?
2786-2790
2801
«Nuestro» expresa una
relación con Dios totalmente nueva. Cuando oramos al Padre,
lo adoramos y lo glorificamos con el Hijo y el Espíritu. En
Cristo, nosotros somos su pueblo, y Él es nuestro
Dios, ahora y por siempre. Decimos, de hecho, Padre
«nuestro», porque la Iglesia de Cristo es la comunión de una
multitud de hermanos, que tienen «un solo corazón y una sola
alma» (Hch 4, 32).
585. ¿Con qué espíritu de
comunión y de misión nos dirigimos a Dios como Padre
«nuestro»?
2791-2793
2801
Dado que el Padre nuestro
es un bien común de los bautizados, éstos sienten la urgente
llamada a participar en la oración de Jesús por la unidad de
sus discípulos. Rezar el Padre nuestro es orar con
todos los hombres y en favor de la entera humanidad, a fin
de que todos conozcan al único y verdadero Dios y se reúnan
en la unidad.
586 ¿Qué significa la
expresión «que estás en el cielo»?
2794-2796
2802
La expresión bíblica «cielo»
no indica un lugar sino un modo de ser: Dios está más allá y
por encima de todo; la expresión designa la majestad, la
santidad de Dios, y también su presencia en el corazón de
los justos. El cielo, o la Casa del Padre, constituye la
verdadera patria hacia la que tendemos en la esperanza,
mientras nos encontramos aún en la tierra. Vivimos ya en
esta patria, donde nuestra «vida está oculta con Cristo en
Dios» (Col 3, 3).
LAS SIETE PETICIONES
587. ¿Cómo está compuesta la
oración del Señor?
2803-2806
2857
La oración del Señor contiene
siete peticiones a Dios Padre. Las tres primeras, más
teologales, nos atraen hacia Él, para su gloria, pues lo
propio del amor es pensar primeramente en Aquel que amamos.
Estas tres súplicas sugieren lo que, en particular, debemos
pedirle: la santificación de su Nombre, la venida de su
Reino y la realización de su voluntad. Las cuatro últimas
peticiones presentan al Padre de misericordia nuestras
miserias y nuestras esperanzas: le piden que nos alimente,
que nos perdone, que nos defienda ante la tentación y nos
libre del Maligno.
588. ¿Qué significa
«Santificado sea tu Nombre»?
2807-2812
2858
Santificar el Nombre de Dios
es, ante todo, una alabanza que reconoce a Dios como Santo.
En efecto, Dios ha revelado su santo Nombre a Moisés, y ha
querido que su pueblo le fuese consagrado como una
nación santa en la que Él habita.
589. ¿Cómo se santifica el
Nombre de Dios en nosotros y en el mundo?
2813-2815
Santificar el Nombre de Dios,
que «nos llama a la santidad» (1Ts 4, 7), es desear
que la consagración bautismal vivifique toda nuestra vida.
Asimismo, es pedir que, con nuestra vida y nuestra oración,
el Nombre de Dios sea conocido y bendecido por todos los
hombres.
590. ¿Qué pide la Iglesia
cuando suplica «Venga a nosotros tu Reino»?
2816-2821
2859
La Iglesia invoca la venida
final del Reino de Dios, mediante el retorno de Cristo en la
gloria. Pero la Iglesia ora también para que el Reino de
Dios crezca aquí ya desde ahora, gracias a la santificación
de los hombres en el Espíritu y al compromiso de éstos al
servicio de la justicia y de la paz, según las
Bienaventuranzas. Esta petición es el grito del Espíritu y
de la Esposa: «Ven, Señor Jesús» (Ap 22, 20).
591. ¿Por qué pedimos «Hágase
tu voluntad en la tierra como en el cielo»?
2822-2827
2860
La voluntad del Padre es que
«todos los hombres se salven» (1Tm 2, 4). Para esto
ha venido Jesús: para cumplir perfectamente la Voluntad
salvífica del Padre. Nosotros pedimos a Dios Padre que una
nuestra voluntad a la de su Hijo, a ejemplo de María
Santísima y de los santos. Le pedimos que su benevolente
designio se realice plenamente sobre la tierra, como se ha
realizado en el cielo. Por la oración, podemos «distinguir
cuál es la voluntad de Dios» (Rm 12, 2), y obtener
«constancia para cumplirla» (Hb 10, 36).
592. ¿Cuál es el sentido de
la petición «Danos hoy nuestro pan de cada día»?
2828-2834
2861
Al pedir a Dios, con el
confiado abandono de los hijos, el alimento cotidiano
necesario a cada cual para su subsistencia, reconocemos
hasta qué punto Dios Padre es bueno, más allá de toda
bondad. Le pedimos también la gracia de saber obrar, de modo
que la justicia y la solidaridad permitan que la abundancia
de los unos cubra las necesidades de los otros.
593. ¿Cuál es el sentido
específicamente cristiano de esta petición?
2835-2837
2861
Puesto que «no sólo de pan
vive el hombre, sino de todo lo que sale de la boca de Dios»
(Mt 4, 4), la petición sobre el pan cotidiano se
refiere igualmente al hambre de la Palabra de Dios y
del Cuerpo de Cristo, recibido en la Eucaristía, así
como al hambre del Espíritu Santo. Lo pedimos, con
una confianza absoluta, para hoy, el hoy de Dios: y
esto se nos concede, sobre todo, en la Eucaristía, que
anticipa el banquete del Reino venidero.
594. ¿Por qué decimos
«Perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a
los que nos ofenden»?
2838-2839
2862
Al pedir a Dios Padre que nos
perdone, nos reconocemos ante Él pecadores; pero confesamos,
al mismo tiempo, su misericordia, porque, en su Hijo y
mediante los sacramentos, «obtenemos la redención, la
remisión de nuestros pecados» (Col 1, 14). Ahora
bien, nuestra petición será atendida a condición de que
nosotros, antes, hayamos, por nuestra parte, perdonado.
595. ¿Cómo es posible el
perdón?
2840-2845
2862
La misericordia penetra en
nuestros corazones solamente si también nosotros sabemos
perdonar, incluso a nuestros enemigos. Aunque para el hombre
parece imposible cumplir con esta exigencia, el corazón que
se entrega al Espíritu Santo puede, a ejemplo de Cristo,
amar hasta el extremo de la caridad, cambiar la herida en
compasión, transformar la ofensa en intercesión. El perdón
participa de la misericordia divina, y es una cumbre de la
oración cristiana.
596. ¿Qué significa «No nos
dejes caer en la tentación»?
2846-2849
2863
Pedimos a Dios Padre que no
nos deje solos y a merced de la tentación. Pedimos al
Espíritu saber discernir, por una parte, entre la prueba,
que nos hace crecer en el bien, y la tentación, que
conduce al pecado y a la muerte; y, por otra parte, entre
ser tentado y consentir en la tentación. Esta
petición nos une a Jesús, que ha vencido la tentación con su
oración. Pedimos la gracia de la vigilancia y de la
perseverancia final.
597. ¿Por qué concluimos
suplicando «Y líbranos del mal»?
2850-2854
2864
El mal designa la persona de
Satanás, que se opone a Dios y que es «el seductor del mundo
entero» (Ap 12, 9). La victoria sobre el diablo ya
fue alcanzada por Cristo; pero nosotros oramos a fin de que
la familia humana sea liberada de Satanás y de sus obras.
Pedimos también el don precioso de la paz y la gracia de la
espera perseverante en el retorno de Cristo, que nos librará
definitivamente del Maligno.
598. ¿Qué significa el «Amén»
final?
2855-2856
2865
«Después, terminada la
oración, dices: Amén, refrendando por medio de este
Amén, que significa “Así sea”, lo que contiene la
oración que Dios nos enseñó»
(San Cirilo de Jerusalén).
APÉNDICE
ORACIONES COMUNES
FÓRMULAS
DE DOCTRINA CATÓLICA
ORACIONES COMUNES
Señal de la Cruz
En el nombre del Padre
y del Hijo
y del Espíritu Santo. Amén. |
Signum Crucis
In nómine Patris,
et Fílii,
et Spíritus Sancti. Amen |
Gloria al Padre Gloria
al Padre
y al Hijo
y al Espíritu Santo.
Como era en el principio,
ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
|
Gloria Patri
Glória Patri,
et Fílio,
et Spirítui Sancto.
Sicut erat in princípio,
et nunc et semper
et in saecula saeculórum. Amen |
Padre nuestro Padre
nuestro que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu Reino;
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy
nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal. Amén.
|
Pater Noster
Pater noster qui es in caelis:
sanctificetur Nomen Tuum;
adveniat Regnum Tuum;
fiat voluntas Tua,
sicut in caelo et in terra.
Panem nostrum
quotidianum da nobis hodie;
et dimitte nobis debita nostra,
sicut et nos dimittimus
debitoribus nostris;
et ne nos indúcas in tentationem;
sed libera nos a Malo. Amen
|
Ave
María
Dios te salve, María,
llena eres de gracia;
el Señor es contigo.
Bendita Tú eres
entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén
|
Ave, Maríæ
Ave, María,
grátia plena,
Dóminus tecum.
Benedícta tu
in muliéribus,
et benedíctus fructus ventris tui, Iesus.
Sancta María, Mater Dei,
ora pro nobis peccatóribus,
nunc et in hora mortis nostræ. Amen. |
Ángel de Dios
Ángel de Dios,
que eres mi custodio,
pues la bondad divina
me ha encomendado a ti,
ilumíname, guárdame, defiéndeme
y gobiérname.
Amén.
|
Angele Dei
Ángele Dei,
qui custos es mei,
me, tibi commíssum
pietáte supérna,
illúmina, custódi, rege
et gubérna.
Amen. |
El eterno reposo
Dale Señor el descanso eterno.
Brille para él la luz perpetua.
Descanse en paz. Amén |
Requiem Æternam
Réquiem aetérnam dona eis,
Dómine,
et lux perpétua lúceat eis.
Requiéscant in pace. Amen |
Ángelus
El ángel del Señor anunció a
María.
Y concibió
por obra y gracia del Espíritu Santo.
Dios te salve, María...
He aquí la esclava del Señor.
Hágase en mí según tu palabra.
Dios te salve, María...
Y el Verbo de Dios se hizo
carne.
Y habitó entre nosotros.
Dios te salve, María...
Ruega por nosotros,
Santa Madre de Dios,
para que seamos dignos de alcanzar
las promesas de Jesucristo.
Oremos
Infunde, Señor,
tu gracia en nuestras almas,
para que, los que hemos conocido,
por el anuncio del Ángel,
la Encarnación de tu Hijo Jesucristo,
lleguemos por los Méritos de su Pasión y su
Cruz, a la gloria de la Resurrección.
Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
Gloria al Padre...
|
Angelus Domini
Ángelus Dómini nuntiávit María.
Et concépit
de Spíritu Sancto.
Ave, María...
Ecce ancílla Dómini.
Fiat mihi secúndum verbum tuum.
Ave, María...
Et Verbum caro factum est.
Et habitávit in nobis.
Ave, María...
Ora pro nobis,
sancta Dei génetrix.
Ut digni efficiámur
promissiónibus Christi.
Orémus
Grátiam tuam, quasumus,
Dómine, méntibus nostris infúnde;
ut qui, Ángelo nuntiánte,
Christi Fílii tui incarnatiónem
cognóvimus,
per passiónem eius et crucem,
ad resurrectiónis glóriam perducámur.
Per eúndem Christum Dóminum nostrum. Amen.
Glória Patri... |
Regina Caeli (en tiempo
pascual)
Reina del cielo alégrate;
aleluya.
Porque el Señor a quien has merecido llevar;
aleluya.
Ha resucitado según su palabra;
aleluya.
Ruega al Señor por nosotros;
aleluya.
Gózate y alégrate, Virgen María;
aleluya.
Porque verdaderamente ha resucitado el Señor;
aleluya.
Oremos
Oh Dios, que por la
resurrección de tu Hijo, nuestro Señor
Jesucristo,
has llenado el mundo de alegría,
concédenos, por intercesión de su Madre,
la Virgen María,
llegar a alcanzar los gozos eterno.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Amén.
|
Regina Caeli
Regina caeli laetáre, allelúia.
Quia quem meruísti portáre,
allelúia.
Resurréxit, sicut dixit,
allelúia.
Ora pro nobis Deum,
allelúia.
Gaude et laetáre, Virgo María,
allelúia.
Quia surréxit Dóminus vere,
allelúia.
Orémus
Deus, qui per resurrectiónem
Fílii tui
Dómini nostri Iesu Christi
mundum laetificáre dignátus es,
praesta, quaesumus, ut per eius Genetrícem
Vírgínem Maríam perpétuae
capiámus gáudia vitae.
Per Christum Dóminum nostrum.
Amen. |
Salve Regina
Dios te salve, Reina
y Madre de misericordia,
vida, dulzura y esperanza nuestra;
Dios te salve.
A ti llamamos
los desterrados hijos de Eva;
a ti suspiramos, gimiendo y llorando
en este valle de lágrimas.
Ea, pues, Señora, abogada nuestra,
vuelve a nosotros esos tus ojos
misericordiosos;
y después de este destierro,
muéstranos a Jesús,
fruto bendito de tu vientre.
¡Oh, clementísima, oh piadosa,
oh dulce Virgen María!
|
Salve, Regina
Salve, Regina,
Mater misericórdiae,
vita, dulcédo et spes nostra,
salve.
Ad te clamámus,
éxsules fílii Eva.
Ad te suspirámus geméntes
et flentes in hac lacrimárum valle.
Eia ergo, advocáta nostra,
illos tuos misericórdes óculos
ad nos convérte.
Et Iesum benedíctum fructum
ventris tui,
nobis, post hoc exsílium, osténde.
O clemens, o pia,
o dulcis Virgo Maríae! |
Magnificat
Proclama mi alma
la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios,
mi salvador;
porque ha mirado la humillación
de su esclava.
Desde ahora me felicitarán
todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho
obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
Él hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de la misericordia
–como lo había prometido a nuestros padres–
en favor de Abrahán
y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo,
y al Espíritu Santo.
Como era en el principio,
ahora y siempre,
por los siglos de los siglos.
Amén.
|
Magnificat
Magníficat
ánima mea Dóminum,
et exsultávit spíritus meus
in Deo salvatóre meo,
quia respéxit humilitátem
ancíllae suae.
Ecce enim ex hoc beátam me
dicent
omnes generatiónes,
quia fecit mihi magna,
qui potens est,
et sanctum nomen eius,
et misericórdia eius in progénies
et progénies timéntibus eum.
Fecit poténtiam in bráchio suo,
dispérsit supérbos mente cordis sui;
depósuit poténtes de sede
et exaltávit húmiles,
esuriéntes implévit bonis
et dívites dimísit inánes.
Suscépit Ísrael púerum suum,
recordátus misericórdiae,
sicut locútus est ad patres nostros,
Abraham et sémini
eius in sæcula
Glória Patri, et Filio,
et Spirítui Sancto.
Sicut erat in princípio,
et nunc et semper,
et in sæcula sæculórum.
Amen. |
Bajo tu protección
Bajo tu amparo nos acogemos,
Santa Madre de Dios;
no deseches las súplicas
que te dirigimos
en nuestras necesidades;
antes bien, líbranos siempre
de todo peligro,
¡Oh Virgen gloriosa y bendita!
|
Sub tuum præsidiumSub
tuum præsídium confúgimus,
sancta Dei Génetrix;
nostras deprecatiónes
ne despícias
in necessitátibus;
sed a perículis cunctis
libera nos semper,
Virgo gloriósa et benedícta. |
Benedictus
Bendito sea el Señor, Dios de
Israel,
porque ha visitado
y redimido a su pueblo,
suscitándonos una fuerza
de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho
desde antiguo
por boca de sus santos Profetas.
Es la salvación que nos libra
de nuestros enemigos
y de la mano de todos
los que nos odian;
realizando la misericordia
que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró
a nuestro padre Abrahán.
Para concedernos que,
libres de temor,
arrancados de la mano
de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño,
te llamarán profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia
de nuestro Dios,
nos visitará el sol
que nace de lo alto,
para iluminar
a los que viven en tinieblas
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo,
y al Espíritu Santo.
Como era en el principio,
ahora y siempre,
por los siglos de los siglos.
Amén.
|
Benedictus
Benedíctus Dóminus, Deus Ísrael,
quia visitávit
et fecit redemptiónem plebi suæ,
et eréxit cornu
salútis nobis
in domo David púeri sui,
sicut locútus
est per os sanctórum,
qui a sæcula sunt, prophetárum eius,
salútem ex inimícis nostris
et de manu ónmium,
qui odérunt nos;
ad faciéndam misericórdiam
cum pátribus nostris
et memorári testaménti
sui sancti,
iusiurándum, quod iurávit
ad Abraham patrem nostrum,
datúrum se nobis,
ut sine timóre,
de manu inimicórum liberáti,
serviámus illi
in sanctitáte et iustítia coram ipso
ómnibus diébus nostris.
Et tu, puer,
prophéta Altíssimi vocáberis:
praeíbis enim ante fáciem Dómini
paráre vias eius,
ad dandam sciéntiam salútis plebi eius
in remissiónem peccatórum eórum,
Per víscera misericórdiae
Dei nostri,
in quibus visitábit
nos óriens ex alto,
illumináre his,
qui in ténebris
et in umbra mortis sedent,
ad dirigéndos pedes nostros
in viam pacis.
Glória Patri, et Filio,
et Spirítui Sancto.
Sicut erat in principio,
et nunc et semper,
et in sæcula sæculórum.
Amen. |
Te Deum
A ti, oh Dios, te alabamos,
a ti, Señor, te reconocemos.
A ti, eterno Padre,
te venera toda la creación.
Los ángeles todos,
los cielos y todas las potestades te honran.
Los querubines y serafines
te cantan sin cesar:
Santo, Santo, Santo es el
Señor,
Dios del universo.
Los cielos y la tierra
están llenos de la majestad de tu gloria.
A ti te ensalza
el glorioso coro de los Apóstoles,
la multitud admirable de los Profetas,
el blanco ejército de los mártires.
A ti la Iglesia santa,
extendida por toda la tierra, te proclama:
Padre de inmensa majestad,
Hijo único y verdadero, digno de adoración,
Espíritu Santo, Defensor.
Tú eres el Rey de la gloria,
Cristo.
Tú eres el Hijo único del Padre.
Tú, para liberar al hombre,
aceptaste la condición humana
sin desdeñar el seno de la Virgen.
Tú, rotas las cadenas de la
muerte,
abriste a los creyentes el reino del cielo.
Tú te sientas a la derecha de
Dios
en la gloria del Padre.
Creemos que un día
has de venir como juez.
Te rogamos, pues,
que vengas en ayuda de tus siervos,
a quienes redimiste con tu preciosa sangre.
Haz que en la gloria eterna
nos asociemos a tus santos.
Salva a tu pueblo, Señor,
y bendice tu heredad.
Sé su pastor
y ensálzalo eternamente.
Día tras día te bendecimos
y alabamos tu nombre para siempre,
por eternidad de eternidades.
Dígnate, Señor, en este día
guardarnos del pecado.
Ten piedad de nosotros, Señor,
ten piedad de nosotros.
Que tu misericordia, Señor,
venga sobre nosotros,
como lo esperamos de ti.
En ti, Señor, confié,
no me veré defraudado para siempre. |
Te Deum
Te Deum laudámus:
te Dóminum confitémur.
Te aetérnum Patrem,
omnis terra venerátur.
tibi omnes ángeli, tibi caeli
et univérse potestátes:
tibi chérubim et séraphim
incessábili voce proclámant:
Sanctus, Sanctus, Sanctus,
Dóminus Deus Sábaoth.
Pleni sunt caeli et tema
maiestátis glóriae tuae.
Te gloriósus
apostolórum chorus,
te prophetárum laudábilis númerus,
te mártyrum candidátus laudat exércitus.
Te per orbem terrárum
sancta confitétur Ecclésia,
Patrem imménsae maiestátis;
venerándum tuum verum et únicum Fílium; Sanctum
quoque Paráclitum Spíritum.
Tu rex glóriae, Christe.
Tu Patris sempitérnus es Fílius.
Tu, ad liberándum susceptúrus
hóminem,
non horruísti Vírginis úterum.
Tu, devícto mortis acúleo,
aperuísti credéntibus regna caelórum.
Tu ad déxteram Dei sedes,
in glória Patris.
Iudex créderis
esse ventúrus.
Te ergo quaésumus,
tuis fámulis súbveni, quos pretióso
sánguine redemísti.
Ætérna fac cum sanctis tuis
in glória numerári.
Salvum fac pópulum tuum,
Dómine,
et bénedic hereditáti tuae.
Et rege eos, et extólle illos
usque in aetérnum.
Per síngulos dies benedícimus
te;
et laudámus nomen tuum
in sæculum, et in sæculum sæculi.
Dignáre, Dómine,
die isto sine peccáto nos custodíre.
Miserére nostri, Dómine,
miserére nostri.
Fiat misericórdia tua,
Dómine, super nos,
quemádmodum sperávimus in te.
In te, Dómine, sperávi:
non confúndar in aetérnum. |
Veni Creator
Ven, Espíritu Creador,
visita las almas de tus fieles
llena con tu divina gracia,
los corazones que creaste.
Tú, a quien llamamos
Paráclito,
don de Dios Altísimo,
fuente viva, fuego,
caridad y espiritual unción.
Tú derramas sobre nosotros los
siete dones;
Tú, dedo de la diestra del Padre;
Tú, fiel promesa del Padre;
que inspiras nuestras palabras.
Ilumina nuestros sentidos;
infunde tu amor en nuestros corazones;
y, con tu perpetuo auxilio,
fortalece la debilidad de nuestro cuerpo.
Aleja de nosotros al enemigo,
danos pronto la paz,
sé nuestro director y nuestro guía,
para que evitemos todo mal.
Por ti conozcamos al Padre,
al Hijo revélanos también;
Creamos en ti, su Espíritu,
por los siglos de los siglos
Gloria a Dios Padre,
y al Hijo que resucitó,
y al Espíritu Consolador,
por los siglos de los siglos. Amén.
|
Veni, Creator Spiritus
Veni, Creátor Spíritus,
mentes tuórum vísita,
imple supérna grátia,
quæ tu creásti péctora.
Qui díceris Paráclitus,
altíssimi donum Dei,
fons vivus, ignis, cáritas,
et spiritális únctio.
Tu septifórmis múnere,
dígitus patérnae déxterae,
tu rite promíssum Patris,
sermóne ditans gúttura.
Accénde lumen sénsibus,
infúnde amórem córdibus,
infírma nostri córporis
virtúte firmans pérpeti.
Hostem repéllas lóngius
pacémque dones prótinus;
ductóre sic te praévio
vitémus omne nóxium.
Per Te sciámus da Patrem
noscámus atque Fílium,
teque utriúsque Spíritum
Credámus omni témpore.
Deo Patri sit glória,
et Fílio, qui a mórtuis surréxit,
ac Paráclito,
in sæculórum sæcula. Amen. |
Ven Santo Espíritu
Ven, Espíritu divino,
manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre;
don, en tus dones espléndido;
luz que penetra las almas;
fuente del mayor consuelo.
Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.
Entra hasta el fondo del alma,
divina luz, y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre,
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado,
cuando no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas,
infunde calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.
Reparte tus siete dones,
según la fe de tus siervos;
por tu bondad y tu gracia,
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno. Amén. |
Veni, Sancte Spiritus
Veni, Sancte Spíritus,
et emítte cælitus lucis
tuæ rádium.
Veni, pater páuperum,
veni, dator múnerum,
veni, lumen córdium.
Consolátor óptime,
dulcis hospes ánimæ,
dulce refrigérium.
In labóre réquies,
in æstu tempéries,
in fletu solácium.
O lux beatíssima,
reple cordis íntima
tuórum fidélium.
Sine tuo númine,
nihil est in hómine
nihil est innóxium.
Lava quod est sórdidum,
riga quod est áridum,
sana quod est sáucium.
Flecte quod est rígidum,
fove quod est frígidum,
rege quod est dévium.
Da tuis fidélibus,
in te confidéntibus,
sacrum septenárium.
Da virtútis méritum,
da salútis éxitum,
da perénne gáudium. Amen. |
Alma de Cristo
Alma de Cristo, santifícame.
Cuerpo de Cristo, sálvame.
Sangre de Cristo, embriágame.
Agua del costado de Cristo, lávame.
Pasión de Cristo, confórtame.
¡Oh, buen Jesús!, óyeme.
Dentro de tus llagas, escóndeme.
No permitas que me aparte de Ti.
Del maligno enemigo, defiéndeme
En la hora de mi muerte, llámame.
Y mándame ir a Ti.
Para que con tus santos te alabe.
Por los siglos de los siglos. Amén
|
Anima Christi
Ánima Christi, sanctífica me.
Corpus Christi, salva me.
Sanguis Christi, inébria me.
Aqua láteris Christi, lava me.
Pássio Christi, confórta me.
O bone Iesu, exáudi me.
Intra tua vúlnera abscónde me.
Ne permíttas me separári a te.
Ab hoste maligno defénde me.
In hora mortis meæ voca me.
Et iube me veníre ad te,
ut cum Sanctis tuis laudem te
in sæcula sæculórum. Amen |
Acordaos
Acordaos,
oh piadosísima Virgen María,
que jamás se ha oído decir
que ninguno de los que han acudido
a tu protección,
implorando tu asistencia
y reclamando tu socorro,
haya sido abandonado de ti.
Animado con esta confianza,
a ti también acudo, oh Madre,
Virgen de las vírgenes,
y aunque gimiendo
bajo el peso de mis pecados,
me atrevo a comparecer
ante tu presencia soberana.
No deseches mis humildes súplicas,
oh Madre del Verbo divino,
antes bien, escúchalas
y acógelas benignamente. Amén
|
Memorare
Memoráre,
o piíssima Virgo María,
non esse audítum a sæculo,
quemquam ad tua curréntem
præsídia,
tua implorántem auxilia,
tua peténtem suffrágia,
esse derelíctum.
Ego tali animátus confidéntia,
ad te, Virgo Vírginum, Mater,
curro, ad te vénio,
coram te gemens
peccátor assísto.
Noli, Mater Verbi,
verba mea despícere;
sed áudi propítia et exáudi.
Amen. |
Rosario
Misterios gozosos
(lunes y sábado)
1. La encarnación del Hijo de
Dios.
2. La visitación de Nuestra Señora a su prima
Santa Isabel.
3. El nacimiento del Hijo de Dios.
4. La Presentación de Jesús en el templo.
5. El Niño Jesús perdido y hallado en el templo.
Misterios luminosos
(jueves)
1. El Bautismo de Jesús en el
Jordán.
2. La autorrevelación de Jesús en las bodas de
Caná.
3. El anuncio del Reino de Dios invitando a la
conversión.
4. La Transfiguración.
5. La Institución de la Eucaristía.
Misterios dolorosos
(martes y viernes)
1. La Oración de Jesús en el
Huerto.
2. La Flagelación del Señor.
3. La Coronación de espinas.
4. Jesús con la Cruz a cuestas camino del
Calvario.
5. La Crucifixión y Muerte de Nuestro Señor.
Misterios gloriosos
(miércoles y domingo)
1. La Resurrección del Hijo de
Dios.
2. La Ascensión del Señor a los Cielos.
3. La Venida del Espíritu Santo sobre los
Apóstoles.
4. La Asunción de Nuestra Señora a los Cielos.
5. La Coronación de la Santísima Virgen como
Reina de Cielos y Tierra.
Oración tras el rosario
Ruega por nosotros,
Santa Madre de Dios,
para que seamos dignos de alcanzar las promesas
de Nuestro Señor Jesucristo.
Oremos
Oh Dios,
cuyo Hijo por medio de su vida,
muerte y resurrección,
nos otorgó los premios
de la vida eterna,
te rogamos que
venerando humildemente
los misterios del Rosario
de la Santísima Virgen María,
imitemos lo que contienen
y consigamos lo que nos prometen.
Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén
Oremos
(tradición española)
Te pedimos Señor,
nos concedas a nosotros tus siervos,
gozar de perpetua salud de alma y cuerpo,
y por la gloriosa intercesión
de la bienaventurada siempre Virgen María,
seamos librados de las tristezas presentes
y gocemos de la eterna alegría.
Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
|
Rosarium
Mystéria gaudiósa
(in feria secunda et sabbato)
Annuntiátio.
Visitátio.
Natívitas.
Praesentátio.
Invéntio in Templo.
Mystéria luminósa (in
feria quinta)
Baptísma apud Iordánem.
Autorevelátio apud Cananénse
matrimónium.
Regni Dei proclamátio coniúncta
cum invitaménto ad conversiónem.
Transfigurátio.
Eucharístiae Institútio.
Mystéria dolorósa
(in feria tertia et feria sexta)
Agonía in Hortu.
Flagellátio.
Coronátio Spinis.
Baiulátio Crucis.
Crucifixio et Mors.
Mystéria gloriósa
(in feria quanta et Dominica)
Resurréctio.
Ascénsio.
Descénsus Spíritus Sancti.
Assúmptio.
Coronátio in Cælo.
Oratio ad finem Rosarii
dicenda
Ora pro nobis,
sancta Dei génetrix.
Ut digni efficiámur
promissiónibus Christi.
Orémus
Deus,
cuius Unigénitus per vitam,
mortem et resurrectiónem suam
nobis salútis ætérnæ
præmia comparávit,
concéde, quaésumus:
ut hæc mystéria sacratíssimo
beátæ Maríæ Vírginis
Rosário recoléntes,
et imitémur quod cóntinent,
et quod promíttunt assequámur.
Per Christum Dóminum nostrum. Amen.
|
Oración del incienso
(Tradición copta)
Oh Rey de la Paz, danos tu Paz
y perdona nuestros pecados.
Aleja a los enemigos de la Iglesia
y guárdala, para que no desfallezca.
Emmanuel, Dios con nosotros,
está entre nosotros
en la gloria del Padre
y del Espíritu Santo
Bendícenos
y purifica nuestro corazón
y sana las enfermedades
del alma y del cuerpo.
Te adoramos, oh Cristo,
con el Padre de bondad
y con el Espíritu Santo,
porque has venido, nos has salvado.
|
|
Oración de «Adiós al Altar»,
antes de salir del templo después de la liturgia
(Tradición siro-maronita)
Queda en paz, oh Altar de
Dios.
La oblación que hoy he ofrecido sobre ti,
sea para la remisión de las culpas
y el perdón de los pecados
y me alcance estar
ante el tribunal de Cristo
sin condena y sin confusión.
No sé si se me concederá
volver a ofrecer sobre ti
otro Sacrificio.
Protégeme, Señor,
y conserva a tu Santa Iglesia,
que es camino de verdad
y de salvación. Amén
|
|
Oración por los difuntos
(Tradición bizantina)
Dios de los espíritus y de
toda carne,
que sepultaste la muerte,
venciste al demonio
y diste la vida al mundo.
Tú, Señor, concede al alma
de tu difunto siervo N.,
el descanso en un lugar luminoso,
en un oasis, en un lugar de frescura,
lejos de todo sufrimiento,
dolor o lamento.
Perdona las culpas por él
cometidas
de pensamiento, palabra y obra,
Dios de bondad y misericordia;
puesto que no hay hombre
que viva y no peque,
ya que Tú sólo eres Perfecto
y tu Justicia es justicia eterna
y tu Palabra es la Verdad.
Tú eres la Resurrección,
la Vida y el descanso del difunto,
tu siervo N.
Oh Cristo Dios nuestro.
Te glorificamos junto con el Padre
no engendrado
y con tu santísimo, bueno
y vivificante Espíritu.
|
|
Acto de Fe
Señor Dios, creo firmemente
y confieso todas y cada una de las verdades
que la Santa Iglesia Católica propone,
porque tú las revelaste,
oh Dios, que eres la eterna Verdad y Sabiduría,
que ni se engaña
ni nos puede engañar.
Quiero vivir y morir en esta fe.
Amén
Acto de Fe
(tradición española)
Creo en Dios Padre;
Creo en Dios Hijo;
Creo en Dios Espíritu Santo;
Creo en la Santísima Trinidad;
Creo en mi Señor Jesucristo,
Dios y hombre verdadero.
|
Actus Fidei
Dómine Deus, firma fide credo
et confíteor ómnia et síngula quae
sancta Ecclésia Cathólica propónit
quia tu, Deus, ea ómnia revelásti,
qui es aetérna véritas et sapiéntia
quæ nec fállere
nec fallí potest.
In hac fide vívere et mori státuo.
Amen. |
Acto de Esperanza
Señor Dios mío, espero por tu
gracia
la remisión de todos mis pecados;
y después de esta vida,
alcanzar la eterna felicidad,
porque tú lo prometiste que eres
infinitamente poderoso,
fiel, benigno y lleno de misericordia.
Quiero vivir y morir en esta esperanza. Amén.
Acto de Esperanza
(tradición española)
Espero en Dios Padre;
Espero en Dios Hijo;
Espero en Dios Espíritu Santo;
Espero en la Santísima Trinidad;
Espero en mi Señor Jesucristo,
Dios y hombre verdadero.
|
Actus Spei
Dómine Deus, spero per grátiam
tuam remissiónem
ómnium peccatórum,
et post hanc vitam ætérnam
felicitátem me esse consecutúrum:
quia tu promisísti, qui es infiníte
potens, fidélis, benígnus, et miséricors.
In hac spe vívere et mori státuo. Amen. |
Acto de caridad
Dios mío, te amo sobre todas las
cosas
y al prójimo por ti,
porque Tú eres el infinito,
sumo y perfecto Bien,
digno de todo amor.
Quiero vivir y morir en este amor. Amén
Acto de Caridad
(tradición española)
Amo a Dios Padre;
Amo a Dios Hijo;
Amo a Dios Espíritu Santo;
Amo a la Santísima Trinidad;
Amo a mi Señor Jesucristo,
Dios y hombre verdadero.
Amo a María santísima, madre de Dios
y madre nuestra y amo a mi prójimo
como a mí mismo. |
Actus caritatis
Dómine Deus, amo te super ómnia
et próximum meum propter te,
quia tu es summum, infinítum,
et perfectíssimum bonum,
omni dilectióne dignum.
In hac caritáte vívere et mori státuo. Amen. |
Acto de Contrición
Dios mío,
me arrepiento de todo corazón
de todos mis pecados
y los aborrezco,
porque al pecar, no sólo merezco
las penas establecidas por ti
justamente,
sino principalmente porque te ofendí,
a ti sumo Bien y digno de amor
por encima de todas las cosas.
Por eso propongo firmemente,
con ayuda de tu gracia,
no pecar más en adelante
y huir de toda ocasión de pecado.
Amén.
Acto de Contrición
(tradición española)
Señor mío Jesucristo, Dios y
hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío.
Por ser tú quien eres, Bondad infinita,
y porque te amo sobre todas las cosas,
me pesa de todo corazón haberte ofendido.
También me pesa que puedas castigarme
con las penas del infierno.
Ayudado de tu divina gracia propongo firmemente
nunca más pecar, confesarme y cumplir la
penitencia que me fuera impuesta. Amén |
Actus Contritionis
Deus meus,
ex toto corde pænitet me ómnium
meórum peccatórum,
éaque detéstor,
quia peccándo,
non solum poenas a te iuste
statútas proméritus sum,
sed præsértim quia offéndi te,
summum bonum,
ac dignum qui super ómnia diligáris.
Ideo fírmiter propóno,
adiuvánte grátia tua,
de cétero me non peccatúrum
peccandíque occasiónes próximas fugitúrum.
Amen. |
FÓRMULAS
DE DOCTRINA CATÓLICA
EL DOBLE
MANDAMIENTO DEL AMOR
Amarás al Señor tu
Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda
tu mente.
Amarás al prójimo como a ti mismo.
REGLA DE ORO (Mt
7, 12)
Tratad a los demás
como queráis que ellos os traten a vosotros.
BIENAVENTURANZAS
— Bienaventurados los
pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de
los cielos
— Bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán
la tierra
— Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán
consolados
— Bienaventurados los que tienen hambre y sed de
justicia, porque ellos serán saciados
— Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos
alcanzarán misericordia
— Bienaventurados los limpios de corazón, porque
ellos verán a Dios
— Bienaventurados los que trabajan por la paz,
porque ellos serán llamados hijos de Dios
— Bienaventurados los perseguidos a causa de la
justicia, porque de ellos es el Reino de los cielos
— Bienaventurados seréis cuando os injurien, os
persigan y digan contra vosotros toda clase de
calumnias por mi causa. Alegraos y regocijaos porque
vuestra recompensa será grande en el cielo.
LAS TRES VIRTUDES
TEOLOGALES
1. Fe
2. Esperanza
3. Caridad
LAS CUATRO VIRTUDES
CARDINALES
1. Prudencia
2. Justicia
3. Fortaleza
4. Templanza
LOS SIETE DONES DEL
ESPÍRITU SANTO
1. Sabiduría
2. Entendimiento
3. Consejo
4. Fortaleza
5. Ciencia
6. Piedad
7. Temor de Dios
LOS DOCE FRUTOS DEL
ESPÍRITU SANTO
1. Amor
2. Alegría
3. Paz
4. Paciencia
5. Longanimidad
6. Bondad
7. Benignidad
8. Mansedumbre
9. Fe
10. Modestia
11. Continencia
12. Castidad
LOS CINCO
MANDAMIENTOS DE LA IGLESIA
1. Oír misa entera todos los
domingos y fiestas de guardar.
2. Confesar los pecados mortales al menos una vez al
año, y en peligro de muerte, y si se ha de comulgar.
3. Comulgar al menos por Pascua de Resurrección.
4. Ayunar y abstenerse de comer carne cuando lo
manda la Santa Madre Iglesia.
5. Ayudar a la Iglesia en sus necesidades.
LAS SIETE OBRAS DE
MISERICORDIA CORPORALES
1. Visitar y cuidar a los
enfermos.
2. Dar de comer al hambriento.
3. Dar de beber al sediento.
4. Dar posada al peregrino.
5. Vestir al desnudo.
6. Redimir al cautivo.
7. Enterrar a los muertos.
LAS SIETE OBRAS DE
MISERICORDIA ESPIRITUALES
1. Enseñar al que no sabe.
2. Dar buen consejo al que lo necesita.
3. Corregir al que yerra.
4. Perdonar las injurias.
5. Consolar al triste.
6. Sufrir con paciencia los defectos de los demás.
7. Rogar a Dios por vivos y difuntos.
LOS SIETE PECADOS
CAPITALES
1. Soberbia
2. Avaricia
3. Lujuria
4. Ira
5. Gula
6. Envidia
7. Pereza
LOS NOVÍSIMOS
1. Muerte
2. Juicio
3. Infierno
4. Gloria
ABREVIATURAS BÍBLICAS
(en orden alfabético)
Ap |
Apocalipsis |
1 Co |
1 Corintios |
2 Co |
2 Corintios |
Col
|
Colosenses |
Dt
|
Deuteronomio |
Ef
|
Efesios |
Ex
|
Éxodo |
Ez
|
Ezequiel |
Flp
|
Filipenses |
Ga
|
Gálatas |
Gn
|
Génesis |
Hb
|
Hebreos |
Hch
|
Hechos |
Is
|
Isaías |
Jn
|
Juan |
1 Jn
|
1 Juan |
Lc
|
Lucas |
2 M
|
2 Macabeos |
Mc |
Marcos |
Mt
|
Mateo |
1 P
|
1 Pedro |
2 P
|
2 Pedro |
1 R
|
1 Reyes |
Rm
|
Romanos |
Sal
|
Salmos |
St
|
Santiago |
1 Tm
|
1 Timoteo |
2 Tm
|
2 Timoteo |
1 Ts
|
1
Tesalonicenses |
Tt |
Tito |