UNA NUEVA DEFINICION DE IGUALDAD
Por Elida Z. Solórzano, marzo 2003

Extraña la Ley de Igualdad de Oportunidades que ciertas feministas han propuesto como la panacea para todas las mujeres. En primer lugar llama la atención su concepto de igualdad entre los sexos. Hasta dónde la mayoría podemos entender por simple observación y por lo que dice la ciencia, la igualdad de los sexos radica en nuestra igual dignidad o valor como personas que se debe traducir en la igualdad de derechos humanos. Sin embargo algunas mujeres con abundantes recursos financieros que engañan a otras, dicen que la “igualdad absoluta entre hombres y mujeres” debe traducirse en que todos hagamos las mismas cosas en iguales cantidades. ¡Ojo! Esta ley es ideológica y totalitaria.

Sin ninguna aclaración se ha sacado lenguaje de las recomendaciones de las Conferencias de El Cairo de 1994 y de Beijing en 1995 a pesar que las delegaciones de Nicaragua hicieron, en su momento, declaraciones y reservas de los contenidos de conductas inaceptables y promoción del aborto. Terminología como “salud sexual y reproductiva”, “derechos reproductivos” y “servicios de salud reproductiva” solamente se aceptaron sin el contenido de aborto que bien se conoció en las Conferencias. Ahora se quieren usar en la Ley de Igualdad sin ninguna aclaración. Si no contiene aborto, que sus autoras lo digan con claridad.

Dicha propuesta de ley también separa el sexo del género. Esta es una novedad de las feministas de género que aunque ellas no se auto-llaman así, las personas que conocen su agenda de género, así las llamamos. Ellas buscan borrar fronteras para alcanzar la igualdad total “trascendiendo” a una especie de “género indiferenciado”. De repente vemos ejemplares de ésto y pensamos ¿será hombre o mujer? Para ellas hay posibilidad de infinidad de “géneros”, con sus respetivas “preferencias sexuales”. Para lograr su agenda han ideado el método de borrar las desigualdades diciendo que con el sexo nacemos pero que el género es algo que se va haciendo en la sociedad en que vivimos. Por lo tanto, si el género es algo que no viene por la naturaleza, lo podemos cambiar. Esto tiene implicaciones muy grandes para la sociedad porque si el género no es natural y no tiene que corresponder al sexo respectivo, entonces la atracción entre hombre y mujer tampoco es natural y puede cambiar. Ya el matrimonio o la unión de hecho estable de un hombre con una mujer no sería lo natural tampoco, sino que hay otras opciones “igualmente válidas”. Por eso, dicha ley propone un “modelo de relaciones familiares nuevo”. Si aceptamos esto tendríamos que aceptar todo lo anterior y protegerlo por ley. Por eso es muy importante que se defina qué se entiende por “género” en esta ley.

Además de toda la terminología ya mencionada, esta ley habla de “derechos sexuales y reproductivos”. Jamás se ha aceptado en ninguna Conferencia ni Convención Internacional el tal “derecho sexual” porque no se ha definido. A un “derecho” el Estado debe darle protección por ley. Y ¿cómo vamos a proteger lo que no conocemos? ¿Y si un adulto considera como su “derecho sexual” tener relaciones con niños o niñas ¿le vamos a dar protección legal? Esto y cualquier cantidad de aberraciones están incluidas en los “derechos sexuales”.

Dice la ley que busca “igualdad de oportunidades” pero lo que busca es igualdad de resultados en todos los ámbitos: privados y públicos. Pretende que todos tengamos una participación de 50% mujeres y 50% hombres, a pesar que no tenemos las mismas características ni las mismas inclinaciones. En un mercado laboral ya deprimido, se nos propone tener solo el 50% de oportunidad de poder conseguir el trabajo que nos gustaría tener en vez de competir dentro de un 100% de posibilidades para todos según la capacidad, experiencia y preferencia. Y para cerrar con broche de oro, la institución que va a velar para que todo se cumpla es el Instituto Nicaragüense de la Mujer (INIM) con representantes de los grupos de mujeres feministas de género. Juntos formarán una especie de “policía de género” para ver que todo se cumpla hasta en los dormitorios de las casas. No sé quién quiera este tipo de “igualdad” totalitaria, más que talvez las feministas de género que la inventaron y ya sueñan con las cuotas de poder para llevarnos a su paraíso de “igualdad”.
(La autora es presidenta de la Asociación Nicaragüense por la Mujer – ÁNIMU)

siervas_logo_color.jpg (14049 bytes)
Regreso a la página principal
www.corazones.org
Esta página es obra de Las  Siervas de los Corazones Traspasados de Jesús y María
Copyright © 2001 SCTJM