Los Carismas en la Iglesia y la
Renovación Carismática
Madre Adela Galindo, SCTJM
Fundadora
Solo
para uso privado -©
(Enseñanza impartida a llíderes de la
Renovación Carismática)
De
gran actualidad es el tema de los carismas. En el concilio Vaticano
II hubo discusiones bastante vivas en este sentido. Se oponían dos
conceptos: el carisma como don extraordinario, milagroso, concedido
por Dios de forma excepcional, y el carisma como don de gracia capaz
de formas muy variadas y difundido abundantemente en la vida de la
Iglesia. Prevaleció el segundo concepto. Como vemos en la Constución
Dogmática sobre la Iglesia: Lumen Gentium, 12:
AAdemás, el mismo Espíritu Santo, no solamente santifica y dirige al
pueblo de Dios por los Sacramentos y los ministerios y lo enriquece
con las virtudes, sino que "distribuyendo sus dones a cada uno según
quiere" (1 Cor., 12, 11), reparte entre toda clase de fieles,
gracias incluso especiales, con las que los dispone y prepara para
realizar variedad de obras y de oficios provechosos para la
renovación y más amplia y provechosa edificación de la Iglesia,
según aquellas palabras: "A cada uno se le otorga la manifestación
del Espíritu para común utilidad" (1 Cor., 12, 7). Estos carismas,
tanto los extraordinarios como los más sencillos y comunes, por el
hecho de que son muy conformes y útiles a las necesidades de la
Iglesia, hay que recibirlos con agradecimiento y consuelo. Los dones
extraordinarios no hay que pedirlos temerariamente, ni hay que
esperar de ellos con presunción los frutos de los trabajos
apostólicos; pero el juicio sobre su autenticidad y sobre su
aplicación pertenece a los que tienen autoridad en la Iglesia, a
quienes sobre todo compete no apagar el Espíritu, sino probarlo todo
y quedarse con lo bueno (cf. 1 Tes., 5, 12 y 19-21).
Ante todo este párrafo de Lumen Gentium pone de relieve la doble
acción del ES en la Iglesia: Santidad y Misión. Que son los dos
remos que hacen que la barca de cada uno y la de la Iglesia pueden
navegar mar adentro:
1. Santifica: esta es la forma primaria e indispensable por la que
el Hombre se convierte en objeto del amor salvífico y santificador
del corazón humano. Esta acción primordial la ejecuta a través de
los Sacramentos los cuales actualizan la gracia que significan y
enriquecen a la persona con virtudes y los frutos del ES: Gálatas 5,
22:
amor: dispone el corazón a amar con todas las fuerzas y potencias de
la totalidad humana a Dios y al prójimo.
Alegría: la experiencia constante de la presencia de Dios que da
gozo y que nada ni nadie puede quitar porque no depende de las
realidades externas.
Paz: mantiene al alma en total dependencia de Dios, viendo en todo
su voluntad y por ello no puede ser turbada por nada. En todo ve la
acción de Dios y dócilmente cede a ella.
paciencia: modera los excesos de la tristeza, ve con alegría todo
aquello que puede causar tristeza.
Mansedumbre: modera los arrebatos de la ira o la cólera que se
levantan para rechazar una dificultad o mal presente. El corazón
siguen en su misma postura sin perder su posesión de la paz.
Bondad: la inclinación que lleva a ocuparse de los demás y a que
participen de lo que uno tiene
Benignidad: dulzura y delicadeza en el trato. Esto consiste en,
manejar los demás con gusto, concordialidad y amabilidad.
Perseverancia: impide el fastidio o desánimo y la pena que provienen
precisamente del deseo del bien que se espera, o de la lentitud y
duración del bien que se hace, y no se rinde ante la espera tardía
de los frutos de sus obras.
Fe: facilidad para aceptar todo lo que hay que creer, firmeza para
afianzarnos en ello, seguridad de la verdad que creemos, tener en la
voluntad un sincero (no sentimental) afecto que incline al
entendimiento a creer, sin vacilar
Modestia: Regula los movimientos del cuerpo, los gestos y las
palabras.
Templanza y Castidad: atañen a los placeres del cuerpo, reprimiendo
los ilícitos y moderando los permitidos, la continencia refrena la
des ordenada afición de comer y de beber, impidiendo los excesos que
pudieran cometerse; ésta regula o cercena el uso de los placeres de
la carne.
Todos estos dos para que? Porque el ES es el santificador, o sea,
que eleva la totalidad de la persona a vivir la plena semejanza con
Dios: en el corazón: afectos, sentimientos, en la mente, en el
cuerpo, en las relaciones con los demás y con el mundo..
2. Reparte carismas y dones entre todos los fieles.... para
enriquecerlos con prerrogativas especiales que llamamos carismas
(gratis data), ordenados a la edificación del cuerpo. Para que? Con
estas gracias especiales con las que dispone y prepara para realizar
variedad de obras y de oficios provechosos para la renovación y más
amplia y provechosa edificación de la Iglesia, según aquellas
palabras: "A cada uno se le otorga la manifestación del Espíritu
para común utilidad" (1 Cor., 12, 7). Para enriquecer y para
edificar el cuerpo.
EI Papa Pablo VI afirmó: "El Espíritu Santo cuando viene otorga
dones. Conocemos ya los siete dones del Espíritu Santo. Pero da
también otros dones que se llaman carismas"...
Que son los carismas?
La palabra carisma (en griego: járisma): járis: gracia. ma: una
acción. Es un don, una gracia de Dios que produce una acción. Un
carisma es un don espiritual que nos da el Espíritu Santo para la
edificación de la comunidad cristiana (1 Corintios 12, 7). Son
gracias particulares dadas por Dios a cada uno y siempre en vista de
los demás. Por ej: Uno recibe el carisma de la sabiduría para que
llegue a ser maestro; y recibe el don de los milagros para que pueda
realizar actos que, a través de la maravilla y la admiración, llamen
a la fe.
$ Sobrenaturales concedidos por Dios a determinadas personas. Aunque
se le atribuyen sobre todo al Espíritu Santo, son igualmente don del
Padre y del Hijo.
$ Son un don para la Iglesia. Aunque ya existían en el Antiguo
Testamento, Dios los concede de forma incomparable en la Iglesia,
por los méritos de Cristo y por la acción del ES, desde Pentecostés.
Estos dones son dados a los fieles por la sobreabundancia de la
economía del Señor, que quiere hacer a la Iglesia más rica, más
animada, y mas eficaz en su misión. Por ello, Pablo VI pedía "la
efusión de los carismas": AQuisiera Dios, que el Señor aumentase
todavía hoy una lluvia de carismas para hacer fecunda, hermosa y
maravillosa a la Iglesia, y capaz de imponerse incluso a la atención
y al estupor del mundo profano, el mundo laicizante" (Paulo Vl,
Catequesis de 1974).
"Los carismas son gracias especiales que el Espíritu distribuye
libremente entre los fieles de todo tipo y con los que los capacita
y dispone para asumir varias obras y funciones, útiles para la
renovación de la Iglesia y para el desarrollo de su construcción.
Algunos de estos carismas son extraordinarios, otros, por el
contrario, sencillos y mucho más difundidos, pero el juicio sobre su
autenticidad corresponde, sin ninguna excepción, a los que presiden
en la Iglesia, a los que compete no extinguir los carismas
auténticos"
Características de los carismas:
1. Para el bien común: dados para la edificación de la Iglesia. Sus
efectos se manifiestan en favor de los miembros del cuerpo en
función del amor. Son útiles para la misión y por lo tanto no son ni
privados (para uso egoísta, personal), ni son superfluos, ni para
interesés personales.
2. No son señal de santidad, o de mayor unión con Dios (l Corintios
13,1). No puede uno ni atraerlo ni retenerlo sin la concesión del
Espíritu (1 Corintios 14, 28- 32).
3. No son requisitos para la salvación personal como lo es la gracia
santificante. No es mas santo el que tenga mayores carismas. Pero si
es verdad que los santos se caracterizan por haber dado libertad al
ES y por hacer buen y disciplinado uso de los carismas porque los
ponen al servicio de la Iglesia motivados por el amor.
4. El Espíritu Santo los concede a quien quiere y cuando quiere. (1
Cor 12,11). Se encuentran en todo tiempo y lugar. Un carisma se
recibe de manera independiente de los méritos del individuo .No
pueden adquirirse ni ser previstos con las fuerzas humanas..
5. Son dones transitorios. El ES los concede y los recoge según su
beneplácito; son pasajeros respecto a las virtudes teologales,
particularmente la caridad, la cual es el carisma superior y que
todos los demás pasan. Sin embargo, una cierta estabilidad que hace
que el hombre dotado habitualmente del carisma profético sea llamado
profeta.
6. Son autenticidad es su fecundidad.
7. Hay que pedirlos, pero en dolicilidad al ES y por intenciones
puras
8. Para la manifestación del Reino. Los carismas manifiestan el
poder de Dios, autentifican el mensaje, invitan a la conversión.
Acompañan a los apóstoles, a los que anuncian el Evangelio. "Por
mano de los apóstoles se realizaban muchas señales y prodigios en el
pueblo..." (Hechos 5,12).
$ Estos signos vienen a confirmar que el Evangelio "es una fuerza de
Dios para la salvación de todo el que cree" (Romanos 1, 16). Estos
signos confirman que el Reino ya está en medio de nosotros.
El carisma se distingue del talento: talento: es la capacidad
natural de la persona.carisma: es un don sobrenatural del Espíritu
para edificación del cuerpo eclesial. Por ser sobrenatural no
implica que sea necesariamente algo portentoso, mas bien los dones
se integran en la disposición natural de la persona y actúa en ella.
LOS CARISMAS EN LAS SAGRADAS ESCRITURAS:
Antiguo TestamentoAunque el término "carisma" parece ser propiamente
paulino, la realidad a que se refiere está ya claramente operante en
el Antiguo Testamento, en numerosos reyes, jueces, profetas y otros
grandes personajes, tanto hombres como mujeres. Estos no solo
recibieron de Dios una misión sino también la efusión del Espíritu
Santo para ejercerla mas allá de las fuerzas meramente
naturales.Nuevo TestamentoLa palabra carisma aparece 17 veces--16
veces en San Pablo: Rom1,11; 5,15.16; 6,23; 11,29; 12,6; 1 Cor 1,7;
7,7; 12,4.9.28.30.31; 2 Cor 1,11; 1 Tm 4,14; 2 Tm 1,6; 1 vez en S.
Pedro: 1 P 4, 10.Carismas en San Pablo
El significado de "charisma" en Pablo varía. Algunas veces es
aptitud, otras es sinónimo de gracia sacramental de estado. Pero
siempre se trata de una gracia del Espíritu Santo que habilita a
quien la recibe para servir en la edificación (oikodomé) de la
comunidad (Iglesia). Los carismas tienen un carácter orgánico. Todos
los carismas deben operar en armonía, como las múltiples funciones
de un cuerpo sano.
Una sistematización rígida de los carismas sería inadecuada. Una
imagen puede iluminar el hecho. Así como entre los colores del arco
iris. unos son bien definidos, pero todos resultan de la fusión de
los colores firmes; de manera semejante sucede en los carismas. Unos
son precisos y pueden clasificarse bajo un solo apartado; otros, en
cambio, por razón de su riqueza, presentan notas variadas que les
permiten ser colocados en dos o más apartados. Además, hemos dicho
que los carismas son innumerables.
Por todo esto, sin pretender en manera alguna hacer una
clasificación exacta, perfecta y completa de los carismas
mencionados en los textos, -y sólo a manera de ejemplo -he aquí un
ensayo de agrupación presentado por el P. Carriyo Alday, doctor en
Sagradas Escrituras.
l. Carismas de ''apostolado'', "enseñanza", "gobierno".
Apóstoles: lCo 12,28; Ef 4,11.
Profetas: lCo 12,28; Ef 4,11.
Pastores: Ef 4,]1; Hch 20,28. Maestros: ICo 12,28; Rm 12,7; Ef 4,11.
Evangelistas: Ef 4,11; Hch 21,8.
Epíscopos, presbíteros, diáconos: Hch 14,23; 15,2: 20,17.28; Flp
1,1; Tito 1,5.
2. Carismas de conocimiento y de palabra.
Palabra de profecía: ICo 12,10: Rm 12,6.
Palabra de sabiduría: I Co 12,8.
Palabra de conocimiento ( ciencia ): I Co 12,8.
Revelaciones: lCo 14,26.
Penetración de misterios: lCo 13,2.
Visiones: Hch 2,17; 9,3,17.
Discernimiento: I Co 12,10; 14,29.
Xenoglosia: Hch 2,6.11: Mc 16,17.
Lenguas ( glosolalia ): I Co 12,10.29: Hch 10,46; 19,6.
Interpretación de lenguas: lCo 12.10.30.
3. Carismas de servicio.
Funciones administrativas: 1 Co 12.28.
Presidir: Rm 12,8.
Asistencia en las necesidades: lCo 12,28.
Exhortar: Rm 12,8.
Obras de misericordia: Rm 12,8.
Distribución de los propios bienes: lCo 13,3.
Entrega de la propia vida: lCo 13,3.
4. Carismas de poder.
Fe: Hch 14,9; lCo 12,9.
Curaciones: Mc 16,18; lCo 12,9.28.
Obras de poder: Hch 4,30; lCo 12,10.28.
Exorcismos: Mc 16,17.
5. Carismas de estado de vida.
Matrimonio: l Co 7,7.
Celibato, virginidad, vida consagrada: lCo 7, 7.34.
La serie de dones del ES es innumerable; está abierta a la medida de
la riqueza de la gracia de Dios y de acuerdo a las necesidades de la
Iglesia, a través del discurso de su historia en su tarea de salvar
a los hombres
Los carismas son innumerables; tan abundantes, como necesidades
tenga la comunidad para ser construida; son de variada importancia,
según sirvan más o menos a la edificación de la iglesia: y sobre
todo son de diferente naturaleza, según la función específica que
tienen que desempeñar. En una catequesis histórica, S.S. Pablo VI
dijo: "La necesidad de la Iglesia supone una carencia imprescindible
por parte del hombre; por eso la necesidad de que el prodigio de
Pentecostés debe continuar en la Historia de la iglesia y del mundo@
LOS CARISMAS EN LA IGLESIA
En el Nuevo Testamento, la Iglesia se manifiesta al mundo como algo
vivo. San Pedro afirma que los cristianos son "piedras vivas"
juntamente construidas para la edificación de un templo espiritual'
que es Cristo resucitado y glorioso (1 Pedro 2, 5). San Pablo a su
vez habla de la comunidad cristiana como de un solo cuerpo místico
cuya cabeza es Cristo resucitado. Cada cristiano, por su parte, es
llamado a contribuir al crecimiento de este Cuerpo y está investido,
para este fin, de gracias especiales. En la Carla a los Romanos, San
Pablo hace observar: "Pues, así como nuestro cuerpo en su unidad,
posee muchos miembros, y no desempeñan todos los miembros la misma
función, así también nosotros, siendo muchos, no formamos más que un
solo cuerpo en Cristo, siendo cada uno por su parte los unos
miembros de los otros. Pero teniendo dones diferentes, según la
gracia que nos ha sido dada" (Romanos 12, 4-6).
Estos dones son tan diversos como las funciones de las que Cristo ha
revestido a sus miembros para la edificación de la Iglesia. Así lo
expresa también San Pablo: "Ahora bien, vosotros sois el cuerpo de
Cristo, y sus miembros cada uno por su parte. Así los puso Dios en
la Iglesia primeramente como apóstoles; en segundo lugar como
profetas; en tercer lugar como maestros; luego el poder de los
milagros; luego, el don de curación, de asistencia, de gobierno,
diversidad de lenguas. I Corintios 12, 27-30). S. Pablo recuerda e
insiste: Ahay diversidad de carismas, pero el Espíritu es el mismo;
diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo; diversidad de
operaciones, pero es el mismo Dios que obra todo en todos" (1
Corintios 12, 4-6).
Por su parte, San Pedro afirma: "Que cada cual ponga al servicio de
los demás la gracia que ha recibido, como buenos administradores de
las diversas gracias de Dios@ (1 Pedro 4, 10). Igual S. Pablo: "A
cada cual se le otorga la manifestación del Espíritu para provecho
común" (1 Corintios 12, 7), es decir: "para la edificación de la
asamblea" (1 Corintios 14,12). Y que buscaran ante todo el carisma
superior, pero también los dones para el bien del cuerpo: ABuscad la
caridad; pero aspirad también a los dones espirituales, sobre todo a
la profecía... el que profetiza habla a los hombres para su
edificación, exhortación, y consolación" (1 Corintios 14, 3-5).
La Iglesia se mantiene viva por la acción del ES, quien es su
alma....y su motor, quien la sopla y la lleva a través del mar de la
historia, cada vez mas a remar mar adentro y la capacita para
enfrentar las olas de cada momento histórico.
Los Carismas en la Iglesia de hoy
La renovación que notamos actualmente de los carismas en la Iglesia
es una característica o gracia particular como fruto del Concilio
Vaticano II- muchos advierten en ella el signo más prometedor de la
renovación de toda la Iglesia. Como lo afirmaba el documento
conciliar Lumen Gentium, Cap. 2, No. 12 "Estos carismas, tanto los
extraordinarios como los más comunes y difundidos, deben ser
recibidos con GRATITUD y CONSUELO, porque son muy útiles y adecuados
a las necesidades de la Iglesia". Así afirma el documento conciliar
sobre el "Apostolado de los seglares", Cap. 1, No. 3, 4to. Párrafo:
"Es la recepción de estos carismas, incluso de los más sencillos, la
que confiere a cada creyente el DERECHO y el DEBER de ejercitarlos
para bien de la humanidad y edificación de la Iglesia".
A partir del Concilio Vaticano II, el ES ha suscitado en la Iglesia
de hoy muchos gérmenes vigorosos de renovación. El Espíritu está
ciertamente en acción. Entre éstos se encuentra la RC. En ella se
vive la pneumatología (doctrina sobre el ES) enseñada por el
Concilio.. En ella existe una visible experiencia del ES. La RC se
interesa vivamente en los carismas, los ha visto ser derramados e
integrados de nuevo en el curso ordinario de la vida normal de la
Iglesia tanto local como universal. Desea integrar todos los dones,
los mas necesarios y elevados, como la gama entera de carismas en su
amplitud incluyendo aquellos que parecían carecer de actualidad,
como la profecía, los milagros, las curaciones espirituales como
físicas, el don de lenguas...etc.
Es llamada RC justamente por que ella espera no tanto que se
produzcan fenómenos extraordinarios, sino que se incorporen en el
cuadro de la vida ordinaria de sus comunidades los dones y carismas
del ES que durante siglos se pensó ser el privilegio de la Iglesia
primitiva o de algunos, santos y santas..
Renovación Carismática: debe ser entendida no solo como la
re-apertura a los carismas del ES in nuestro tiempo, sino a la total
desenvolvimiento de la acción del ES en nuestro momento histórico,
de lo cual hemos visto mucho, pero hay tanto por ver.
Cuidar el uso de los Carismas
Es necesario cuidar el uso de los carismas tanto para desarrollarlos
como para encaminarlos en forma equilibrada hacia el propósito
querido por Dios. San Pablo advierte a los Corintios sobre el
peligro del mal uso de los carismas:
$ Cuando los carismas pretenden remplazar el esfuerzo y la
responsabilidad de la vida cotidiana.
$ Cuando la atención se centra en los carismas haciendo de ellos un
espectáculo, creando desorden y distrayendo de la disponibilidad al
sacrificio.
$ Cuando se toma posesión de los carismas, buscando ávidamente
poseerlos por interés egoísta (orgullo, competencia, fama, etc.).
San Pablo actúa fuertemente contra los excesos porque los carismas,
si no contribuyen a la edificación del cuerpo, pueden hacerle daño.
San Pablo igualmente se preocupa de que no se apaguen los carismas
"No apaguéis el Espíritu. No despreciéis las profecías. Examinad
todo y quedaos con lo que es bueno. Abstenéos de todo mal." (1 Ts 5,
19-22) Pablo enseña constantemente que Dios actúa íntimamente y
poderosamente en sus hijos, dándoles los dones necesarios para la
misión. Como también enseña la necesidad de un adecuado
discernimiento para reconocer lo que viene del ES. Este
discernimiento le corresponde a la Iglesia. Los carismas brotan con
formas nuevas. Por eso le incumbe al ministerio jerárquico la
delicada tarea de examinar y cultivar los carismas que nacen
continuamente en el seno del pueblo de Dios. Hacer aflorar nuevas
modalidades de carismas, favorecer las concreciones institucionales
de estos y velar para que se mantengan vivos, insertándolos
adecuadamente en la vida de la Iglesia
Verdadera Fecundidad
La renovación en el Espíritu efectivamente, como he recordado en la
Exhortación Apostólica Catechesi Tradendae: Atendrá una verdadera
fecundidad en la Iglesia, no tanto a la medida en que suscite
carismas extraordinarios cuanto si conduce al mayor número posible
de fieles, en su vida cotidiana, a un esfuerzo humilde, paciente y
perseverante para conocer siempre mejor el misterio de Cristo y dar
testimonio de El (72)
(JPII, 1980)
Pablo VI (1972) dirigiéndose a la RC:
)Que necesidad, primera y ultima, advertimos para esta nuestra
Iglesia bendita y querida? )Que necesita realmente? Lo debemos
decir, temblorosos y en oración, porque es su misterio, es su vida:
es el Espíritu Santo, animador y santificador de la Iglesia, su
aliento divino, el viento de sus velas, su principio unificador, su
fuente interior de luz y de energía, su apoyo y su consolador, su
manantial de carisma y de cantos, su paz y su gozo, su prenda y
preludio de vida bienaventurada y eterna. La Iglesia tiene necesidad
de un perenne Pentecostés: necesita fuego en el corazón, palabra en
los labios, profecía en la mirada. La Iglesia necesita ser templo
del ES, es decir, de total limpieza y de vida interior" "La Iglesia
y el mundo necesitan mas que nunca que el "prodigio de Pentecostés
se prolongue en la historia" (Pablo VI)