La
Astrología
Fuente: Info – Spes
Boletín Informativo de la
Fundación S.P.E.S. Nº 100 - Mayo de 2005 (Dossier)
Sumario
1.
Por qué la Astrología es una
Pseudociencia
2. La Astrología en la mira -
Radiografía de una
pseudociencia
3. El buen negocio de la
astrología..., a pesar de las demandas
4. La astrología en busca de
respetabilidad
5. Porcentajes
de jóvenes argentinos que creen en la Astrología
6.
Cónclave y Astrología -
¿Adivinar el futuro Papa?
1. Por qué la
Astrología es una Pseudociencia
¿Qué
es la astrología?
Una definición formal puede
ser: La astrología es un sistema de creencias que pretende pronosticar
el futuro o las características de un individuo por medio de cálculos
relativos a la posición de los planetas en el momento del nacimiento de
éste. No hay que confundir con la astronomía que sí es una ciencia y es
la que se encarga del estudio sistemático de los astros.
En otras palabras, el astrólogo
dice que una persona nacida bajo el signo de Acuario será inteligente,
tímido, bondadoso, etc., mientras que para el astrónomo, Acuario es una
constelación más de las 88 que hay en el cielo con la característica
interesante de que en ésta se encuentra la estrella doble Zeta Aqr con
componentes de magnitudes 4,3 y 4,5, como así también la presencia de la
nebulosa planetaria NGC 7009.
Las
Razones
Antes de criticar una posición
tenemos que conocerla, por lo que empezaré a describir como funciona el
método astrológico. (Los números entre paréntesis son sólo para citar el
texto más abajo). El cielo fue dividido artificialmente (1) en 88 (2)
constelaciones, una constelación es un grupo de estrellas que vistas
desde la Tierra (3) parecen que están cerca entre sí (4) y con un poco
de imaginación (5) forman algún objeto o personaje familiar (6). De
estas 88 constelaciones hay un grupo de 12 constelaciones (los 12 signos
del zodíaco) que tienen en común el hecho que el visto desde la Tierra
(7) el Sol (8) pasa a través de ellas durante cierta época del año.
Cuando una persona nace (9) el Sol se encuentra en uno de las
mencionadas constelaciones la cual determina el signo del individuo. Las
características de éste (que son atribuidas a su signo) proviene de las
características del objeto o animal que identifica al signo (10). Claro
que la única variable astrológica no es el signo, sino que intervienen
también 6 planetas (11), el sol y la Luna (12). La manera en que estas
últimas variables actúan es mucho más complicada pero básicamente
consiste en sus posiciones relativas (13) como así también sus
posiciones con respecto a unos sectores denominados casas (14) que
determinan el éxito, la salud, el amor, etc. (15).
Ahora explicaré una por una
las falencias del método:
(1) Artificialmente significa
que es un invento humano ya que no existe en la naturaleza, el problema
acá es que los que dividieron el cielo fueron quienes determinaron como
serán las constelaciones que regirán a las futuras generaciones, los
hombres determinaron los signos, ¿no eran los signos quienes
determinaban el comportamiento de los hombres? Entramos en un círculo
vicioso sin salida. Ese no es el único inconveniente de la división
artificial, hay que considerar también la pregunta: ¿Es esa la división
correcta? La respuesta es que no hay una división correcta sino muchas
posibles, basta tomar un mapa estelar, un lápiz y unir estrellas del
modo que más nos guste (o nos disguste) y tendremos nuestras propias
constelaciones. Hay ejemplos históricos de que otras civilizaciones ya
lo han hecho como los mayas e incas de América, tribus africanas y
australianas. Con lo que surge otro interrogante: ¿Por qué usamos este
grupo de constelaciones y no el de alguna del las recién mencionadas?
Simplemente porque provenimos de la civilización greco-romana en la que
reinaba la actual configuración zodiacal, por lo que se deduce
claramente que si hubiéramos sido descendientes de otra cultura
tendríamos otros signos que regirían nuestros destinos, lo que no suena
muy científico.
(2) El número también es
artificial ya éste depende de como se tomen los límites de las
constelaciones.
(3) Las estrellas están
ubicadas en un espacio tridimensional, por lo cual cuando se proyecta a
un plano bidimensional (que es la base su apariencia en el cielo)
perdemos una dimensión con el consiguiente cambio de apariencia. Esto
significa que la proyección bidimensional de una construcción
tridimensional varía según el punto de vista del observador, esto se
puede ilustrar con el siguiente ejemplo:
Grupo de estrellas "vistas de
frente"
*
*
*
Se puede apreciar que esta
figura se asemeja a la de un triángulo.
El mismo grupo de estrellas
"vistas de costado"
*
*
*
Como se ve, las cosas cambian.
¿A qué viene esto? En el caso
de que existiesen constelaciones, éstas serían únicamente válidas para
la Tierra ya que desde cualquier otro planeta las cosas serían
distintas, lo que convierte a toda esta "ciencia" en algo completamente
local. La razón de esta falla puede radicar obviamente en el hecho que
esta disciplina fue inventada en épocas donde se creía que las estrellas
estaban todas sobre la misma esfera, todas equidistantes del centro del
universo que era nuestro planeta.
(4) En ese momento el concepto
de distancia relativa estaba dado pura y exclusivamente por la distancia
aparente de las proyecciones de las estrellas, veamos un ejemplo:
*
*
Estrellas "aparentemente"
cercas.
*
* X
(observador)
Las mismas estrellas vistas
desde otro ángulo.
(5) La verdad es que a veces
se requiere un poco más que imaginación para ver "algo" en el cielo,
¿saben que representan las "Tres Marías"? Esas tres estrellas alineadas
(para nosotros) están formando el cinturón de un guerrero llamado Orión,
traten de encontrarlo mirando al cielo (y si lo hacen avísenme así les
regalo algo). Al respecto hay muchísimos ejemplos ya que con la cantidad
de estrellas visibles se podrían dibujar una cantidad incalculable de
constelaciones.
(6) El concepto de "personaje
familiar" es mucho más relativo ya que depende de "familiar para quien".
El ejemplo más ilustrativo de esto puede ser la siguiente constelación:
*
*
*
*
*
* *
Este grupo de estrellas
visibles en el hemisferio norte a sido asociada a una cuchara por los
franceses, a la cola de un oso por los pueblos del norte de Europa, a un
carro celestial por los chinos y por muchas más formas diferentes según
la cultura del pueblo donde provenga la interpretación. Cuando se
comenzó a estudiar el cielo del hemisferio Sur allá por el siglo XVII
los astrónomos europeos encargados de la tarea "vieron" objetos tales
como: microscopio, brújula, astrolabio y demás adelantos de esa época.
Mientras tanto los aborígenes australianos ya habían definido
constelaciones con forma de canguros y de avestruces. Todo lo expuesto
en este inciso prueba que no existe "un" grupo de constelaciones
válidos, sino una serie infinitas de muchos posibles. Aclaro que
actualmente hay uno en uso para facilitar la estandarización de la
búsqueda de objetos celestes.
(7) Ya que visto desde otro
lado, al igual que en (3) y en (4), el sol no las atraviesa. A
propósito: ¿Qué tiene de particular el tercer planeta de un sistema
solar ubicado en un sistema solar en el borde de una de las tantas
galaxias espirales como para ser considerado el centro de una ciencia
que abarque todo el universo?
(8) Siguiendo la línea de
razonamiento del punto anterior, ¿por qué hay que darle tanta
importancia simbólica a una estrella mediana de tipo espectral G2 y
magnitud absoluta 4,85 que no tiene particularidades destacables para
con el resto del universo?
(9) ¿Alguien cree que el
destino de una persona está determinado al nacer? Si así fuera,
cualquier cosa que haga no es culpa mía sino del "destino" (nos podemos
lavar las manos). Esto queda a criterio de Uds. pero si están a favor de
la teoría determinista no invalidan los puntos anteriores.
(10) El problema (para los
astrólogos) de caracterizar al signo con la figura de la constelación
reside en que se aplican a todas las culturas las características de
constelaciones especificas (ver (6)).
(11) Los planetas que existen
para la astrología son 6. ¿Por qué, si hay 9 planetas conocidos? ¿Acaso
los restantes no influyen en nuestras vidas por alguna extraña razón
cósmica? Simplemente cuando se inventó esta pseudociencia se conocían 6
planetas. También sería interesante que los astrólogos nos expliquen
como influyen los astros en nosotros, ya que cuando nacemos estamos en
una habitación donde la luz de los planetas no nos alcanza y la otra
manera en que esos dos cuerpos puedan interactuar es a través de la
gravedad, la cual es despreciable ya que la de la obstetra es mucho
mayor porque a pesar de su poca masa con respecto a la de un planeta su
distancia es varias veces menor (fórmula de gravedad:
M1 x M2
-------
D2
(12) Recordar que hasta la
invención del telescopio no se conocían las lunas de los otros planetas
por lo que no se los incluyó en la astrología, al atribuir tanta
importancia a un satélite natural en especial se muestra otra vez el
acentuado "regionalismo" de esta disciplina.
(13) Esto tiene la misma
falencia que lo expresado en (3).
(14) Las casas son
construcciones imaginarias que surgen con la necesidad de agregar
variables al sistema.
Estas son las razones por las
cuales el sistema que da origen a los horóscopos carece de fundamento
científico. Supongamos que así y todo creemos por cuestiones de fe (no
católica porque está prohibido en la Biblia), comprobemos la efectividad
del horóscopo:
Tomemos dos diarios distintos
del mismo día de la misma ciudad y veamos si en un signo determinado
(cualquiera) las predicciones coinciden. Para sorpresa de muchos se
encontrarán que generalmente son distintos y hasta a veces
contradictorios. Que raro porque las estrellas y los planetas estaban
para ambos diarios en el mismo lugar.
En cuanto al contenido de
éstos, ¿se fijaron que más que predecir el futuro, lo que hacen es
decirnos qué hacer (que no es lo mismo)? Cualquiera puede dar consejos
tales como "modérese con las comidas", "haga ejercicio físico" y son tan
generales que a todos nos afecta, entonces se dice que el horóscopo
acierta porque tenía razón.
Si el método no tiene
fundamento, el horóscopo no es efectivo, ¿Qué otro sostén le queda a la
astrología?
Los astrólogos, grandes
astrónomos fueron a su vez astrólogos (Kepler, Tycho, etc.). ¿Cómo puede
ser que gente con tantos conocimientos astronómicos puedan creer en lo
que ellos mismos demuestran que no sirve? La respuesta a este último
interrogante tiene una razón histórica, el astrólogo era un personaje de
importancia en las cortes ya que sus "predicciones" eran muy tenidas en
cuenta por los reyes. Se podía vivir de predecir el futuro de una manera
mejor que estudiando las leyes físicas de los astros.
Hoy en día la astrología
también es rentable, por ejemplo todos los diarios tiene al menos una
columna de astrología diaria mientras que sólo algunos pocos tienen una
nota semanal de astronomía, también abundan los astrólogos
"profesionales" que cobran por hacer una carta natal.
Hay una cuestión que no pasa
por el aspecto técnico-científico del método sino por un lado más humano
que es el hecho que todo esto me da la sensación de que no queremos
hacernos responsables por nuestros propios actos y buscamos excusas que
nos desligan las responsabilidades que deberíamos asumir.
¿Por qué estoy tan convencido
de lo que digo? Porque soy acuariano y los acuarianos no creemos en esas
cosas.
Sebastián Bassi - Fuente ASALUP
2.
La Astrología en la mira -
Radiografía de una pseudociencia
Desafortunadamente, la creencia en el poder de la astrología es mucho
más general entre los estudiantes de lo que mucha gente se da cuenta.
Una encuesta hecha por Gallup en 1984 indicó que el 55% de los
adolescentes americanos creen que la astrología funciona. Secciones de
astrología aparecen en más de 1200 periódicos en los Estados Unidos; en
contraste, menos de 10 periódicos tienen secciones de astronomía. Y en
todo el mundo, la gente basa sus decisiones personales, financieras y
hasta médicas, en el consejo de los astrólogos.
Además, la
astrología es solamente una de varias creencias pseudo-científicas cuya
aceptación por los medios de comunicación y por el público ha
contribuido a una inquietante falta de escepticismo entre los jóvenes (y
aparentemente entre los presidentes) en los Estados Unidos. Muchos
maestros sienten que es por debajo de nuestra dignidad el discutir temas
como estos en nuestros cursos de ciencias. Desafortunadamente, si
fallamos en alentar a nuestros niños a tener dudas positivas y
pensamientos críticos, estaremos criando una generación que está
dispuesta a creer casi cualquier declaración, por improbable que sea,
impresa en los periódicos o reportada en la televisión.
Algunas
Preguntas sobre Astrología para Ponerse a Pensar
• Para aquellos que leen las secciones de astrología en periódicos o
revistas, es bueno el preguntarse primero qué tan factible es que
1/12avo de las gentes del mundo (más de 400 millones por cada signo del
zodiaco) tengan un día parecido. Esta pregunta nos hace ver porqué las
predicciones de las secciones de astrología siempre son tan vagas que
pueden aplicarse a situaciones en la vida de casi todos.
•
¿Porqué es el momento del nacimiento, en vez del de la concepción, el
momento crítico para calcular un horóscopo? Para contestar ésta, es útil
saber que cuando se estableció la astrología hace miles de años, el
momento del nacimiento se consideraba mágico. Pero ahora entendemos que
el nacimiento es la culminación de casi nueve meses de un desarrollo
complejo e intrincadamente orquestrado dentro del vientre. Muchos
aspectos de la personalidad del niño se desarrollan mucho antes del
nacimiento.
La razón
por la cual los astrólogos aún adoptan el momento del nacimiento tiene
muy poco que ver con la "teoría" astrológica. Simplemente, casi todo el
mundo sabe cual es el momento de su nacimiento; pero es difícil (y a
veces hasta vergonzoso) el averiguar el momento de la concepción.
• Los
astrólogos "verdaderos" dicen que la influencia de todos los astros
mayores del sistema solar debe tenerse en cuenta para predecir un
horóscopo acertado. También insisten en que la razón por la cual debemos
creer en la astrología es porque nos ha dado predicciones o perfiles de
personalidades precisos durante muchos siglos.
Pero cualquiera que conoce la historia de la astronomía puede decirle
que los planetas conocidos más distantes (Urano, Neptuno y Plutón) no se
descubrieron hasta 1781, 1846 y 1930, respectivamente. Así es que
¿porqué no todos los horóscopos hechos antes de 1930 eran incorrectos,
puesto que faltaba al menos un planeta en su inventario de influencias
importantes? Además ¿porqué los problemas o inexactitudes de los
horóscopos antiguos no condujeron a los astrólogos a "sentir" la
presencia de estos planetas mucho antes de que los astrónomos los
descubrieran?
•
Todas las fuerzas de largo alcance que conocemos en el universo se
debilitan con la distancia (la gravedad es un excelente ejemplo). Sin
embargo, para la astrología no hay diferencia si Marte está del mismo
lado del Sol que nosotros (y por lo tanto relativamente cerca) o
completamente del otro lado; su influencia (fuerza) astrológica es la
misma. Si alguna influencia de los planetas y las estrellas realmente no
dependiera de que tan lejos está la fuente de la influencia, esto
resultaría en una completa revolución en nuestro entendimiento de la
naturaleza. Cualquier sugerencia al respecto debe verse con extremo
escepticismo.
Además, si las influencias astrológicas no dependen de la distancia
¿porqué no tenemos que considerar las influencias de otras estrellas, y
hasta de las galaxias, al hacer un horóscopo? ¡Qué horóscopos tan
inadecuados estamos recibiendo si se omite la influencia de Sirio y de
la galaxia de Andrómeda! (Por supuesto, como hay billones de estrellas
en nuestra galaxia y billones de otras galaxias, ningún astrólogo puede
tener la esperanza de terminar un horóscopo que tomara en cuenta todas
estas influencias.)
• Aún
después de miles de años de estudio y de perfeccionar su arte,
diferentes escuelas de astrología todavía discrepan vehementemente en
como predecir un horóscopo y sobre todo, en como interpretarlo. Su
horóscopo puede ser hecho e interpretado por diferentes astrólogos en el
mismo día y las predicciones, interpretaciones o sugerencias pueden ser
completamente diferentes. Si la astrología fuera una ciencia, como dicen
los astrólogos, esperaríamos que después de tantos años, experimentos o
cálculos similares nos dieran los mismos resultados.
¿Cuál es el
Mecanismo?
Pero aunque hiciéramos a un lado esos pensamientos negativos sobre la
astrología, nos queda por hacer una pregunta importante. ¿Porqué las
posiciones de los objetos celestes al momento de nuestro nacimiento
habrán de afectar nuestros caracteres, nuestras vidas o nuestros
destinos? ¿Cuál fuerza, influencia o tipo de energía viaja de los
planetas y estrellas a todos los seres humanos y afecta nuestro
desarrollo o destino?
Uno puede
ver como la perspectiva del mundo astrológico pudo haber sido atractiva
cuando surgió la astrología hace miles de años. En esos días, la
humanidad se aterrorizaba de las fuerzas de la naturaleza que
frecuentemente son impredecibles y buscaba desesperadamente
regularidades, signos y portentos de los cielos que los hubieran podido
ayudar a guiar sus vidas. Aquellos eran tiempos de magia y superstición,
cuando se pensaba que los cielos eran el dominio de los dioses o
espíritus, cuyos caprichos tenían que comprender los humanos---o al
menos tener alguna advertencia---si iban a sobrevivir.
Pero
ahora, cuando nuestras naves espaciales han viajado a los planetas y los
han explorado con cierto detalle, nuestra perspectiva del universo es
muy diferente. Sabemos que los planetas son otros mundos y las estrellas
otros soles---cuerpos físicos increíblemente remotos y piadosamente
indiferentes hacia las vidas diarias de las criaturas en nuestro pequeño
planeta. Ninguna cantidad de jerigonza sonante a científica o cálculos
computarizados de los astrólogos puede disfrazar este problema central
de la astrología---y no podemos encontrar ninguna evidencia de un
mecanismo por el cual los objetos celestes puedan influirnos de un modo
tan específico y personal.
Presentando la
Avionología
Veamos una analogía. Imagínese que alguien propone que las posiciones de
todos los aviones jumbo jet del mundo en el momento en que nace un bebé
tendrán un efecto significante en la personalidad de ese niño o en su
vida futura. Además, por una suma de dinero, un "avionólogo" con una
gran computadora ofrece hacer un mapa elaborado mostrando las posiciones
de los aviones a la hora correcta e interpretar este complejo patrón
para ayudarle a entender la influencia de éstos en su vida. No importa
cuan "científico" o complejo resulte este mapa, cualquier persona
razonablemente escéptica probablemente le haría algunas preguntas
bastante directas al "avionólogo" sobre porqué las posiciones de todos
estos aviones deberían tener alguna conexión con las personalidades o
con los eventos que determinan las vidas humanas. (A los estudiantes les
podría agradar el inventar otras "ciencias" parecidas y hacer un
conjunto elaborado de reglas para esas "ciencias".)
En el
mundo real, es muy sencillo el calcular las influencias planetarias en
un recién nacido. La única fuerza conocida que actúa a distancias
interplanetarias de modo significativo es la gravedad. Así es que
podemos comparar la influencia de un planeta vecino como Marte con otras
influencias en el bebé. Resulta que la atracción gravitacional del
obstetra es considerablemente mayor que la de Marte. (Y el edificio del
hospital posee una atracción aún mayor que la del doctor; a menos que el
bebé esté situado exactamente en el centro geométrico del hospital.)
Para las clases que quieran hacer estos cálculos, pueden encontrar las
fórmulas y unos ejemplos en el libro de Culver e Ianna citado en El
Rincón de Materiales.
Poniendo a
Prueba la Astrología
Algunos astrólogos mantienen que podría haber una fuerza aún desconocida
que representa la influencia astrológica. Supongamos que los
beneficiamos con nuestra duda y que hay algo que nos conecta con los
cielos, aunque no sepamos lo que es. De ser así, las predicciones
astrológicas---como las de cualquier otro campo de la ciencia---deben
poder comprobarse fácilmente. Tomando un ejemplo sencillo, si la
astrología predice que Virgo y Aries son signos incompatibles, al ver
miles de registros de matrimonios y divorcios, deberíamos ver más
parejas Virgos-Aries divorciadas y menos de ellas casadas de lo que
esperaríamos al azar.
Los
astrólogos siempre dicen que están muy ocupados para llevar a cabo las
cuidadosas pruebas de su eficacia, así es que en las últimas dos décadas
los científicos y estadísticos generosamente han hecho tales
comprobaciones para ellos. Ha habido docenas de pruebas cuidadosamente
diseñadas en todo el mundo, y la astrología las ha reprobado todas. (Ver
el Rincón de Materiales para mayor información sobre estas pruebas y el
Rincón de Actividades para algunos experimentos que usted puede hacer
con sus estudiantes.)
Por
ejemplo, el psicólogo Bernard Silverman de la Universidad del Estado de
Michigan vio los registros de 2978 matrimonios y 478 divorcios en 1967 y
1968 para ver si los signos astrológicos "compatibles" tenían más
probabilidad de juntarse y permanecer juntos. Él encontró que no había
ninguna correlación---los signos compatibles e incompatibles se casaron
y divorciaron igual de seguido. En otra prueba, los miembros del
personal de la oficina de Inspección Geológica de los Estados Unidos
analizaron 240 predicciones de terremotos por 27 astrólogos y
encontraron que eran menos acertadas de lo serían simplemente con
adivinar. Y así ha sucedido con cada una de las pruebas.
Además,
los astrónomos Roger Culver y Philip Ianna siguieron las predicciones
específicas de astrólogos y organizaciones astrológicas bien conocidas
por un periodo de cinco años. De las más de 3000 predicciones
específicas en su muestreo (incluyendo muchas sobre política, estrellas
de cine y otras gentes famosas) solo el 10% pasaron la prueba.
Si el leer
las estrellas ha llevado a los astrólogos a hacer predicciones
incorrectas nueve de cada diez veces, ellos parecen ser muy poco de fiar
como guías de las incertidumbres de la vida o de los asuntos de nuestro
país. Tal vez debemos dejar que esas señas de luz en el cielo despierten
el interés de nuestros estudiantes en el universo real (y fascinante)
más allá de nuestro planeta, y no permitirles que se aten a una fantasía
antigua legada de los tiempos cuando nos juntábamos alrededor de la
fogata, temerosos de la noche.
Rincón de
Actividades
Una de las mejores maneras para lograr que los estudiantes piensen en
que tan válida es la astrología es hacer que ellos mismos comprueben la
validez de las predicciones astrológicas. Aquí se muestran algunas
actividades prácticas para empezar; usted y sus estudiantes podrían
sugerir otras pruebas o proyectos (avísenos si ustedes inventan algunos
buenos).
Para
muchas de estas pruebas, es útil recopilar un muestreo grande de datos
para propósitos estadísticos. En algunas escuelas, donde una clase no
tiene suficientes estudiantes o tiempo para reunir todos los datos
necesarios, otras clases y miembros de la familia pueden participar en
el estudio.
1. Mismo
Día, Horóscopos Diferentes
Si su pueblo tiene un buen puesto de periódicos y si alcanza el
presupuesto de la clase, haga que los estudiantes compren cuantos
periódicos y revistas puedan que tengan secciones de astrología. Haga
que sus estudiantes comparen las predicciones y declaraciones de
diferentes astrólogos para el mismo signo. ¿Cuántos concuerdan? ¿Cuántos
se contradicen?
2. Horóscopos
Revueltos
Corte los 12 horóscopos de un periódico (de preferencia aquellos que los
estudiantes probablemente no hayan visto) y después de hacer una copia
maestra para usted mismo, corte las fechas y signos del zodiaco de cada
párrafo. Revuélvalos, asígneles un número a cada uno y al día siguiente
distribuya los párrafos sin fechas ni signos a cada uno de sus
estudiantes. Pregunte a los estudiantes sus fechas de nacimiento y
pídales que seleccionen el párrafo que describa mejor el día que pasaron
ayer.
Después
de juntar todos los papeles, revuélvalos y devuélvalos de manera que
cada estudiante obtenga el papel de alguien más. Luego ponga en el
pizarrón las fechas que los astrólogos especificaron para cada párrafo y
haga que los estudiantes cuenten cuantos coincidieron y cuantos no.
¿Cuántos aciertos predicen los estudiantes que suceden al azar?
3. Profesiones
y Astrología
Hasta los astrólogos que desdeñan los horóscopos de los periódicos
(porque nada más toman en cuenta la posición del Sol y no la de otros
astros) dicen seguido que la posición del Sol está relacionada con la
elección de profesión de una persona. Muchos libros de astrología
especifican cuales signos son los más probables en elegir una profesión
determinada. Por ejemplo, los de Leo tienen más probabilidad de entrar
en la política y los de Virgo, en la ciencia. Una vez que los alumnos
vean algunos libros de astrología y encuentren tales "hipótesis", pueden
empezar a comprobarlas.
Una prueba
podría ser que los estudiantes manden una encuesta a personas en la
profesión que eligieron, preguntándoles por su cumpleaños. (Asegúrese de
que los estudiantes expliquen porqué quieren esta información, discuta
como deben dirigirse a esas personas y dígales que incluyan un sobre con
estampilla postal y la dirección de regreso.) Otra manera de juntar
datos---por lo menos de personas bien conocidas---es buscando en
directorios de personas importantes, como Who is Who in American
Politics (Quien es Quien en la Política Americana), y correlacionando
cumpleaños y profesiones. Es importante el juntar suficientes ejemplos
para que las desviaciones estadísticas empiecen a perderse en el
promedio de su muestreo.
Pruebas a gran escala como
estas han revelado que no hay correlación entre los signos y las
profesiones; los miembros de una profesión dada están bastante bien
distribuidos entre todos los signos del zodiaco.
Andrew Fraknoi - USA - Fuente: Periódico Tribuna de Periodistas -
04/04/05
3. El
buen negocio de la astrología..., a pesar de las demandas
LONDRES, 1 de
marzo de 2003 (ZENIT.org).-
Los astrólogos y futurólogos se han vuelto más populares que nunca, a
pesar de su naturaleza tan poco científica. Que se alimentan de una
profunda necesidad de la gente por adivinar el futuro, parece
axiomático. El reciente documento sobre el New Age de los pontificios
consejos para la cultura y el diálogo interreligioso observaba: «Se ha
dicho, con gran acierto, que muchas personas en estos tiempos flota
entre la certeza y la incertidumbre, especialmente en cuestiones
relacionadas con su propia identidad».
Muchos periódicos y revistas, incluso algunos que aspiran a una cierta
seriedad, publican horóscopos. Y toda una pléyade de líneas calientes de
teléfono y páginas webs ofrecen revelar, por un precio, en más detalle
lo que viene a continuación.
Un reportaje del 8 de febrero del Telegraph de Londres contaba que sólo
en Moscú hay «decenas de miles» místicos que ofrecen tratamientos New
Age, rituales chamánicos y servicios de futurología. Aunque estuvieron
prohibidas bajo el comunismo, estas prácticas han florecido desde la
caída del antiguo régimen.
El Telegraph citaba estadísticas del ministerio de salud rusa que
demuestran que en el 2001 había más de 300.000 magos, videntes,
futurólogos, brujas y hechiceros registrados en el país. Se estima que
hoy en día el número alcanza cerca del medio millón.
Viktor Makarov, presidente de la Liga Rusa de Profesionales
Psicoterapeutas, que está llevando a cabo un estudio oficial sobre los
negocios de la magia, concluía que la mitad de quienes la practican eran
falsos y otro cuarta parte mentalmente enfermos.
El futuro, por 4.99 dólares el minuto
Investigaciones recientes subrayan la naturaleza fraudulenta del negocio
de la adivinación. En Estados Unidos, una investigación de la Comisión
Federal de Comercio (FTC) obligó a los operadores de la línea caliente
psíquica Miss Cleo a cancelar 500 millones de dólares en cuentas de los
clientes, informó el 14 de noviembre Associated Press. Las autoridades
federales encausaron a dos empresas de Fort Lauderdale, Florida, por la
estafa a quienes llamaban por prometerles visiones místicas sobre amor y
dinero gracias a una red nacional de lectores psíquicos.
Tras la sentencia, las empresas deben pagar una multa de 5 millones de
dólares, poner fin a la recogida de dinero de los clientes que han
llamado al servicio, y perdonar cerca de 500 millones de dólares en
pagos adicionales. El servicio también debe devolver a los clientes
todos los cheques no cobrados.
Howard Beales, director de la oficina de protección al consumidor del
FTC, afirmaba que durante tres años de operaciones el servicio cargó a
la gente cerca de 1.000 millones de dólares y recogió la mitad de dicha
cantidad. El negocio de servicios se redujo acusadamente en los últimos
años a consecuencia de un pleito del FTC y actualmente se ha derrumbado,
afirmaba Beales.
El FTC afirmaba que el servicio psíquico prometía una lectura libre,
pero los clientes llamaban a un número gratuito del que eran dirigidos a
otro número que les cargaba 4.99 dólares por minuto. La agencia afirma
que cerca de 6 millones de personas hicieron este tipo de llamadas y se
les cargó a cuenta una media de 60 dólares.
El fraude también abunda en Italia. El periódico Il Messaggero del 28 de
diciembre afirmaba que hay en el país cerca de 22.000 magos y
futurólogos registrados. Ocho millones de italianos, cerca del 15% de la
población, admite haber consultado un astrólogo al menos una vez,
afirmaba el periódico. Otras estimaciones van más allá. El entusiasmo en
Italia es tal que incluso la página web del organismo de propiedad
estatal que regula la electricidad, ENEL, tiene una sección que ofrece
horóscopos, junto a un surtido de información New Age.
El último informe sobre prácticas mágicas y esotéricas en Italia,
publicado por una línea telefónica gubernamental dedicada a recibir
quejas, habla de 7.500 quejas de fraude durante el año pasado, informaba
el 1 de noviembre Il Giornale. El año pasado también hubo arrestos de
algunos futurólogos acusados de fraude.
Lunáticos
No falta la
evidencia sobre la falta de fiabilidad científica de las predicciones
astrológicas. Por ejemplo, la página web del Comité para la
Investigación Científica de Pretensiones de lo Paranormal tiene un
artículo de James Rotton, profesor de Psicología en la Universidad
Internacional de Florida, sobre la luna y sus efectos.
Rotton analiza el libro «How the Moon Affects You» de Arnold L. Lieber.
El libro expone
la teoría de que, dado que la luna causa las mareas oceánicas, y el 80%
del cuerpo humano es agua, la fuerza gravitacional de la luna también
causa mareas en el cuerpo humano.
Rotton cita un
estudio del astrónomo George O. Abell, que precisaba que la fuerza
gravitacional de la luna sobre una persona era menor que el peso de un
mosquito. Dos de los colegas de Rotton, Roger Culver y Roger Ianna, han
calculado que la «influencia» de la luna era menor que la ejercida por
la pared de seis pulgadas de anchura de un edificio.
Como ejemplo de
las técnicas malabares usadas en el libro, Rotton observa que la edición
revisada del mismo de 1996 informa de que ha habido «al menos 43
estudios basados en datos» desde la publicación del original de 1978.
Lieber afirma que «la revisión crítica de los hallazgos documentados
revela lo siguiente: los hallazgos positivos y negativos se hallan
prácticamente divididos en igual cantidad». De hecho, observa Rotton, la
mayoría de los estudios no han logrado sacar nada que se asemeje a un
apoyo a la hipótesis lunar.
En el tema de las
estrellas, la página web de la Sociedad Astronómica del Pacífico
contiene una útil página titulada «Su Kit de Defensa Astrológica», por
Andrew Fraknoi. La sociedad fue fundada en 1889 por un grupo de
astrónomos y es ahora la mayor sociedad astronómica del mundo.
Aparecen columnas astrológicas en más de 1.200 periódicos sólo en los
Estados Unidos, observa la página web de Franknoi. Las columnas te dicen
que puedes aprender algo sobre tu día leyendo las referencias de un
signo del zodiaco. ¿Pero cuáles son las probabilidades de que cientos de
millones de personas a lo largo de mundo tengan todas la misma clase de
día?
Otra objeción tiene que ver con el uso de la fecha de nacimiento para
hablar del futuro de una persona. Mientras en el pasado el momento del
nacimiento se consideraba un momento crítico, hoy entendemos que el
nacimiento es la culminación de nueve meses de desarrollo constante
dentro de la matriz, observa Franknoi. ¿Cómo es que el potencial
horóscopo de un bebé permanece inhibido antes del nacimiento simplemente
porque el niño está en la matriz?
Y volviéndonos a la evidencia astronómica, muchos de los que creen en
astrología, observa Franknoi, insisten en que hay que tener en cuenta la
influencia de todos los grandes cuerpos del sistema solar –incluyendo,
presumiblemente, los planetas más exteriores como Urano, Neptuno y
Plutón. Pero estos planetas no fueron descubiertos hasta 1781, 1846 y
1930, respectivamente. Si éste es el caso, pregunta, ¿qué ocurre con los
astrólogos que declaran que su arte ha estado haciendo predicciones
exactas durante siglos?
Otro escollo astronómico para los astrólogos es que los horóscopos se
desarrollaron en tiempos en que un sistema planetario que tenía como
centro a la tierra era considerado como un hecho celestial. De ahí que
la importancia de Marte en un horóscopo sea idéntica sin importar si el
planeta está al mismo lado del Sol que la Tierra o, al otro lado, siete
veces más lejos. Una fuerza que no dependa de la distancia sería un
descubrimiento revolucionario para la ciencia, comenta Franknoi.
También observa que muchos astrólogos insisten que el signo solar de una
persona está estrechamente relacionado con su elección de profesión. De
hecho, el asesoramiento laboral es una importante función de la
astrología moderna. Con todo, Franknoi cita una investigación del físico
John McGervey de la Universidad Case Western Reserve, que ha contemplado
biografías y fechas de nacimiento de 6.000 políticos y 17.000
científicos. El objeto era ver si los miembros de estas profesiones se
reunirían alrededor de ciertos signos, como predicen los astrólogos. Por
el contrario, MacGervey encontró que los signos de ambos grupos se
distribuían totalmente al azar.
El Catecismo de la Iglesia Católica, No. 2116, establece rotundamente:
«Todas las formas de adivinación deben rechazarse». Horóscopos,
astrología y otras formas de ver el futuro «están en contradicción con
el honor y el respeto, mezclados de temor amoroso, que debemos solamente
a Dios». Además pueden afectar al bolsillo.
4.
La astrología en busca de
respetabilidad
NUEVA DELHI, sábado, 19 junio 2004 (ZENIT.org).- Los entusiastas
de la astrología acaban de ganar una batalla en la India en sus
esfuerzos por obtener credibilidad académica. El Tribunal Supremo de la
nación ha confirmado la decisión del 2001 de la University Grants
Commission (UGC) de introducir cursos en astrología védica para
titulaciones de graduados y posgraduados, informaba la revista india
Frontline el 5 de junio. La decisión del tribunal, del 5 de mayo,
rechazaba una demanda contra la aprobación de la UGC puesta por varios
académicos.
En su petición al tribunal, los académicos defendían que la astrología
védica no puede considerarse parte del estudio científico, puesto que la
astrología carece de los atributos y cualidades básicas implicadas en la
investigación científica. Específicamente, defendían, la astrología no
usa el método científico de investigación aceptado que se caracteriza
por la falseación, la verificación y la repetitividad.
En el año 2001, la UGC animó a que los planes universitarios abrieran
departamentos de astrología. Tras 41 proyectos, la UGC aceptó propuestas
de 21 universidades. El artículo de la revista Frontline calificaba la
decisión del tribunal supremo de «serio revés para los esfuerzos de la
comunidad científica y las personas racionales que han hecho una campaña
implacable contra esta perniciosa medida».
Sin embargo, el autor del artículo se consolaba con la reciente derrota
del Partido Bharatiya Janata (BJP) en las elecciones nacionales en la
India. El BJP, observaba el artículo, respaldó la astrología y otras
prácticas similares como parte de su apoyo a la cultura tradicional
hindú.
Los defensores de la astrología no se limitan a la India. El 16 de mayo,
el Sunday Times británico hacía la reseña de un libro publicado por un
miembro de la Royal Astronomical Society, el Dr. Percy Seymour, en el
que presta cierto crédito a la astrología. Seymour, antiguo profesor de
astronomía y de astrofísica en la Universidad de Plymouth, indicaba que
no cree en la validez de los horóscopos de las estrellas. Sin embargo,
en su libro «The Scientific Proof of Astrology», sostiene que el
desarrollo cerebral puede verse afectado por el campo magnético de la
tierra, especialmente durante el crecimiento del niño en el vientre
materno. Este campo magnético sufre los efectos de las interacciones con
el sol, la luna y otros planetas.
La reseña observaba, sin embargo, que Seymour es una figura solitaria en
su defensa de la astrología en círculos científicos. Sir Martin Rees, el
astrónomo real, ha descrito la astrología como «absurda», observaba el
Sunday Times. «No hay lugar para la astrología en nuestra visión
científica del mundo; además sus pretensiones predictivas no pueden
resistir ningún examen crítico», comentaba Rees.
Rentabilidad
pero ninguna prueba
Un ejemplo de este tipo de examen ha sido un estudio de más de 2.000
personas desarrollado durante algunas décadas, informaba el periódico
británico Telegraph el 17 de agosto del año pasado. El estudio se
interesaba por un grupo de personas nacidas a principios de marzo de
1958. Muchos de los bebés nacieron con una diferencia de minutos unos de
otros, según la astrología, deberían tener muchos rasgos en común.
Los investigadores examinaron más de 100 características diferentes,
incluyendo la profesión, el estatus marital y los niveles de
inteligencia. En sus hallazgos, publicados en el Journal of
Consciousness Studies, los científicos informaron que no había evidencia
de similitudes entre aquellos que habían nacido al mismo tiempo.
Uno de los investigadores, el Dr. Geoffrey Dean, afirmó que los
resultados han minado las pretensiones de los astrólogos, que trabajan
normalmente con datos de nacimiento mucho menos precisos que los usados
en el estudio. «A veces sostienen que la diferencia del momento del
nacimiento en apenas un minuto puede alterar lo que ellos llaman ‘las
casas’», afirmaba. «Pero en su trabajo, se contentan con cualquier hora
que puedan conseguir del cliente».
Pero aunque los científicos puedan despreciar la astrología, el público
en general acude en tropel a leer lo que dicen las estrellas. Quienes
escriben las columnas astrológicas en los principales periódicos pueden
cobrar sueldos de entre 250.000 a 500.000 libras (458.000 a 917.000
dólares), informaba el periódico británico Guardian el 12 de enero.
Y esto es sólo el inicio. Además de esto están las entradas por vía
telefónica. La información del periódico pone los ingresos totales del
astrólogo del Daily Mail, Jonathan Cainer, en más de 2 millones de
libras (3,6 millones de dólares).
En Italia, según la revista semanal Famiglia Cristiana del 25 de enero,
los 22.000 astrólogos y videntes clasificados de la nación tienen unos
ingresos totales de 550 millones de euros (613 millones de dólares). Las
revelaciones periódicas de fraudes y evasiones de impuestos no han
disminuido en Italia la popularidad de lo oculto. Un decreto del 2002
del gobierno intentaba introducir restricciones a los anuncios
televisivos que vendían servicios astrológicos o de echadores de cartas,
especialmente extendidos en las 600 pequeñas estaciones que alcanzan las
áreas locales. Pero hasta ahora los efectos del decreto han sido
limitados.
Desenmascarados
Quienes buscan argumentos en contra de la astrología y de otras
supersticiones tienen ahora una práctica fuente en el recientemente
publicado «Debunked!» (Desenmascarado). El libro fue publicado
originalmente en Francia hace dos años. Los autores, Georges Charpak, un
físico del Centro Europeo de Física de Partículas de Ginebra, y Henri
Broch, profesor en la Universidad de Nice-Sophia Antipolis, tratan una
amplia variedad de temas.
El libro observa que algunas personas defienden la exactitud de los
horóscopos, sosteniendo que han predicho eventos con exactitud. Sin
embargo, el simple acaecer de sucesos que han sido predichos no da
validez a la astrología, defienden Charpak y Broch.
Lo que sucede, dicen los autores, es que tales personas están
convencidas de que están tratando con horóscopos escritos
específicamente para ellos. Pero lo que actúa es lo que los autores
denominan «efecto pozo». Los horóscopos normalmente utilizan
generalizaciones vagas, haciendo fácil que las personas se reconozcan a
sí mismas en lo descrito. Estas descripciones «son profundas sólo en el
sentido de que un pozo es profundo --profundamente huecas, es decir,
vacías», escriben los autores--.
Tales descripciones no se basan, de hecho, sobre lo que los astrólogos
saben de la gente, sino sobre lo que la gente espera que sea verdad de
sí mismos. Junto a esto, los astrólogos cuentan con que la gente se
olvida rápidamente de sus predicciones pasadas. Los tabloides de
supermercado, por ejemplo, publican regularmente predicciones para el
fin de año, tales como asesinatos, que simplemente se repiten cada año.
El libro también cita ejemplos de afirmaciones de populares astrólogos
que revelan la falta de conocimientos astronómicos básicos. Una
astróloga sostenía que dos personas nacidas bajo el signo de Capricornio
–uno el 9 de enero de 1924, y otro en la misma fecha en 1960 - estarían
bajo las mismas influencias planetarias, puesto que el sol está en el
mismo lugar en el cielo. Pero, observan los autores, esto no es para
nada cierto, puesto que hay una diferencia entre la órbita de la Tierra
alrededor del sol entre estas dos fechas de no menos de 780.000 millas.
De hecho, los signos zodiacales de nacimiento, tan comunes en las
columnas astrológicas, ligados a las supuestas cualidades personales de
aquellos que nacen bajo ellos, están basados principalmente en
posiciones astronómicas trazadas hace miles de años. El problema con
esto es que el eje de rotación de la Tierra está en continuo cambio. El
eje pivota, de forma similar a una peonza, completando una revolución
cada cerca de 25.790 años. Como resultado, los signos zodiacales en uso
hoy en día por los astrólogos no corresponden del todo con las
constelaciones representadas cuando originalmente se hicieron las
cartas.
El libro sigue desenmascarando otros fenómenos como la levitación, el
andar sobre carbones ardientes o el doblar metales. Con respecto a los
eventos que tienen que ver con coincidencias inusuales y que requieren,
por ello, alguna explicación paranormal, los autores recomiendan que el
público estudie la teoría de la probabilidad, que revela rápidamente que
muchos de los sucesos supuestamente inusuales quedan en realidad bajo
los límites de los acontecimientos probables.
Los autores concluyen que la sociedad está actualmente infectada de
pensamiento poco científico, lo que ha permitido que lo oculto se
transforme de un asunto local en un reino de grandes negocios. Parece
que la sociedad moderna no es tan racional y científica después de todo.
5.
Porcentajes de
jóvenes argentinos que creen en la Astrología
Los
presentes resultados surgen de un estudio de campo efectuado por la
Fundación S.P.E.S. a fines de los '90 titulado "Los Jóvenes y la New Age".
El estudio de campo se realizó sobre una muestra de 1098 jóvenes de
cuarto año de colegios secundarios católicos de todo el país, y que
incluyeron otras temáticas relacionadas con la New Age o Nueva Era,
además de la astrología.
El
primero de los cuadros consigna los porcentajes de jóvenes de ambos
sexos que creen en la Astrología, mientras que el segundo presenta el
porcentaje de jóvenes que le asignan fundamento científico a la presente
pseudociencia.
Es
curioso que pese a que uin gran porcentaje cree en la Astrología, parte
de ese mismo porcentaje, no considera que tenga fundamento científico.
En razón de ello no sólo se observa una deficiencia en la catequesis en
los colegios, sino también en la formación de mentes críticas y
científicas (José María Baamonde).
|
Sexo
Femenino |
Sexo
Masculino |
|
Cree |
No Cree |
Cree |
No Cree |
|
|
|
|
|
Astrología |
74.85 % |
25.15 % |
58.76 % |
41.24 % |
|
|
|
|
|
|
Sexo Femenino |
Sexo Masculino |
|
Tiene Fund. Científico |
No Tiene Fund.
Científico |
Ns-Nc |
Tiene Fund. Científico |
No Tiene Fund.
Científico |
Ns-Nc |
|
|
|
|
|
|
|
Astrología |
49.70 % |
44.23 % |
6.07 % |
38.62 % |
56.68 % |
4.70% |
|
|
|
|
|
|
|
6.
Cónclave y Astrología -
¿Adivinar el futuro
Papa?
Los pronósticos sobre el cónclave muestran un deseo típicamente humano:
nos gusta conocer el futuro, qué va a pasar, quién va a ser elegido. No
faltará quien, incluso, recurra a la magia, la astrología y a otros
“métodos” que parecían propios del pasado y que, sin embargo, tienen un
gran éxito en el mundo moderno.
Para “superar” esta mentalidad primitiva, conviene recordar, primero, lo
engañoso que son muchos pronósticos. Segundo, que un cónclave (como todo
lo que tiene que ver con la Iglesia) no es algo que sigue leyes
naturales, sino que está “regulado” según las “leyes del Espíritu”.
Un autor de los primeros siglos de nuestra era recordaba que los hechos
futuros pueden ser de tres tipos: o determinados, o casuales, o libres.
Los determinados dependen de leyes necesarias y fijas de la naturaleza.
En cuanto “determinados” ocurrirán de un modo estable, constante, a no
ser que pase algo extraordinario. Los eclipses de sol o de luna, las
tormentas solares, o el movimiento de las placas de la tierra siguen
leyes inmutables. Para estudiar fenómenos de este tipo no sirve para
nada leer las “cartas”: hay que dedicarse a fondo a las ciencias
naturales...
Los acontecimientos casuales, por su parte, se explican desde la
conexión imprevista de fenómenos necesarios o de decisiones libres. Si
yo como algo picante, aumenta mi sed. Si en mi casa no hay agua, tengo
que salir al pozo para tomarla. Si en ese momento cae un rayo y me
cambia de lado la línea divisoria de mi pelo... Esto es algo “casual”,
debido en parte a mi libertad (el tomar picante) y a las leyes físicas
(los rayos provocados por las combinaciones físicas entre el aire y las
cargas eléctricas). Además, lo más propio de la casualidad es que no se
puede prever: no tiene sentido “adivinarlo”... Por lo mismo, en vez de
preguntar a un adivino si hoy puedo salir de casa, lo mejor sería mirar
el cielo, consultar el parte meteorológico (si es que logra ser
preciso), y tener cuidado con las salsas que tengo en mi armario. Luego,
si el rayo cae, “por casualidad”, dentro de mi casa, es otro cantar...
Los actos libres dependen de nosotros, de lo que decidimos y escogemos
después de un momento breve o largo de reflexión. ¿Me pongo este traje o
el otro? ¿Salgo al trabajo a las 6.30 de la mañana o media hora antes
para evitar el tráfico? ¿Le digo a mi hijo que estudie más o me callo
para evitar una nueva discusión en familia? Por desgracia, es aquí donde
más se recurre a los horóscopos y a los adivinos, pues todos querríamos
tomar la decisión justa, esa que evitaría un accidente (“si hubiese
salido antes...”), o un fracaso familiar (“si hubiese hecho caso a mi
esposa...”), o un dolor de estómago (“no pensé que comer tanto pescado
me iba a sentar mal”...).
Sin embargo, precisamente los actos libres, por depender exclusivamente
de nosotros, no pueden ser determinados por una hechicera, pues, de lo
contrario, no dependerían de mí, no serían libres. No tomaré pescado
porque lo dicen las estrellas, sino porque decido hacerlo o no hacerlo.
El “destino” no ha determinado en nada mi libertad: soy yo el que
escojo, aunque luego acuse a un brujo por haberme dicho esto o lo otro.
Soy yo el responsable de haberle hecho caso al adivino...
Estas líneas no quieren ser una declaración de guerra contra tantos
expertos en horóscopos y tantos lectores de la mano que han escogido,
por necesidad o por gusto, la vocación de “adivinos”. En un mundo
democrático y libre cada quien puede hacer lo que quiera, mientras no
dañe ni engañe a los demás. Pero convendría preguntarnos si no nos
estamos perjudicando a nosotros mismos cuando buscamos controlar lo que
no puede ser encerrado en una jaula: el futuro.
Respecto al cónclave (y a tantos otros acontecimientos de la historia
humana), añadimos a las anteriores observaciones la siguiente: existe
Dios. Dios puede separar el agua del Mar Rojo, resucitar a un muerto,
multiplicar los panes contra todas las previsiones del Secretario de
agricultura, hacer que sea elegido Papa un cardenal (o incluso un no
cardenal) del que nadie había hablado antes en los pronósticos.
Dios es libre, infinitamente más libre que nosotros. Sus decisiones no
están sometidas a ningún horóscopo. Es bueno esperar en su ayuda (y
sabemos que quiere ayudarnos, y que nunca dejará de ayudar a su
Iglesia). A la vez, es justo el hacer todo lo que está por nuestra parte
para que el mundo vaya un poco mejor. Lo demás (lo que Dios no determina
libremente), ocurrirá según las leyes de la física, de la química, de la
casualidad y de la libertad. Con perdón de todos los adivinos de la
tierra...
Autor: P. Fernando Pascual - Fuente: Cónclave 2005
Publicado en Info-Spes 96 - Abril 2005