LA TRAMPA DEL ABORTO
por Elida Z. Solórzano
Mayo, 1999
Referencias de
Doña Elida Solórzano y lista de sus artículos
en Corazones.org
Nicaragua se encuentra en peligro de caer en la trampa de legalizar un
acto criminal: el aborto provocado. Como toda trampa, ésta ha sido
diseñada para que no se vea y para que se caiga en ella
irremediablemente.
La despenalización del aborto provocado no es deseada por los
nicaragüenses. En el tiempo de la presidenta Chamorro, antes de las
Reformas Constitucionales, la Comisión de la Mujer, Niñez y Juventud de
la Asamblea hizo una encuesta para saber si era de interés de las
mujeres el aborto y resultó que no lo era. Es un grupo muy definido y
minoritario el que promueve la despenalización del aborto basándose en
argumentos muy específicos ya reconocidos en el mundo. Este grupo en
Nicaragua es el movimiento de mujeres feministas que desde comienzos de
esta década se viene organizando en diferentes ONG, Redes y Colectivos
financiado por el internacionalismo de izquierda, principalmente la
Unión Europea y la IPPF (Federación Internacional de Planificación
Familiar). Aunque ellas han reconocido que en la década anterior se
dedicaron a las labores de la Revolución ahora promueven “mejorar la
condición de la mujer”. Sin embargo, su agenda es altamente ideológica
en lo que significa esa “mejoría” y, además, no coincide con las
aspiraciones de la gran mayoría de las mujeres.
Dicho grupo propugna los “derechos de la mujer” que todos apoyaríamos si
se tratara de los mismos derechos de todos los seres humanos pero no es
así, sino que añade una gama de “aspiraciones” propias solo de su grupo.
Calificándolo como un “derecho” ellas pretenden legalizar el aborto,
poniendo en jaque el principio fundamental de que todos los seres
humanos son iguales frente a la vida. Quieren que triunfe el principio,
según el cual la mujer dispone, frente al niño que lleva en su seno, de
una libertad individual total, ilimitada. Puesto que las mujeres pueden
“disponer de su cuerpo”, hay que “justificar” su “derecho” a disponer
del cuerpo del ser humano que llevan en su interior y el médico, los
legisladores y las leyes deben ayudarles a ejercer ese “derecho”.
Entre sus argumentos está el que se debe despenalizar el aborto porque
de todas maneras las mujeres están abortando y lo están haciendo en
condiciones donde peligran sus vidas (por supuesto ni mención de la vida
del nuevo ser humano que siempre muere). Este razonamiento equivale a
decir que porque hay muchos robos o violaciones hay que sacar la
conclusión de que las leyes deberían ser más clementes. Esto es
confundir los hechos con el derecho. O sea, que si se viola una ley es
porque es demasiado severa e inadaptada o si se viola otra es porque es
demasiado indulgente. ¡Esto es una incoherencia!
La estrategia del movimiento de estas mujeres es enfocar el aborto como
un problema de la salud de la mujer. Es la misma táctica usada por el
feminismo mundial y la trampa está en las estadísticas. Presentan una
enorme cantidad de muertes de mujeres a causa de abortos “en condiciones
no adecuadas”. El famoso abortista norteamericano arrepentido, Dr.
Nathanson, autor de miles de abortos, ahora denuncia esa táctica que él
mismo ocupó. Según nos dice se ha llegado a multiplicar hasta por
cincuenta veces el número de defunciones debidas a abortos clandestinos
para impresionar al público.
Para ilustrar lo dicho podemos ver el ejemplo de España y la ley de 1983
que despenalizó el aborto en tres casos concretos. Esta ley fue adoptada
bajo la presión de los partidarios del aborto, que daban una cifra
claramente exagerada de 300,000 abortos clandestinos anuales en el país.
Sin embargo, en los seis primeros meses siguientes a la legalización
parcial del aborto, sólo se registraron 200 casos en toda España.
Otro argumento utilizado que va contra toda verdad científica es que la
vida humana comienza hasta que el óvulo de la mujer se implanta y no
cuando es fecundado por el esperma del varón. Sin embargo, estas mismas
personas que también están a favor de la manipulación de la vida fuera
de su ambiente natural como es la fecundación in vitro, reconocen que en
una probeta ha comenzado la vida humana prenatal. ¿Entonces es o no es
vida humana desde la fecundación antes de la implantación?
El diseño de la trampa incluye también no tratar de lograr la
despenalización total del aborto de un solo golpe. Hay que abrir primero
una puerta aduciendo cifras infladas y presentar la tragedia innegable
de ciertas mujeres. Sin embargo ante el aborto no podemos pensar en
despenalización parcial sencillamente porque estamos ante la decisión de
quitarle a un ser humano el derecho a la vida. Este o se reconoce o no
se reconoce sin distinciones para todos los seres humanos. No existe un
término medio. El Estado de Derecho no se caracteriza simplemente por la
existencia y el respeto de la ley sino que se caracteriza por el
fomento, llevado a cabo POR TODOS, de la justicia PARA TODOS. Es decir,
del respeto de la vida de todos, de la libertad y de la igualdad de
derechos de todos. El hecho que se ha legalizado el aborto en países que
se llaman democráticos no significa que la polémica ha cesado. Se ha
caído en un grave error moral y político en esos países. En EE.UU. hay
una verdadera guerra civil silenciosa sobre este asunto. De hecho las
encuestas muestran que son más los que opinan en contra que a favor del
aborto provocado. Sin embargo, sus legisladores cayeron en la trampa.
Nadie tiene derecho de eliminar una vida y menos la de un ser inocente e
indefenso como es la vida humana dentro del vientre materno. Las leyes
pueden equivocarse y otorgar “derechos” que no existen pero hay una ley
no escrita que juzga nuestras acciones. Los militares nazis autorizaron
sus actuaciones a través de sus leyes, resultando en horrendos crímenes
que en Nuremberg fueron condenados por otra ley superior, la ley
natural, escrita en el corazón de la humanidad por el mismo y único
autor de la Vida.
Señores Legisladores, Padres de la Patria, a ustedes les toca no caer en
la trampa, sino que deben velar no solo por algunos de los hijos de la
Patria sino por todos, especialmente los más débiles. No traigan más
sangre a este país. No traigan más guerra. Las consecuencias de
despenalizar el aborto por cualquier motivo que sea es una verdadera
guerra donde corre la sangre, las lágrimas y caen heridos y muertos.