BUEN HUMOR
Contribuciones
bienvenidas. Deben ser chistes sanos. No puedo asegurar que
sean publicados.
Enviar a: Privero@corazones.org
La prueba de la bañera
Durante una visita a un Instituto Psiquiátrico, uno de
los visitantes le preguntó al Director, qué criterio se
usaba para definir si un paciente debería o no ser
Internado.
- 'Bueno', dijo el Director, 'hacemos la prueba
siguiente: llenamos completamente una bañera, luego le
ofrecemos al paciente una cucharita, una taza y un cubo y le
pedimos que vacíe la bañera. De la forma como vacíe la
bañera, sabemos si hay que internarlo o no'.
-Ah, entiendo- dijo el visitante. - Una persona normal
usaría el cubo porque es más grande que la cucharita y la
taza.
-No -dijo el Director, "una persona normal sacaría el
tapón".. Usted ¿qué prefiere: una habitación con o sin vista
al jardín?
Dedicado a todos los que pensaron en el cubo... :-)
DE LA BOCA DE LOS
NIÑOS...
Se oyó a un niño rezar:
"Jesús, si no me puedes hacer un niño bueno, no importa. Yo
me divierto mucho así como soy"
Una familia regresaba a casa tras el bautismo de su bebe.
El hermanito lloraba desconsolado en el carro.
La mamá le preguntó tres veces que le pasaba.
Finalmente el niño respondió:
"El padre en la iglesia dijo que nosotros debemos crecer en
una familia cristiana.
¡Pero yo me quiero quedar con ustedes!"
La maestra de catecismo preparaba a los niños para la
misa y les pregunta:
"¿Por que debemos estar calladitos en la misa?"
Enseguida una niña responde: "Porque están todos durmiendo y
no los debemos despertar"
Una madre preparaba desayuno para sus hijos, José y
Carlitos. Ellos comenzaron a discutir por el primer plato.
La madre aprovechó para darles una enseñanza: "Si Jesús
estuviera aquí esperando su desayuno, El diría:
"Deja que mi hermano reciba el primer plato y yo espero".
Carlitos se vira hacia José y le dice: "Hoy te toca a tí ser
Jesús"
Ante muchos invitados, la madre de la familia le pide a
su hija de seis años:
"¿Te gustaría bendecir la mesa?"
La niña le responde: "No se que decir"
"Di lo que has oido a tu mami decir", le pide la madre.
Entonces la niña, sintiéndose mas segura, inclina su cabeza
y dice:
"Dios mio, como se me ocurrió invitar a tanta gente a la
cena"
Una niñita le estaba platicando de las ballenas a su
maestra. La profesora dijo que era físicamente imposible que
una ballena se tragara a un ser humano porque aunque era un
mamífero muy grande su garganta era muy pequeña. La niña
afirmó que Jonás había sido tragado por una ballena.
Irritada, la profesora le repitió que una ballena no podía
tragarse a ningún humano; físicamente era imposible.
La niñita dijo, "Cuando llegue al cielo le voy a preguntar a
Jonás".
La maestra, le preguntó, "¿Y qué pasa si Jonás se fue al
infierno?"
La niña le contestó, "Entonces le pregunta Usted".
Una maestra de kinder observaba a los niños de su clase
mientras dibujaban. Ocasionalmente se paseaba por el salón
para ver los trabajos de cada uno. Cuando llegó a donde una
niñita que trabajaba diligentemente, le preguntó qué estaba
dibujando. La niña replicó, "Estoy dibujando a Dios."
La maestra se detuvo y dijo, "Pero nadie sabe cual es la
apariencia de Dios" Sin pestañear y sin levantar la vista de
su dibujo, la niña contestó, "Lo sabrán dentro de un
minuto."
Una profesora de catecismo estaba discutiendo los Diez
Mandamientos con sus niños de 5 y 6 años. Después de
explicar el mandamiento de "Honrar Padre y Madre," les
preguntó, - "¿Hay algún Mandamiento que nos enseñe como
tratar a nuestros hermanos y hermanas?" Un muchachito
contestó, "No matarás".
Apocalipsis 3,20
Un sacerdote fue a visitar a un enfermo.
Tocó a la puerta pero no le abrieron. Antes de retirarse,
tomo su tarjeta, escribió en ella: "Apocalipsis 3, 20" y la
dejo pegada a la puerta.
El lunes siguiente, al
contar la colecta del domingo, encontraron en ella la
tarjeta del padre. Junto a su cita bíblica habían añadido
otra: "Génesis 3,10". El padre pronto descubrió el
buen sentido del humor de su feligrés:
Apocalipsis 3,20:
"Mira que estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y
me
abre la puerta, entraré en su casa..."
Génesis 3,10: "Te
oí andar por el jardín y tuve miedo, porque estoy desnudo;
por eso me escondí."