ALGUNAS REFLEXIONES A CONSIDERAR CONTRA EL
ABORTO
por Elida Z. Solórzano
Febrero 2002
Referencias de
Doña Elida Solórzano y lista de sus artículos
en Corazones.org
No es de un Estado de Derecho dejar desprotegido al niño no
nacido:
Para que pueda haber Estado de derecho en un país, no basta que exista
en él una legislación cualquiera y que sea aplicada. Puede ocurrir que
el derecho dé su aval a la tiranía y legalice el despotismo. El que
China y Cuba tengan sus leyes y que estas sean aplicadas no significa
que los chinos y los cubanos vivan en un Estado de Derecho.
Hay Estado de derecho cuando la ley está al servicio de la justicia
para todos y no para el grupo más fuerte o más numeroso. Si espero de
la ley que proteja mi vida y mi libertad, debe también proteger la
vida y la libertad de los demás, especialmente de los más débiles.
Por violación no se puede abortar:
El niño en su primera etapa de desarrollo en el vientre materno tiene
derecho a vivir y es inocente. Aquí en Nicaragua no hay pena de muerte
para el culpable. ¿Porque vamos a matar al inocente? Al permitir el
aborto por violación se le mata al niño por nacer que es inocente y se
le deja vivo al violador culpable porque no existe pena de muerte en
Nicaragua. Esto es absurdo.
Si se pretende que se pueden eliminar a todos los indeseados, la
sociedad humana se destruye a sí misma. Si no se admite la presencia
de los demás con sus diferencias o circunstancias, la vida en sociedad
se hace infernal, tal como la definía Sartre: “El infierno son los
demás”.
En nombre del derecho a la calidad de vida no se puede negar la
existencia a un ser abocado al sufrimiento o condenado a padecer un
defecto físico.
La propuesta de que la vida no vale la pena ser vivida más que a
partir de un cierto nivel de calidad nos sitúa en un terreno de la
subjetividad integral. ¿Qué es calidad de vida? Se admitirá que lo que
hace la felicidad de uno no hace la de otro y que, en una misma
situación, uno puede llegar a sonreír, mientras que otro pensará en el
suicidio.
Si fuera legítimo el matar a un ser humano porque corre el riesgo de
ser tan pobre que su vida no valdría la pena ser vivida, entonces
sería igualmente legítimo el matar a todos los que realmente mueren
ahora mismo de hambre. Y sin embargo nadie se atrevería a sostener
esta consecuencia. El vicio del razonamiento se hace así manifiesto:
la solución de la pobreza no consiste en eliminar al pobre, sino en
compartir con él.
En el caso del defecto físico: (aborto eugenésico)
No se puede identificar la vida humana y la calidad de la vida humana.
Estas dos nociones no están en el mismo plano. Una democracia como la
nuestra es imperfecta pero sigue siendo una democracia que merece la
pena que viva...hay que combatir las imperfecciones pero no destruir
la democracia.
Los derechos humanos son inherentes a la persona (no son dados por un
Estado). Son inherentes porque vive una existencia HUMANA. Este
carácter humano comporta una dimensión corporal que le es esencial.
Hablar de las cualidades físicas o psicológicas de este ser humano no
tiene sentido más que en relación con esta existencia. En relación con
significa que no habla de cualidades más que con respecto a una
existencia real y dependiendo de dicha existencia.
Entonces, ante un minusválido ¿cuál es la mejor solución, eliminarlo o
ayudarlo a llevar la existencia mejor posible teniendo en cuenta sus
capacidades?
Lo trágico es que en algunos ambientes, el niño es rebajado a la
condición de un objeto de consumo: se le desea por placer, como un
video o un carro, si te gusta, te lo dejás sino lo abortás.