Oficio de lectura, 8 de Marzo,
San Juan de Dios,
religioso
Jesucristo
es fiel y lo provee todo
De sus
cartas, archivo general de la Orden Hospitalaria.
Si mirásemos cuán grande es la misericordia de Dios,
nunca dejaríamos de hacer bien mientras pudiésemos: pues que, dando
nosotros, por su amor, a los pobres lo que él mismo nos da, nos promete
ciento por uno en la bienaventuranza. ¡Oh bienaventurado logro y
ganancia! ¿Quién no da lo que tiene a este bendito mercader, pues hace
con nosotros tan buena mercancía y nos ruega, los brazos abiertos, que
nos convirtamos y lloremos nuestros pecados y hagamos caridad primero a
nuestras ánimas y después a los prójimos? Porque, así como el agua mata
al fuego, así la caridad al pecado.
Son tantos los pobres que aquí se llegan, que yo mismo
muchas veces estoy espantado cómo se pueden sustentar, mas Jesucristo lo
provee todo y les da de comer. Como la ciudad es grande y muy fría,
especialmente ahora en invierno, son muchos los pobres que se llegan a
esta casa de Dios. Entre todos, enfermos y sanos, gente de servicio y
peregrinos, hay más de ciento diez. Como esta casa es general, reciben
en ella generalmente de todas enfermedades y suerte de gentes, así que
aquí hay tullidos, mancos, leprosos, mudos, locos, paralíticos, tiñosos,
y otros muy viejos y muy niños, y, sin estos, otros muchos peregrinos y
viandantes, que aquí se allegan, y les dan fuego y agua, sal y vasijas
para guisar de comer. Para todo esto no hay renta, mas Jesucristo lo
provee todo.
De esta manera, estoy aquí empeñado y cautivo por solo
Jesucristo. Viéndome tan empeñado, muchas veces no salgo de casa por las
deudas que debo, y viendo padecer tantos pobres, mis hermanos y
prójimos, y con tantas necesidades, así al cuerpo como al ánima, como no
los puedo socorrer, estoy muy triste, mas empero confío en Jesucristo;
que él me desempeñará, pues él sabe mi corazón. Y, así, digo que maldito
el hombre que fía de los hombres, sino de solo Jesucristo; de los
hombres has de ser desamparado, que quieras o no; mas Jesucristo es fiel
y durable, y pues que Jesucristo lo provee todo, a él sean dadas las
gracias por siempre jamás. Amén.
Oración
Señor, tú que infundiste en san Juan de Dios espíritu
de misericordia, haz que nosotros, practicando las obras de caridad,
merezcamos encontrarnos un día entre los elegidos de tu reino. Por
nuestro Señor Jesucristo.