La Santísima Virgen y Pentecostés
Madre Adela Galindo,SCTJM
Fundadora
Mayo, 2002
Solo
para uso privado -©
Queridos hermanos y hermanas:
Nos preparamos para Pentecostés, día en que la Iglesia conmemora ese
momento inolvidable cuando los Apóstoles reunidos en oración junto a
María Santísima, recibieron el poder del Espíritu Santo con muchos y
diferentes signos que manifestaban los efectos que ejecutaría esta
unción del Espíritu en el grupo apostólico.
Siento la necesidad imperante de subrayar el hecho de que los
Apóstoles estaban reunidos en oración con la Santísima Virgen María,
elemento fundamental y que muchas veces pasa desapercibido; sin
embargo la presencia de la Madre de Jesús es significativa para ese
evento tan singular en que la Iglesia, nacida
del Costado de Cristo, recibía el poder
santificador del Espíritu y a la vez, el poder que la capacitaba para
lanzarse en la misión evangelizadora.
En la oración que el Papa Juan XXIII hiciera al inicio del Concilio
Vaticano II, en la cual pedía un nuevo Pentecostés para la Iglesia,
vemos que nos enumera los elementos necesarios para que ésta nueva
unción se derrame sobre la Iglesia de estos tiempos:
Espíritu Divino, renueva tus maravillas en ésta nuestra era como si
fuera un nuevo Pentecostés, y concede que tu Iglesia, orando
perseverantemente e insistentemente con un solo corazón y mente junto
con Maria, la Madre de Jesús, y guiados por Pedro, promueva el reinado
del Divino Salvador, el reino de justicia, de amor y de paz.
¡“Junto con María”!
¿Por qué es tan importante que oremos insistentemente por un
nuevo Pentecostés y que lo hagamos junto con María? Porque María
Santísima, ha sido llamada por la Iglesia, y de
una forma particular por San Francisco de Asís, "esposa
del Espíritu Santo". La palabra "esposa"
expresa la relación íntima y estrecha entre María y el Espíritu Santo.
Esta unión íntima y singular entre el E.S.
y María se inicia en el momento de su Inmaculada Concepción
en el vientre de su madre, Santa Ana. En ésta unión mística y a través
de ella, Dios preservó a María libre del pecado original. También, la
llenó de una abundancia de gracia tal, que le permitiera un día
convertirse en la Madre de Dios.
El E.S. y María en el advenimiento de Jesús
Ella es la "suprema obra maestra del Espíritu Santo", que
no solo revela, sino que nos hace ver más claro la obra que el ES
quiere hacer en las criaturas. La relación entre María y el Espíritu
Santo es de un amor receptivo y fructificador. En el momento de la
Anunciación, por la receptividad de María a la
gracia y al poder del E.S.
que vino a ella y la cubrió con su sombra, se hizo abundantemente
fructificadora, al concebir en su seno a la Palabra hecha carne. La
unión del Espíritu Santo y María Santísima tiene como fruto bendito a
Jesús; tiene como fruto el advenimiento de Cristo. Esta misión no se
limita al momento de la Anunciación. Todos los
nuevos advenimientos de Cristo para la Iglesia y el mundo, requieren
de la acción poderosa del Espíritu Santo y de la cooperación plena de
la Virgen Madre. Estos advenimientos espirituales que significan un
resurgir de la fe, de la oración, de la conversión, de la vida
sacramental, como de un mayor celo apostólico y una unción particular
para la Iglesia responder con poder a las necesidades y batallas de su
momento histórico, siempre serán fruto de la acción poderosa del
Espíritu Santo con la cooperación de María Santísima. Todos los
advenimientos se llevan a cabo a la luz del primero.
OH Maria, tu que eres Madre de la Iglesia, obtén para la Iglesia el
don del Espiritu Santo, para que sepa proseguir con constancia hacia
el futuro por el camino de la renovación marcada
por el ES y que sepa asumir en tal obra
renovadora todo lo que es verdadero y bueno, discerniendo asiduamente
entre los signos de los tiempos lo que sirve para el advenimiento del
Reino de Dios" (JPII- Día de Pentecostés, 1982)
Santuario del Espíritu Santo
La Virgen María es también “Santuario del Espíritu Santo”.
En Ella ha residido y reside plenamente el Espíritu, formando su
Corazón para ser la nueva arca de la alianza, en quien moraría Dios
hecho Hombre. Su Corazón es el cenáculo permanente en donde el
Espíritu Santo se derrama para formar en los corazones de los hombres
la imagen del Verbo Encarnado. "Dios E.S.,
se hizo fecundo en María, su Esposa. Con Ella, en Ella y de Ella
produjo a su obra maestra, que es un Dios hecho hombre, y produce
todos los días, hasta el fin del mundo, en los miembros de su cuerpo
místico, a hijos de Dios, semejantes al Único Hijo. Por ello, cuanto
mas encuentra a María, su querida e indisoluble Esposa, en una alma,
tanto mas poderoso y dinámico se muestra el ES para producir a
Jesucristo en esa alma y a ésta en Jesucristo." (San
Luis de Montfort)
Que junto con María Santísima y por su poderosa intercesión, abramos
las puertas de nuestros corazones y de toda la Iglesia, para que fluya
poderosamente el viento abrazador del Espíritu Santo trayendo el don
de un nuevo, y tan necesario, Pentecostés.
En el amor
de los Dos Corazones,
Madre
Adela Galindo
Prohibida la
reproducción
de esta enseñanza de la Madre Adela Galindo, excepto para uso personal.
Esta página
es obra de Las Siervas de los Corazones Traspasados de Jesús y María
Copyright
© 2005 SCTJM