Oficio de Lectura, 17 de mayo,
San Pascual Bailón,
Religioso
La Eucaristía, vínculo de
paz y de unidad
Del breve apostólico
Providentíssimus del Papa León
XIII, 28 noviembre, 1897
Para animar a los católicos a profesar
valientemente su fe y a practicar las virtudes cristianas, ningún
medio es más eficaz que el que consiste en alimentar y aumentar la
piedad del pueblo hacia aquella admirable prenda de amor, vínculo de
paz y de unidad, que es el sacramento de la Eucaristía.
Ahora bien, entre aquellos cuya piedad para con
este sublime misterio de la fe se manifestó con más vívido fervor,
Pascual Bailón ocupa el primer lugar. Dotado por naturaleza de muy
delicada afición a las cosas celestiales, después de haber pasado
santamente la juventud en la guarda de su rebaño, abrazó una vida
más severa en la Orden de Frailes Menores de la estricta
observancia, y mereció por sus meditaciones sobre el convite
eucarístico adquirir la ciencia relativa a él; hasta el punto de que
aquel hombre, desprovisto de nociones y aptitudes literarias,
resultó capaz de responder a preguntas sobre las más difíciles
materias de fe, y hasta de escribir libros piadosos. Pública y
abiertamente profesó la verdad de la Eucaristía entre los herejes y,
por ello, tuvo que pasar por graves pruebas. Émulo del mártir
Tarsicio, fue varias veces amenazado con la muerte.
Creemos, pues, que las asociaciones eucarísticas
no pueden ser confiadas a mejor patronazgo. Llenos de confianza,
hacemos votos porque los ejemplos de este santo den por fruto el
aumento de aquellos que, en el pueblo cristiano, dirigen cada día su
celo, sus intenciones y su amor a Cristo Salvador, principio el más
alto y el más augusto de toda salvación.
Oración
Oh Dios, que otorgaste a san Pascual Bailón un
amor extraordinario a los misterios del Cuerpo y de la Sangre de tu
Hijo, concédenos la gracia de alcanzar las divinas riquezas que él
alcanzó en este sagrado banquete que preparas a tus hijos. Por
nuestro Señor Jesucristo.