Un Sally llegó a su
clase y en la pared había una hoja blanca grande y en una
mesa próxima estaban muchos dardos... Dr. Smith les dijo a
los estudiantes que dibujaran la foto de una persona que no
les gustara, o de alguien que los haya puesto furiosos, y él
les dejaría tirarle dardos.
La amiga de Sally dibujó
una foto de una muchacha que le había robado a su novio.
Otra amiga dibujó la foto de su hermanito. Sally dibujó una
foto de un amigo anterior, poniendo muchos detalles en su
dibujo, hasta las espinillas de la cara. Sally estuvo
satisfecha con el efecto que había alcanzado. Se
alineó en la fila para tirar los dardos. Algunos de los
estudiantes lanzaron sus dardos con tal fuerza que sus
blancos fueron rasgados. Sally miraba adelante en espera de
su turno, pero se decepcionó cuando el Dr. Smith, debido a
límites de tiempo, pidió que los estudiantes volvieran a sus
asientos.
El Dr. Smith comenzó a
quitar los blancos de la pared. Por debajo del blanco estaba
una foto de JESÚS. Un silencio cayó sobre el cuarto mientras
que cada estudiante vio la desmantelada foto de Jesús; los
agujeros y las marcas dentadas cubrieron su cara, y sus ojos
fueron perforados. El Dr. Smith dijo solamente estas
palabras...
Y el Rey les dirá: "En verdad os digo que cuanto
hicisteis a unos de estos hermanos míos más pequeños, a mí
me lo hicisteis." Mateo 25,40
No había necesidad de otras palabras; las lágrimas
llenaron los ojos de los estudiantes, centrados solamente en
el rostro herido de Cristo.